Imagen de la A-52, la autovía de Rías Baixas, en Ourense. / NACHO GÓMEZ |
Cuando el presidente de la patronal Seopan, Julián Núñez, precisó este miércoles una nueva propuesta de las grandes constructoras para establecer un peaje en todas las autovías, se cuidó muy mucho de matizar que su planteamiento incluía ayudas al transporte por carretera, aunque emplazó a una futura presentación del plan los detalles de cómo se articularía esa subvención y cuál sería su importe. Porque si las constructoras abanderan la idea de generalizar los peajes para captar nuevos recursos y financiar así más inversión pública, los transportistas rechazan de plano la idea, que aumentaría los costes para su negocio. Y así lo expresó este jueves la Asociación de Transporte Internacional de Carreteras (Astic).
"La medida es uno de los motores económicos del país, tanto por su contribución al PIB, como en materia de generación de empleo”, aseguró Ramón Valdivia, director general de Astic, según un comunicado remitido por la asociación. “Haremos todo lo posible para que esta propuesta injusta no llegue al Gobierno”, añadió.
Seopan anunció que mandará su propuesta al Gobierno y a los partidos políticos con el afán de incluir este asunto en el debate electoral que se viene. Las grandes constructoras plantean que los usuarios de todo tipo de vehículos paguen un peaje blando —entre 0,03 y 0,14 euros por kilómetro, inferior al que es habitual ahora en las autopistas— por utilizar todas las vías de alta capacidad, lo que supondría sumar más de 13.000 kilómetros de autovías a los 3.000 kilómetros de autopistas en los que ya se cobra por circular. El objetivo sería que los pagos de los usuarios generen hasta 6.800 millones de ingresos a las Administraciones, titulares de las autovías, para financiar un aumento de la inversión pública, que incluirían obras de conservación de las carreteras.
Valdivia opuso que los transportistas españoles llevan “muchos años” contribuyendo “con creces” en el mantenimiento de las autovías. “Las empresas del sector llevan años pagando varias veces más de lo que cuestan las carreteras”, añadió el director general de Astic, quien lamentó la "asfixiante carga impositiva” que, en su opinión, soportan las empresas del sector, con impuestos como elcéntimo sanitario, que se encuentra en proceso de devolución por parte del Ministerio de Hacienda, agrega el comunicado.
“Si se establece un peaje en todas las autopistas, los transportistas no pagaremos, sino que repagaremos. Nuestros impuestos, durante los últimos años, han ido destinados a aeropuertos sin aviones o infraestructuras inservibles, mientras que no se han solucionado asuntos críticos para el transporte, como los puntos negros y cuellos de botella en la red de carreteras”, concluyó Valdivia.
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