Los retrasos en las tareas de reparación de la autopista aragonesa, la ARA-1, tras los graves daños que sufrió en el kilómetro 2,7 con la crecida del Ebro están costando a los usuarios de la misma unos 26.000 euros al día. Es la estimación que hace el Gobierno de Aragón según el estudio que ha encargado para valorar las repercusiones económicas del problema, que constata que las pérdidas pueden superar los 700.000 euros al mes.
El Ejecutivo ha exigido además a la concesionaria de la vía, que está en concurso de acreedores y cuya principal accionista es Acciona, que acelere los arreglos y que habilite cuanto antes un paso alternativo al tráfico. Precisamente con Acciona ha tenido la DGA hace poco otro problema con las obras del nuevo hospital de Teruel.
En este caso y para calcular las pérdidas que la actual situación está causando, el Gobierno de Aragón ha analizado las incidencias que suponen para los usuarios los rodeos a los que les obliga el cierre de la ARA-1, tomando como referencia tres focos principales: el polígono de Malpica, el área de los polígonos que hay en torno a La Cartuja y la localidad del Burgo de Ebro.
El consejero de Presidencia, Roberto Bermúdez de Castro, ha precisado que el Gobierno de Aragón aumentará el techo de gasto fijado para 2015 si el dinero que hay que utilizar para reparar los daños causados por la riada del Ebro suben "de los 40 o los 45 millones de euros".
La presidenta del Ejecutivo, Luisa Fernanda Rudi, dio por hecho a principios de semana que esta subida sería imprescindible para afrontar el pago de las ayudas y subvenciones derivadas de los daños de la riada. Por otro lado, los trabajos y reparaciones inmediatas que llevó a cabo la empresa pública Sarga durante la última crecida del Ebro han tenido un coste global de 993.000 euros. Sarga movilizó en torno a un centenar de trabajadores y múltiple maquinaria que llevaron a cabo tareas de achique de agua, reparaciones en caminos, sistemas de riego, acequias...
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