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El grupo parlamentario del PP en el Congreso, a través del gallego Celso Delgado, instó en mayo a los partidos de la oposición a que aprovechasen la tramitación de la nueva Ley de Carreteras para solicitar el traspaso a la Xunta de la titularidad de la autopista del Atlántico. Un mes antes la Dirección General de Carreteras remitió incluso a la Consellería de Infraestructuras el anteproyecto de la ley para que formulase sus objeciones al respecto. La Xunta alegó para reclamar el traspaso de la AP-9, y la oposición enmendó la ley con el mismo fin. Pero el BOE acaba de certificar con la publicación de la nueva Ley de Carreteras que Mariano Rajoy rechaza los argumentos de Alberto Núñez Feijoo y que el principal vial de Galicia seguirá en manos del Gobierno central.
¿Qué pedía la Xunta?
En la alegación expresa hecha por la Axencia Galega de Infraestruturas de la Xunta se instaba al Gobierno central a que dado «la discrepancia existente sobre las posibilidades legales para el cambio de titularidad de la AP-9» se aprovechase la tramitación de la nueva ley de carreteras para habilitar mecanismos legales para el traspaso del vial a la Xunta «de forma tal que se eviten ambigüedades y diferentes interpretaciones por parte de cada Administración», se señalaba.
¿Qué dice ahora la ley?
Nada al respecto. Mientras el nuevo texto normativo sí incide sobre la conveniencia de traspasar la titularidad de travesías a los ayuntamientos, nada especifica sobre la asunción de carreteras de interés general, como son las autopistas, por parte de gobiernos autonómicos. Solo se especifica el modo de traspaso de viales de segundo orden.
¿Por qué rechaza Madrid la petición de la Xunta?
Contempla a la AP-9 como un itinerario de interés general, denominación que incluye a los principales viales de tráfico internacional regulados por un convenio entre países; a los que sirvan de acceso a puertos y aeropuertos de interés general, y los que sirvan de acceso a los principales pasos fronterizos, o enlacen comunidades autónomas.
¿En qué discrepa la Xunta?
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, reiteró ayer que no cree que se pueda considerar a la AP-9 como carretera internacional, dado que no remata en la frontera de Tui, sino que lo hace la autovía A-55, con la que empata la autopista. Sin embargo la nueva ley amplía el carácter de internacional también a las carreteras que sirvan de acceso a las fronteras. Feijoo incidió en que la AP-9 solo transcurre por Galicia y vertebra al 60 % de la población. «En consecuencia parécenos que iso entra dentro das competencias estatutarias», dijo ayer al término del Consello de la Xunta.
¿Qué beneficiaría a Galicia ser titular del vial?
Feijoo lanzó ayer una idea nueva al respecto. El presidente aseguró por primera vez que él conseguiría que la AP-9 tuviese precios de peajes en función de la hora del día (mañana, tarde y noche), algo que ya disfruta la casi totalidad de autopistas de España. El presidente gallego también advirtió que las prioridades de ampliación en la AP-9 serían distintas a las que adopta Ana Pastor. «As podemos facer con maior concreción, con maior coñecemento», aseguro.
¿Se han traspasado autopistas a otras comunidades?
Sí, tanto bajo gobiernos del PP como del PSOE. La C-17 de Barcelona a Ripoll y que concluye en las inmediaciones de la frontera con Francia era de interés general y se traspasó a la Generalitat, así como la A-19 (ahora C-32) entre Barcelona y Girona. En el País Vasco sucedió lo mismo con la AP-8 (Bilbao-Behovia), que fue traspasada al Gobierno vasco por Arias Salgado (PP), y luego a las diputaciones forales.
La nueva ley convierte en internacionales viales que no tocan la frontera
El último estudio realizado por el Ministerio de Fomento sobre el sector de las autopistas en España, coloca a la gallega como la tercera que más recauda de España. Cada día su recaudación en peajes supera los 300.000 euros y solo ingresan más la AP-2 (Zaragoza-Barcelona-Tarragona) y la AP-4 (Cádiz-Sevilla), que será gratuita a partir del 2019, 29 años antes de que ocurra en la AP-9, pese a ser infraestructuras de la misma generación. La recaudación en el principal vial gallego supone el 7,6 % del total de lo que ingresan las arcas de todas la concesionarias de la red estatal en peajes, y eso a pesar de que es la duodécima en intensidad de tráfico, incluidos los tramos gratuitos, y la quinta con más densidad en los trayectos de pago.
Los datos del estudio de Fomento incluso se han ido incrementando en los últimos meses, al lograr la AP-9 superar la crisis que había hundido sus tráficos desde el 2008. El pasado mes de julio la autopista gallega lo cerró con una intensidad media de 25.870 vehículos, cifra que no se registraba desde agosto del 2011. Con las cifras del primer mes del verano Audasa encadena once meses de incremento de tráfico respecto al año anterior, pero todavía se sitúa en 5.000 usuarios al día por debajo de la cifra de lograda en julio del 2010.
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