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viernes, 17 de junio de 2016

El TSJ de Madrid reafirma el laudo del jefe de Baker & Mckenzie en la batalla de las radiales




Abertis, a través de Iberpistas, y Bankia han perdido la batalla final de la disputa mantenida desde hace dos años contra ACS y Sacyr en su fallida huida del fiasco de las radiales R-3 y R-5. Ambas autopistas se encuentran ahora en fase de cierre y liquidación, tras el auto dictado a primeros de mayo por el juzgado mercantil número 6 de Madrid. Dicha resolución, que implicará el traspaso de ambos activos al Ministerio de Fomento, es consecuencia directa del concurso voluntario de acreedores solicitado en octubre de 2012 por la sociedad concesionaria Accesos Madrid.

Al margen del contencioso secular que los grandes contratistas de los peajes en quiebra mantienen con el Gobierno, en el caso concreto de las dos citadas radiales madrileñas se ha producido una batalla interna que ha estado a punto de socavar los cimientos del sistema de arbitraje en España. El mundo de la abogacía madrileña ha estado muy pendiente de la resolución de un conflicto que surgió a raíz del intento de Abertis y Bankia por ejercer sus opciones de venta en la sociedad Alazor Inversiones, accionista único de Accesos Madrid y compañía encargada hasta ahora de gestionar las mencionadas autopistas.

ACS y Sacyr rechazaron el planteamiento de sus dos socios mal avenidos, al entender que las peticiones respectivas de la filial de Abertis y de la Corporación Industrial Bankia no se ajustaban a los términos establecidos en el pacto de accionistas, dado el desequilibrio económico y financiero que padecía el proyecto por la acumulación de pérdidas incurridas. En otras palabras, las constructoras entendían que sus compañeros de fatigas estaban obligados a soportar el desenlace de los acontecimientos y se negaron a asumir el coste de 120 millones de euros que, en términos redondos, reclamaban los disidentes.

Las desavenencias fueron subiendo de tono, principalmente a raíz de la suspensión de pagos, y desembocaron a principios de 2013 en un procedimiento ante la Corte de Arbitraje de la Cámara de Comercio de Madrid que fue resuelto por un tribunal bajo la presidencia de José María Alonso Puig, antiguo socio codirector de Garrigues y máximo representante en la actualidad del despacho jurídico Baker & Mckenzie. Alonso Puig es una de las principales autoridades españolas en materia de arbitraje, pero el laudo dictado en mayo de 2014 terminó derivando en una controversia pública cuando Abertis y Bankia se negaron a aceptar la derrota inflingida a manos de ACS y Sacyr.

Los perdedores descargaron sus críticas contra el presidente del tribunalcon la interposición de sendas demandas ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, en las que solicitaban la anulación del laudo invocando entre otros motivos una supuesta falta de imparcialidad por parte de José María Alonso. Aducían a este respecto que el ahora socio director de Baker & Mckenzie fue contratado como asesor externo del consejo de administración de Corporación Llorente, la constructora vallisoletana bajo la que se agrupa un importante 'holding' empresarial con destacada presencia en los sectores de infraestructuras, energías renovables y gestión inmobiliaria.

Las vinculaciones comerciales de las filiales de Corporación Llorente en diferentes uniones temporales de empresas con el grupo ACS de Florentino Pérez servían de pretexto en la estrategia judicial de Abertis y Bankia, pero el TSJ de Madrid ha despejado cualquier sombra de duda en una sentencia notificada la pasada semana y a la que ha tenido acceso El Confidencial. La resolución señala de manera taxativa que “no consta que el Sr. Alonso tuviera conocimiento, en el momento de su intervención en este arbitraje, de los proyectos en común que tuvieran con ACS las empresas filiales de la Corporación Llorente Muñoz”.

La Sala de lo Civil y Penal del mencionado órgano jurisdiccional desarrolla un amplio análisis doctrinal que elimina cualquier suspicacia sobre la labor de Alonso Puig en su calidad de presidente del tribunal de arbitraje. La sentencia expone que no está probado que el asesoramiento de José María Alonso a Corporación Llorente estuviera relacionado con aspectos comerciales, sino que era de carácter personal y vinculado con materias de responsabilidad corporativa: “Tales circunstancias -añade la sentencia- no permiten deducir, pues, la concurrencia de una apariencia de interés del presidente del colegio arbitral autor del laudo impugnado en la resolución del arbitraje en un determinado sentido favorable a alguna de las concretas partes del procedimiento arbitral”.

El TSJ de Madrid no tiene reparos a la hora de calificar como “un galimatías” las relaciones societarias que invocan los demandantes para cuestionar la independencia del árbitro. La sentencia especifica que es una filial de Corporación Llorente, en este caso la firma Collosa, la que mantuvo “operaciones negociales” con Dragados, a su vez filial de ACS, que es la matriz de Desarrollo de Concesiones Viarias Uno (DCV1), siendo esta última la entidad vinculada como parte en el conflicto. Bajo estas circunstancias, los jueces consideran que “difícilmente podría exigirse al árbitro estar al corriente de las operaciones comerciales realizadas entre algunas de las filiales de la corporación que asesoraba en asuntos de buen gobierno y alguna de las filiales dependientes de una de las partes del procedimiento arbitral”.

A la vista de todo ello, el TSJ de Madrid desestima el motivo de nulidad,de manera que la resolución arbitral queda, por tanto, ratificada de pleno. La sentencia no permite recurso alguno, de acuerdo con el artículo 42.2 de la Ley de Arbitraje. En definitiva, Iberpistas y Bankia son condenadas a pagar las costas y tendrán que seguir al pie del cañón en todo el proceso de liquidación de las radiales madrileñas, un conflicto este último que todavía tiene mucho recorrido por delante.

lunes, 6 de junio de 2016

ACS, Abertis y Bankia devuelven 278 millones de deuda de las radiales


ACS, Abertis y Bankia devuelven 278 millones de deuda de las radiales

ACS, Abertis y Bankia han comenzado a devolver un total de 278 millones de euros a una veintena de entidades financieras, tenedores del 51% del crédito sindicado empleado en la construcción de las radiales 3 y 5. Estas tres empresas, junto a Sacyr, son los accionistas de Accesos de Madrid, concesionaria de las mencionadas infraestructuras que entró en concurso en 2014, y que habían sido ordenados por el juez para que procediesen a los ingresos correspondientes.

En 2014, los prestamistas de Accesos a Madrid reclamaron la devolución anticipada de la deuda y el juez les dio la razón; si bien los concesionarios apelaron, el juez les ha ordenado realizar las transferencias a la espera de que se falle el recurso. Solo Sacyr ha presentado alegaciones a la decisión de juez.

Por empresas, Abertis deberá ingresar 131 millones de euros, ACS 73 millones de euros, y Bankia 74 millones de euros.

El resto de prestamistas, entre los que se encuentran CaixaBank, el ICO y la propia Bankia no se han adherido a la reclamación judicial para recuperar la deuda.

Una vez las empresas lleven a cabo los ingresos, se estará a la espera de la resolución del recurso, en lo que promete ser un proceso que durará años. En conjunto, todos estos problemas repercuten muy negativamente en el desarrollo de nuevas concesiones, pues ponen en la práctica en cuestión la seguridad jurídica de este modelo de construcción y gestión de infraestructuras. 

miércoles, 25 de mayo de 2016

El Estado quiere hacerse cargo de las autopistas



Se ha filtrado que el Mº de Fomento trabaja en un documento que podría convertirse en ley tras las elecciones del 26/6 (en caso de que haya continuidad en el gobierno, se sobreentiende) que establece que todas las concesiones de autopistas revertirían al Estado al vencimiento de su plazo natural, de manera que no tendrían lugar más prórrogas en los plazos de las concesiones a cambio de otras contraprestaciones (ampliación de carriles, construcción de tramos, etc.). Esto haría necesario crear una empresa pública de autopistas nacionales, que se haría cargo de las concesiones cuyo plazo expirase. 

Parece que la idea es que la participación estatal en esa sociedad sea del 49% para que su deuda no compute como deuda pública, para lo cual tendrían que incorporarse otros socios con participaciones de menor peso, de manera que el Estado retuviera las decisiones de gestión como principal accionista minoritario. El objetivo sería dotar a la nueva sociedad estatal de autopistas de una serie de autopistas rentables que compensen aquellas que no lo sean. 

Opinión Bankinter: Es una mala noticia para el sector (Abertis, Sacyr y Ferrovial como principales perjudicadas) puesto que normalmente una concesión de autopista es más rentable a medida que se acerca a al final de su plazo concesional y, sobre todo, continúa siéndolo si se prorroga esa concesión a cambio de mejoras negociadas en la infraestructura. Esto restará atractivo a las nuevas concesiones que puedan autorizarse y reducirá la capacidad de crecimiento a las compañías concesionarias privadas, puesto que no puede contar con prórrogas para las concesiones que ya tienen en cartera y las nuevas concesiones probablemente serán menos rentables en la medida que sólo podrán contar con el plazo concesional inicial, sin dar por supuesto que luego se concederán prórrogas.

Entendemos que este planteamiento es consecuencia de las malas experiencias sufridas con las denominadas “autopistas radiales”, cuyos rescates ante la falta de rentabilidad económica ha derivado en negociaciones y soluciones muy duras tanto con los bancos que las financiaban como con las constructoras que las construyeron y posteriormente gestionaron. Si este planteamiento saliera adelante, las primeras autopistas afectadas serían la AP-1 Burgos – Guipúzcoa de Itínere/Sacyr cuyo plazo concesional expira en 2018 y la AP-7 del corredor del Mediterráneo de Abertis que vence en 2019. Por tanto, es probable que las cotizaciones de ambas compañías se vean hoy negativamente afectadas por esta noticia.

miércoles, 11 de mayo de 2016

El juez ordena la liquidación de dos radiales y una circunvalación


El juez rechaza la propuesta de convenio de los accionistas de las concesiones (ACS, Sacyr, Bankia, Abertis y Globalvía) y la del Gobierno.

Ya son cuatro las sociedades concesionarias de autopistas de peaje que se encuentran en fase de liquidación, después de que el juez que lleva los concursos de acreedores de Accesos de Madrid (Radial 3 y 5) y Ciralsa (circunvalación de Alicante) haya rechazado la propuesta de convenio de los accionistas. Estos proyectos en quiebra se suman a las liquidaciones del Eje Aeropuerto y AP-36 (Ocaña-La Roda), que el Gobierno tiene recurrido ante la Audiencia Provincial. Es probable que la Abogacía del Estado también recurra las dos últimas liquidaciones, para retrasar una posible decisión conjunta para finales de este año.

Accesos de Madrid entró en concurso de acreedores hace dos años con una deuda de 650 millones de euros. Sus principales accionistas son Abertis (35%), ACS, Bankia (con el 20% cada uno) y Sacyr (25%). En el caso de Ciralsa, ACS es el accionista mayoritario con el 50%. El resto del capital se lo reparten Abertis y Globalvía a partes iguales. La deuda de estas autopistas asciende a unos 242 millones de euros. Si el Gobierno no recurre se activarían garantías contractuales. Entre ellas destaca la Responsabilidad Patrimonial de la Administración (RPA), una compensación del Estado a la sociedad concesionaria para que pueda indemnizar a su acreedores.

Según Seopan, este pago podría elevarse a 5.000 millones de euros para el conjunto de las ocho autopistas quebradas, lo que pondría en un serio compromiso la contabilidad nacional en términos de déficit y deuda pública.

Sin embargo, los cálculos del Gobierno, que sigue un plan de amortizaciones distinto y descuenta de la suma los créditos participativos y los pagos realizados por las sentencias de expropiaciones de suelo, reduce la cifra a unos 1.600 millones de euros.

Mientras se resuelve este asunto espinoso, que podría aclararse a lo largo de 2017, el Gobierno aún confía en su propuesta de crear una empresa nacional. "Existe la figura de la compra de la unidad productiva, que se puede emplear en estos casos aunque haya finalizado la fase de convenio y el juez haya aprobado la fase de liquidación".

Como publicó EXPANSIÓN el pasado 27 de abril, varios fondos de inversión, entre los que figura TCI y Taconic Capital, han comprado cerca de 700 millones de la deuda de las autopistas quebradas (3.700 millones de euros), con descuentos del 90%.

La liquidación de Accesos de Madrid es más compleja que el resto porque los bancos han ejecutado judicialmente su deuda, lo que ha obligado a los socios a consignar las cantidades reclamadas. Abertis, junto con ACS, Sacyr y Bankia han depositado 360 millones para afrontar esta resolución judicial.

viernes, 6 de mayo de 2016

Sacyr acude al MARF para financiar una de sus concesionarias


Sede de Sacyr

Sacyr anunciaba ayer un plan para reforzar su división de concesiones. Un día después, una de las marcas integradas en esta rama de negocio de la constructora ha anunciado una emisión de bonos de proyecto en el Mercado Alternativo de Renta Fija (MARF) para financiar el desarrollo y mantenimiento de un tramo de peaje en la sombra de la autovía murciana RM-15.

Los 54 millones de euros que ha alcanzado la emisión han sido colocados en esta plataforma mediante bonos un cupón anual del 4,75% que será pagadero semestralmente. El valor nominal de cada uno de estos bonos proyectos asciende a 100.000 euros y nacen con un calendario de reducciones de nominal en función de la amortización llevada a cabo hasta su vencimiento el 30 de junio de 2025, según ha informado la sociedad rectora del MARF.

Esta emisión, con la que Sacyr diversifica las fuentes de financiación para sus proyectos de concesión a los que pretende dar nuevos bríos, dispone de una estructura de garantías mediante prendas a favor de los bonistas sobre los derechos de crédito derivados del contrato de concesión, de las cuentas bancarias, de los contratos de seguros y de las acciones de Aunor, la sociedad emisora.

Aunor es la sociedad concesionaria de un tramo de 64,2 kilómetros de peaje en la sombra en la Autovía Noroeste de la Región de Murcia (RM-15). Esta empresa es propiedad al 100% de Autovías de Peaje en Sombra, que a su vez está participada por Sacyr Concesiones (51%) y el fondo británico EISER Infrastructure Limited (49%).

La emisión cuenta con el respaldo de Bankia como coordinador global y entidad colocadora, mientras que Deloitte ha sido contratado como asesor registrado, figura imprescindible para que una compañía pueda emitir papeles de renta fija en el MARF. Además, la agencia de calificación crediticia Standard & Poor’s (S&P) ha fijado un rating de ‘BB+’ para la misma, según consta en la nota oficial de la operación.

martes, 3 de mayo de 2016

Aucalsa duplicó sus beneficios en 2015, hasta los 3,45 millones

Aucalsa, la compañía concesionaria de la autopista de peaje entre Asturias y León a través del valle del Huerna, obtuvo un beneficio neto el año pasado de 3,45 millones de euros, el 133% más que en 2014, cuando la sociedad volvió a beneficios (1,48 millones) tras dos ejercicios consecutivos en pérdidas.

La recuperación de los tráficos y de la facturación contribuyó al impulso de los resultados. En 2015 la cifra de negocio de Aucalsa superó los 36,9 millones, el 5,4% más que en el ejercicio precedente. Entonces los ingresos se habían situado en 35,01 millones.

Al aumento de la cifra de negocio se sumó un incremento del 158,7% de otros ingresos de explotación, hasta los 1,58 millones, y una reducción del 30,14% de los gastos de explotación, excluidos los costes de personal, que crecieron el 13%.

Como consecuencia de unos y otros factores, el resultado de explotación mejoró el 51,7% y pasó de algo más de 8,86 millones en 2014 a 13,44 millones en 2015. Aunque se produjo una caída de los ingresos financieros de casi el 73% y un aumento del 16,53% de los gastos financieros, el resultado bruto (antes de impuestos) mejoró el 132,7%, y se situó al cierre del año pasado en 8,52 millones de euros.

Los datos semestrales también arrojaron una mejora respecto al mismo periodo de 2014. En la segunda mitad del pasado ejercicio Aucalsa obtuvo un beneficio neto de casi 3,83 millones, el 43,4% más que en el segundo semestre de 2014.

Aucalsa es filial al 100% de Itínere, gestora de autopistas de peaje controlada desde 2015 por el fondo estadounidense Corsair Capital, dueño del 55%. El resto de la sociedad está en manos de Sacyr, Kutxabank, Abanca y Liberbank. Sacyr y los bancos están en disposición de vender.

jueves, 21 de abril de 2016

Abertis pide solucionar el conflicto de las radiales quebradas por el "prestigio" del país


El presidente de Abertis, Salvador Alemany, ha insistido este martes en pedir "una solución inteligente" al conflicto de las autopistas de peaje en quiebra. Se trata de nueve radiales que están en concurso de acreedores y que podrían costar al Estado, bancos y concesionarias más de 5.000 millones. Alemany ha asegurado que "estamos a tiempo de buscar entre todos una solución inteligente porque está en juego el prestigio del sistema concesional español".

"No es una cuestión de dinero porque todas las empresas ya hemos provisionado en nuestras cuentas ese dinero. Lo damos ya por perdido y ese no es el problema. El problema es de prestigio. Está en juego el prestigio del sistema concesional español. Que bancos españoles y extranjeros no tengan la impresión de que no somos capaces de arreglarlo". 

Alemany, presidente de Abertis, la mayor concesionaria de infraestructuras de España, ha lamentado que el conflicto de las nueve autopistas de peaje quebradas, que el Gobierno del PP ha judicializado, no se haya solucionado ya. "Ha estado a punto de resolverse, con la idea de crear una sociedad pública o mixta donde estuvieran todos los accionistas que quisieran, pero no se llegó al acuerdo pese a la buena voluntad de todos", ha señalado este martes en Barcelona. 

La solución que manejaba el Gobierno del PP, paralizado ahora por el impasse político, era que los bancos y las concesionarias se responsabilizaran de todo y que "a los ciudadanos no les costara ni un euro", en palabras de la ministra de Fomento en funciones, Ana Pastor. El problema de las radiales en quiebra afecta a las pricipales concesionarias del país -Abertis, FCC, OHL, Sacyr y ACS- y a los principales bancos -Bankia, Caixabank, BBVA, Santander, ING, Royal Bank of Scotland...-. 

Las radiales en quiebra son: en Madrid, R-2 (Henarsa), R- 3 y R-5 (Accesos de Madrid) y la R-4 (Autopista de Madrid Sur), y también entra la autopista Eje Aeropuerto (M-12); la AP-41 Madrid-Toledo; la AP-36, que va de Ocaña a La Roda; la Cartagena-Vera (Aucosta); la circunvalación de Alicante (Ciralsa), y la Alicante-Cartagena.

El acuerdo no se llegó a firmar por la negativa de los bancos acreedores extranjeros a financiar las pérdidas. Mientras se forma nuevo Gobierno en España, los juzgados siguen tramitando los procesos concursales. Para evitar tener que afrontar la liquidación uno por uno, el PP ha unido todos los procesos en uno solo para ganar tiempo antes de tener que afrontar el pago de la llamada Responsabilidad Patrimonial Administrativa (RPA), que obliga al Estado a pagar a las empresas que las construyeron el importe de la inversión que todavía no han recuperado. 

Junto al problema de las radiales quebradas, está el problema de las autopistas de peaje que están próximas a vencer su período de concesión y que el Gobierno tiene que decidir si prorroga o no. La primera es la autopista que une Burgos y Eibar (AP-1), que finaliza en 2018, y la segunda es la AP-7, que une Alicante con Tarragona -esta concesión es de Abertis-, que finaliza en 2019.

Este hecho singular, es la primera vez que ocurre en España, obligará al nuevo Gobierno a decidir entre dos modelos de carreteras: o todo gratis, o todo de peaje, o modelo mixto. El presidente de Abertis ha defendido este martes la colaboración público-privada y el sistema de peaje. "Sin el sistema de peaje las posibilidades de inversión de un país se reducen", ha señalado. 

De momento, lo demostrado por el actual Gobierno en funciones del PP es que no prorrogará esas concesiones. "Si es así, pues para eso nosotros estamos invirtiendo en otras concesiones. Pero trabajamos para firmar acuerdos ylo hacemos defendiendo también nuestros derechos", ha señalado Alemany en referencia a su demanda al Estado por su negativa a reconocer una compensación a Abertis por el menor tráfico registrado en la AP-7 al previsto inicialmente. Le reclama más de 800 millones.

Así, Alemany ha puesto en valor y ha alabado al Gobierno francés por haber firmado el Plan Relance, por el que aumenta las concesiones de Abertis en el país más de dos años a cambio de 600 millones de inversión. La compañía está negociando acuerdos similares en otros países como Chile, Argentina, Puerto Rico y Brasil. "En España nos gustaría llegar a un acuerdo similar con el próximo Gobierno, sea el que sea. España es un país prioritario para nosotros, pero no es el único", ha señalado Alemany. En 2015, la compañía de La Caixa -23%- y del Grupo Villar Mir -16%- ha invertido 85 millones de euros en España, muy lejos de las cifras de Francia -su primer mercado ya- y de Brasil -409 millones-. 

martes, 19 de abril de 2016

La autovía de Oviedo a Gijón (AS-II) ganó tráfico en 2015, pero sigue lejos de lo previsto

El tráfico en la Autovía de la Industria (AS-II) entre Oviedo y Gijón confirmó en 2015 la leve recuperación que ya se comenzó a notar en 2014, tras dos ejercicios previos de caídas, aunque sigue lejos de los niveles previstos. La vía, explotada mediante el sistema de peaje "en sombra" por Viastur, registró el año pasado una subida del 3,3% en el tránsito medio diario de vehículos, lo que se tradujo en un incremento similar en los ingresos de la sociedad concesionaria, integrada por Sacyr (70%) y Sánchez y Lago (30%).

Pese a este respiro, tanto los tráficos en la AS-II como los ingresos están por debajo de lo que se calculó en 2007, cuando se inauguró esta alternativa a la "Y". Mediante el peaje "en sombra", Viastur afrontó la construcción y el mantenimiento de la vía a cambio de un canon anual del Principado que oscila en función del número de vehículos que la usen. El problema está en que la Autovía de la Industria tiene unos ocho mil tránsitos menos de los previstos cuando se procedió a la adjudicación del contrato.

La concesionaria ha intentado en varias ocasiones, siempre sin éxito, que el Principado le mejore las condiciones para recuperar el equilibrio financiero.

La licitación del Principado se realizó con un abono base de 0,049 euros por turismo y de 0,068 euros por camión, pero Viastur se hizo con la concesión gracias a una oferta de 0,036 euros para vehículos ligeros y de 0,05 euros para los pesados. El Principado sostiene que ese cálculo erróneo explica la crisis del peaje y que, por tanto, es achacable a la sociedad adjudicataria.

Ante la imposibilidad de cambiar el contrato, Viastur fía su recuperación a que siga incrementándose el tráfico. Para ello, aboga por un semienlace con la "Y" en Robledo, que, según los cálculos de los técnicos del Principado, permitiría trasvasar unos 4.000 vehículos al día de la autopista a la AS-II.

lunes, 18 de abril de 2016

Abertis cree que España se juega “el prestigio” con las autopistas radiales

El presidente de Abertis, Salvador Alemany. 
La falta de viabilidad de las autopistas radiales de Madrid y del resto de autopistas que están a un paso de la liquidación en España (hasta ocho) no solo es una carga para el Estado por los 4.500 millones de euros de deuda que tendrá que asumir. "Nos jugamos el prestigio" del sistema concesional español, ha señalado esta mañana el presidente de Abertis, Salvador Alemany, quien considera que si el nuevo Gobierno no llega a un pacto con las concesionarias, las operadoras tendrán que ir de forma ineludible a la "liquidación".

Alemany ha vuelto a reclamar un pacto entre empresas concesionarias y el Gobierno para evitar ese paso final durante la rueda de prensa previa a la junta general de accionistas del grupo. Allí ha señalado que se ha de buscar una "solución", asumiendo que todas las partes "están dispuestas a perder algo" y resaltando que todavía queda tiempo para "encontrar una solución" a "unas autopistas tan emblemáticas de esta última oleada de concesiones" ejecutada en España.

Abertis participa junto a Sacyr y ACS en Accesos de Madrid (AMSA), la concesionaria que explota las autopistas de peaje radiales R-3 (Madrid-Arganda) y R-5 (Madrid-Navalcarnero). Fue con esa sociedad con la que, incapaz de alcanzar un acuerdo con el Ministerio de Fomento, acudió sin suerte al Tribunal Supremo para intentar arrancar una compensación por el tráfico de vehículos que no ha pasado por la autopista pese a las previsiones.

Justamente esa ausencia de coches, el coste de las expropiaciones y algunas ampliaciones de obras imprevistas se encuentran entre los tres principales motivos que ahora argumentan las concesionarias para ser compensadas. Las concesionarias de las cuatro radiales de Madrid están en concurso de acreedores desde 2012, además de las encargadas de explotar otras cuatro autopistas españolas que se adjudicaron con unas previsiones de tráfico excesivamente optimistas.

Para evitar la liquidación, Fomento ha intentado crear una sociedad pública en la que poner en conjunto los activos de las ocho autopistas quebradas y asumir la deuda, aunque para ello ha demandado una quita del 50% de la deuda.

El vicepresidente ejecutivo y consejero delegado del grupo, Francisco Reynés, ha destacado en la misma rueda de prensa la "flexibilidad" demostrada por el Gobierno francés para sellar inversiones a cambio de alargamientos de las concesiones de autopistas. Con ese acuerdo, Abertis invertirá 590 millones de euros a cambio de prolongar sus concesiones en el país galo dos años y seis meses.

Esa flexibilidad para prolongar concesiones choca con las dificultades para alargar la vida concesional de sus autopistas en España. El mayor ejemplo es la AP-7. Uno de los tramos, el que explota aumar, expira en 2019, y otro, el que está en manos de filial Acesa, en 2021. Esa autopista genera el 28% del Ebitda cerrado en España en 2015.

lunes, 25 de enero de 2016

El laudo de las radiales en tela de juicio por vínculos de ACS y el árbitro José María Alonso


Foto: Reuters.
La batalla de las autopistas radiales de Madrid, la R-3 y la R-5, actualmente en suspensión de pagos, ha entrado en una nueva y truculenta fase de instrucción tras la reciente paralización del laudo dictado en mayo de 2014 y que dio la razón a ACS y Sacyr en su contencioso contra Abertis y Bankia. Una investigación realizada a instancia de parte por la firma británica Haklut & Co acaba de provocar la reapertura del caso, tras descubrir una serie de conexiones que vinculan al grupo constructor de Florentino Pérez con el presidente del Tribunal Arbitral, José María Alonso Puig, encargado de resolver el conflicto.
Abertis y Bankia emprendieron en 2013 un arbitraje contra ACS y Sacyr, sus socios en la compañía Alazor Inversiones, que es la responsable de gestionar estas dos autopistas de peaje. Los demandantes trataban de ejercitar sus opciones de venta en la concesionaria, que se estimaban en un importe de hasta 120 millones de euros. Las constructoras se negaron a abrir la puerta de salida al entender que no se daban los supuestos previstos en el pacto de accionistas, debido precisamente a la situación de pérdidas incurridas en las radiales y la consiguiente alteración del equilibrio económico y financiero del proyecto.
Sea como fuere, y al margen de las negociaciones todavía sin resolver con el Ministerio de Fomento, las grandes empresas interesadas en la R-3 y R-5 decidieron elevar su conflicto al arbitraje de la Corte de Madrid, que puso en marcha el proceso para la designación del correspondiente tribunal de resolución. La nominación de los árbitros no fue nada sencilla, puesto que más de 50 profesionales fueron desestimados por diferentes incompatibilidades derivadas de eventuales conflictos de interés con las partes en litigio. Finalmente, la selección recayó en una terna formada por José María Alonso Puig, actual socio director de Baker & McKenzie, junto a los expertos Carlos José Entrena Palomero y Ramón Cerdeiras Checa.

Florentino Pérez en la junta de accionistas de ACS. (EFE)
Los tres árbitros presentaron en febrero de 2013 su declaración de independencia e imparcialidad como paso previo para llevar a cabo el análisis del conflicto y emitir el preceptivo laudo, cuya resolución se hizo efectiva el 20 de mayo de 2014. El arbitraje señaló que las opciones de venta requeridas por Abertis y Bankia no estaban vigentes, tal y como argumentaban ACS y Sacyr. El capital de Alazor Inversiones debería, por tanto, mantenerse invariable de acuerdo con el reparto accionarial que sitúa a Abertis, con un 35% de la participación; Sacyr, con un 25%, y Bankia y ACS, con un 20% en números redondos cada una.
Un año y medio después, la situación puede dar un giro dado que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid acaba de retrotraer el procedimiento tras un recurso presentado por Abertis y en el que se solicita la nulidad de actuaciones de la sentencia que ratificó en septiembre pasado el laudo de los árbitros. Las diligencias se sitúan ahora en el momento anterior a la vista del juicio con el fin de tomar declaraciones a nuevos testigos que puedan esclarecer el caso. Según ha podido saber El Confidencial, está prevista la comparecencia en sede judicial de dos socios del bufete Garrigues: Carlos de los Santos y José María Anguiano, cuya intervención podría ser decisiva para demostrar si existe vinculación efectiva en las relaciones profesionales de José María Alonso Puig con las entidades empresariales dirigidas por Florentino Pérez.
El presidente del Tribunal Arbitral de las radiales y jefe en España del despacho legal Baker & McKenzie ha desarrollado gran parte de su carrera profesional en Garrigues, donde llegó a ser socio codirector entre 2000 y 2009, asumiendo después la coordinación del área de Arbitraje internacional hasta finales de 2012. Esta brillante trayectoria ha estado jalonada por otros cargos de alta responsabilidad empresarial, y es precisamente en este historial paralelo donde ahora se enfocan las cargas de la prueba que sirven como denuncia de un eventual conflicto de interés con el grupo ACS.
No en vano, José María Alonso Puig fue nombrado en septiembre de 2009 como flamante y prestigioso consejero externo de Corporación Llorente, la constructora vallisoletana de la familia del mismo nombre y bajo la que se agrupa un importante 'holding' de empresas con proyección en los sectores de infraestructuras, energías renovables y gestión inmobiliaria. La entidad diversifica su perímetro de actividad a partir de varias filiales entre las que destacan Inverduero y Collosa, dos marcas que aparecen asociadas con diferentes empresas de ACS en otros tantos proyectos de negocio protagonizados estos últimos años por el grupo que preside Florentino Pérez.
Inverduero Eólica aparece en el listado de accionistas históricos junto a Eyra (Energía y Recursos Ambientales) y Urbaenergía, ambas dependientes de ACS, como titular de las empresas que daban soporte jurídico a los parques de activos renovables que fueron vendidos en septiembre de 2011 a los fondos de inversión representados por Bridgepoint. La operación supuso la transmisión de cinco sociedades limitadas que eran propietarias de un total de 11 instalaciones de generación eléctrica situadas en Castilla y León, con una capacidad conjunta de casi 450 megavatios. El valor de la transacción, deuda incluida, superó los 600 millones de euros.

José María Alonso Puig.
La conexión societaria con el grupo de Florentino Pérez se extiende también a través de la firma Collosa, filial de construcción de Corporación Llorente, que es la adjudicataria junto a ACS y Sogeosa del tramo del AVE a Galicia comprendido entrePortocamba y Cerdedelo. Collosa y ACS formaron además un consorcio en 2009 para construir una planta de biomasa en el valle del Tiétar. Otro negocio conjunto fue también la Ciudad del Medio Ambiente de Soria, cuyo proyecto ha sido recientemente anulado por el Tribunal Constitucional pero en el que se embarcaron en su día las citadas Collosa, Inverduero y Eyra, así como Urbaserla filial de servicios que ACS lleva intentando vender desde hace cuatro años.
Las pesquisas que han propiciado la reapertura del caso de las radiales incluyen también una derivada vinculada con el que fuera secretario general del Círculo de Empresarios y presidente de Alstom en EspañaAntonio Oporto, que fue también consejero delegado de Corporación Llorente desde marzo de 2011 hasta octubre de 2012, coincidiendo por tanto con el citado José María Alonso Puig en el máximo órgano de gobierno del grupo vallisoletano. Se da la circunstancia de que Oporto había sido previamente, allá por el año 2004,consejero de Dragados, la marca de ACS en el negocio de la construcción.
Al margen de las conjeturas generadas por la susceptibilidad de las distintas partes en conflicto, todo este esquema de relaciones profesionales y empresariales se ha puesto ahora en tela de juicio ante los tribunales ordinarios de justicia. Las espadas están de nuevo en todo lo alto y lo que ahora se trata de dilucidar es la garantía de independencia e imparcialidad declarada por los árbitros que fueron elegidos en su día después de una compleja selección.  

viernes, 22 de enero de 2016

Bankia, un paso más cerca de poder hacer caja con la R-3

Sede de Bankia
Bankia está un paso más cerca de poner fin a una de sus inversiones más traumáticas: la autopista madrileña de peaje R-3. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha anulado el laudo arbitral que impedía a la entidad nacionalizada y algunos de sus compañeros de carretera el hacer caja con su participación en la misma.

La quebrada autopista es uno de los activos de los que Bankia debe desprenderse en virtud de las condiciones que se establecieron para el milmillonario rescate gracias al cual sigue en pie la heredera de Caja Madrid. No obstante, las rencillas desatadas entre los socios del proyecto habían impedido hasta ahora que ninguno de ellos pudiera desprenderse de sus intereses en el mismo traspasándolos al mejor postor.

En este sentido, las constructoras ACS y Sacyr se habían opuesto al deseo de venta de la entidad nacionalizada por el perjuicio que su retirada podría suponer para la consecución de una solución definitiva para las carreteras radiales madrileñas. Y es que, la historia se repite en la R5. Vías para las que en ambos casos la administración pública prometió unas cifras de negocio que nunca se han llegado a alcanzar y que ha llevado a sus concesionarias a solicitar incluso el rescate directo por parte del Estado.

Aunque los analistas de Ahorro Corporación consideran que el pago que Bankia podría conseguir por la venta de sus acciones en ambas radiales, dada la situación financiera y operativa de estas, “sería prácticamente nulo”, la posibilidad de desprenderse de las mismas cerraría un nuevo y determinante capítulo en el proceso de saneamiento de la entidad. El riesgo total asumido en estos proyectos asciende a 165 millones de euros en virtud de su participación del 20%, según datos de la entidad. Esta suma se alcanza al considerar las obligaciones asumidas en el contrato de apoyo suscrito por el sindicato bancario en el que participó la nacionalizada y la confort letter que emitió como garantía del cumplimiento del mismo.

El resto de compañeros de carretera son Abertis (35%), Sacyr (25%), y ACS (20%). Precisamente, por “conexiones no autorizadas” entre esta última constructora, presidida por Florentino Pérez, y el presidente del tribunal arbitral que rechazó la petición de Bankia y la primera de esta lista se ha reabierto ahora la posibilidad de la venta. En concreto, se reconoce que el árbitro fue consejero externo de un grupo de empresas entre las cuales una habría podido tener relación comercial con la presidida por el también máximo responsable del Real Madrid.

Se inaugura, en cualquier caso, un nuevo capítulo en la lucha que estas cuatro cotizadas mantienen desde el año 2013, cuando Bankia y Aberits valoraron sus opciones de venta en 120 millones de euros y se dispusieron a ejecutarlas. En contra, Sacyr y ACS que adujeron que estas habían expirado ya, como luego refrendó el arbitraje que ahora queda en suspenso. Mientras tanto, la prometida solución del Gobierno de Mariano Rajoy para las autopistas en quiebra sigue sin llegar y el actual panorama de fragmentación política promete no facilitar las cosas en este sentido con miras al corto plazo.

jueves, 21 de enero de 2016

Nuevos problemas para Florentino Pérez: anulan el laudo de las radiales a favor de ACS



FLORENTINO PEREZ REAL MADRID



Nuevo revés para Florentino Pérez, ahora por la batalla de las autopistas radiales de Madrid, la R-3 y la R-5. El presidente de ACS acaba de recibir la mala noticia de la reapertura del contencioso que mantenía junto a Sacyr contra Abertis y Bankia, sus socios en la compañía Alazor Inversiones, gestora de estas dos autopistas de peaje. En mayo de 2014 el Tribunal Arbitral falló a favor de ACS y Sacyr, pero ahora el laudo se ha anulado al descubrirse la vinculación del arbitro del tribunal, José María Alonso Puig, con ACS. 

Según se hace eco El Confidencial, la decisión ha llegado a instancias de la investigación que ha realizado la firma británica Haklut & Co, que ha sido la que ha puesto sobre la mesa las vinculaciones de Alonso Puig con la constructora de Florentino Pérez. 

El contencioso entre las compañías agrupadas en Alazor Inversiones comenzó en 2013, cuando Abertis y Bankia emprendieron el arbitraje tras intentar ejercer sus opciones de venta en la concesionaria, que se estimaban en un importe de hasta 120 millones de euros, y se encontraron con la negativa de las constructoras. ACS y Sacyr no lo permitieron al entender que no se daban los supuestos previstos en el pacto de accionistas, debido precisamente a la situación de pérdidas incurridas en las radiales y la consiguiente alteración del equilibrio económico y financiero del proyecto. Y es que hay que recordar que tanto la R-3 como la R-5 se encuentran actualmente en situación de suspensión de pagos. 

El conflicto acabó en la Corte Civil y Mercantil de Arbitraje (CIMA), que puso en marcha el proceso para la designación del correspondiente tribunal de resolución con sus respectivos árbitros, una tarea que según recuerda El Confidencial no fue nada sencilla dado que más de 50 nombres se descartaron por diferentes incompatibilidades derivadas de eventuales conflictos de interés con las partes en litigio. Finalmente fueron seleccionados José María Alonso Puig, actual socio director de Baker & McKenzie, junto a los expertos Carlos José Entrena Palomero y Ramón Cerdeiras Checa, que tras presentar la correspondiente declaración de independencia e imparcialidad acabaron por dar la razón a ACS y Sacyr: las opciones de venta requeridas por Abertis y Bankia no estaban vigentes, por lo que el capital de Alazor Inversiones debía mantenerse invariable: Abertis, con un 35% de la participación; Sacyr, con un 25%, y Bankia y ACS, con un 20% cada una. Aunque ahora las cosas podrían cambiar, ya que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid anuló el pasado mes de diciembre todas las actuaciones arbitrales. Ahora deberán declarar dos socios del bufete Garrigues: Carlos de los Santos y José María Anguiano, que podrían esclarecer las vinculaciones de José María Alonso Puig con ACS. 


El mencionado digital explica que el tribunal madrileño tratará de esclarecer si hubo o no conflicto de intereses. Sobre todo teniendo en cuenta la relación de algunas empresas para las que ha trabajado Alonso Puig con ACS. En concreto, se hace eco de su labor como consejero externo de la constructora vallisoletana Corporación Llorente, que diversifica su actividad a través de varias filiales entre las que destacan Inverduero y Collosa, dos marcas que aparecen asociadas con diferentes empresas de ACS en varios proyectos a lo largo de los últimos años. De momento el laudo ha sido anulado y lo que ahora se trata de dilucidar es la garantía de independencia e imparcialidad declarada por los árbitros elegidos en su día. 

domingo, 3 de enero de 2016

Sube el peaje de la autopista Alicante-Cartagena

Coches circulando en la autopista Cartagena-Alicante.  J.M. Rodríguez / AGM
Los peajes de las autopistas de pago dependientes del Estado disminuirán un 0,6% de media a partir del próximo viernes, según indicaron fuentes del Ministerio de Fomento, que exceptúan de este descenso a la de Alicante-Cartagena, cuyas tarifas se incrementarán un 0,39%.

Se trata de la primera vez que esto ocurre desde que en 2002 se puso en marcha la fórmula por la que se actualizan anualmente las tarifas de las autopistas de peaje titularidad del Estado por efecto del IPC.

Si bien, por aplicación de la evolución de los tráficos respecto a los previstos, la reducción real para 2016 oscilará entre el 0,64% en la autopista AP-2 Zaragoza-Mediterráneo y en la autopista AP-7, entre Montmeló y La Jonquera y Barcelona-Tarragona, y el 0,45% de la autopista Burgos-Armiñón.

Excepcionalmente, en la autopista Santiago-Alto de Santo Domingo se revisaron sus tarifas con una reducción del 0,1%.

Igualmente, en las autopistas R-3, Madrid-Arganda del Rey, y R-5, Madrid-Navalcarnero, las tarifas se incrementarán un 1,34%, lo mismo que lo harán los peajes de la autopista R-4, entre Madrid-Ocaña.

En 2015 las tarifas de peajes de las autopistas dependientes de la Administración general del Estado se congelaron con carácter general debido a la reducida variación de los índices de precios de consumo que se emplean para su revisión.

La decisión de congelar los peajes se produjo después de que estos se incrementasen un 1,85% en 2014; inferior a la subida del 2,4% que registraron los peajes en 2013 y del 3,2% que se contabilizó un año antes. En 2011 subieron entre el 1,16% y el 1,64%. En 2010, se congelaron tras años de fuertes subidas, que alcanzaron el 4,46% en 2009.

La actualización anual de las tarifas para aquellas autopistas dependientes de la Administración General del Estado se rige por la Ley 14/2000, de 20 de diciembre, de Medidas fiscales, administrativas y del orden social.

El mayor peso en la actualización lo tiene el IPC, que se compara según el promedio de 12 meses (desde noviembre hasta octubre de 2015) con los 12 meses anteriores.

Asimismo, estos valores se corrigen ligeramente atendiendo a los tráficos reales y los previstos en el plan económico-financiero de las concesionarias, de forma que si el tráfico es inferior al previsto, la tarifa es algo mayor, y viceversa.

La red española de autopistas de peaje en explotación tiene una extensión de 3.404 kilómetros y el 84% de la misma pertenece a la Administración Central.

La caída de las tarifas para 2016 se enmarca en un contexto de caída del crudo y de ligera recuperación de los tráficos después de años de fuertes caídas como consecuencia de la crisis económica.

lunes, 28 de diciembre de 2015

El 'ladrillo' deja a Hacienda un agujero de 5.700 millones de euros

El presidente de Reyal Urbis, Rafael Santamaría. 
El pinchazo de la burbuja inmobiliaria ha dejado en el Ministerio de Hacienda un agujero superior a los 5.700 millones de euros, según el registro de morosospublicado ayer por el departamento que dirige Cristóbal Montoro.

En este listado figuran cientos de empresas ligadas a la construcción y abocadas a la quiebra tras el hundimiento del sector en 2008. El registro incluye a las grandes inmobiliarias, constructoras y promotoras de vivienda, pero también a otras empresas ligadas a la cadena del ladrillo como estudios de arquitectura, de interiorismo, tiendas de muebles, puertas, azulejos, grúas...

La empresa más morosa con la Agencia Tributaria es Reyal Urbis, con una deuda de 378 millones de euros. La inmobiliaria permanece anclada en concurso de acreedores desde el año 2013 y ha anunciado recientemente el despido de toda su plantilla en España. A cierre del tercer trimestre, la compañía anunció un endeudamiento de 3.437 millones de euros con la banca y el Instituto de Crédito Oficial (ICO).

Casi todos los grandes deudores incluidos en la Lista Montoro, que se publicó ayer por primera vez, están vinculados al sector y se encuentran en estos momentos en concurso de acreedores. Nozar ocupa el segundo lugar, con una deuda con Hacienda de 203 millones de euros. Le siguen Grupo Prasa, con un pasivo pendiente de pago de 101 millones de euros, y Arenal 2000, del promotor Rafael Gómez Sandokán, con una deuda de 58 millones de euros.

En el listado tampoco faltan otros grandes nombres del sector como Martinsa-Fadesa o la inmobiliaria Chamartín, así como cientos de promotoras locales centradas en la construcción de vivienda en la costa. Dentro del sector de la vivienda hay incluso dos empresas públicas municipales que adeudan dinero a Hacienda, según el listado. Una es la de Alcorcón, con una deuda de 2,03 millones de euros, y otra es la de Algeciras, que adeuda 1,48 millones. En el mismo sentido, las mancomunidades de municipios de la comarca del campo de Gibraltar y la del Bajo Guadalquivir deben 1,11 y 1,09 millones de euros, respectivamente.

Pero no todas las empresas incluidas en la lista negra de la Agencia Tributaria están ligadas a la construcción. Entre los morosos se incluyen también varias empresas dedicadas al campo de las energías renovables y que han caído en concurso de acreedores tras la reforma eléctrica aprobada por el Gobierno en 2013. Sus volúmenes de deuda, no obstante, son muy inferiores a las cifras que se manejan en el ladrillo. El grupo Isofotón, uno de los principales agentes del sector, adeuda 3,5 millones de euros, según el documento.

También han dejado de pagar a Hacienda las sociedades concesionarias de varias autopistas de peaje de acceso a Madrid. La empresa Accesos de Madrid, propietaria de las radiales R-3 y R-5 y participada por las constructoras Sacyr y Abertis, debe al Estado un total de 38,5 millones de euros. Por otro lado, la Autopista Madrid Sur, que gestiona la R-4, mantiene una deuda de 1,8 millones.

La lista incluye 345 personas físicas con una deuda conjunta de más de 700 millones y 4.510 empresas con una deuda de 14.900 millones. Del importe total, más de 6.500 millones (el 42 %) se corresponde con deuda de empresas en proceso concursal (casi 1.700 deudores, el 35% del total), lo que supone que la posibilidad de cobro efectivo es menor mientras dure el proceso.