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lunes, 8 de febrero de 2016

La A-57 y la PO-531 reabren la demanda de suprimir el peaje entre Pontevedra y Curro

El alcalde de Barro, a la derecha, ya ha convocado una asamblea vecinal para el miércoles. // G. Santos
El alcalde de Barro, a la derecha,
ya ha convocado una asamblea vecinal para el miércoles.
G. Santos

El nuevo proyecto de la autovía A-57 entre Pontevedra y Curro, que acaba de presentar el Ministerio de Fomento, y los fallos de seguridad vial que registra la PO-531 en ese mismo tramo se mezclaron ayer en varias instituciones gallegas para relanzar la vieja demanda de que se suprima el peaje de la AP-9 entre ambas localidades. Así, todos los grupos del Parlamento gallego salvo el PP, instaron ayer a la Xunta a negociar la eliminación de esa tasa y convertir la autopista en una "alternativa segura" a la carretera de Vilagarcía. Y esa misma solución es la que plantea el Concello de Barro para evitar que la A-57 atraviesa en núcleo habitado de Curro, "ya castigado ahora por varias infraestructuras viarias", según apuntó ayer su alcalde, Xosé Manuel Fernández Abraldes.

El proyecto recién presentado por Fomento, que plantea crear una rotonda de conexión entre la futura A-57 entre Pontevedra y Curro en la PO-531 a 950 metros de este último punto "no resuelve el problema que sufrirán los vecinos ya que esa autovía pasará por el medio de las casas" para desembocar en las inmediaciones del "macronudo". Tras una reunión política y vecinal el pasado miércoles, Abraldes insiste en solicitar a Fomento que apuesta por otro trazado para la A-57 en su kilómetro final, de modo que en lugar de cruzar bajo la AP-9 para atravesar Curro, la futura autovía discurra en paralelo a la autopista hasta la zona de peaje.

Incluso plantea el alcalde que el punto donde se cruzarían, a distinto nivel, ambas vías, se convierta en realidad en una conexión real de ambas, si bien para ello sería necesario reordenar las entradas y salidas de la AP-9 y cambiar de lugar la estación de peaje. Abraldes sostiene que ese problema se resolvería con la gratuidad, si bien añade que "eso implicaría un debate del ministerio con Audasa del que el Gobierno central trata de escapar".

Tras la presentación de estas últimas modificaciones por parte de Fomento en el tramo final de la futura autovía A-57 Pilarteiros-Curro, el Concello de Barro dispone de treinta días para formular observaciones. En ellas se insistirá en la alternativa de conectar este futuro vial con la playa de peaje actual, una propuesta que se formulará ante los responsables ministeriales una vez que se concreta el nuevo Gobierno central.

En todo caso, y ante la "elevada preocupación en la zona", ya está convocada para el próximo miércoles una asamblea vecinal para debatir este asunto, informar a los residentes y recoger sus sugerencias. Será a las 20.30 horas en la Casa do Monte de Curro.

La A-57 y la PO-531 reabren la demanda de suprimir el peaje entre Pontevedra y Curro

El alcalde de Barro, a la derecha, ya ha convocado una asamblea vecinal para el miércoles. // G. Santos
El alcalde de Barro, a la derecha,
ya ha convocado una asamblea vecinal para el miércoles. // G. Santos

El nuevo proyecto de la autovía A-57 entre Pontevedra y Curro, que acaba de presentar el Ministerio de Fomento, y los fallos de seguridad vial que registra la PO-531 en ese mismo tramo se mezclaron ayer en varias instituciones gallegas para relanzar la vieja demanda de que se suprima el peaje de la AP-9 entre ambas localidades. Así, todos los grupos del Parlamento gallego salvo el PP, instaron ayer a la Xunta a negociar la eliminación de esa tasa y convertir la autopista en una "alternativa segura" a la carretera de Vilagarcía. Y esa misma solución es la que plantea el Concello de Barro para evitar que la A-57 atraviesa en núcleo habitado de Curro, "ya castigado ahora por varias infraestructuras viarias", según apuntó ayer su alcalde, Xosé Manuel Fernández Abraldes.

El proyecto recién presentado por Fomento, que plantea crear una rotonda de conexión entre la futura A-57 entre Pontevedra y Curro en la PO-531 a 950 metros de este último punto "no resuelve el problema que sufrirán los vecinos ya que esa autovía pasará por el medio de las casas" para desembocar en las inmediaciones del "macronudo". Tras una reunión política y vecinal el pasado miércoles, Abraldes insiste en solicitar a Fomento que apuesta por otro trazado para la A-57 en su kilómetro final, de modo que en lugar de cruzar bajo la AP-9 para atravesar Curro, la futura autovía discurra en paralelo a la autopista hasta la zona de peaje.

Incluso plantea el alcalde que el punto donde se cruzarían, a distinto nivel, ambas vías, se convierta en realidad en una conexión real de ambas, si bien para ello sería necesario reordenar las entradas y salidas de la AP-9 y cambiar de lugar la estación de peaje. Abraldes sostiene que ese problema se resolvería con la gratuidad, si bien añade que "eso implicaría un debate del ministerio con Audasa del que el Gobierno central trata de escapar".

Tras la presentación de estas últimas modificaciones por parte de Fomento en el tramo final de la futura autovía A-57 Pilarteiros-Curro, el Concello de Barro dispone de treinta días para formular observaciones. En ellas se insistirá en la alternativa de conectar este futuro vial con la playa de peaje actual, una propuesta que se formulará ante los responsables ministeriales una vez que se concreta el nuevo Gobierno central.

En todo caso, y ante la "elevada preocupación en la zona", ya está convocada para el próximo miércoles una asamblea vecinal para debatir este asunto, informar a los residentes y recoger sus sugerencias. Será a las 20.30 horas en la Casa do Monte de Curro.

jueves, 11 de junio de 2015

Rande como síntoma

Rande se conoce hoy más por el puente atirantado de la autopista del Atlántico que cruza la ría de Vigo, construido a mediados de los años 70 del siglo XX, que por la batalla naval que a comienzos del siglo XVIII dejó los galeones españoles y los barcos franceses e ingleses hundidos bajo el fango de la ría y que sugirió todo tipo de leyendas (que inspiraron al propio Julio Verne) sobre el oro desaparecido. En el futuro también se conocerá por la ampliación del puente que ha contratado la Administración, y sobre cuya solución final no se pone de acuerdo con la adjudicataria.

La historia de la ampliación comenzó hace ya más de un decenio y medio, cuando los vecinos del Morrazo pidieron liberalizar el peaje del puente, antes de la privatización de la concesionaria, en el 2003, para seguir el mismo camino que las circunvalaciones de Santiago y Pontevedra, a mediados de los 80, y de Rande-Puxeiros y Fene-Ferrol a comienzos del nuevo siglo. Todo ello con compensaciones a la concesionaria que amplió la concesión del 2013 al 2048, con una carretera alternativa cuyo trazado había sido decidido a mediados del siglo XVIII.

La justificación que se dio a la liberalización del peaje de Rande, en el convenio que se firmó en mayo del 2006 (incluía también el acceso a A Coruña desde A Barcala) entre la concesionaria ya privatizada, el Ministerio de Fomento y la Xunta de Galicia, en el que las Administraciones aportaban a partes iguales el coste del peaje, fue que el tráfico del Morrazo, en dirección a Vigo, era un tráfico de carácter metropolitano, sin otra alternativa que el paso por el fondo de la ría por la carretera tradicional. Lógicamente, los vecinos de Pontevedra pidieron igual trato, que solo se ha concretado recientemente en el descuento en el precio de vuelta desde Vigo por motivos de trabajo cuando se realiza en el mismo día. Todo ello en un contexto en el que la Administración autonómica, a partir también del nuevo siglo, comenzó a construir autovías (por desdoblamiento de las vías rápidas anteriores) libres de peaje para los usuarios pero que gravaban los presupuestos públicos con los llamados peajes en la sombra (que incluyeron también la liberalización de la autopista AG-53 entre Lalín y Ourense) en un escenario derivado de la imagen de las autovías estatales libres de peaje, en el que los responsables políticos ofrecían electoralmente la gratuidad a los usuarios, sin saber estos que indirectamente también lo estaban pagando, en recortes en los gastos de conservación y de los presupuestos posibles para la sanidad y la educación.

La liberalización del peaje de Rande en el año 2006 fue precedida por la propuesta de nuevo puente sobre la ría de Vigo, alternativo a Rande, por la idea de una nueva autovía (A-57) entre Pontevedra y Vigo que evitase el paso por Rande (obra ahora iniciada con la circunvalación de Pontevedra) y por los primeros anteproyectos para ampliar el puente de Rande, en un momento en que el incremento del tráfico en hora punta, favorecido también por bonos de descuento a los usuarios de la península del Morrazo, parecía que precisaba de una alternativa. Lo que ocurrió después fue que el aumento del tráfico debido a la liberalización se vio compensado con la pérdida de tráfico de la autopista por la crisis económica, de tal manera que hoy estamos con niveles de tráfico menores a los del 2006. La promesa política de la ampliación ha seguido sin embargo su curso.

La solución adjudicada a comienzos del 2015, con un nuevo grupo de tirantes para sostener los carriles por el exterior de las torres del puente, por los que circularán exclusivamente los habitantes del Morrazo, y con un presupuesto cercano a los 110 millones de euros (incluidos los nuevos accesos) financiado junto con la ampliación de la circunvalación de Santiago por el incremento del coste del peaje en un 1 % durante 20 años, es la consecuencia de decisiones políticas que admitían otras alternativas. El aumento de la funcionalidad del tramo, contradictoriamente, no afecta a los otros usuarios de la autopista (aunque sí el incremento del coste), por lo que la adjudicataria del contrato de ampliación acaba de plantear una solución alternativa con carriles interiores a los propios pilares, adosados al tablero actual, que sirvan también a los tráficos de la autopista, solución a la que en principio se opone el Ministerio de Fomento por no haber sido considerada durante el proyecto.

La historia contada, por tanto, es un síntoma de la influencia de las decisiones políticas en las decisiones técnicas o de planificación, en la que los incrementos de las concesiones y la liberalización de los peajes derivan en soluciones técnicas y funcionales contradictorias en sí mismas.

domingo, 4 de mayo de 2014

Ecologistas denuncian tres autovías y una autopista paralelas en Pontevedra

La Sociedade Galega de Historia Natural (SGHN) ha denunciado que en Pontevedra convivirán en paralelo tres autovías y una autopista.

Se trata, explican en un comunicado, de la carretera nacional N-550, con la autopista AP-9, la autovía A-59 (Vilaboa-Peinador), la autovía A-57 (Pontevedra-conexión Ourense) y la reforma de la autovía A-55 en el tramo Vigo-Porriño.

Para la SGHN, se trata de "una sinrazón con un coste inmenso tanto ambiental como social, cuando con mucho menos dinero se puede conseguir algo mejor para la ciudadanía y el medio ambiente".

ABC.es 29/04/2014

viernes, 27 de septiembre de 2013

El puente de la ría es el quinto tramo de la AP-9 más usado pese a perder el 10% de sus tráficos

El puente sobre la ría, núcleo principal del único tramo libre de peaje de la AP-9 en Pontevedra y que es, a día de hoy, la única circunvalación de la que dispone la ciudad, es el quinto sector de los 35 que conforman toda la autopista gallega, que acumula más tráfico, pese a que en apenas un año el número de usuarios ha caído más de un 10%, al pasar de 46.000 a poco más de 41.000. El descenso es aún mayor si se compara con los casi 50.000 que utilizaban este viaducto entre el nudo de Bomberos y el de O Pino en 2008 y 2009.


Solo por delante del tramo pontevedrés se sitúan los recorridos Rande-Teis (casi 58.000 coches); Cangas-Rande (52.800); Teis-Vigo (52.400); y A Coruña-Barcala, que apenas supera los 47.000 vehículos. Mientras en el tramo coruñés se constata un descenso de usuarios similar al de Pontevedra (en torno a un 11%), en los itinerarios vigueses también se registra caída de tráficos pero de menos intensidad, alrededor del 7%, según los últimos datos oficiales del Ministerio de Fomento referidos a la totalidad de la AP-9.

De hecho, toda la autopista gallega contabiliza un uso medio diario de menos de 22.000 coches y existen tramos donde la caída de usuarios supero el 17%, como en Santiago Este-Santiago Sur o Rebullón-Porriño. El sector menos usados es el de Baiona-Tui con apenas 1.100 coches diarios.

De los 41.300 vehículos que atraviesan a diario el gratuito puente sobre la ría en Pontevedra, más de 36.000 son ligeros y algo menos de 4.600 son pesados. Si este tramo libre de peaje ha perdido en un año el 10,46% de sus tráficos, el descenso es algo mayor en los sectores donde hay que abonar tasa. Así, entre Carracedo y Caldas se contabilizan algo más de 19.000 coches al día, igual que entre Caldas y Curro. En ambos casos el descenso supera el 11%. Entre Curro y el nudo de Bomberos, que se utiliza como enlace directo con la autovía de O Salnés, circulan 20.000 vehículos, un 11% menos que un año antes.

Al Sur de la ciudad ya se superan con creces los 27.000 automóviles, si bien entre Pontevedra y Vilaboa lo hace un 14% menos que antes. De hecho, en este sector es donde más se nota que los conductores prefieren utilizar rutas alternativas gratuitas antes que abonar el peaje entre Pontevedra y Rande. El caso más llamativo es el de la N-554 en Vilaboa. Los datos del Ministerio de Fomento, del que depende el vial, señalan que en los últimos siete años, su intensidad diaria de vehículos ha pasado de menos de 6.400 coches a los más de 10.635 actuales, es decir, un aumento de más del 60%.

A su vez, la N-550, alternativa a la AP-9 al Norte y al Sur, también crece en tráfico. Aunque el sur de la ciudad la N-550 mantiene las intensidades medias de años anteriores, sin un especial aumento (en el entorno de O Pino son unos 21.200), al norte esta carretera ha ganado usuarios. En la zona de Alba se superan ya los 11.000 coches, que se disparan a más de 18.000 en Lérez.

Este aumento de tráfico en la red convencional del Estado la comarca solo podría paliarse, al menos en parte, con la construcción de la A-57 y la circunvalación, desde el entorno de Vigo hasta Barro para enlazar allí con la autopista. Sin embargo, apenas ha habido avances al respecto en el último año.

El Faro de Vigo.es 18/09/2013