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sábado, 5 de marzo de 2016

El tráfico en Madrid: 41 días de circulación 'verde' por seis en 'ámbar'

Tráfico en la calle Alcalá en plena hora punta. JAVIER BARBANCHO.

Si el estado de la circulación por las calles de la capital se evaluara con el código de colores de los semáforos, entre el 10 de diciembre y el 17 de febrero se habría encendido en 41 ocasiones la luz verde y en las seis restantes el ámbar. Ni rastro del rojo.

Con estos datos, el Ayuntamiento de Madrid concluye que en los dos últimos meses ha habido una "regularidad y estabilidad" de la situación del tráfico en la ciudad y sus accesos "sin oscilaciones significativas". Eso sí, a la conclusión optimista se llega "sin perjuicio de la percepción subjetiva del ciudadano" que se ve afectado por las incidencias registradas, que también las ha habido, como elincremento de accidentes de tráfico por la climatología adversas.

Los datos los ha desgranado este martes la alcaldesa, Manuela Carmena, en una intervención a iniciativa propia y que realizará de forma periódica "con el objetivo de lograr que todos los concejales de los distintos grupos municipales puedan realizar un seguimiento en profundidad de los asuntos más importantes" en la gestión que realiza el Gobierno local. Será lo que técnicamente se va a llamar la Dación de Cuentas.

Además del tráfico rodado en general, la primera edil ha hecho alusión a los datos globales de las 175 líneas de autobuses de la EMT. Según la estadística oficial, la regularidad media por mes y recorrido mejoró en 2015 un 1,2%, al pasar del 88,4% al 89,5%.

En cuanto al empleo, otro de los asuntos mencionados por Carmena en el Pleno municipal, las contrataciones con intermediación de la Agencia para el Empleo del Ayuntamiento de Madrid se han incrementado de 1.509 en 2014 a 1.682 el año pasado, lo que representa una subida del 11%. Asimismo, el éxito en los procesos selectivos de empresas privadas con candidatos propuestos desde este servicio público ha evolucionado del 8,4% al 37%.

Otro de los logros que se atribuye el equipo de Manuela Carmena en sus primeros meses de gobierno es la mejora en la gestión de las altas de declaraciones responsables que permiten abrir negocios. Antes de la activación de un plan de choque en el mes de octubre para agilizar la tramitación, se tardaba de media 90 días en dar luz verde a un expediente, cifra que según los datos aportados este martes se ha reducido a siete días.

sábado, 13 de febrero de 2016

Madrid: aparcamientos disuasorios para menor circulación de coches en el centro


Los aparcamientos dispondrán de tarifas bonificadas, que podrán llegar incluso a la gratuidad cuando se usen de forma ‘disuasoria’, es decir, se estacione en ellos para acceder desde allí a la red de transporte público.
El uso no disuasorio de estos aparcamientos se hará conforme a las tarifas municipales y podrá ser motivo de recargos, con el fin de evitar el estacionamiento de vehículos vinculados a centros de trabajo, industriales y comerciales que haya en las proximidades.
Ninguno de estos aparcamientos constará de más de 500 plazas, y ligarán su uso al del transporte público, dado que todos ellos están muy próximos a estaciones de Metro, Cercanías Renfe o paradas de autobús. El régimen tarifario que se contempla es ‘muy bajo’, de hecho, podría ser incluso gratis, en función del uso del transporte colectivo ese día.
Su uso se facilitará con sistemas de pago ágiles, cómodos y eficientes, incluyendo el pago desde dispositivos móviles, y se podrá controlar al usuario telemáticamente. El usuario podrá hacer uso de este aparcamiento durante no más de 24 horas.
Estos aparcamientos aportarán también información a tiempo real sobre disponibilidad de plazas, tiempo estimado hasta el aparcamiento y el trayecto más rápido y tiempo de espera estimado al transporte público. Los usuarios podrán acceder a esta información tanto a través de paneles informativos ‘in situ’ como mediante aplicaciones móviles.
Para poner en marcha este proyecto se han analizado ciudades con sistemas de descongestión del tráfico similares como Bilbao, París, Burdeos, Hamburgo, Múnich, Stuttgart, Londres y Bristol, y se ha estudiado a fondo el área metropolitana madrileña.
Los resultados han revelado que los mejores lugares para construir los aparcamientos disuasorios están fuera de la propia ciudad, siempre en las inmediaciones del transporte colectivo. Además, según han informado Sabanés y López de Carmona, en algunos casos se ampliarán infraestructuras ya existentes.
Estas primeras plazas de aparcamiento se situarán en el entorno de la carretera de circunvalación M-40, en las zonas de Pitis, Fuente de la Mora, Canillejas, Estadio Olímpico, Santa Eugenia, San Cristóbal, Villaverde Alto, Cuatro Vientos y Aviación Española, según informó el director general de Gestión y Vigilancia de la Circulación, Francisco López de Carmona.
El proyecto podría empezar a ejecutarse en 2017 sobre un presupuesto de 78 millones de euros, aunque esta cantidad sigue abierta a otras aportaciones. La primera fase, ha explicado Sabanés, traerá 15.000 plazas, aunque se trata de un proyecto de legislatura.
Estos aparcamientos se situarán a una distancia media de 50 metros, es decir, un minuto a pie, de los lugares de acceso al transporte público. La excepción es el de Canillejas, que quedará a 200 metros de la estación de Metro y la zona de autobuses.
La implantación de los aparcamientos disuasorios irá acompañada de incrementos en la frecuencia de los transportes colectivos y la sobredimensión de los accesos viarios a los mismos.
Se está estudiando completar la gestión de estos nuevos aparcamientos con la implantación de zonas del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) en zonas aledañas, lo que aseguraría a los residentes de las inmediaciones la posibilidad de aparcar en la vía pública.
El Ayuntamiento de Madrid presentó este programa al Consorcio Regional de Transportes de Madrid el pasado 29 de enero. Ahora, las instituciones local, autonómica y estatal deberán coordinarse para la planificación de las construcciones necesarias, ya que afectan a ámbitos comunes de actuación.
También ha compartido este proyecto con los distritos en los que se van a ubicar los aparcamientos, con ADIF, con Renfe Cercanías y con otros agentes, y les ha pedido que presenten sus propuestas antes del 15 de febrero. ADIF ya ha aportado las suyas.
El consistorio ha abierto también un periodo de información pública para que los vecinos, asociaciones y colectivos puedan hacer llegar sus propuestas.

lunes, 24 de noviembre de 2014

Propuestas de movilidad para las elecciones de 2015 en Madrid: Participa

Desde EnbiciporMadrid en colaboración con Ecomovilidad hemos elaborado este borrador de propuestas de movilidad que nos gustaría que sirviera de punto de partida para realizar un programa electoral colaborativo entre todos los lectores. 
  
A lo largo de las próximas semanas, os iremos pidiendo ideas sobre los problemas, objetivos y soluciones que Madrid requiere. Vosotros mismos votaréis la relevancia de las propuestas de otros lectores. 

El resultado se plasmará en dos documentos, uno de propuestas para la Comunidad de Madrid y otro para el Ayuntamiento de Madrid. Todos los partidos que concurran a las elecciones recibirán estos documentos, con objeto de que la incorporen a su programa. 

Finalmente, allá por abril de 2015, iremos analizando sus programas electorales para que podáis juzgar por vosotros mismos a cuál votar desde el punto de vista de la movilidad sostenible.

¿Cómo participar en la elaboración del programa electoral participativo?

En este blog iremos publicando periódicamente artículos donde se os plantearán cuestiones que podréis debatir, pero las propuestas que hagáis serán votadas mediante Appgree. Id dándoos de alta si todavía no lo habéis hecho.

Mientras preparamos la primera cuestión, podéis leer el borrador para ir calentando motores. Si no os apetece leerlo entero, pinchando en esta imagen podéis consultarlo de una manera más intuituva.

 Propuestas de movilidad para las elecciones de 2015 en Madrid

Diagnóstico


1. La movilidad sostenible es impopular. Hace falta educación ciudadana e información institucional

Aunque todos estemos de acuerdo en la necesidad de reducir las externalidades negativas de la movilidad, las decisiones que se toman en Madrid son tímidas o contraproducentes, escudadas en lo impopular que serían las medidas acertadas. Así, se prefiere contentar a conjuntos de individuos aún a sabiendas de que se está perjudicando a todos los madrileños.



2. Los diagnósticos de movilidad son acertados, pero se toman decisiones políticas al margen

Aunque existen numerosos estudios diagnosticando los problemas de movilidad de Madrid y ofreciendo soluciones valiosas, en estos momentos el oportunismo político, el cortoplacismo y las visiones excesivamente sectoriales se han impuesto sobre una perspectiva de conjunto que permita tomar medidas coherentes.

3. Mala planificación de infraestructuras

La población del área metropolitana de Madrid ha crecido un 20% desde 1980, pero su red de metro se ha triplicado y la red de autopista se multiplicó por diez. Este crecimiento por encima de lo necesario en áreas no consolidadas ha fomentado una expansión territorial a costa del erario público que ahora se ha demostrado insostenible. Adicionalmente, muchas de estas infraestructuras han ignorado criterios técnicos, encontrándose ahora en infrautilización pero cargando sus costos al resto del sistema.


4. Espiral de reducción de viajeros y calidad en el transporte público 

La caída de viajeros derivada de una menor actividad económica no se ha compensado por un trasvase de usuarios del coche en busca de un transporte más económico. Al contrario, la gratuidad del uso del coche más allá de la M30 ha provocado en periferia un éxodo del metro y el bus, que está repercutiendo en unos costes de explotación crecientes que obligan a recortes en frecuencia, horarios, calidad, etc.

La consecuencia es una aceleración de esa huida del viajero del transporte público.


Evolución del uso del coche y el transporte público en la Comunidad de Madrid
Fuente: Ayuntamiento de Madrid / INE / Comunidad de Madrid
5. Parece que las periferias no existen al hablar de movilidad sostenible

Las actuales políticas en favor de una movilidad más sostenible se concentran en el interior de la M30, donde el coche sólo representa un 25% de los desplazamientos. La periferia, donde el uso del coche puede superar el 50% es la gran olvidada de las políticas de fomento de una movilidad alternativa.


Las nuevas planificaciones urbanas, no demasiado compactas, separando viviendas y puestos de trabajo, aisladas de la trama urbana consolidada y con un diseño que pone al coche por encima de otros modos, acrecentan este problema.



 Por qué las periferias están diseñadas como la foto de abajo y no la de arriba?

6. Falta continuidad en la trama urbana, lo que dificulta desplazamientos no motorizados

Tanto en los nuevos desarrollos como en los barrios consolidados los principales ejes viarios favorecen la fluidez del tráfico motorizado privado, partiendo la ciudad en segmentos poco conectados entre sí. La comunicación entre estas áreas es desagradable y pesada para quien opte por ir andando, en transporte público o en bici.


 ¿Has probado a salir del PAU de Las Tablas andando?

7. Dificultad de autonomía para los desplazamientos de algunos segmentos sociales

Llegar a los destinos cotidianos sin coche permite la independencia de todos los ciudadanos. Esta independencia es relativamente fácil en algunos barrios, pero tiende a lo imposible en no pocos nuevos desarrollos por las distancias, la hostilidad de la calle y la falta de alternativas prácticas.

Este proceso se ve reforzado por la gentrificación de áreas del centro, que expulsa a los habitantes más vulnerables a barrios donde la movilidad se ve reducida/encarecida para aquellos que no conducen: niños, gente muy mayor o con pocos recursos. 

Vean las consecuencias de la gentrificación

Objetivos

 

1. Mejorar la calidad de vida en la ciudad de Madrid haciendo atractivo el modelo de ciudad densa frente a la huida a la periferia de baja densidad

El principal objetivo de la movilidad debe ser mejorar la calidad de vida de la ciudad, aumentando las opciones de movilidad a quienes no tienen ahora alternativas y reduciendo las numerosas externalidades negativas que existen (contaminación, ruido, estrés, costes, accidentes). Madrid ha de ser un lugar con los servicios de una gran ciudad y el ritmo y calidad de vida de un pequeño pueblo. 

La ciudad como hogar y no como vía de tránsito 
Cambiar las reglas de juego y no el tablero

2. Reducir la necesidad de la movilidad obligada


En un escenario de distancias crecientes debido a la mala planificación urbanística, el reparto modal hacia medios más favorecedores de la calidad de vida es cada vez más difícil.

Es necesaria una política que busque la reducción de la movilidad no deseada (fundamentalmente los desplazamientos casa-trabajo), acercando distancias mediante un nuevo modelo urbanístico que favorezca la ciudad densa y compleja.


3. Reducir el reparto modal del coche a favor del peatón, la bici y el transporte público 
El verdadero objetivo del aumento del uso de la bici o el transporte público ha de ser la reducción del uso del coche privado. Cualquier medida que sólo logre trasvasar peatones a la bici sin tocar al coche no interesa.

La bici, herramienta de transformación urbana



4. Restaurar el orden de prioridades: peatón, transporte público, bici, taxi, moto, ... automóvil particular. 
Para lograr el cambio modal, se ha de tener esta secuencia de prioridades siempre presente en todos los ámbitos, desde el diseño urbano del espacio público hasta las normativa de circulación.

Cómo introducir la bici en la ciudad cambiando las reglas de juego


5. Aumentar la eficiencia de los modos motorizados para lograr reducción de externalidades negativas del transporte 

Cuando no sea posible el cambio modal, se tendrá en cuenta la eficiencia para establecer prioridades con los siguientes tres criterios: 
  • Eficiencia del viaje: aumentar el reparto modal de los medios más eficientes/con menos externalidades por viajero.
  • Eficiencia del vehículo: mejorar la eficiencia de los vehículos motorizados que no se hayan conseguido captar hacia los modos más eficientes. Aquí entran: vehículo eléctrico, car-sharing, car-pooling, etc. 
  • Eficiencia del sistema: reducir o evitar la longitud de los viajes y la necesidad de viajar. Esto va desde aumentar la compacidad y complejidad (que se pueda ir andando a por el pan, vaya) hasta el teletrabajo (reducción de la movilidad obligada). 
La ecomovilidad, explicada por Ecomovilidad

6. Intermodalidad completa
La cantidad de modos y redes existentes puede aprovecharse mucho más si se eliminan las trabas artificiales que dificultan la combinación de más de un medio de transporte en un viaje cotidiano.

El objetivo de la intermodalidad en Madrid  

Aparcar una bici en una estación de tren, usar la bici pública o el taxi con la tarjeta transportes o poder usar más de un transporte sin tener que comprar varios billetes permitiría multiplicar el servicio que realizan a la ciudad estos transportes sin necesidad de nuevas expansiones.

¿Llevar bicis en el metro? ¿Para qué?


Propuestas fundamentales a desarrollar a lo largo de la legislatura


1. Condicionar las decisiones de planificación urbanística a los objetivos de movilidad sostenible 

La necesidad de desplazamientos de la población viene determinada por la separación en distintas zonas de la ciudad de los lugares de estancia y de trabajo, en un modelo tendiente a ocupar más espacio, y por tanto, con mayores distancias.

Esta necesidad de movilidad obligada debe reducirse a través de la planificación urbana con los siguientes criterios:
  • Complejidad de la trama urbana: se ha de tender a la mezcla de usos y estratos sociales, especialmente en las zonas que sólo tienen una función o un único tipo de usuario, muy común en la periferia de Madrid. Ejemplos: Ciudad de la Justicia, PAUs excesivamente residenciales, Universidades. 
  • Compacidad y densidad: el crecimiento ha de ser interior a la ciudad y tendiente a la densificación. 
  • Las operaciones urbanísticas han de asumir en cuenta el impacto y el coste que generan en la movilidad del conjunto de la ciudad, con objeto de que se fomenten aquellas que generen menos desplazamientos y en modos más sostenibles, o en su defecto, que se compense a la sociedad por los perjuicios causados. 
Un cambio en el modelo de planificar la movilidad (en inglés)

2. Redistribución del espacio público atendiendo a la prioridad del ciudadano que camina, el que va en bici y en transporte público por encima del coche privado

El diseño de las calles debe de dar prioridad a las personas y a los modos de transporte más beneficiosos para la ciudad en caso de conflicto con el coche privado, que ha de ser considerado como un invitado sin prioridad. Esto implica:
  • Que en calles estrechas la falta de espacio ha de solucionarse restringiendo al modo que más espacio ocupa 
  • Que las grandes avenidas de la ciudad han de ser arterias de vida para la ciudad antes que autopistas urbanas 
  • Que la resolución de puntos conflictivos de la ciudad ha de priorizar la comodidad de itinerarios del peatón, la bici y el transporte público, aunque para ello se perjudique la comodidad del coche 
  • Que la restricción del espacio del coche no debe producirse condicionada a que se construyan alternativas para que éste se siga usando en otra parte. 
El espacio que le queda al peatón (presentación) 
El espacio que le queda al peatón (PDF)
Introducir la bici en la ciudad

3. Replanteo integral de la red de la EMT 
En un entorno de demanda decreciente, con una red que arrastra concepciones de hace 50 años, y empezando la bici a comer terreno, es necesario plantear el papel de la EMT para lograr unos recorridos más directos, rápidos y complementarios a la red de metro y cercanías.

Casos de referencia:
  • Nueva Red ortogonal de Barcelona. 
  • El empleo de sistemas Bus Rapid Transit en ejes principales que no dispongan de metro (Av. Poblados, Arturo Soria, Castellana-Recoletos) 

4. Replanteo de la política de aparcamientos 
Es necesario acabar con la creencia de que aparcar el coche particular es un derecho gratuito, algo que genera una ocupación carísima del espacio público y un efecto atractor del coche, actualmente sólo regulada en el interior de la M30.

Varias medidas son necesarias para reducir este problema:
  • Áreas de Prioridad Residencial (APR) fuera del distrito centro 
  • Aparcamiento regulado en el resto de Madrid 
  • Red de aparcamientos disuasorios, con una política tarifaria que evite la atracción desde otros municipios más lejanos que disponen de aparcamientos en origen 
  • Prioridad del aparcamiento en superficie para servicios, repartos, medios alternativos, residentes y visitantes, en este orden.
  • Disponibilidad de tarjeta de residentes en función de la capacidad del barrio 

Propuestas urgentes para implantar el primer año 

 

1. La planificación de la movilidad sostenible ha aplicarse de manera específica fuera de la almendra central (más allá de la M30)

¿Por qué parece que sólo importa una movilidad sostenible en los centros históricos? Las periferias, como áreas mucho más dependientes del coche, han de ser prioritarias en las acciones que traten de corregir el reparto modal hacia modos más beneficiosos para el conjunto de Madrid. Cada acción de fomento de modos alternativos en estas zonas tendrá mucho más impacto en la reducción del uso del coche que en el centro.

Algunas acciones que se hacen en el centro y que deben de trasladarse también a periferias:
  • La pacificación del tráfico en intensidad y velocidad 
  • La restricción al aparcamiento indiscriminado 
  • La restricción al paso de coches no residentes 
  • La prioridad de la bici en la calzada 
Hay dos realidades en Madrid para la bici según el barrio

2. Integración total de todos los modos de transporte 

La intermodalidad ha de ser completa entre todos los medios de transporte públicos, la bici y el coche. Varias medidas se pueden tomar para lograrlo:
  • Integración tarifaria completa, como existe en no pocas ciudades. Esto implica una revisión del sistema actual de tarifas, medio de pago y la incorporación de modos actualmente excluidos en el Consorcio de Transportes: biciMAD, taxis, coche compartido, aparcamientos municipales, etc. 
  • Eliminar todas las trabas legales al transporte de bicis, carritos y equipajes en el transporte público 
  • Política decidida por los aparcamientos disuasorios, acompañado de un sistema de tarifas que invite a buscar el aparcamiento más cercano al lugar de origen 
  • Redefinición de las competencias del Consorcio de Transporte 
  • Integración de toda la información relativa al transporte, incluidos la bici y los desplazamientos peatonales. 
3. La ciudad ha de ser permeable a peatones, bici y transporte público en cualquiera de sus trayectos

Se ha de poder atravesar de la manera más corta y agradable a pie, en bici y transporte público todas las grandes vías y autopistas urbanas que fraccionan el tejido urbano. Las acciones irían desde la construcción de pasos donde no existen, hasta la redifinición del reparto del espacio en los que ya están pero discriminan a estos modos de transporte, o la pacificación de los urbanos de difícil tránsito.

Casos concretos:
  • Las autopistas como M40, que separa nuevos barrios y periferias cercanas a Madrid Capital. Ejemplos de intervención low-cost para solucionarlo
  • Las grandes arterias urbanas, como PºCastellana o Av. Ensanche Vallecas, que hacen que cruzar al otro lado sea una aventura 

4. El Ayuntamiento ha de ser el ejemplo de la movilidad que queremos para toda la ciudad 

El efecto ejemplar que puede lograr el Ayuntamiento es inmenso: 20.000 empleados, numerosos edificios públicos, policía municipal, EMT... Son medidas de rápida implantación las siguientes:  

Mecanismos de interacción entre el Ayuntamiento y los ciudadanos

 

1. Mecanismo transparentes de participación para que se puedan tomar decisiones de movilidad con conocimiento de sus consecuencias 

Para lograr implantar políticas de movilidad que benefician al conjunto de la ciudadanía pero que pueden causar perjuicios particulares es necesaria la participación en la toma de decisiones, con mecanismos por los que el Ayuntamiento y los ciudadanos puedan comunicarse en TODOS y cada uno de los siguientes aspectos: 
  • Diagnóstico de la situación: La ciudadanía es el mejor trabajo de campo que existe, y el Ayuntamiento debe poder agregar sus experiencias particulares 
  • Información sobre problemas a resolver: Estos diagnósticos han de marcar la agenda sobre las líneas de acción a tomar. 
  • Recogida de propuestas: La actual participación de ideas sueltas que el ayuntamiento recoge y contesta por separado debe dar paso a procesos en los que se pueda conocer qué es lo que están proponiendo otros y cómo se están agregando esas propuestas 
  • Información sobre las soluciones que la ciudadanía elige: La transparencia respecto a costes y beneficios de las medidas reclamadas es la única manera de poder tomar decisiones colectivas con criterio. De esta manera se pueden priorizar proyectos asumiendo que eso implica dejar otros de lado. 
  • Seguimiento de las soluciones adoptadas: no sólo garantiza su cumplimiento, sino que permite rectificaciones consensuadas en caso de resultados no acordes a lo previsto 
  • Asunción de responsabilidades: Tener todo este mecanismo a la vista permite saber qué funciona para repetirlo y qué no para corregirlo. La toma de decisiones colectivas así planteada fomenta la responsabilidad en las elecciones tomadas frente a la búsqueda de culpables sobre los que descargar los errores de la ciudadanía. 
Un ejemplo de participación que hemos hecho en este blog hasta donde hemos podido 

2. Mucha didáctica para que la gente entienda y apoye las medidas de interés general que pueden causar perjuicios particulares 

Muchos de los problemas de movilidad no son detectados por la ciudadanía al no tener efectos sobre el individuo, sino sobre el conjunto de la sociedad: costes para las arcas públicas, efectos sobre la salud, pérdida de movilidad de sectores de la población, etc.

En estos casos, el papel del Ayuntamiento debe ser informar de estos problemas a la ciudad, así como los beneficios que supondría su solución. Es una manera de que la gente entienda y apoye medidas impopulares por el perjuicio particular que puedan causar.

Casos típicos de medidas que benefician al conjunto pero que han tenido contestación social por falta de didáctica son:
  • Los parquímetros 
  • Las Áreas de Prioridad Residencial 
  • La posibilidad de un peaje urbano 
3. Facilitar herramientas de petición de acciones que vayan en la línea de los objetivos marcados

Dentro de las cuestiones de movilidad que la ciudadanía debe decidir, han de tener especial relevancia y urgencia aquellos que faciliten y legitimen acciones encaminadas a la reducción de necesidad obligada, la mayor autonomía de los grupos sociales que no usan el coche, la mejora de la calidad de vida y el cambio del reparto modal del coche hacia el resto de modos.

Estos mecanismos deberían de poder abarcar peticiones de diversa escala, como por ejemplo:
  • Que un barrio solicite restricciones al tráfico motorizado privado 
  • Que un centro educativo se una a las rutas escolares a pie o en bici 
  • Que un ciudadano pueda denunciar un cruce en el que el tiempo para cruzar a pie es escaso
En Bici por Madrid.es 17/11/2014

    sábado, 28 de diciembre de 2013

    ¿Por qué los Planes de Movilidad no consiguen que usemos menos el coche?

    Las políticas actuales llevan a los coches a la periferia, pero no reducen su uso

    Todos los planes de movilidad sostenible aprobados en España en la última década buscan potenciar el uso del transporte público y la bicicleta, restringiendo el uso del coche en los centros de las ciudades. Empeño encomiable si no fuera porque dichos planes van acompañados de medidas que desplazan el problema del abuso del coche a la periferia, que cada vez tiene más infraestructuras para poder usar ese medio.

    Es decir, estas dos imágenes no responden a políticas opuestas, sino que suelen suceder a la vez en la misma ciudad. La restricción al coche no se considera viable sin "alternativas" para que se siga usando.



    Sí, es cierto. Se consiguen centros urbanos más humanos y habitables, pero a cambio es más fácil (y a veces inevitable) depender del coche cuanto más lejos se viva de ese casco histórico. Se facilita la dispersión territorial, ya que se le han dado grandes facilidades en forma de autovías de circunvalación, aparcamientos disuasorios y transporte público, haciendo cada vez más difícil caminar o ir en bici, tanto por distancia, como por lo difícil que es atravesar todas esas autopistas.

    A medio plazo incluso el transporte público empieza a resultar económicamente inviable con densidades cada vez más bajas y distancias mayores.

    El caso de la Comunidad de Madrid

    El resultado de las políticas de transporte: la dependencia del coche en el área metropolitana.
    Aunque la Comunidad de Madrid no ha tenido un Plan de Movilidad Sostenible como tal aplicado al conjunto del área metropolitana, las políticas de movilidad desde hace 25 años responden claramente a este esquema:
    • Restricciones de paso al coche en los centros históricos, especialmente en Madrid capital: zonas de aparcamiento regulado, barrios para residentes, peatonalizaciones.
    • Grandes inversiones en vías de circunvalación para evitar el tráfico de paso a las zonas que se quiere restringir. Se han multiplicado por 10 los km de autopistas en estos 25 años.
    • Grandes inversiones en transporte público: La red de metro pasa de 115 a 325 km.
    El resultado no ha sido una disminución del uso del coche. Al contrario, estas políticas han facilitado la dispersión de la población por el territorio, al tener acceso a una movilidad mecanizada barata (la red de carreteras y el transporte público están fuertemente subvencionadas). 


    Tras 25 años de aplicar estas políticas, esto es lo que hemos conseguido:

    • Aunque sólo hay un 20% más de población, ocupamos el doble de suelo, la red de Metro se ha multiplicado por 3 y la red de vías rápidas por 10. Los dos planos anteriores muestran la brutal expansión en sólo la última década, pinchad para ampliar (gracias, Basurama)
    • La distancia para ir al trabajo se ha duplicado, llegando hasta los 10 km de media, haciendo cada vez más difícil ir andando o en bici. La dependencia de los medios mecanizados es cada vez mayor.
    • El coste para las arcas públicas de la movilidad se ha disparado, llegando al punto de tener que ya no es posible siquiera mantener la calidad de la red sin sacrificar otros servicios públicos.
    Cuando el coste de desplazarse ha ido encareciéndose, el comportamiento de los ciudadanos ha sido dispar: En Madrid capital se usa menos el coche a favor del transporte público y la bici, e incluso se prefiere andar. En el área metropolitana, en cambio, el coche ha ganado reparto modal.

    Esto se debe al mayor coste de usar el coche en Madrid Capital, principalmente por el aparcamiento de pago desde 2005 y que en periferia sigue siendo gratuito. Debido a la mayor distancia, la bici y el caminar no es tampoco opción en la periferia. Las nuevas restricciones de acceso al centro de Madrid también son un factor clave, que contrasta con la creciente facilidad que supone usar el coche en periferia gracias a las nuevas autovías creadas en los últimos años.

    Fuente: Ayuntamiento de Madrid / INE / Comunidad de Madrid


    La mitad de los coches que circula por Madrid capital viene del exterior 

    Como resultado de estas políticas, el residente en Madrid sólo usa el coche en un 25% de los desplazamientos. Son aproximadamente un millón de coches circulando por la ciudad, una cifra algo inferior a quien se desplaza andando o la mitad de los que lo hacen en transporte público. Eso significa que las políticas de promoción de la bici, si se enfocan al interior del municipio captarán a un conductor por cada dos viajeros de transporte público, además de los que dejen de realizar el camino andando.

    Fuente: EMD 2004 (Consorcio de Transportes)

    Sin embargo, hay otro millón de coches que usa la ciudad que viene del Área Metropolitana a los que no les afectan las medidas de promoción de la bici a escala local, porque por distancia su única alternativa es el transporte público, y sólo para dirigirse a lugar muy poblados. Si los trayectos se realizan entre zonas de periferia dispersas, el coche es un monopolio.

    La recesión económica, lejos de haber corregido esto, lo está acentuando. Viajar en coche por periferia es cada vez más fácil, según decrece la actividad económica y sus atascos, y para quien tiene coche, el encarecimiento no ha sido tan severo como en el transporte público, donde además la calidad del viaje se ha resentido notablemente.

    Son en estos trayectos metropolitanos donde hay que enfocar las políticas de cambio de movilidad, ya que es donde cada vez está más desequilibrado el reparto modal a favor del coche.

    Malgastamos el dinero de los ciudadanos para que la gente se vaya a vivir lejos 

    Una política urbanística de alta subvención a las infraestructuras del transporte en los últimos años ha acentuado la dispersión territorial, y con ella, la dependencia al coche. La alta inversión en transporte público de los últimos años no sólo no ha sido capaz de atender esta dispersión territorial, sino que puede haberla acentuado, al sufragar con fondos públicos parte del coste que supone la decisión de alejar el lugar de residencia, donde el suelo es más barato.

    Las consecuencias de esta política las estamos sufriendo en carnes: un transporte público que ha crecido por encima de lo que podemos pagar como usuarios y como contribuyentes, lo que está ocasionando menos frecuencias, menos horarios, bajadas de salarios e incluso cierre de líneas. Y a la vez unas carreteras sobredimensionadas la mayor parte del día que cada vez es más difícil mantener y que resultan una sangría para las arcas públicas, incluso aquellas vías de peaje que teóricamente no tendría que pagar el contribuyente pero que acabaremos rescatando con nuestros impuestos.

    ¿Puede ser la combinación bici + transporte público una solución?

    La combinación bici + transporte público aporta una serie de ventajas que estos dos medios de transporte son incapaces de atender por separado en este panorama:

    • Cubrir largas distancias: Mientras que el umbral de uso de la bici como medio de transporte diario cae a partir de los 7-8 km, la combinación con el transporte público puede aumentar el rango de acción fácilmente hasta los 40 km. 
    • Atender la demanda de zonas de baja densidad: Una estación de transporte público tiene un alcance limitado a unos 800 m cuando el trayecto final/inicial hay que hacerlo andando. La bici puede triplicar fácilmente ese radio de acción, abarcando un área 10 veces mayor. 
    • Conseguir tiempos de desplazamiento competitivos frente al coche: Al reducirse los tiempos de acceso a la estación, es posible realizar el desplazamiento típico del área metropolitana en menos tiempo que el coche. 
    Fuente: En Bici por Madrid

    Para que esta combinación pueda ser efectiva, han de darse varias condiciones:

    • Acceso lo más directo y rápido posible en bici a las estaciones principales a través de vías de fácil uso para la mayor parte de la población
    • Posibilidad de aparcar la bici con seguridad en la estación de origen 
    • Posibilidad de disponer de una bici en la estación de destino,
    Si realmente queremos una alternativa real al uso del coche allá donde más se usa, se han de empezar a implantar estas medidas en el Área Metropolitana. Aunque para eso, los ayuntamientos deberían de empezar a pensar en algo más que su término municipal, sobre todo cuando hacen planes para la bici.

    Es competencia de la Comunidad de Madrid y del Consorcio de Transportes coordinar sus planes de movilidad llamados muy alegremente "sostentibles" para que realmente esa palabra signifique algo de una vez.