Madrid es, tras Barcelona, la ciudad más congestionada de España. Los conductores madrileños pasan una media de 22 horas atrapados en algún atasco cada año, según revela el último informe anual de medición de tráfico elaborado por INRIX. Un lunes lluvioso como el de hoy es una promesa inquebrantable de una mañana de bocinazos y pérdida de nervios. Las asociaciones automovilísticas y de movilidad sostenible reclaman al Ayuntamiento soluciones urgentes.
"Hay un déficit de coordinación entre los cuerpos policiales implicados en la gestión del tráfico y faltan agentes de movilidad en las calles", explica Mario Arnaldo, presidente de Automovilistas Europeos Asociados (AEA). La plantilla de los Agentes de Movilidad de Madrid ha quedado reducida en los últimos años a apenas unos 600 efectivos. De hecho, los propios agentes pidieron el pasado mes de julio integrarse en el Cuerpo de Policía Municipal como Policías Municipales con el fin de "ampliar la menguada plantilla de policía en más de 600 efectivos".
Atasco enn los principales accesos a la ciudad de Madrid. Juan Carlos HidalgoEFE |
"Con la crisis, no ha habido convocatorias nuevas para incorporarse a una división que no tiene posibilidad de promoción interna. Muchos agentes se han ido marchando ante la falta de perspectiva de poder desarrollar una carrera profesional digna", explica el portavoz del Colectivo Profesional de Policía Municipal (CPPM), Julián Leal. De los 1.300 agentes que había inicialmente, sólo quedan 658, una cifra insuficiente para hacer frentes al caos que se produce en una ciudad por la que circulan millones de coches.
"Si quieres eliminar efectivos en las calles, antes tienes que tener un sistema inteligente de circulación", que a su juicio, no lo hay. "Los conductores necesitan recibir información en tiempo real no ya sobre qué ha provocado el atasco sino de formas de sortearlo".
Otra de las causas es lo que Arnaldo llama la sincronía 'semafórica', "no está dando solución al volumen de tráfico que se da en las intersecciones". En zonas de abundante tráfico como Arturo Soria, "los conductores se ponen nerviosos y no respetan las intersecciones y acaba creándose un colapso que se va extendiendo como una balsa de aceite".
El presidente de AEA tacha de "decepcionantes" las propuestas de Movilidad que hasta el momento ha planteado el Ayuntamiento de Madrid. "Esperábamos que adoptaran algún plan, y siguen con un sistema de parches", asegura en alusión a la propuesta de cerrar el centro a los coches o restringir la circulación de las motos.
Sin embargo, y como señalan desde Ecomovilidad, plataforma desde la que fomentan la movilidad sostenible, "la responsabilidad no sólo recae en el Ayuntamiento, al ser un problema que se origina y afecta en todo el área metropolitana. La Comunidad de Madrid, como responsable de urbanismo y del transporte público, así como el Ministerio de Fomento, titular de las autopistas de acceso así como de la M-40 y M-50, son también responsables", apunta uno de sus portavoces Samir Awad.
Para ellos, las soluciones propuestas por los grupos automovilistas -ampliar carreteras o poner más agentes de movilidad en la calle-, "no resuelven el problema de fondo y en ocasiones sólo lo agravan, al plantear el coche como único modo de movilidad" a pesar de ser el menos utilizado en la ciudad, donde 3 de cada 4 desplazamientos se hacen en transporte público o andando. A su parecer, la solución pasa por aplicar soluciones que "reduzcan la dependencia del automóvil, como el desarrollo de carriles Bus-VAO o la ejecución de nuevas líneas de Cercanías".
A la falta de agentes de movilidad en las calles, hay que sumar otros problemas. Uno de ellos es el desarrollo urbanístico, como ha ocurrido este lunes, es habitual que se produzcan accidentes en la zona norte de la ciudad de Madrid, que deriven en retenciones notables. Esto, tiene su origen, como explica Awad en un problema de planificación territorial, como "la corona norte de la ciudad se está reconfigurando con la construcción en los últimos años de nuevos barrios periféricos, cuya construcción ha ido encaminada hacia el uso del coche tanto a nivel de viario como por la configuración de las calles, con edificios en unidad habitacional y sin apenas actividad comercial (lo que reduce la complejidad urbana y genera lo que se conoce como "vacíos urbanos", que son zonas usadas exclusivamente de paso pero no para la estancia)".
La Policía se refiere a la Glorieta de Sanchinarro como a "un punto negro". "10.000 personas entran a trabajar por vías muy limitadas siempre a la misma hora por lo que se forman colas. Esto influye en la entrada y la salida de la carretera de Burgos", apunta Leal.
Como es sabido, cuando llueve todas las retenciones se intensifican, los conductores reducen la velocidad por precaución, el agua y el empañamiento de cristales reducen la visión y se producen más accidentes. Por eso, a pesar de que como explica el portavoz policial, "tras el último gran atasco, Carmena dio la orden de que la Policía Municipal diera mayor apoyo en las labores del tráfico", "cuando las vías se saturan, lo hacen para todos". Por eso, en su opinión, no hay solución posible al tráfico de Madrid, que no pase por "mejorar las infraestructuras, diseñar mejores salidas y entradas a los barrios de nueva construcción y a los centros comerciales".
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