El Ministerio de Fomento estudia rebajar el peaje de unos 285 kilómetros de autopistas de Castilla y León a los vehículos pesados -cuatro ejes o más- a los que pretende prohibir circular por las carreteras convencionales paralelas a estas vías. La bonificación del 50 por ciento se aplicará de forma progresiva en los tramos Villalba-Adanero (AP-6), Segovia-San Rafael (AP-61), Ávila-Villacastín (Ávila-Villacatín), Miranda-Haro (AP-68), León-Campomanes (AP-66) y Burgos-Armiñón (AP-1), según el borrador del plan al que tuvo acceso Ical.
La propuesta de Fomento para que los camiones de gran tonelaje utilicen autopistas, como alternativa a carreteras nacionales con mucho tráfico, se aplicará en 16 tramos que suman 1.360,6 kilómetros. De ellos, seis atraviesan la Comunidad en sus comunicaciones hacia el Principado de Asturias, Madrid, el País Vasco o La Rioja, lo que impedirá a estos vehículos pesados transitar en algunos puntos por la N-VI, N-603, N-110, N-124, N-I y N-630.
La propuesta de Fomento, que analiza con la Dirección General de Tráfico (DGT), contempla prohibir la circulación de los vehículos pesados por determinados tramos de carretera convencional en los que exista, en el mismo corredor, una autopista de peaje. Sin embargo, esta medida no afectará en cambio a los vehículos que tengan que circular por la carretera convencional para posibilitar el acceso a los puntos de origen o destino de la mercancía.
El departamento de Ana Pastor propone una bonificación sobre el peaje a abonar en aquellos tramos donde se realice un desvío obligatorio. También plantea otra rebaja del 35 por ciento a los vehículos pesados que ya circulan por estas autopistas y lo vayan a seguir haciendo por formar parte de un itinerario de largo recorrido. El objetivo del plan es reducir la elevada congestión en determinadas carreteras. Además, se calcula que los camiones pueden ahorrarse una media del 13 por ciento -12 céntimos por kilómetro-.
La ministra de Fomento aseguró a principios de semana que este plan para desviar el tráfico pesado de las carreteras convencionales hacia las autopistas de peaje “será pactado” con el sector. La medida se podría aplicar a partir del próximo mes de abril, aunque todavía quedan detalles del proyecto pendientes de desarrollo que el Gobierno pretende pactar con las organizaciones empresariales. Los Presupuestos de 2015 recogen una partida de diez millones de euros para compensar a las sociedades concesionarias por las bonificaciones.
El borrador de Fomento recoge entre los tramos el de Villalba-Adanero de la AP-6, con 67,49 kilómetros de longitud y gestionada por la concesionaria Iberpistas (Abertis); el segundo el de Segovia-San Rafael de la AP-61, con 26,54 kilómetros, y de Castellana (Abertis); y el tercero el de Ávila Villacastín de la AP-51, con 23,1 kilómetros y también de la concesionaria Castellana (Abertis).
También se incluye el tramo de Miranda de Ebro-Alagón, de la AP-68, con 198,99 kilómetros y de la sociedad Avasa, también de Abertis, aunque sólo 14,5 afectan al vial de Miranda a Haro (La Rioja). Asimismo, figuran los tramos Rubena-Armiñon de la AP-1, con 75,41 kilómetros, y el de León-Campomanes de la AP-66, con 77,76 kilómetros, de la concesionaria Aucalsa.
En el caso de la AP-6, los camioneros (Grupo tarifario 'Pesados 2') a los que se les prohíba circular por la N-VI abonarán 7,8 euros por el tramo Villalba-San Rafael; 2,93, en el de San Rafael-Villacastín, y cuatro, entre esta población y Adanero. En todo el trayecto de 67,49 kilómetros abonarán 14,73 euros, en lugar de 29,45 euros. De igual forma, en la AP-51, entre Segovia y San Rafael, estos vehículos abonarán 2,45 euros, en lugar de 4,9 euros.
Entre Ávila y Villacastín, los vehículos pesados que utilicen esta vía en lugar de la N-110 abonarán 1,85 euros, frente a los 3,7 que pagan ahora. Igualmente, los camiones que dejen de circular por el puerto de Pajares, entre León y Asturias, y utilicen la autopista del Huerna pagarán 10,63 euros, frente a los 21,25 euros actuales.
Por otra parte, en la AP-1, entre Rubena y Armiñón, solo los camiones que utilicen esta autopista como alternativa a la N-I pagarán 5,95 euros, frente a los 11,9 euros actuales, si bien para los que ya la utilizaran, por ser un corredor de largo recorrido, abonarán 7,74 euros, ya que sólo se beneficiarán de la rebaja del 35 por ciento. En el caso de la AP-68, el peaje de los 14,5 kilómetros de Miranda-Haro tendrá un precio para los camiones de 2,08 y 2,7 euros, respectivamente.
La Federación de Transporte de Mercancías por Carretera de Castilla y León (Fetracal) reclama la exención total ya que de lo contrario advierte de que revertirán el incremento de costes a los consumidores. La organización, que engloba a cerca de 1.000 empresas y autónomos de la Comunidad, rechazó con “firmeza y rotundidad” el plan del Ministerio de Fomento y exigió que la decisión de utilizar las autopistas alternativas sea “voluntaria”. Además, censuró que se haya planteado sin el consenso del sector.
En ese sentido, la Federación mostró su preocupación por esta medida y rechazó el argumento de que el plan se adopta en beneficio de la seguridad vial. Indicó que en el 75 por ciento de los accidentes en los que se ven implicados transportistas la culpa no es del conductor profesional.
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