Mostrando entradas con la etiqueta Ana Botella. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Ana Botella. Mostrar todas las entradas

domingo, 19 de junio de 2016

Carmena inicia en Chamberí la rebaja de la velocidad máxima de 50 a 30 por hora

El gobierno municipal de Manuela Carmena (Ahora Madrid) creará el próximo año en el distrito de Chamberí la primera gran zona 30 de la capital, en la que la velocidad máxima bajará de 50 a 30 kilómetros por hora. Su intención es extender progresivamente esta limitación a la mayoría de vías de la almendra central. Además, antes de final de este año, pondrá en marcha las Áreas de Prioridad Residencial (APR) que faltan para que todo el distrito Centro esté reservado para sus vecinos y el resto de vehículos sólo puedan circular por las grandes avenidas. De esta forma, el Ayuntamiento profundiza en las restricciones al vehículo privado impulsadas desde hace más de una década por el Partido Popular en el centro de la capital.


Según el plan de movilidad aprobado en diciembre de 2014, con Ana Botella (PP) de alcaldesa, por el 63% de las calles de Madrid pasan menos de 10.000 vehículos al día; en total sólo suman el 15% del tráfico de la ciudad. Eso permite, añadía el plan, poner en marcha iniciativas como las zonas 30 “sin provocar saturaciones”. El 37% restante de vías soporta el 85% del tráfico de la ciudad; son “carreteras urbanas”, en su mayoría de acceso a la almendra central.

Hasta ahora, la principal restricción al vehículo privado en Madrid ha consistido en la puesta en marcha de Áreas de Prioridad Residencial en el distrito Centro. Se iniciaron en 2004, con Alberto Ruiz-Gallardón (PP) de alcalde, y ahora Carmena planea completarlas antes de final de año.
Publicidad

Botella dibujó además en 2014 una red de 70 kilómetros de ciclo-carriles, marcando con pintura un carril de la calzada con la velocidad limitada a 30 kilómetros por hora para obligar a los coches a convivir con las bicicletas. La exalcaldesa sólo hizo un carril-bici diferenciado de la calzada, en el eje de las calles Mayor y Alcalá, entre Madrid Río y O’Donnell.

Carmena, más desahogada económicamente que su predecesora, ha optado en cambio por potenciar los carriles-bici diferenciados, que si bien no tienen por qué ser mejores que los ciclo-carriles (sus usuarios no se acostumbran, por ejemplo, a convivir con los coches, y su movilidad se circunscribe a los carriles-bici), sí son preferidos por la población al percibirlos como más seguros. Antes de final de año, la concejalía de Desarrollo Urbano Sostenible construirá una red de carriles-bici por las calles de Santa Engracia, Bravo Murillo, Pintor Rosales, Ferraz, Paseo de Moret, Aniceto Marinas, Puerta de Toledo, Antonio Leyva, Avenida de Oporto, Eugenia de Montijo, Avenida de los Toreros, Gran Vía de Hortaleza y Paseo de la Dirección.

En paralelo, y para impulsar el uso de la bicicleta y el transporte público, Carmena quiere restar espacio e importancia al vehículo privado en la almendra central mediante la implantación progresiva de zonas 30 en las que la velocidad máxima se reduzca de 50 a 30 kilómetros por hora. Su objetivo último es “una ciudad central con la mayoría del viario a 30 kilómetros por hora”, según avanzó Carlos Corral, subdirector municipal de Planificación de Movilidad Sostenible. Pero se pondrá en marcha en una zona del distrito de Chamberí a partir del año que viene, según su concejal, Jorge García Castaño, delimitada por los bulevares (Alberto Aguilera, Carranza y Sagasta), Santa Engracia, José Abascal, Cea Bermúdez, Isaac Peral y Princesa.


Las zonas 30 están reguladas en el reglamento de Circulación para dar prioridad a los peatones, aunque el plan municipal de movilidad de 2014 ya reconocía que, con calzadas y aceras diferenciadas, “el peatón no percibe su prioridad y simplemente se produce una disminución de la velocidad”. Según García Castaño, en este caso tampoco se integrarán calzada y aceras (como se ha hecho, por ejemplo, en el corazón de Chueca), pero sí se llevarán a cabo a partir del verano de 2017 “actuaciones flexibles de obra pública”, de acuerdo con vecinos y comerciantes, para restar espacio a la calzada, reordenar el aparcamiento y ampliar las zonas verdes. Se mejorará el transporte público, y se potenciará también el servicio de bicicletas BiciMad.

El gobierno municipal de Manuela Carmena (Ahora Madrid) se ha comprometido ante los ciudadanos y ante la Unión Europea (para evitar una multa por exceso de contaminación) a ampliar las Áreas de Prioridad Residencial a todo el distrito Centro antes de final de año. Así, sólo los vecinos podrán circular por la mayoría de calles de este distrito, y el resto de vehículos tendrán que limitarse a las grandes avenidas.

La Concejalía de Desarrollo Urbano Sostenible está estudiando aún un punto clave en el desarrollo de las APR: si gestionarlas por separado, como hasta ahora (una por barrio: Palacio-Sol, Embajadores, Cortes, Justicia y Universidad), o unificarlas en una.

Esta última opción permitiría a cualquier vecino del distrito (Centro tiene 150.000 habitantes) circular por todas sus calles, independientemente del barrio en el que viva; eso evitaría que quedara aislado en su barrio, viéndose obligado a dar grandes rodeos para llegar al vecino. Sin embargo, segregar la APR en cinco zonas permitiría respetar por su parte una de sus funciones fundamentales: que sólo los vecinos puedan circular y estacionar en su barrio.

Lo que tiene claro ya el Ayuntamiento es que a finales de año todas las zonas de Centro que aún no son APR pasarán a serlo. Eso incluye los barrios de Justicia (Chueca) y Universidad (Malasaña), y la zona de Palacio que no forma parte ya de la APR de Ópera.

El alcalde Alberto Ruiz-Gallardón (PP, 2003-2011) comenzó la implantación de las APR de forma experimental en Cortes en septiembre de 2004; un año después, extendió la restricción al resto del barrio de Las Letras. En julio de 2006 amplió la medida al barrio colindante de Embajadores. Ana Botella (PP, 2012-2015) creó la APR de Ópera en 2014, aunque no se atrevió finalmente a extenderla a todo el barrio de Palacio.

domingo, 12 de junio de 2016

Un año con Ahora Madrid y ¿qué ha mejorado en la movilidad de Madrid?

Hace un año, el color del Ayuntamiento cambió tras más de dos décadas en manos del Partido Popular.

Manuela Carmena y Ahora Madrid con el apoyo del PSOE obtuvieron más votos y más concejales que su adversario, dando un giro radical a las políticas que hasta ese momento la Alcaldesa, Ana Botella y el partido conservador y neoliberal había llevado en la ciudad.

Pero ¿ha cambiado algo en el plano de la movilidad en la capital?¿Hemos notado los ciudadanos un alivio en los atascos, un incremento en la calidad del Transporte Público?¿Se ha mejorado la seguridad de los ciclistas?¿Se han aumentado las zonas peatonales?

Uno de los principales temas en los que Carmena y Ahora Madrid pusieron mayor interés durante la campaña electoral para la alcaldía de la capital fue la movilidad

Manuela Carmena se publicitó utilizando el metro para llegar a su puesto de trabajo. Las políticas de movilidad que propuso Ahora Madrid en su programa estaban recogidas en el cuarto punto de su programa electoral que llamaron “Ciudad cercana, cohesionada y habitable”. Apostando por un transporte público de calidad con el fin de mejorar la calidad del aire y el espacio urbano de Madrid y desarrollar un plan de Movilidad Peatonal para la ciudad y los barrios que garantizaran la accesibilidad a peatones y ciclistas. 

Sin embargo, un año después, ni el nivel de polución en la ciudad ha disminuido, ni el tráfico se ha rebajado, ni las zonas peatonales se han incrementado y los carriles bici se han desarrollado. ¿Tendremos que esperar otro año para empezar a ver los frutos de esta política? Confíemos en que no.

domingo, 13 de marzo de 2016

La contaminación del tráfico abre una nueva brecha entre Carmena y Cifuentes

Los elevados niveles de contaminación exige nuevas formas de afrontar la movilidad urbana, un hecho que parecen tener claro la ciudadanía, el sector privado y la administración, pese a las disputas políticas. Lea y descargue aquí la revista Madrid.

En noviembre de 2015 se prohibió por primera vez aparcar en el centro de Madrid. A muchos de los ciudadanos les pilló por sorpresa la aplicación de la normativa de contaminación que estableció el Consistorio de Ana Botella y que nunca se había ejecutado. Nada va a ser igual desde ese momento en Madrid, como no lo es en ciudades como Londres, en la que el tráfico en el centro de la ciudad está muy restringido para evitar niveles altos de polución.

Los ciudadanos tienen claro que la manera de desplazarse por la ciudad habrá cambiado en cuestión de diez años: el 55 por ciento de ellos así lo cree. Los madrileños están más concienciados todavía: un 64 por ciento de ellos cree que en diez años nuestra manera de movernos será de otra forma. Madrileños, barceloneses y españoles creen, mayoritariamente, 74, 78 y 76 por ciento respectivamente, que el futuro de la movilidad es el coche eléctrico. Así se desprende de la Radiografía de los hábitos de movilidad de los españoles elaborado por el Foro de Movilidad en 2015 que pone datos a la concienciación de los madrileños por la contaminación, algo a lo que ayuda el visualizar la boina sobre sus cabezas y ver cómo esta desaparece cuando sale el sol tras días de viento y lluvia.

El Ayuntamiento de Madrid de la mano de la delegada del Área de Gobierno, Inés Sabanés, instauró un nuevo protocolo, que sustituye al aprobado el pasado mes de marzo por la anterior corporación. Con carácter fundamentalmente preventivo, este nuevo protocolo baja los umbrales que activan los distintos escenarios para evitar que se alcance el límite máximo horario permitido de NO2 -18 horas al año en cualquier estación de la red-. Para evitar momentos de desinformación ciudadana como los vividos en noviembre -cuando los ciudadanos se encontraron con una prohibición de aparcar emitida el día anterior por la noche-, el Ayuntamiento adelanta la información: "Desde el aviso de activación del episodio hasta la adopción de las primeras medidas, la ciudadanía de Madrid contará con un día para coordinar y preparar su alternativa de movilidad. Desde el consistorio se fomentará el uso de la red de transporte público", como señala el comunicado del Consistorio. La batalla del Ayuntamiento contra la contaminación no ha hecho sino empezar y ya se han dejado caer medidas como prohibir el uso de coches con motores diésel por las calles de la capital en un horizonte no muy lejano, en 2020. La oposición del Partido Popular liderada por Esperanza Aguirre critica que se rebajen los umbrales de contaminación por los que se activa el protocolo, porque son inferiores a los que establecen la Organización Mundial de la Salud y la Unión Europea. También ha criticado que la reforma se haya aprobado sin ser sometida a información pública ni haya sido presentada ante el Pleno municipal para su votación.

Pero las medidas de Madrid no se pueden tomar en solitario, así lo valora Alejandro Sánchez Pérez, diputado de la Asamblea de Madrid de Equo: "De poco servirán los esfuerzos del Ayuntamiento de Madrid si no existe en paralelo y coordinadamente un plan de lucha contra la contaminación a nivel de toda la Comunidad de Madrid. Concretamente, la zona denominada Corredor del Henares, que incluye las estaciones de medición de contaminación de Coslada y Alcalá de Henares, y Urbana Sur, que incluye Leganés y Getafe, que experimentan superaciones continuas de los niveles de contaminantes, especialmente NO2. Todas las grandes localidades del sur y este de la región deberían tener planes de movilidad semejantes a los del Ayuntamiento de Madrid en el marco de un gran Plan de Movilidad Regional".

El Gobierno anterior de la Comunidad de Madrid elaboró la pasada legislatura la Estrategia de Calidad del Aire y Cambio Climático 2013-2020. Plan azul + que desarrolla cuatro programas en los sectores de transporte, industrial, residencial junto con comercial e institucional, y agricultura y medio natural. Además, establece otros cuatro programas horizontales que completan junto a las primeras un total de 58 medidas. Alejandro Sánchez Pérez critica este plan porque, según su opinión, carece de presupuesto y de objetivos cuantificables. "Se trata de una colección de consejos y medidas bienintencionadas sin calendario ni presupuesto, y que además en su mayoría deberían ser emprendidas por los ayuntamientos, así que en buena medida es inútil", señala el diputado de Equo.

El sector privado ha encontrado en la necesidad de soluciones de movilidad sostenible un mercado con el que alcanzar beneficios. Es el caso de Bluemove y Car2go. Dos empresas de alquiler de coches por horas y por minutos. Bluemove ha llegado a un acuerdo con el Consorcio de Transportes de Madrid para integrar el uso del carsharing como parte del sistema de transporte público de la Comunidad. El apoyo mutuo se materializa en la tarjeta de transporte de la Comunidad de Madrid, que ya puede emplearse como tarjeta inteligente con la que abrir y cerrar los coches por horas de Bluemove.

"El carsharing supone un eslabón más dentro del esquema multimodal en el que se debe basar un sistema de movilidad sostenible. Nosotros defendemos que la mayor parte de los desplazamientos diarios dentro de una ciudad se pueden llevar a cabo en transporte público, en bici, andando o en taxi. Realmente, hay muy pocas ocasiones en las que moverse en coche resulta imprescindible. Para ese tipo de usos es para los que existe el carsharing, ya que te permite utilizar el coche de forma puntual sin necesidad de comprarte uno", señala el director de Comunicación de Bluemove, Sócrates Domínguez. "El carsharing se vuelve útil, principalmente, en ciudades con una densidad de población alta, donde los niveles de contaminación, por lo general, son altos y donde tener un coche propio se vuelve incómodo", añade.

Por otra parte, los vehículos tienen dos plazas, son eléctricos y con cambio automático, son fáciles de conducir y más fáciles de aparcar. Y esta última es su gran ventaja que ha posibilitado que este negocio se haya implantado en la capital. Al ser eléctricos pueden dejarse en cualquier sitio sin necesidad de pagar ni en zona azul ni en zona verde; además pueden moverse por zonas de prioridad residencial sin miedo a las multas. Cada minuto que lo conduces pagas 0,19 euros. Esto significa que subirse en Plaza Castilla y tardar 20 minutos desde allí hasta el barrio de Huertas, con un tráfico lento, te puede costar menos de 4 euros.

Lo significativo de este sistema de carsharing, el primero del mundo sin lugar fijo de alquiler y claramente beneficioso para la calidad del aire urbano, es que parte de Daimler, el fabricante de coches Mercedes y Smart. "Desde Daimler hemos sido conscientes de que las necesidades de las personas están cambiando. Se ha predicho que en un futuro cercano habrá un incremento de tráfico y población en las zonas urbanas. Más de la mitad de la población ya vive en ciudades. Considerando tanto el aumento del precio de la gasolina, como el deseo de la movilidad individual, Car2go es la solución de Daimler diseñada para los problemas modernos de la movilidad urbana. La compañía no sólo quiere mantener la movilidad individual accesible, sino que también sea flexible y sostenible", mantiene Orazio Corva, location manager de car2go en Madrid.

Aunque la empresa no proporciona cifras, según Corva, car2go ha tenido un gran comienzo en Madrid y el número de usuarios registrados ha estado muy por encima de sus expectativas. El mayor problema al que se han enfrentado han sido los casos de vandalismo, pero desde la compañía de carsharing le restan importancia: "Gestionar una flota de vehículos que están disponibles en la calle implica que, en ciertos momentos, los coches puedan sufrir actos vandálicos. Lo de Madrid ha sido un caso puntual de vandalismo organizado que, de hecho, ya ha cesado", valora Corva.

Madrid es la cuarta ciudad que cuenta con una flota de Car2go 100 por ciento eléctrica, al igual que Stuttgart, Ámsterdam y San Diego, en California. En todo el mundo, Car2go cuenta con 1.650 vehículos eléctricos, que suponen en torno al 12 por ciento de su flota. Madrid es una experiencia piloto dentro de la empresa, ya que es la primera para la que han creado estaciones de recarga eléctrica donde llevan los coches cuando están al 20 por ciento de la capacidad de carga de su batería.
Un protocolo más exigente

Tres niveles de actuación 
  • Preaviso: se activa cuando dos estaciones superan los 180 microgramos por metro cúbico durante dos horas consecutivas -antes eran 200-.
  • Aviso: dos estaciones de una zona superan los 200 microgramos durante dos horas -antes eran 250-.
  • Alerta: tres estaciones de una zona superan los 400 microgramos durante tres horas.
Escenarios de contaminación
  • Escenario 1: Después de un día con superación del nivel de preaviso se aplican medidas informativas a la población y autoridades, se limita la velocidad a 70 km/h en la M-30 y accesos a Madrid y se promociona el transporte público.
  • Escenario 2: Después de dos días seguidos de preaviso o un día con superación del nivel de aviso se activa el Sistema de Alertas de Salud Ambiental, se desconectan los parquímetros del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) y se mantiene la limitación de 70 km/hora en la M-30.
  • Escenario 3: Tras dos días con nivel de aviso se prohíbe circular dentro de la almendra central al 50 por ciento de los vehículos, según si tengan matrícula par o impar. Se recomienda que no circulen los taxis, salvo ecotaxis y eurotaxis, pero pueden esperar viajeros.
  • Escenario 4: Con tres días con nivel de aviso o un día de nivel de alerta se prohíbe circular por la M-30 al 50 por ciento de los vehículos y se prohíbe circular a los taxis, salvo ecotaxis y eurotaxis, dentro de la almendra central.

domingo, 20 de diciembre de 2015

Carmena ampliará a la periferia las restricciones de tráfico

Polución en Madrid desde la M-40 a la altura del desvío a Ciudad de la Imagen, entre Pozuelo y Alcorcón. / CARLOS ROSILLO

El concejal de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo (Ahora Madrid), ha indicado esta mañana que, “a muy largo plazo” pero previsiblemente antes de 2019, se ampliarán las Áreas de Prioridad Residencial (por las que sólo pueden circular en coche los vecinos del barrio) que ahora están en funcionamiento en Centro a otros distritos de la capital, como Chamberí y Chamartín. La concejal de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés, ha aclarado que esta medida podría adoptarse en los cascos históricos de los distritos que estén “saturados y colapsados” por el tráfico.

Además, Calvo ha apostado por unificar todas las Áreas de Prioridad Residencial (APR) implantadas de forma independiente en el distrito Centro en una sola, tal y como adelantó ‘Abc’. Según ha explicado esta mañana, el objetivo sería abaratar los costes de vigilancia (cámaras, etcétera) de los accesos; sin embargo, el sistema se mantendría zonificado, es decir, los vecinos con permiso para acceder al barrio de Embajadores, por ejemplo, no podrían circular por Ópera, etcétera. La multa es de 90 euros.

En cualquier caso, esta unificación se produciría una vez que se pongan en marcha el resto de APR previstas por el gobierno municipal, extendiendo así el área restringida en Centro a los barrios de Universidad y Justicia, y a todo el barrio de Palacio (ahora sólo está en funcionamiento en la zona de Ópera).

El tráfico ya está restringido en tres de los seis barrios que conforman el distrito Centro (que tiene una población de 144.000 habitantes, más o menos como las ciudades de Salamanca o Lleida).

El exalcalde Alberto Ruiz-Gallardón (PP, 2003-2011) comenzó la implantación de las APR de forma experimental en la zona de Cortes en septiembre de 2004; un año después, extendió la restricción al resto del barrio de Las Letras, con una superficie de 59 hectáreas y 11.000 habitantes. En julio de 2006, amplió la medida al barrio colindante de Embajadores, que ocupa 103 hectáreas y suma 45.000 habitantes.

En septiembre de 2014, Ana Botella (PP, 2012-2015) desveló que restringiría el tráfico en todo el barrio de Palacio (192 hectáreas y 30.000 habitantes). Sin embargo, tras las protestas de empresarios y comerciantes, restringió la limitación a la zona de Sol y Ópera.

El nuevo gobierno de Manuela Carmena quiere ampliar esa APR a todo Palacio, y poner en marcha las otras dos áreas previstas por Gallardón y Botella: en el barrio de Justicia (con 74 hectáreas y 16.000 vecinos, comprende Chueca y Alonso Martínez) y Universidad (con 95 hectáreas y 31.000 vecinos, aglutina Malasaña y Conde Duque).

miércoles, 18 de noviembre de 2015

Lo que ya hacen otras ciudades europeas para combatir la contaminación

Limitación de la velocidad, placas ambientales, alternancia entre matrículas pares e impares, sistemas de peaje o prohibición expresa de circulación de vehículos con más de 15 años de antigüedad y camiones altamente contaminantes… Estas son algunas de las medidas que ya se han puesto en marcha en las ciudades de la UE para reducir la contaminación durante hace años.

Chico circula en bicicleta por una ciudad europea - Foto Europa Press
El miércoles saltaban las alarmas en la capital al advertirse desde el Consistorio que dirige Manuela Carmena de los altos índices de dióxido de nitrógeno que había en la atmósfera. Después de que ya lo hicieraBarcelona en su día, Madrid ponía en marcha un protocolo que nunca antes se había activado en la ciudad y que había sido aprobado en marzo por el Gobierno de Ana Botella. De esta forma, se limitaba la velocidad de los vehículos de 90 a 70 kilómetros por hora en la M-30 y se prohibía aparcar a los no residentes en las plazas del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) de color verde, azul y en las denominadas de larga estancia (azules y marrones). Unas medidas que han causado revuelo, quejas y confusión entre los madrileños.

No obstante, desde la ONG Ecologista en Acción se ve con buenos ojos las medidas aplicadas por el Gobierno municipal. "El sólo hecho de que las autoridades del ayuntamiento se planteen que hay que hacer cosas sobre el tráfico para reducir la contaminación nos parece muy bien", afirma Juan Barcena, responsable de calidad del Aire de esta ONG. Asimismo, apunta que España tiene mucho camino por recorrer "ya que otras ciudades de Europa llevan años aplicando medidas de este tipo, nosotros estamos empezando ahora".

La lucha contra la contaminación atmosférica y la calidad del aire es desde hace años uno de los problemas más importantes que sufren las grandes ciudades de la Unión Europea y a las que tienen que enfrentarse sus responsables políticos. Desde hace tiempo varias capitales europeas ya cuentan con una serie medidas muy variopintas con las que luchar contra los altos niveles de polución. Limitación de la velocidad, placas ambientales, alternancia entre matrículas pares e impares, sistemas de peaje o prohibición expresa de circulación de vehículos con más de 15 años de antigüedad y camiones altamente contaminantes son algunas de ellas.

Berlín está considerada por la European Environmental Bureau (EEB) como la mejor ciudad que lucha contra la contaminación de Europa, ya que la mayor parte de su población utiliza la bicicleta como medio de transporte habitual. En el año 2007 las restricciones a la ciudad fueron in crescendo, declarando las llamadas zonas ambientales en varias ciudades y municipios. En ellas se limitaba su acceso a aquellos vehículos que lleven una placa especial que indica el nivel de contaminación. Sus colores van desde el verde, el más ecológico al rojo, el más contaminante. Ya desde el 2010, las restricciones al centro de la capital se ampliaron y sólo se permite circular a aquellos coches que poseen el distintivo verde.

Estas placas, que se pueden comprar en Internet, centros de matriculación, sociedades de ingeniería y en talleres, cuestan cinco euros. Esta norma se aplica a camiones, coches, autobuses, e incluso a vehículos de turistas, acarreando multas de hasta 80 euros en caso de circular sin ellas.

París es una de las últimas ciudades de Europa que se propuso luchar contra los altos índices de la contaminación. Para ello, prohíbe la entrada en la capital a los vehículos diésel, y en episodios de gran polución impone la circulación alterna de matrículas los días pares e impares. A esta medida quedan exentos los coches eléctricos o híbridos que circulen con gas o electricidad, el transporte público, las camionetas de repartoy los automóviles dedicados al servicio público o sanitario. Junto a ella, también se reduce la velocidad a 20 kilómetros por hora en la circunvalación de la capital.

Pese a que esta medida sólo se ha puesto en marcha en dos ocasiones (en1997 y 2014), las autoridades francesas han comprobado que es efectiva para reducir el número de atascos. Además, en casos extremos, también se prohíbe la circulación de camiones de 3,5 toneladas.

Londres fue la primera ciudad que combatió la contaminación y desde 2003 sólo permite la entrada al casco histórico de la ciudad por medio de un peaje que cuesta ocho libras entre las 7 de la mañana y las 6 de la tarde, de lunes a viernes - esta medida también se aplica en Estocolmo - . En 2008 fue más allá y aprobó una tasa adicional para aquellos vehículos más contaminantes. Además, se prohíbe la licencia a aquellos taxis que tengan más de 15 años de antigüedad.

Roma y varias de las ciudades italianas alcanzan cuotas de contaminación muy perjudiciales para la salud cuando las familias activan la calefacción. Para limitar la polución las autoridades limitan el acceso al casco histórico y sólo pueden circular por esa zona los que trabajen allí, residentes y vehículos oficiales previo pago de una cuota anual de unos 60 euros. En caso de máxima urgencia, se autoriza la circulación de vehículos pares los días pares e impares las fechas impares -esta medida también se utiliza en Atenas-.

Desde 2015 Lisboa ha aprobado una nueva normativa que prohíbe a los vehículos de más de 15 años circular por las calles más céntricas de la capital, incluidas las del barrio histórico de la Baixa y la avenida da Liberdade entre las 7 de la mañana y las 9 de la noche. El incumplimiento de esta norma acarreará multas de 24 euros.

Por último en la capital europea, Bruselas, la bicicleta tiene prioridad para acceder al centro de la ciudad ya que su uso está muy extendido. En episodios de alta contaminación, las autoridades limitan la velocidad a 50 kilómetros por hora.

martes, 17 de noviembre de 2015

Carmena quiere que el cierre al tráfico del centro de Madrid sea permanente


Apelando a los niveles de contaminación, el Gobierno de Manuela Carmena ha aprobado esta semana la restricción temporal del tráfico en el centro de Madrid. Sin embargo, el Consistorio aspira a que esta medida se convierta en permanente a lo largo de la legislatura.

Según han explicado diversos concejales de Ahora Madrid, la vía para consolidar estos cambios será la extensión de las Áreas de Prioridad Residencial, que pronto podrían llegar a zonas como Puerta del Sol, Palacio de Oriente, La Latina, Princesa, Gran Vía, Fuencarral, Alberto Aguilera o Chueca.

La concejala Inés Sabanés, encargada de Medio Ambiente y Movilidad, ya ha anunciado que quiere empezar a trazar un nuevo mapa de circulación en la capital, que estará marcado por fuertes restricciones al tráfico.

Las justificaciones que aporta Ahora Madrid no solamente descansan en argumentos medioambientales, sino que también se apoyan en otro tipo de planteamientos. Así, es habitual escuchar a los miembros del gobierno municipal hablando de lo importante que es "ganar nuevos espacios" para la "convivencia" de los ciudadanos.

En términos recaudatorios, las Áreas de Prioridad Residencial son un auténtico filón. Desde que echaron a andar en 2005 han recaudado más de 133 millones de euros en concepto de sanciones.

Madrid: ¿limitar la velocidad soluciona el problema?

La Asociación de Empresas Gestoras de Transportes Urbanos Colectivos (ATUC) considera que la reducción de los límites de velocidad en la principal arteria de Madrid, la M-30, no soluciona los graves problemas de contaminación atmosférica de la ciudad, aunque sí cree que la activación del protocolo de alerta es una medida necesaria y excepcional.


En la actualidad, el 90 por ciento del espacio de las ciudades está destinado a los vehículos. Así, la ATUC cree que la solución del problema pasa por reordenar el espacio para lograr un modelo de movilidad regulado por los responsables públicos. Para lograr una movilidad sostenible, apuesta por el estacionamiento regulado, la promoción del uso del vehículo compartido y del taxi y la creación de áreas de prioridad residencial.
La asociación también considera el transporte público parte del problema, y opina que este debe ser mejorado, implantando, entre otras cosas, medidas que incentiven su uso, prioridad para los autobuses en los semáforos, sistemas tarifarios inteligentes, el incremento de las frecuencias, la inversión en nuevas flotas o la existencia de un billete válido para todos los medios de transporte.
‘La movilidad es tiempo y dinero. Cada vez vamos más al «que te lleven», a un transporte a la carta. Por ello, hay que poner en marcha soluciones inteligentes en las que el transporte público se integre con los demás medios de transporte, convirtiéndose en el eje de una movilidad urbana sostenible’.

jueves, 12 de noviembre de 2015

Restricciones de tráfico en Madrid por primera vez en la historia a causa de la contaminación

Este jueves Madrid sufrirá por primera vez en su historia restricciones al tráfico por culpa de la contaminación. Son las siguientes. Nivel 1. Los conductores desde las 6 de la mañana tendrán que circular a 70 kilómetros por hora por la via de circunvalación M30, en lugar de a 90. En la M30 y también en las entradas a la capital. 

Esto será mañana, pero si el viernes la situación continúa entraremos en el nivel 2. Prohibición de aparcar en el centro de Madrid a no ser que sea usted residente. Llegar a esta fase será complicado pero se podría dar el caso. Sólo se libran transportistas, vehículos de movilidad reducida y vehículos no contaminantes. Sólo llegaríamos al nivel 3 si a pesar de todo los niveles de dióxido no bajaran. 

Estaríamos hablando de prohibición no de aparcar, sino de entrar en Madrid al 50% de los coches. Un día entrarían sólo los coches con matrícula par y otro día entrarían los de matrícula impar, como ya ha ocurrido en París. Y la medida más extrema y muy improbable, en el nivel 4, sería ya que esta prohibición de entrada se terminase extendiendo también a la M30. 

Retricciones que no son del equipo de Manuela Carmena sino de Ana Botella. Las aprobó en marzo y ahora se ponen en marcha. Pero ojo, si estas medidas les parecen duras prepárense porque en 2 semanas el nuevo ayuntamiento aprobará otras mucho más restrictivas. Si hoy estuvieran aprobadas habría la mitad de coches circulando por Madrid y en casos excepcionales solo veríamos autobuses y los taxis circulando. Todo por respirar un aire más limpio.

jueves, 29 de octubre de 2015

BiciMAD: Una metáfora de cómo se gestionan las cosas en España

En los últimos días Bonopark, la empresa que gestiona el servicio de bicicletas municipal de Madrid, BiciMAD, ha hecho público que pierde unos 300,000 euros al mes. Así, la quiebra de esta concesión parece estar a la vuelta de la esquina. No es una historia nueva y en los últimos tiempos hemos vivido muchos casos parecidos. Tenemos, por ejemplo, las sociedades concesionarias de las autopistas radiales de Madrid que se encuentran en proceso de liquidación o la empresa que gestiona el túnel que conecta el AVE con Francia que solicitó hace unos meses el concurso de acreedores. En todos los casos, las empresas se presentaron a un concurso que ganaron y que ha resultado ser no rentable. Y en todos ellos, las empresas esperan un rescate que las saque a flote. Sin embargo, el caso de BiciMAD es especialmente interesante porque combina muchos de los factores que han hecho otras concesiones ruinosas en un mismo ejemplo.
Para aquellos que no estén familiarizados con BiciMAD, éste es el servicio de alquiler de bicicletas municipal de Madrid. Sus usuarios, después de darse de alta en el servicio y pagar su cuota anual, tienen derecho a recoger la bicicleta en cualquiera de las estaciones y devolverla en cualquier otra estación. Un aspecto novedoso, comparado con otros servicios como el Bicing de Barcelona es que el precio que pagan por cada viaje depende no solo de la duración del mismo sino también del nivel de congestión en las estaciones utilizadas. Este servicio fue licitado en 2013 y Ana Botella lo inauguró circulando por el Retiro el 23 de junio de 2014. Desde entonces el servicio ha sido un relativo éxito y actualmente ronda los 55,000 abonados.
¿Por qué entonces está la concesión al borde la quiebra? Varios factores han contribuido a ello.
1.Un ayuntamiento con ganas de lucirse. Cuando Álvarez del Manzano era alcalde se opuso a construir carriles bici en la ciudad porque afirmaba que Madrid tenía demasiadas subidas. Sin embargo, en 2013 este mensaje era cada vez más difícil de vender. La mayor parte de las grandes ciudades europeas ya habían implantado un servicio de bicicletas municipales y la conciencia ecológica había ido en aumento. Así que cuando las restricciones presupuestarias lo permitieron el ayuntamiento inició la licitación de este servicio. Eso sí, lo hizo sin crear prácticamente carriles bicis y solo pintando carriles compartidos (los llamados sharrows).
La concesión se asignó a la única empresa que presentó un proyecto de bicicleta eléctrica. ¿Qué mejor oportunidad de recuperar el tiempo perdido que tener bicicletas eléctricas cuando nadie más las tenía? Y no, una bicicleta eléctrica no era imprescindible para el servicio. No estaba en la convocatoria y lo digo también desde la experiencia, porque me muevo por Madrid de manera habitual en una bicicleta convencional. Además, como muchos usuarios tienen miedo a lossharrows, transitan por las aceras y el motor eléctrico, al permitir circular a hasta 25 kms/hora, las hace peligrosas para los peatones (además de ser ilegal, claro).
Tal y como alegaron de manera lúcida los competidores que impugnaron el concurso, la empresa ganadora, Bonopark, carecía de la “solvencia técnica y financiera” para gestionar un servicio así. Fundada en 2009, Bonopark, solo había gestionado un servicio parecido en San Sebastian, que constaba de 12 estaciones y unas 100 bicicletas. Nada que ver con las miles de bicicletas de BiciMAD, tal y como ha demostrado la experiencia del último año y medio. De hecho, en el pliego de condiciones se especifica que la empresa debía poseer “Un contrato gestionado en los últimos tres años de gestión de bicicleta pública, con un despliegue de bicicletas gestionadas por contrato de al menos 2.000 unidades.” La manera en que la empresa sorteó este requisito fue llegando a un acuerdo con otra empresa que aportaba el requerimiento de la experiencia pero de la que poco más se supo.
2. Una empresa que carecía de la experiencia necesaria. Muchos de los problemas del servicio de BiciMAD eran previsibles. La empresa desarrolló su propio software que en palabras del colectivo BiciBAD, que lo ha podido ver, "no pasaría una práctica de universidad". Este es un motivo por el que los primeros momentos del servicio fueron un caos y los esforzados usuarios tardaron varios días y visitas en busqueda de un “totem mágico” para poder darse de alta. Para resolver este problema y muchos otros, Bonopark contrató una empresa especializada para reescribir el código.
Por otro lado, las bicicletas eléctricas pueden costar cerca de mil euros. Contemplar que alguien podría querer robarlas parece una precaución bastante razonable. Y sí, instalar un GPS era una gran idea pero si no proporciona información en tiempo real no parece muy útil para localizar bicicletas extraviadas. Así que no es sorprendente que algunas de las bicicletas de BiciMAD hayan terminado vendidas en Rumanía.
Aunque la empresa se ha visto perjudicada por vándalos y ladrones, estos factores no parecen ser, ni mucho menos, el origen de todos los problemas del servicio. Según un informe encargado en Julio de 2015, el mal diseño de los anclajes es el principal problema. Este diseño era como mínimo “deficiente” y aparentemente aún lo es, después de seis rediseños. No solo permite que los antisociales y ladrones arranquen las bicicletas del anclaje, sino que en muchos casos no permite que los usuarios legítimos retiren las bicicletas, al quedar bloqueados. BiciBAD proporciona datos sobre el estado de las estaciones cada dos horas y muestra como en un día cualquiera alrededor del 60% de las bicicletas no están en servicio. Y sí, Bonopark también ha contratado una empresa para que le ayude a rediseñar una vez más el anclaje.
3. Un mal contrato. Aunque el pliego de condiciones de la convocatoria era público, el contrato final firmado con Bonopark no lo ha sido. Dado que las características del servicio variaron de manera muy substancial respecto al que el ayuntamiento había publicitado al cambiar el tipo de bicicleta (y por tanto los requerimientos) es probable que este contrato también sea muy distinto. El nuevo equipo del ayuntamiento se comprometió a publicarlo pero no tengo constancia de que ya se haya hecho.
Al no ser público el contrato ni tampoco los datos sobre la calidad del servicio es difícil saber los pagos que la empresa ha recibido y como estos se han visto reducidos debido a todas las incidencias del servicio. Parece que existe una parte fija y otra variable que dependería de siete indicadores de calidad descritos en la convocatoria. La empresa no habría recibido la mayor parte de los pagos por este concepto, pero siendo un concepto mucho menor que el pago fijo, la penalización no habría surtido su efecto a la hora de garantizar la calidad del servicio y proporcionar incentivos para solventar las numerosas y constantes incidencias.
Además, al ser un contrato a 10 años cambiar las condiciones para tener en cuenta estas deficiencias se hace complicado. Y es que hacer un contrato a largo plazo es útil para que la empresa pueda recuperar los costes de su inversión, pero hay que seleccionar a la empresa correcta y escribir un contrato en condiciones.
¿Qué hacer ahora? A diferencia del caso de las autopistas radiales de Madrid, donde la quiebra de la concesión pone en marcha la responsabilidad patrimonial de la administración, consideraciones de este estilo no serían importantes aquí. Por ello, un rescate es lo último que debería hacer el nuevo ayuntamiento. Es cierto que la quiebra tendrá costes no solo para la empresa misma sino también para los usuarios del servicio. Sin embargo, también es una oportunidad para volver a licitar el servicio, seleccionar una empresa que realmente tenga experiencia en la gestión de este tipo de servicios y escribir un nuevo contrato. Además, hay que hacer de esto un casus belli. Las empresas deben anticipar que no serán rescatadas porque eso lleva a que algunas sin experiencia se presenten a los concursos sabiendo que el contrato será renegociado para atender a sus propias limitaciones y, por el otro lado, a que las autoridades liciten cualquier cosa que permita que se hagan una foto sin pensar en cómo ni quién lo acabará pagando.

lunes, 26 de octubre de 2015

Carmena cerrará al tráfico el distrito Centro antes de que agote su legislatura


El gobierno de Manuela Carmena tiene otra prioridad durante su mandato, la misma que el Partido Popular desde el año 2004: cerrar todo el distrito Centro al tráfico excepto para residentes, comerciantes y transporte público. Tres de sus seis barrios ya cuentan con cuatro Áreas de Prioridad Residencial (APR) total o parcialmente. Ahora Madrid extenderá las restricciones a Universidad y Justicia y lo que falta de Palacio (oeste y sur) y Sol (este).

Según reconoció a ABC el concejal-presidente del distrito Centro,Jorge García Castaño, el siguiente se implantará en La Latina (Palacio), que es la única parte de la zona sur del distrito que queda fuera de la circulación limitada. Los cortes, después, se extenderán a la zona de Malasaña (Universidad). «Me gustaría que los seis barrios tuvieran APR. Es una reivindicación vecinal muy potente que piden todos los días», reveló el edil.

Se trata de un plan que estudia la concejalía de Inés Sabanés, Medio Ambiente y Movilidad, en consonancia con esta Junta de distrito. En estos momentos están manteniendo reuniones con todos los actores implicados para trazar los accesos y vías que se puedan atravesar para determinar su diseño técnico y casuística.

Desde 2004 que se creó la primera zona restringida, las APR se han convertido en una máquina de hacer dinero para el Ayuntamiento de Madrid. Según datos municipales proporcionados por Automovilistas Europeos Asociados, hasta el 31 de agosto estas áreas han generado 171.551 denuncias que, traducidas en términos económicos, suponen 15,4 millones de euros, el equivalente al presupuesto total que se ha destinado al distrito de Salamanca (15,5 millones) durante todo este ejercicio.

Las APR representan el 12,6% del total de sanciones de tráfico emitidas hasta el 31 de agosto (1.357.715), o lo que es lo mismo, 133,2 millones de euros, el presupuesto que suman siete distritos: Centro, Arganzuela, Retiro, Salamanca, Chamartín, Chamberí y Villa de Vallecas. No se puede hacer comparativa con otros años, ya que el gobierno del PP, entonces dirigido por Ana Botella, comenzó a hacer públicos los datos de multas en noviembre de 2014.

Alberto Ruiz Gallardón fue el creador de las APR. La primera se inauguró hace once años en el barrio de las Cortes; continuó en 2005 limitando el tráfico en el barrio de Las Letras, donde se ubica una de las cámaras que más multa en toda la ciudad, la de la calle Prado, 28; todos los usuarios que tratan de acceder al aparcamiento de Santa Ana por esta vía y no por la de la calle Príncipe -la única que permite el acceso sin ser sancionados- son multados. Al año siguiente, en 2006, el exministro de Justicia sumó una nueva APR, la de Embajadores. Ana Botella dejó todo listo a Manuela Carmena para poner en marcha laAPR de Ópera, en funcionamiento desde el 1 de agosto, aunque aún está en fase de prueba.

El concejal de Centro afirma que esta medida política es prácticamente repetida en todo el planeta: «Es la tendencia del resto de ciudadesde Europa y el mundo: en Nueva York, en París, en Copenhague, en México D. F. y en todos los lados. Son planteamientos de Obama, del Papa y de todo el mundo. No entiendo la fijación que tiene Aguirre y el Partido Popular con esto. Estamos haciendo cosas de lo más normal. Es un proceso de modernización en el que están todas las grandes capitales del mundo».

García Castaño no descarta que se lleve a cabo la peatonalización de calles, pero no piensa en ellas de forma generalizada. Por ahora, prefiere centrarse en las APR. Lo que garantizan es que se flexibilizarán horarios y se estudiará la entrada de más vehículos de los residentes. «Lo sustancial es disminuir de formar importante el tráfico rodado en el centro. No solo por temas de contaminación, que es impresentable, sino por buscar nuevos espacios y nuevas zonas que permitan ganar espacio para los habitantes».

El gobierno de Ana Botella pretendía continuar con el plan de Gallardón, que secunda Ahora Madrid, de ampliar las APR a todo Centro, pero no había consenso. Esta medida que apasiona a los vecinos no convence a los comerciantes. CEIM y la Cámara de Comercio, la Confederación de Comercio de Madrid (COCEM), la Asociación de Comerciantes y Vecinos de Centro y la Asociación de comerciantes de Gran Vía presionaron al anterior equipo municipal para que se repensara el plan. Por esta razón, la APR de Ópera se retrasó hasta después del 24-M.

Lo que los afectados exigen a las administraciones es que antes de ponerlo en marcha pueda negociarse la medida para coordinar un aumento del transporte público en la zona.

domingo, 25 de octubre de 2015

Soluciones para acabar con el atasco sistemático de Madrid

Madrid es, tras Barcelona, la ciudad más congestionada de España. Los conductores madrileños pasan una media de 22 horas atrapados en algún atasco cada año, según revela el último informe anual de medición de tráfico elaborado por INRIX. Un lunes lluvioso como el de hoy es una promesa inquebrantable de una mañana de bocinazos y pérdida de nervios. Las asociaciones automovilísticas y de movilidad sostenible reclaman al Ayuntamiento soluciones urgentes.

"Hay un déficit de coordinación entre los cuerpos policiales implicados en la gestión del tráfico y faltan agentes de movilidad en las calles", explica Mario Arnaldo, presidente de Automovilistas Europeos Asociados (AEA). La plantilla de los Agentes de Movilidad de Madrid ha quedado reducida en los últimos años a apenas unos 600 efectivos. De hecho, los propios agentes pidieron el pasado mes de julio integrarse en el Cuerpo de Policía Municipal como Policías Municipales con el fin de "ampliar la menguada plantilla de policía en más de 600 efectivos".

Atasco enn los principales accesos a la ciudad de Madrid. 
"Con la crisis, no ha habido convocatorias nuevas para incorporarse a una división que no tiene posibilidad de promoción interna. Muchos agentes se han ido marchando ante la falta de perspectiva de poder desarrollar una carrera profesional digna", explica el portavoz del Colectivo Profesional de Policía Municipal (CPPM), Julián Leal. De los 1.300 agentes que había inicialmente, sólo quedan 658, una cifra insuficiente para hacer frentes al caos que se produce en una ciudad por la que circulan millones de coches.

"Si quieres eliminar efectivos en las calles, antes tienes que tener un sistema inteligente de circulación", que a su juicio, no lo hay. "Los conductores necesitan recibir información en tiempo real no ya sobre qué ha provocado el atasco sino de formas de sortearlo".

Otra de las causas es lo que Arnaldo llama la sincronía 'semafórica', "no está dando solución al volumen de tráfico que se da en las intersecciones". En zonas de abundante tráfico como Arturo Soria, "los conductores se ponen nerviosos y no respetan las intersecciones y acaba creándose un colapso que se va extendiendo como una balsa de aceite".

El presidente de AEA tacha de "decepcionantes" las propuestas de Movilidad que hasta el momento ha planteado el Ayuntamiento de Madrid. "Esperábamos que adoptaran algún plan, y siguen con un sistema de parches", asegura en alusión a la propuesta de cerrar el centro a los coches o restringir la circulación de las motos.

Sin embargo, y como señalan desde Ecomovilidad, plataforma desde la que fomentan la movilidad sostenible, "la responsabilidad no sólo recae en el Ayuntamiento, al ser un problema que se origina y afecta en todo el área metropolitana. La Comunidad de Madrid, como responsable de urbanismo y del transporte público, así como el Ministerio de Fomento, titular de las autopistas de acceso así como de la M-40 y M-50, son también responsables", apunta uno de sus portavoces Samir Awad.

Para ellos, las soluciones propuestas por los grupos automovilistas -ampliar carreteras o poner más agentes de movilidad en la calle-, "no resuelven el problema de fondo y en ocasiones sólo lo agravan, al plantear el coche como único modo de movilidad" a pesar de ser el menos utilizado en la ciudad, donde 3 de cada 4 desplazamientos se hacen en transporte público o andando. A su parecer, la solución pasa por aplicar soluciones que "reduzcan la dependencia del automóvil, como el desarrollo de carriles Bus-VAO o la ejecución de nuevas líneas de Cercanías".

A la falta de agentes de movilidad en las calles, hay que sumar otros problemas. Uno de ellos es el desarrollo urbanístico, como ha ocurrido este lunes, es habitual que se produzcan accidentes en la zona norte de la ciudad de Madrid, que deriven en retenciones notables. Esto, tiene su origen, como explica Awad en un problema de planificación territorial, como "la corona norte de la ciudad se está reconfigurando con la construcción en los últimos años de nuevos barrios periféricos, cuya construcción ha ido encaminada hacia el uso del coche tanto a nivel de viario como por la configuración de las calles, con edificios en unidad habitacional y sin apenas actividad comercial (lo que reduce la complejidad urbana y genera lo que se conoce como "vacíos urbanos", que son zonas usadas exclusivamente de paso pero no para la estancia)".

La Policía se refiere a la Glorieta de Sanchinarro como a "un punto negro". "10.000 personas entran a trabajar por vías muy limitadas siempre a la misma hora por lo que se forman colas. Esto influye en la entrada y la salida de la carretera de Burgos", apunta Leal.

Como es sabido, cuando llueve todas las retenciones se intensifican, los conductores reducen la velocidad por precaución, el agua y el empañamiento de cristales reducen la visión y se producen más accidentes. Por eso, a pesar de que como explica el portavoz policial, "tras el último gran atasco, Carmena dio la orden de que la Policía Municipal diera mayor apoyo en las labores del tráfico", "cuando las vías se saturan, lo hacen para todos". Por eso, en su opinión, no hay solución posible al tráfico de Madrid, que no pase por "mejorar las infraestructuras, diseñar mejores salidas y entradas a los barrios de nueva construcción y a los centros comerciales".

sábado, 24 de octubre de 2015

Cómo se genera un atasco (y cómo se soluciona)

Un agente intentando organizar el tráfico la mañana del lunes. / JAIME VILLANUEVA
Lo primero que se necesita para que haya un atasco es una cantidad ingente de vehículos. Los coches son el ingrediente principal de cualquier congestión urbana, pero la gestión de las vías favorece que esta sea mayor o menor. En Madrid se realizan cada día en torno a 8,1 millones de desplazamientos, según el Plan de Movilidad Urbana Sostenible del Ayuntamiento; unos 2,3 millones en coche. El 42% de estos viajes tiene como origen y/o destino la almendra central. Viajes desde las afueras, por vías anchas, de varios carriles, hacia el centro (con calles más estrechas).

Es en ese momento (en el nudo de Manoteras, por ejemplo), donde se producen los embudos. "En la zona norte de la ciudad se han realizado varias ampliaciones urbanísticas [Montecarmelo, Valdebebas, Sanchinarro…]. En esos desarrollos, llegaron primero las personas y más tarde el transporte público", explica Samir Awad, ingeniero de Caminos especializado en transporte, colaborador de Ecomovilidad.net y que estuvo trabajando en Transyt. "Si pones viarios muy anchos y no hay una buena red de transporte público, la gente se empieza a mover en coche. Y una vez han cogido la costumbre es muy difícil cambiarla", añade.

Pero una vez creado el problema, solucionar el atasco no es fácil. "Construir nuevas vías o carreteras genera la sensación de que el atasco va a desaparecer por lo que más vehículos aparecerán para llenar el hueco", resume Awad la teoría del agujero negro de los atascos.

La ocupación media de los coches en Madrid es de 1,1 personas por vehículo, de manera que cada pasajero ocupa más de 15 metros cuadrados de carretera. Además, octubre es un mes complicado para la movilidad: la gente vuelve a la rutina, empieza el frío y aparecen las lluvias. Todo ello aumenta el uso del coche y acrecienta el problema. En el primer gran atasco del mes de octubre, los expertos hablaban de un aumento de un 10% del volumen de vehículos accediendo a la capital.

"En los últimos diez años no ha cambiado ni la gestión del tráfico ni nada. Lo que ha empeorado es la dispersión de la gente", cuenta el ingeniero. La solución, según varios expertos consultados por EL PAÍS, pasa por la construcción de carriles bus-vao (exclusivos para autobuses o vehículos de alta ocupación, con más de dos personas dentro); la construcción de aparcamientos disuasorios a las afueras, antes de llegar a las zonas conflictivas para combinar coche con transporte público o un peaje pantalla (congestion charge similar al que se aplica para acceder al centro de Londres) que obligue a pagar para acceder a la ciudad.

viernes, 16 de octubre de 2015

¿Pagarías por circular en coche por tu ciudad?

¿Es la lluvia? ¿Son los recortes? ¿O son demasiados coches tratando de entrar al mismo tiempo en la ciudad?
El lunes fue un bonito día de otoño, ¿verdad? Quizás el primero de este año en Madrid. Viento fresco pero no helado, las hojas de los árboles haciendo trazos de amarillo en el horizonte al caer, el cielo gris esquina plateado, algo de lluvia para recordar que estamos ya metidos en octubre… y un atasco del carajo de la vela.

Qué pena que no estuviese Monet para pintarlo y qué bien que lo pintaron tan mal los titulares de los medios. “Atasco colosal en Madrid”, decía uno. “Los ciudadanos protestan por la falta de agentes en el gran atasco de Madrid”, decía el otro. Y hubo más, claro, pero todos vinieron a decir lo mismo: que la culpa fue de la lluvia, los accidentes y la escasez de señores de uniforme azul. Qué bien, digo, porque los periódicos esta vez sí estaban retratando el pensar de los atrapados en el tráfico.

Desde que Jaime Urrutia se dejó tupé, en Madrid tenemos claro que la culpa siempre es del chachachá. En el caso del tráfico, se la echamos a las carreteras, a los policías, al tiempo, al ayuntamiento, al gobierno y al sursum corda pero nunca a nosotros mismos ni a nuestras costumbres de movilidad (se ve que dentro de un coche no funciona eso de “el que primero lo huele debajo lo tiene”).

Quiero decir: hay tres hechos inopinables en ese sentir general de los atascados. El lunes llovió un poco en Madrid, hubo algunos accidentes y no abunda el personal de servicio público, hablemos de agentes de movilidad o de profesores de primaria. Pero, ¿son éstas las madres del cordero del atasco del lunes o de cualquier otro de otro día? ¿O son en realidad tres pequeños factores de la Naturaleza o las circunstancias, como se prefiera, que no deberían ocultar el fondo asunto en cuestión?

La respuesta está en la segunda pregunta. La madre del cordero es que el rebaño es demasiado grande y se comporta demasiado mal. El problema, el de Madrid y el de la mayoría de las ciudades, es que hay demasiados coches circulando cada día. Y que haya más agentes de movilidad o que no llueva no elimina el hecho principal. Y, además, es imposible de lograr. Sin embargo, lo otro, lo que no queremos ver ni siquiera en pleno atasco, sí se puede conseguir. Podemos hacer que haya menos coches por nuestras ciudades.

Por ejemplo, cobrando por circular por ellas. Hay muchas otras maneras pero en estos días me he topado con un debate sobre ésta capturado por TreeHugger; un debate que se está dando entre algunos que piensan sobre cómo mejorar ciertas ciudades estadounidenses y canadienses. En un artículo titulado, en inglés, ¿Por qué nuestras ciudades están tan atascadas? Son las calles gratuitas, estúpido se cuenta que son bastantes los que van llegando a la conclusión, en Seattle, en Toronto, en Nueva York, de que la existencia de tanto coche por medio de estos espacios comunes que damos en llamar ciudad es una absurdez de campeonato y que por eso no debería parecer tan absurdo cobrar por su paso.

El texto se anticipa previsibles argumentos defensivos de los afectados (que en realidad acabarían siendo beneficiados) y, ante eso de que los conductores ya han pagado con sus impuestos las calles, contesta diciendo que también han pagado los usuarios del transporte público por infraestructuras como metro, autobús y las mismas calles y que aún así pagan cada día de nuevo por usarlas. Sin rechistar demasiado, añado yo.

Y sigo añadiendo. Hay muchísimos argumentos más: los costes sociales del tráfico (contaminación, salud, accidentes), los costes a secas (¿cuánto dinero se perdió el lunes en mi ciudad por el atasco?), la lógica espacial (intentemos poner todos los coches de Madrid y alrededores entrando en la ciudad a la misma hora y veremos que no hay manera de hacerlo fluido), la madurez y la modernidad (las sociedades adultas están desechando el automóvil privado como forma diaria de transporte). Y también hay cada vez más experiencias en todo el mundo al respecto, desde los pagos por congestión de Londres, Estocolmo o Milán a los pico y placa (entradas permitidas según matrícula) colombianos. No todas, todo hay que decirlo, para celebrar.

Pero aquí no hay quien se atreva a mencionarlo. Ni siquiera una jornada como la del lunes, en la que la cosa se puso tan a huevo. ¿Y por qué no? Durante el pasado Día Sin Coches me llamó la atención un consejo que dieron en el parte de tráfico de una radio (patrocinado por una marca de coches, por cierto). La locutora aconsejó, ante el cierre por unas horas de la Gran Vía, usar la M-30 como alternativa. O sea, que diariamente hay miles de coches que cruzan por el centro de Madrid para ir a otro lado y eso nos parece normal. Que Gran Vía o los bulevares o la Castellana son vías de paso, atajos para los que viven abajo y trabajan arriba y viceversa. O para los que van de lado a lado. O sea que la ciudad es un conjunto de carreteras y no de calles. Por eso, si son carreteras y no nos da la gana de renunciar a eso pero nos supone colapsos y costes varios, ¿por qué no pagar por ellas? ¿Y si por pasar en coche por Carranza tuviésemos que pagar un peaje como hacemos cuando vamos por la AP-6 hasta Segovia?