Mostrando entradas con la etiqueta Bancos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Bancos. Mostrar todas las entradas

viernes, 17 de junio de 2016

El TSJ de Madrid reafirma el laudo del jefe de Baker & Mckenzie en la batalla de las radiales




Abertis, a través de Iberpistas, y Bankia han perdido la batalla final de la disputa mantenida desde hace dos años contra ACS y Sacyr en su fallida huida del fiasco de las radiales R-3 y R-5. Ambas autopistas se encuentran ahora en fase de cierre y liquidación, tras el auto dictado a primeros de mayo por el juzgado mercantil número 6 de Madrid. Dicha resolución, que implicará el traspaso de ambos activos al Ministerio de Fomento, es consecuencia directa del concurso voluntario de acreedores solicitado en octubre de 2012 por la sociedad concesionaria Accesos Madrid.

Al margen del contencioso secular que los grandes contratistas de los peajes en quiebra mantienen con el Gobierno, en el caso concreto de las dos citadas radiales madrileñas se ha producido una batalla interna que ha estado a punto de socavar los cimientos del sistema de arbitraje en España. El mundo de la abogacía madrileña ha estado muy pendiente de la resolución de un conflicto que surgió a raíz del intento de Abertis y Bankia por ejercer sus opciones de venta en la sociedad Alazor Inversiones, accionista único de Accesos Madrid y compañía encargada hasta ahora de gestionar las mencionadas autopistas.

ACS y Sacyr rechazaron el planteamiento de sus dos socios mal avenidos, al entender que las peticiones respectivas de la filial de Abertis y de la Corporación Industrial Bankia no se ajustaban a los términos establecidos en el pacto de accionistas, dado el desequilibrio económico y financiero que padecía el proyecto por la acumulación de pérdidas incurridas. En otras palabras, las constructoras entendían que sus compañeros de fatigas estaban obligados a soportar el desenlace de los acontecimientos y se negaron a asumir el coste de 120 millones de euros que, en términos redondos, reclamaban los disidentes.

Las desavenencias fueron subiendo de tono, principalmente a raíz de la suspensión de pagos, y desembocaron a principios de 2013 en un procedimiento ante la Corte de Arbitraje de la Cámara de Comercio de Madrid que fue resuelto por un tribunal bajo la presidencia de José María Alonso Puig, antiguo socio codirector de Garrigues y máximo representante en la actualidad del despacho jurídico Baker & Mckenzie. Alonso Puig es una de las principales autoridades españolas en materia de arbitraje, pero el laudo dictado en mayo de 2014 terminó derivando en una controversia pública cuando Abertis y Bankia se negaron a aceptar la derrota inflingida a manos de ACS y Sacyr.

Los perdedores descargaron sus críticas contra el presidente del tribunalcon la interposición de sendas demandas ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, en las que solicitaban la anulación del laudo invocando entre otros motivos una supuesta falta de imparcialidad por parte de José María Alonso. Aducían a este respecto que el ahora socio director de Baker & Mckenzie fue contratado como asesor externo del consejo de administración de Corporación Llorente, la constructora vallisoletana bajo la que se agrupa un importante 'holding' empresarial con destacada presencia en los sectores de infraestructuras, energías renovables y gestión inmobiliaria.

Las vinculaciones comerciales de las filiales de Corporación Llorente en diferentes uniones temporales de empresas con el grupo ACS de Florentino Pérez servían de pretexto en la estrategia judicial de Abertis y Bankia, pero el TSJ de Madrid ha despejado cualquier sombra de duda en una sentencia notificada la pasada semana y a la que ha tenido acceso El Confidencial. La resolución señala de manera taxativa que “no consta que el Sr. Alonso tuviera conocimiento, en el momento de su intervención en este arbitraje, de los proyectos en común que tuvieran con ACS las empresas filiales de la Corporación Llorente Muñoz”.

La Sala de lo Civil y Penal del mencionado órgano jurisdiccional desarrolla un amplio análisis doctrinal que elimina cualquier suspicacia sobre la labor de Alonso Puig en su calidad de presidente del tribunal de arbitraje. La sentencia expone que no está probado que el asesoramiento de José María Alonso a Corporación Llorente estuviera relacionado con aspectos comerciales, sino que era de carácter personal y vinculado con materias de responsabilidad corporativa: “Tales circunstancias -añade la sentencia- no permiten deducir, pues, la concurrencia de una apariencia de interés del presidente del colegio arbitral autor del laudo impugnado en la resolución del arbitraje en un determinado sentido favorable a alguna de las concretas partes del procedimiento arbitral”.

El TSJ de Madrid no tiene reparos a la hora de calificar como “un galimatías” las relaciones societarias que invocan los demandantes para cuestionar la independencia del árbitro. La sentencia especifica que es una filial de Corporación Llorente, en este caso la firma Collosa, la que mantuvo “operaciones negociales” con Dragados, a su vez filial de ACS, que es la matriz de Desarrollo de Concesiones Viarias Uno (DCV1), siendo esta última la entidad vinculada como parte en el conflicto. Bajo estas circunstancias, los jueces consideran que “difícilmente podría exigirse al árbitro estar al corriente de las operaciones comerciales realizadas entre algunas de las filiales de la corporación que asesoraba en asuntos de buen gobierno y alguna de las filiales dependientes de una de las partes del procedimiento arbitral”.

A la vista de todo ello, el TSJ de Madrid desestima el motivo de nulidad,de manera que la resolución arbitral queda, por tanto, ratificada de pleno. La sentencia no permite recurso alguno, de acuerdo con el artículo 42.2 de la Ley de Arbitraje. En definitiva, Iberpistas y Bankia son condenadas a pagar las costas y tendrán que seguir al pie del cañón en todo el proceso de liquidación de las radiales madrileñas, un conflicto este último que todavía tiene mucho recorrido por delante.

miércoles, 15 de junio de 2016

CaixaBank da un portazo al Gobierno al vender la deuda de las autopistas quebradas

Una de las radiales de Madrid. (EFE)
CaixaBank ha decidido no esperar más cualquier posible solución gubernamental al ingente problema de las autopistas de peaje en situación de quiebra. La entidad que preside Isidre Fainé ha vendido la deuda que tenía vinculada a las carreteras de pago que circundan Alicante y Madrid, una decisión que supone dar un portazo a la actual ministra de Fomento en funciones, Ana Pastor, que pretende nacionalizar el sectorUn plan que tendrá un alto coste para el contribuyente.
Según han confirmado fuentes próximas a la operación, CaixaBank ha traspasado varios préstamos impagados a fondos oportunistas o buitres,como son conocidos por su voracidad en aprovecharse de empresas en estado de insolvencia. En concreto, créditos concedidos en su día a Ciralsa,para construir la AP-7 de Alicante, y a Accesos de Madrid, para financiar la R-3 y R-5 de Madrid, que unen Arganda y Navalcarnero, respectivamente.
En total, ha vendido unos 100 millones de euros a un fondo 'distress' que algunas fuentes aseguran ser Taconic. Se trata del primero de los grandes bancos españoles en quitarse de en medio y no esperar más ante los reiterados incumplimientos del todavía Gobierno de Mariano Rajoy, que en cuatro años y medio no ha sido capaz de encontrar una solución a un problema que asciende a cerca de 5.500 millones entre préstamos y compensaciones por expropiaciones. Fuentes del mercado dan por hecho que la banca española ya se ha desprendido de cerca de 700 millones en créditos (la cifra total asciende a 3.800 millones) relacionados con estas infraestructuras fallidas. Pero hasta la fecha, todas las entidades han guardado silencio y han evitado identificarse para evitar un enfrentamiento con el Ejecutivo del PP.
El presidente de CaixaBank, Isidre Fainé. (EFE)
Ciralsa está controla por ACS, presidida por Florentino Pérez, que tenía como socios a Abertis y Globalvia (FCC). La primera tiene el 50% del capital, mientras que la filial de la propia CaixaBank y la subsidiaria de la constructora de Carlos Slim se reparten la otra mitad a partes iguales. Ciralsa presentó concurso de acreedores en 2014 con un activo de 413 millones y un pasivo de 523 millones. Actualmente, el administrador concursal es Pricewaterhouse.
Por su parte, Accesos de Madrid, concesionaria de la R-3 (Madrid-Arganda) y la R-5 (Madrid-Navalcarnero), tiene como accionistas relevantes a Abertis (36%), Sacyr (25%) y ACS y Bankia, con el 20% cada uno. La concesionaria entró en concurso en octubre de 2012 con una deuda próxima a los 2.000 millones de euros. El pasado 10 de mayo, el Juzgado de lo Mercantil número 6 de Madrid decretó su liquidación el próximo mes de octubre, medida extraordinaria que ha sido recurrida por Fomento.
Estos proyectos en quiebra se suman a las liquidaciones del Eje Aeropuerto y AP-36 (Ocaña-La Roda), por las que el Gobierno también está litigando en la Audiencia Provincial. Lo hace porque si no recurriese, se activarían garantías contractuales o, lo que es lo mismo, la Responsabilidad Patrimonial de la Administración (RPA), una compensación del Estado a la sociedad concesionaria para que pueda indemnizar a su acreedores.
El presidente de la patronal de las grandes contructoras Seopan, Julián Núñez. (EFE)
Según Seopan, la patronal de las constructoras, este pago podría elevarse a 5.000 millones de euros para el conjunto de las ocho autopistas quebradas, lo que pondría en un serio compromiso la contabilidad nacional en términos de déficit y deuda pública. Sin embargo, los cálculos del Gobierno, que sigue un plan de amortizaciones distinto y descuenta de la suma los créditos participativos y los pagos realizados por las sentencias de expropiaciones de suelo, reducen la cifra a unos 1.600 millones de euros.
La decision de CaixaBank es un duro palo para Ana Pastor y para el futuro titular del Ministerio de Obras Públicas que salga de las elecciones del 26 de junio. Porque a partir de ahora su interlocutor no será un banco nacional con el que tener capacidad de diálogo, sino un fondo buitre que exigirá a dentelladas el repago de la deuda. CaixaBank ha declinado hacer ningún comentario sobre esta información, que ha sido manejada con mucha confidencialidad dentro del banco dada la sensibilidad del asunto. Pero, pese a vender con un descuento cercano al 90% respecto del importe del crédito, el resultado de la operación puede tener un signo positivo, puesto que la pérdida de esos 100 millones ya la había provisionado con anterioridad.

lunes, 6 de junio de 2016

ACS, Abertis y Bankia devuelven 278 millones de deuda de las radiales


ACS, Abertis y Bankia devuelven 278 millones de deuda de las radiales

ACS, Abertis y Bankia han comenzado a devolver un total de 278 millones de euros a una veintena de entidades financieras, tenedores del 51% del crédito sindicado empleado en la construcción de las radiales 3 y 5. Estas tres empresas, junto a Sacyr, son los accionistas de Accesos de Madrid, concesionaria de las mencionadas infraestructuras que entró en concurso en 2014, y que habían sido ordenados por el juez para que procediesen a los ingresos correspondientes.

En 2014, los prestamistas de Accesos a Madrid reclamaron la devolución anticipada de la deuda y el juez les dio la razón; si bien los concesionarios apelaron, el juez les ha ordenado realizar las transferencias a la espera de que se falle el recurso. Solo Sacyr ha presentado alegaciones a la decisión de juez.

Por empresas, Abertis deberá ingresar 131 millones de euros, ACS 73 millones de euros, y Bankia 74 millones de euros.

El resto de prestamistas, entre los que se encuentran CaixaBank, el ICO y la propia Bankia no se han adherido a la reclamación judicial para recuperar la deuda.

Una vez las empresas lleven a cabo los ingresos, se estará a la espera de la resolución del recurso, en lo que promete ser un proceso que durará años. En conjunto, todos estos problemas repercuten muy negativamente en el desarrollo de nuevas concesiones, pues ponen en la práctica en cuestión la seguridad jurídica de este modelo de construcción y gestión de infraestructuras. 

jueves, 2 de junio de 2016

La Corte de Arbitraje de Madrid, al borde de la desaparición


La Corte de Arbitraje de Madrid que impulsa la Cámara de Comercio de la capital como espacio de mediación entre empresas para solucionar conflictos sin necesidad de recurrir a los tribunales, está a punto de resultar un fracaso total. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ultima una resolución que puede suponer la anulación de uno de los laudos arbitrales más importantes de los últimos años, el que enfrenta a las constructoras ACS y Sacyr, por un lado, y la operadora de infraestructuras Abertis y Bankia, por otro, por un conflicto sobre la gestión de las autopistas radiales 3 y 5 de Madrid.

La anulación estaría motivada por la falta de independencia de uno de los árbitros designados por la Corte de Arbitraje, José María Alonso Puig, directamente relacionado con empresas del Grupo ACS que preside Florentino Pérez y que fue la beneficiaria del laudo. Expertos en derecho arbitral consideran que la formulación de la actual Corte de Arbitraje de Madrid no es la adecuada para establecer un sistema de mediación verdaderamente independiente entre empresas en conflicto.

Para más inri, la Corte depende de la Cámara de Comercio de Madrid, institución sometida en los últimos años al daño reputacional generado por las actuaciones de su anterior presidente, Arturo Fernández, obligado a dimitir entre otras cosas por su implicación en el escándalo suscitado por las tarjetas opacas de Bankia.

El modelo de financiación de la Cámara puesto en marcha tras la desaparición de la cuota cameral obligatoria ha obligado a la institución a ponerse en manos de empresas patrocinadoras que financian sus actividades, lo que pone en peligro la imparcialidad de sus actuaciones cuando un patrocinador entra en litigio. Juan López Belmonte, actual presidente de la Cámara de Comercio, y su director, Carlos Prieto, se enfrentan al desprestigio de una institución, la Corte de Arbitraje, sobre la que se ha pretendido en los últimos años asentar uno de los fundamentos que justifican la propia existencia de la Cámara de Comercio.

Los expertos señalan que el modelo de selección de los árbitros independientes puesto en marcha por la Corte de la Cámara está contaminado por los lazos profesionales que vinculan a muchos de los actuales expertos en procedimientos de arbitraje que son seleccionados para tomar decisiones en los litigios.

En la mayoría de los casos son abogados o expertos jurídicos con una amplia red de contactos profesionales ajenos al hecho arbitral, lo que pone en duda su supuesta independencia. El caso paradigmático es el que examina ahora el Tribunal Superior de Justicia de Madrid. Alonso Puig es reconocido como un experto en derecho arbitral, pero fue socio director del Bufete Garrigues hasta 2009; luego fue asesor del consejo de administración de Grupo Llorente, socio empresarial de ACS y luego socio director del bufete Baker & Mckenzie.

A su alrededor hay una tupida red de relaciones empresariales que hacen muy difícil que pueda ser árbitro independiente en un litigio entre empresas por muy conocedor de la materia que pueda ser, señalan los expertos consultados. Si el TSJ de Madrid certifica que hubo ausencia de independencia de uno de los árbitros del caso de las radiales de Madrid, el modelo de Corte de Arbitraje de la Cámara de Comercio estará obligado a su disolución o cambio radical, añaden miembros del pleno cameral.

lunes, 30 de mayo de 2016

¿Cuándo nos harán una concesión a los usuarios?

Abertis ha adquirido dos autopistas de peaje en Italia por un valor aproximado de 600 millones de euros. Mientras los directivos de Abertis estaban reunidos con sus homólogos transalpinos, cientos o miles de conductores españoles pasaban por caja para que la dichosa barrera del peaje se levantase y así poder llegar a sus respectivos destinos. Yo soy un valenciano afincado en Barcelona, y el otro día disfruté del puente de la segunda Pascua como otros tantos trabajadores catalanes. Y, al igual que ellos, el lunes por la tarde también tuve que padecer las interminables colas y las pesadas retenciones en la autopista cuando volvía a mi ciudad de residencia y lugar de trabajo.

En una de mis tantas paradas para tirar de tarjeta y ver cómo se iban esfumando los ahorros para que Abertis, con mi ayuda y la de otros miles de conductores, pudiera hacer frente a sus compras en tierras italianas, me fijé en el nombre de la compañía. Quería saber cómo se llamaba el responsable de la estafa. Porque, a pesar de que la autopista no disponía de sus tres carriles, por estar en obras uno de ellos, el precio del importe a pagar no se vio reducido en un tercio, tal como le había ocurrido al asfalto. Y, a pesar de que este hecho provocó que muchos conductores sufriéramos una tediosa espera, tuvimos que rascarnos el bolsillo para beneficio de la concesionaria.

Espero que los presidentes Puig y Puigdemont se acuerden de los pobres usuarios que, como yo, hace años que esperan que se les conceda un único deseo: que desaparezcan los peajes que lastran las autopistas que unen nuestras dos regiones. 

jueves, 26 de mayo de 2016

El frenazo inversor en autopistas obliga a las constructoras a buscarse la vida en Europa

Las autopistas han sido uno de los temas más espinosos a los que se ha enfrentado la ministra de Fomento, Ana Pastor, en la última legislatura. Los roces con las concesionarias a costa de las radiales han sido constantes en los últimos cuatro años, pero la patata caliente es mucho más grande.
Pastor ha reiterado que mientras ella esté al frente del departamento las concesiones actuales de autopistas no se van a renovar, con lo que su explotación de estas vías de peaje pasaría a manos del Estado.
Algunas empresas de construcción y servicios, concesionarias de estas infraestructuras, se han mostrado críticas con la actitud de Fomento. El consejero delegado de OHL, Josep Piqué, ha asegurado que los políticos españoles se oponen al “mercado concesional” de infraestructuras; por ello, el porcentaje de actividad de la constructora en España es del 10% sobre el total, una proporción que “irá decreciendo”, según Piqué.
El mismo camino, el de la salida al exterior, es el que han tomado otras concesionarias españolas. Algunas de las últimas infraestructuras adjudicadas apuntan en esa dirección.
La filial de Ferrovial para autopistas, Cintra, se ha hecho con un contrato que confirma la tendencia. Esta compañía se ha adjudicado la construcción y explotación de varias vías de peaje en Eslovaquia con un valor de 970 millones de euros. De ellos, 800 millones se corresponden con las tareas de edificación de varios tramos, que incluyen la circunvalación de Bratislava.
No obstante, a esta cantidad habría que sumarle el canon que deberá abonar el Estado centroeuropeo al consorcio en el que participa Cintra durante los próximos 35 años, por lo que el monto final que va a recibir asciende a 1.900 millones de euros.
Esta adjudicación se produce poco después de que otra compañía española, Abertis, consiguiera adquirir dos autopistas italianas, con lo que se consumó su vuelta al país transalpino. Gracias a una inversión de 594 millones de euros, Abertis se hará con el 51,4% de A4 Holding, que aglutina 235 kilómetros de autopistas en la región del Véneto.
En España hay menos oportunidades. Los planes de Pastor de no renovar las autopistas de peaje llevarían al Estado a quedarse con estas vías. La primera afectada sería la AP-1 entre Burgos y Guipúzcoa, cuyo contrato con Itínere vence en 2018.
Si el Estado asume la titularidad de la autopista AP-1, Fomento estaría dando el primer paso para la constitución de una empresa pública -o con una fuerte participación pública- de gestión de este tipo de activos, una solución que ya se planteó para las autopistas radiales. Fomento no consiguió llegar a un acuerdo con los acreedores de estas vías, que incluía quitas del 50% de la deuda.
Aunque el plan sigue encima de la mesa, los tribunales le han puesto límite a la ventana de oportunidad para solucionar este entuerto: el 1 de octubre tendrá que haberse completado la liquidación de la autopista de circunvalación de Alicante y de las radiales R-3 y R-5. Según la sentencia judicial, aunque Fomento recurra -práctica habitual para retrasar la ejecución de la resolución- no podrá paralizar el proceso.
El Tribunal Supremo ha contribuido también a las múltiples puntillas que están recibiendo las radiales en concurso de acreedores, después de que haya ratificado la situación de quiebra de la R-2. La empresa concesionaria había solicitado que se le devolviera su autonomía, algo que el Supremo no ha respaldado.
Así las cosas es normal que las concesionarias busquen autopistas en otras partes, si en España o están quebradas o no admiten renovaciones.

miércoles, 25 de mayo de 2016

El Estado quiere hacerse cargo de las autopistas



Se ha filtrado que el Mº de Fomento trabaja en un documento que podría convertirse en ley tras las elecciones del 26/6 (en caso de que haya continuidad en el gobierno, se sobreentiende) que establece que todas las concesiones de autopistas revertirían al Estado al vencimiento de su plazo natural, de manera que no tendrían lugar más prórrogas en los plazos de las concesiones a cambio de otras contraprestaciones (ampliación de carriles, construcción de tramos, etc.). Esto haría necesario crear una empresa pública de autopistas nacionales, que se haría cargo de las concesiones cuyo plazo expirase. 

Parece que la idea es que la participación estatal en esa sociedad sea del 49% para que su deuda no compute como deuda pública, para lo cual tendrían que incorporarse otros socios con participaciones de menor peso, de manera que el Estado retuviera las decisiones de gestión como principal accionista minoritario. El objetivo sería dotar a la nueva sociedad estatal de autopistas de una serie de autopistas rentables que compensen aquellas que no lo sean. 

Opinión Bankinter: Es una mala noticia para el sector (Abertis, Sacyr y Ferrovial como principales perjudicadas) puesto que normalmente una concesión de autopista es más rentable a medida que se acerca a al final de su plazo concesional y, sobre todo, continúa siéndolo si se prorroga esa concesión a cambio de mejoras negociadas en la infraestructura. Esto restará atractivo a las nuevas concesiones que puedan autorizarse y reducirá la capacidad de crecimiento a las compañías concesionarias privadas, puesto que no puede contar con prórrogas para las concesiones que ya tienen en cartera y las nuevas concesiones probablemente serán menos rentables en la medida que sólo podrán contar con el plazo concesional inicial, sin dar por supuesto que luego se concederán prórrogas.

Entendemos que este planteamiento es consecuencia de las malas experiencias sufridas con las denominadas “autopistas radiales”, cuyos rescates ante la falta de rentabilidad económica ha derivado en negociaciones y soluciones muy duras tanto con los bancos que las financiaban como con las constructoras que las construyeron y posteriormente gestionaron. Si este planteamiento saliera adelante, las primeras autopistas afectadas serían la AP-1 Burgos – Guipúzcoa de Itínere/Sacyr cuyo plazo concesional expira en 2018 y la AP-7 del corredor del Mediterráneo de Abertis que vence en 2019. Por tanto, es probable que las cotizaciones de ambas compañías se vean hoy negativamente afectadas por esta noticia.

martes, 24 de mayo de 2016

El Supremo rechaza el rescate a la R-2 porque la empresa calculó mal el tráfico



Autopista Radial R-2 Madrid-Guadalajara.
El Tribunal Supremo ha rechazado el recurso presentado por Henarsa, concesionaria de la autopista de peaje radial R-2 Madrid-Guadalajara, que solicitaba que fuera rescatada por el Estado alegando que el Ministerio de Fomento era el responsable de la quiebra al haber hecho unas estimaciones de tráfico muy por encima de la realidad.

El Supremo rechaza el argumento de la concesionaria de que la grave y prolongada reducción del tráfico obedezca, con carácter principal, a un “riesgo imprevisible”, como es la crisis económica iniciada en 2008 “y sin visos de concluir en breve plazo”. El fallo añade que es la empresa la que asume con sus propias previsiones ese riesgo, y es ella la que debe tener en cuenta la situación económica, y las posibles fases de crisis.

Y como ya ha hecho en anteriores sentencias, el Supremo concluye “la imposibilidad de imputar dicho error a la Administración al ser consecuencia del riesgo y ventura contractual que la licitadora debió examinar y examinó al participar en el concurso".

Según el Supremo, esa responsabilidad recae en la concesionaria cuando realizó el plan económico-financiero que determinó la adjudicación de la concesión de la R-2, que incluía cifras de tráfico muy superiores a cualquier estudio presentado por la Administración.

Henarsa -participada por Abertis, ACS y Bankia- se declaró en concurso de acreedores en septiembre de 2013 por el Juzgado de lo Mercantil número 5 de Madrid, con una deuda financiera de unos 450 millones de euros.

La concesionaria, que inició el proceso judicial en 2012, también basaba su petición de rescate en la responsabilidad del Estado por no haber continuado las obras de la autopista Madrid- Eje del Ebro, la ampliación y mejora de la autovía A-2 y el retraso en la puesta en servicio del cierre norte de la M-50, lo que ocasionó una menor tráfico por la R-2. Pero el Supremo también rechaza este argumento al considerar que no se trataba de proyectos en firme cuando se hizo la concesión de la R-2.

Además de la R-2, también están en concurso de acreedores las tres radiales de Madrid (R-3, R-4 y R-5), la que une la capital con el aeropuerto de Barajas, la Ocaña-La Roda, la Madrid-Toledo y la Cartagena-Vera.

Tras no fraguarse un acuerdo sobre el plan de rescate que propuso el actual Gobierno en funciones, que pasaba por nacionalizar las vías tras aplicar una quita del 50% en la deuda de 3.200 millones que suman, alguna de las autopistas han entrado ya en fase de liquidación.

En el caso de la R-3 y la R-5, el auto de liquidación insta a la concesionaria a dejar de prestar servicio el próximo 1 de octubre, con lo que las vías dejarán de estar operativas en esa fecha en caso de que Fomento no las asuma.

domingo, 22 de mayo de 2016

Cajamar y BMN venden el 32% de la única autopista rescatada en 2014

autopista-700-efe.jpg

La banca no sólo está vendiendo deuda de las autopistas quebradas. También está abandonando su accionariado. Incluso en aquellas cuya situación se ha enderezado. Cajamar y BMN se han deshecho de su participación en la sociedad Ausur, que gestiona la carretera de peaje que une Alicante con Cartagena, la única de las nueve que se encontraba al borde de la quiebra en 2014 y fue salvada gracias a un crédito de casi 200 millones aportados por distintas entidades financieras.

La operación, según fuentes conocedoras de la situación se produjo el año pasado, y su comprador fue una filial de Ploder que escapó de la liquidación del grupo constructor. De esta manera, la división de Ploder controla casi el 66% de las acciones de la denominada AP-7. Unicaja y el Grupo Fuertes poseen el resto de las títulos de la autopista.

Cajamar indica en su informe anual que la venta del 22% que tenía en esta infraestructura le ha reportado unas plusvalías de más de 2 millones de euros. La entidad habría aprovechado la ventana de oportunidad surgida a raíz de la desinversión de BMN. Ésta debe deshacerse de todas las participaciones industriales como consecuencia de las ayudas públicas recibidas y su nacionalización. El Estado cuenta con un 65% del capital de BMN y en la actualidad presiona a Bruselas para integrarla en la también estatal Bankia.

La participación de BMN, heredada de Caja Murcia, y Cajamar se remonta a la pasada década, al igual que la presencia de Ploder, que fue la encargada de la construcción a finales de los años 90.

Hace cuatro días, Ausur recibió un importante espaldarazo por parte del Tribunal Supremo, ya que condenó al Estado a tener que abonar 6,76 millones de euros correspondientes a unos préstamos participativos. En su decisión desestimó las alegaciones de la Abogacía del Estado, que justificó el no haber abonado los préstamos por la situación económica de la compañía recurrente y sus posibles efectos en la capacidad de devolución de la deuda.

A finales de 2014, Ausur consiguió un crédito de 196 millones en el marco de su proceso de reestructuración de su deuda de 240 millones, por lo que evitó el concurso de acreedores y esquivar el plan de rescate planteado por el Ministerio de Fomento para salvar las autopistas con serios problemas financieros.

La salida de Cajamar y BMN de la AP-7 se produjo en un momento en que los bancos, sobre todo extranjeros, empezaron a vender la deuda que mantenían en infraestructuras de carretera, principalmente de las quebradas.

La huida de estos inversores, además, tuvo lugar antes de la Audiencia Provincial de Madrid haya declarado la liquidación de tres radiales el próximo octubre, aunque Fomento intentará negociar con las partes para evitar tal circunstancia al tratarse de una concesión pública y ante el aumento en los últimos meses del tráfico.

Las autopistas quebradas acumulan una deuda insostenible de 3.400 millones de euros. Hasta ahora Fomento había reclamado un quita del 50% de todos los pasivos para conceder ayudas a las mismas y salvarlas de la desaparición, una solución que ha sido rechazada de plano por la banca.

sábado, 21 de mayo de 2016

Los tribunales apuntillan el fracaso de las radiales

La última sentencia que decreta la liquidación de 3 de las autopistas radiales quebradas da la puntilla al rescate que planteó la Administración a las empresas afectadas. No obstante, los intentos de conciliación también han estado lastrados por la incertidumbre política. Esta es la historia de una salida en la carretera que nadie tomó.

Como la fina lluvia primaveral llena de manera imperceptible los charcos de las calles, la quiebra de las autopistas radiales españolas ha sido un problema añadido a la maltrecha economía española durante la crisis. Un contratiempo que bien podría desbordar el charco del déficit.

Las infraestructuras, construidas con arreglo a previsiones de tráfico desbocadas y disparatadas durante el boom económico de principios del milenio, incluyeron en sus contratos una cláusula por la que el Estado tendría que compensar a las empresas concesionarias si no alcanzaban un mínimo de tráfico. Eso es lo que precisamente sucedió y es la situación que el actual Gobierno no ha conseguido reconducir.

No obstante, encima de la mesa sí llegó a haber soluciones. El Ministerio de Fomento propuso que la Administración se quedara con las 9 autopistas de peaje radiales y que los acreedores asumieran quitas del 50% de la deuda. Todo ello a cambio de bonos respaldados por el Estado con un cupón del 1% durante 30 años.

Fuentes de la banca, atrapada en varias de estas concesiones, indican a SABEMOS que más que las quitas del 50%, lo que mosqueaba era la escasa rentabilidad de los bonos. Pero más allá del vil metal, la condición clave para que el acuerdo se sostuviera era que ninguna de las 9 radiales entrara en liquidación, de acuerdo con las fuentes consultadas. La reducción del perímetro sería fatal, añaden.

Hasta el momento se había ordenado la liquidación de dos de las nueve radiales, la M-12 del Aeropuerto de Madrid y la AP-36 de Ocaña a La Roda, pero los recursos presentados por el Ejecutivo consiguieron retrasar la ejecución de la sentencia judicial. Sin embargo, las liquidaciones de la R-3, la R-5 y la circunvalación de Alicante han de completarse antes del 1 de octubre y la orden del juez no admite prórroga, incluso aunque el Ejecutivo la recurra.

A tenor de esta resolución, el Gobierno no le puede arañar muchos más segundos al reloj. Entonces, ¿qué hizo con el tiempo que tuvo para negociar?
Contrarreloj

Los recursos judiciales de Fomento fueron una buena herramienta. Mientras el Ejecutivo litigaba para que la cláusula de responsabilidad patrimonial de la Administración no se activara, el Ministerio ganaba tiempo para negociar una salida con los tenedores de deuda de las radiales.

Además se conseguía preservar la integridad del paquete de activos, una condición necesaria para que el acuerdo fuera interesante para los acreedores.

Sin embargo, el tiempo se acabó poniendo en su contra. Para cuando el Gobierno quiso reaccionar ya estaba la campaña del 20D en marcha, y “quién iba a salvar en periodo electoral a más empresas después del rescate de la banca”, destacan desde el sector financiero.

En las concesionarias afectadas se lavan las manos. “La clave de todo era el acuerdo del Gobierno con los bancos para la quita”, dicen. “Son estos los que no han podido llegar a un acuerdo”, concluyen.

Fuentes de Fomento afirman en declaraciones a SABEMOS que era muy difícil llegar a un entendimiento, dado que existía una “amalgama de acreedores” que complicaba las negociaciones.

Fue la banca extranjera la que tuvo una oposición más fuerte, por las condiciones del convenio que se había planteado”, apuntan fuentes del sector consultadas por SABEMOS.

Desde el Ministerio que dirige Ana Pastor indican que las entidades extranjeras tenían motivos para oponerse dado que la solución habría beneficiado más a los bancos nacionales por la existencia de diferencias en los criterios contables. Sin embargo, las fuentes consultadas critican la postura de estos acreedores, pues su exposición a este problema era menor que la de los bancos españoles: “quizá no les debería haber importado tanto”, resumen.

Sea como fuere, el actual estado de campaña constante impide que se tome cualquier decisión polémica y el juego de alianzas para formar un Gobierno podría extender la situación de interinidad hasta las puertas de octubre. Pero, además, el Ejecutivo actual no podría plantear ninguna solución integral.

Un Gobierno en funciones no podría asumir un contrato de esa naturaleza. Supone una serie decompromisos que trascienden el despacho de los asuntos ordinarios”, argumentan desde Fomento, al tiempo que recuerdan que el gabinete en funciones se tiene que limitar a la ejecución del presupuesto aprobado para el vigente ejercicio.

La incertidumbre política permanece y “va pasando el tiempo”, cuentan desde las empresas afectadas. Mientras tanto la situación sigue cuesta abajo y sin frenos. “Muchos de los bancos se han hartado y se están yendo;están vendiendo su deuda a fondos buitres y hedge funds”, resumen.
Esperanza

Pese a los contratiempos, la solución de aglutinar los activos en una sociedad pública es una salida que aún podría tomarse. Lo que pasa es que cada uno tira del volante en su dirección.

Esto sigue encima de la mesa, pero está todo en stand by por la incertidumbre política”, detallan las fuentes de la banca. “Está en el congelador”, añaden, pero “hay pocas posibilidades de que vuelva a salir tal y como estaba”. “Tendrá que volver a negociarse, siempre que no entre en liquidación ninguna radial”, aseguran.

La propuesta sigue encima de la mesa. Las condiciones no han cambiado, incluso pese a que los factores han ido a favor de los acreedores: ha bajado el precio del dinero y ha subido el tráfico. Pero pese a ello, la Administración no tiene ningún problema en mantener las mismas condiciones”, zanjan desde Fomento.

Las fuentes de las concesionarias y del sector consultadas afirman que el rescate de las autopistas con quitas de los acreedores sigue vigente, pero es una opción que está paralizada. Aunque las posiciones estén encontradas, todos hablan de stand by y evitan ponerse catastrofistas. Porque alguna rendija de optimismo todavía queda.

La posibilidad de reactivar esta solución llega cuando el tráfico en las autopistas remonta el vuelo, con un crecimiento del 6% en 2015, según las cifras de la patronal de construcción y concesiones Seopan. Pero la propuesta del Gobierno sigue durmiendo el sueño de los justos, sobre todo porque una solución global desbordaría las competencias de un Ejecutivo en funciones.

De consumarse, la reclamación de las concesionarias y sus acreedores supondría para el Estado asumir una deuda de 5.000 millones de euros, según los cálculos de Seopan.

La última sentencia que decreta la liquidación de 3 de las autopistas radiales quebradas da la puntilla al rescate que planteó la Administración a las empresas afectadas. No obstante, los intentos de conciliación también han estado lastrados por la incertidumbre política. Esta es la historia de una salida en la carretera que nadie tomó.

Como la fina lluvia primaveral llena de manera imperceptible los charcos de las calles, la quiebra de las autopistas radiales españolas ha sido un problema añadido a la maltrecha economía española durante la crisis. Un contratiempo que bien podría desbordar el charco del déficit.

Las infraestructuras, construidas con arreglo a previsiones de tráfico desbocadas y disparatadas durante el boom económico de principios del milenio, incluyeron en sus contratos una cláusula por la que el Estado tendría que compensar a las empresas concesionarias si no alcanzaban un mínimo de tráfico. Eso es lo que precisamente sucedió y es la situación que el actual Gobierno no ha conseguido reconducir.

Las radiales cuentan con una cláusula por la que el Estado está obligado a pagar a las empresas si no se alcanza un mínimo de tráfico

No obstante, encima de la mesa sí llegó a haber soluciones. El Ministerio de Fomento propuso que la Administración se quedara con las 9 autopistas de peaje radiales y que los acreedores asumieran quitas del 50% de la deuda. Todo ello a cambio de bonos respaldados por el Estado con un cupón del 1% durante 30 años.

Fuentes de la banca, atrapada en varias de estas concesiones, indican a SABEMOS que más que las quitas del 50%, lo que mosqueaba era la escasa rentabilidad de los bonos. Pero más allá del vil metal, la condición clave para que el acuerdo se sostuviera era que ninguna de las 9 radiales entrara en liquidación, de acuerdo con las fuentes consultadas. La reducción del perímetro sería fatal, añaden.

Hasta el momento se había ordenado la liquidación de dos de las nueve radiales, la M-12 del Aeropuerto de Madrid y la AP-36 de Ocaña a La Roda, pero los recursos presentados por el Ejecutivo consiguieron retrasar la ejecución de la sentencia judicial. Sin embargo, las liquidaciones de la R-3, la R-5 y la circunvalación de Alicante han de completarse antes del 1 de octubre y la orden del juez no admite prórroga, incluso aunque el Ejecutivo la recurra.

Los bancos piden que no se liquide ninguna radial para seguir negociando

A tenor de esta resolución, el Gobierno no le puede arañar muchos más segundos al reloj. Entonces, ¿qué hizo con el tiempo que tuvo para negociar?
Contrarreloj

Los recursos judiciales de Fomento fueron una buena herramienta. Mientras el Ejecutivo litigaba para que la cláusula de responsabilidad patrimonial de la Administración no se activara, el Ministerio ganaba tiempo para negociar una salida con los tenedores de deuda de las radiales.

Además se conseguía preservar la integridad del paquete de activos, una condición necesaria para que el acuerdo fuera interesante para los acreedores.

Sin embargo, el tiempo se acabó poniendo en su contra. Para cuando el Gobierno quiso reaccionar ya estaba la campaña del 20D en marcha, y “quién iba a salvar en periodo electoral a más empresas después del rescate de la banca”, destacan desde el sector financiero.

En las concesionarias afectadas se lavan las manos. “La clave de todo era el acuerdo del Gobierno con los bancos para la quita”, dicen. “Son estos los que no han podido llegar a un acuerdo”, concluyen.

Fuentes de Fomento afirman en declaraciones a SABEMOS que era muy difícil llegar a un entendimiento, dado que existía una “amalgama de acreedores” que complicaba las negociaciones.


Fue la banca extranjera la que tuvo una oposición más fuerte, por las condiciones del convenio que se había planteado”, apuntan fuentes del sector consultadas por SABEMOS.

Desde el Ministerio que dirige Ana Pastor indican que las entidades extranjeras tenían motivos para oponerse dado que la solución habría beneficiado más a los bancos nacionales por la existencia de diferencias en los criterios contables. Sin embargo, las fuentes consultadas critican la postura de estos acreedores, pues su exposición a este problema era menor que la de los bancos españoles: “quizá no les debería haber importado tanto”, resumen.

Sea como fuere, el actual estado de campaña constante impide que se tome cualquier decisión polémica y el juego de alianzas para formar un Gobierno podría extender la situación de interinidad hasta las puertas de octubre. Pero, además, el Ejecutivo actual no podría plantear ninguna solución integral.

Fomento argumenta que firmar un acuerdo sobre las radiales desbordaría las atribuciones de un Gobierno en funciones

Un Gobierno en funciones no podría asumir un contrato de esa naturaleza. Supone una serie decompromisos que trascienden el despacho de los asuntos ordinarios”, argumentan desde Fomento, al tiempo que recuerdan que el gabinete en funciones se tiene que limitar a la ejecución del presupuesto aprobado para el vigente ejercicio.

La incertidumbre política permanece y “va pasando el tiempo”, cuentan desde las empresas afectadas. Mientras tanto la situación sigue cuesta abajo y sin frenos. “Muchos de los bancos se han hartado y se están yendo;están vendiendo su deuda a fondos buitres y hedge funds”, resumen.
Esperanza

Pese a los contratiempos, la solución de aglutinar los activos en una sociedad pública es una salida que aún podría tomarse. Lo que pasa es que cada uno tira del volante en su dirección.

“Esto sigue encima de la mesa, pero está todo en stand by por la incertidumbre política”, detallan las fuentes de la banca. “Está en el congelador”, añaden, pero “hay pocas posibilidades de que vuelva a salir tal y como estaba”. “Tendrá que volver a negociarse, siempre que no entre en liquidación ninguna radial”, aseguran.

El rescate de las radiales con quitas sigue vigente, pero es una opción que está paralizada

“La propuesta sigue encima de la mesa. Las condiciones no han cambiado, incluso pese a que los factores han ido a favor de los acreedores: ha bajado el precio del dinero y ha subido el tráfico. Pero pese a ello, la Administración no tiene ningún problema en mantener las mismas condiciones”, zanjan desde Fomento.

Las fuentes de las concesionarias y del sector consultadas afirman que el rescate de las autopistas con quitas de los acreedores sigue vigente, pero es una opción que está paralizada. Aunque las posiciones estén encontradas, todos hablan de stand by y evitan ponerse catastrofistas. Porque alguna rendija de optimismo todavía queda.

La posibilidad de reactivar esta solución llega cuando el tráfico en las autopistas remonta el vuelo, con un crecimiento del 6% en 2015, según las cifras de la patronal de construcción y concesiones Seopan. Pero la propuesta del Gobierno sigue durmiendo el sueño de los justos, sobre todo porque una solución global desbordaría las competencias de un Ejecutivo en funciones.

De consumarse, la reclamación de las concesionarias y sus acreedores supondría para el Estado asumir una deuda de 5.000 millones de euros, según los cálculos de Seopan.


Pase lo que pase, la mayoría de los afectados ya han destinado parte de sus ingresos de los últimos años a provisiones, por si la la responsabilidad patrimonial de la Administración no se activa. Pero desde las empresas con participación en las radiales dan por sentado que tienen derecho a cobrar esa indemnización a la que estaría obligado el Estado, aunque el Gobierno haya tratado de impedir que la factura llegara a materializarse.

“Lo único que pediremos es que se cumpla la ley, que se cumpla lo que dicen los contratos, que son iguales para todos”, subrayan en las empresas afectadas. Eso sí, conceden que la actual “es una situación a la que nadie querría haber llegado”.

Cuanto más pasa el tiempo, menos margen hay para llegar a un acuerdo”, subrayan las fuentes del sector consultadas. El reloj sigue contando y se parará en octubre. O no.

La sentencia judicial podría no ser tan definitiva, según las fuentes de Fomento consultadas. Desde el Ministerio consideran que el blindaje de la sentencia contra posibles suspensiones por recursos de la Administración es una opinión del juez que el departamento no comparte. En Fomento tienen “bastante confianza” en que el proceso de liquidación se pueda suspender a la espera de la resolución de su recurso, así que todavía habría algo de esperanza.

Si finalmente se mantiene el criterio de la sentencia, el nuevo Gobierno -si lo hay- tiene hasta octubre para asumir el pago del peaje de las autopistas radiales. Si la Administración no paga para quedarse con los activos, las empresas echarán el cierre y bajarán la barrera de las que habrán sido las autopistas más costosas de la historia de España.

lunes, 16 de mayo de 2016

Rajoy maniobra para que la quiebra de las autovías estalle tras el 26J

Control de acceso a la radial de peaje R-2, que une Madrid con Guadalajara
Control de acceso a la radial de peaje R-2, que une Madrid con Guadalajara
La 'patata caliente' de las autovías en quiebra sigue su tránsito errático por los tribunales, con el Gobierno de Mariano Rajoy activando todos los recursos del Estado para evitar lo que parece inevitable, que las ocho vías que hace cuatro años entraron en concurso de acreedores enfilen la liquidación.
Y, lo que es peor, que se active la Responsabilidad Patrimonial de la Administración (RPA), que obligaría a indemnizar a las concesionarias con al menos 5.000 millones de euros. Por eso, no queda otra que activar a la Abogacía del Estado para que recurra todos los autos judiciales que pudieran precipitar esas liquidaciones.
Ya lo hizo en febrero de 2015, justo antes de que se celebraran las elecciones municipales autonómicas, cuando el juzgado Mercantil 2 de Madrid dictó la apertura de la fase de liquidación de la AP 36 Ocaña-La Roda, y también en octubre del año pasado –dos meses antes de las elecciones generales del 20D–, cuando el mismo juzgado también mandaba a liquidación la M12, la autopista Eje Aeropuerto de Madrid.
Ahora, a poco más de dos meses de que el 26J se celebren nuevas elecciones generales, la historia se repite. Otras tres autovías más acaban de entrar en liquidación. Son las radiales de peaje de Madrid (R-3 y R-5) y la circunvalación de Alicante.
En esta ocasión ha sido el juzgado Mercantil 6 de Madrid, encabezado por el magistrado Francisco Javier Vaquer, el que ha determinado la inviabilidad de la propuesta de convenio presentada por las concesionarias Accesos de Madrid y Ciralsa, y también del proyecto de sociedad promovido por el Ministerio de Fomento.
Que dieran por perdidos 1.700 millones de la deuda financiera a cambio de recibir unos bonos a 30 años al 1% de interés. Como Hacienda también se negó en redondo a aumentar ese interés, como pedían los bancos, el rescate de las autovías quedó en nada.Nuevo auto que, como los dos anteriores, también será recurrido por los abogados el Estado ante la Audiencia Provincial de Madrid bajo el argumento de que, en base a la constitución de esa sociedad pública, serían subsanables los motivos por los que el juez declara la liquidación. Un extremo de difícil justificación toda vez que las negociaciones con los bancos acreedores se cerraron hace un año sin acuerdo, cuando estos se negaron a aceptar lo que pretendía el Gobierno.
Inicialmente, la propuesta de integración bajo una sociedad pública de las autovías en  concurso a aglutinaba a nueve, pero en julio de 2015 quedó fuera la AP-41, la autovía de Madrid a Toledo.
Entonces, el Gobierno asumió el abono de hasta 140 millones de euros hasta 2045, en respuesta a la solicitud de la concesionaria (Isolux, Comsa, Cointer, Sando y la portuguesa ES Concessões), que había recibido el respaldo de los tribunales a su derecho a lograr el reequilibrio económico y financiero, debido al perjuicio que había supuesto la no construcción de la autopista Toledo-Ciudad Real-Córdoba.
Además de los bancos, todas estas liquidaciones afectan de lleno a las grandes constructoras y concesionarias, aunque tengan provisionadas las cantidades invertidas. Así, Ferrovial, Sacyr y Kutxabank forman el capital de la concesionaria de la AP-36, OHL, por sí sola, figura al frente de la M-12 (Eje Aeropuerto Madrid), y ACS y Abertis comparten accionariado en la circunvalación de Alicante.
También Abertis, junto a Sacyr y Globalvía –ahora controlada por los fondos USS, OPTrust y PGGM tras la venta de FCC y Bankia– son los accionistas de Accesos de Madrid, la concesionaria de las radiales R-3 y R-5, las que el juez acaba de enviar a liquidación.
En el caso de Accesos de Madrid, los accionistas se han visto obligados a depositar más de 350 millones de euros para hacer frente a la ejecución judicial de la deuda solicitada por las entidades financieras acreedoras.
Por si el Estado, los bancos, constructoras y concesionarias fueran pocos, nuevos invitados han empezado a aparecer en este berenjenal.
Son los fondos buitre que, a la vista de la situación, han empezado a comprar, con descuentos de hasta el 90%, paquetes de deuda de los que han empezado a deshacerse pequeños acreedores internacionales. Atesoran ya cerca del 20% de los 3.700 millones de deuda de las autovías abocadas a la liquidación.
El pasado mes de septiembre, un grupo de bancos extranjeros acreedores de estas autopistas (The Bank of Tokyo-Mitsubishi, Société Générale, Royal Bank of Scotland, Natixis y Deutsche IndustrieBank) presentaba un escrito de oposición al recurso que Fomento había elevado ante la Audiencia de Madrid en contra de la decisión judicial de declarar la liquidación de la AP-36 y la M-12.
Alegaban que el plan de viabilidad de la propuesta de rescate del Gobierno resultaba irrealizable y que, por tanto, la única alternativa viable era la liquidación de las autopistas.