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domingo, 19 de junio de 2016

Una autopista donde el gran lujo es lo que cuesta circular por ella



Quienes cogen la autopista, la AP-9, bien sea en la comarca de Pontevedra bien sea en la de Arousa lo hacen, a menudo, por una cuestión básica en estos mundos de prisas: reducir los tiempos de viaje. ¿Lo consiguen? Casi siempre sí. Hay que tener en cuenta que si uno se mete al infierno que es la N-550 de Pontevedra a Vigo tendrá que soportar tráfico y más tráfico y cascos urbanos donde se le agotará la paciencia. Incluso quienes van de Vilagarcía a Pontevedra, o viceversa, aunque tengan que ir a coger la vía de pago a Caldas, a menudo les compensará, porque la otra opción, la carretera P0-531, es un infierno de radares, señales que prohíben ir a más de 50 o 70 y circulación intensa. Dicho esto, reconociéndole a la AP-9 el mérito que tiene para acortar los tiempos, cabe examinar qué se encuentran los conductores a pie de vial.

El viaje empieza en Carracedo, en Caldas. Es necesario entrar ahí en la AP-9 para darse cuenta de una cuestión. Algo tan simple como una señal mal colocada supone un peligro importante. Resulta que el vial que luego da acceso a la autopista no es precisamente seguro. Tiene unas curvas de aúpa y, desafortunadamente, en él ya hubo accidentes graves. En esa calzada, cualquier desmán de un conductor es una temeridad. Por eso es incomprensible que el enlace con la AP-9 no se anuncie con antelación para que los pilotos vayan poniendo el intermitente. El indicativo está justo encima del cruce. Así que es habitual que quien lo coge por primera vez frene de golpe al verlo para no pasárselo.

Luego toca circular ya por la AP-9 en dirección Vigo. El firme, aparentemente, está en condiciones aceptables. Hay algún que otro parche, pero se cuentan con los dedos de la mano. Llama la atención, eso sí, que en algunos tramos no haya valla de acero a orillas del vial. En cuanto a los cierres perimetrales, esos que, por ejemplo, evitan que la fauna acabe sobre la calzada, también permanecen en buen estado. Además, en un día cualquiera como ayer o anteayer, uno podía tomar a operarios de mantenimiento en distintos puntos cortando vegetación o realizando otras obras. Eso, positivo por lo que representa para que la vía esté en óptimas condiciones, lógicamente, tiene repercusiones para el tráfico. Anteayer mismo, en las cercanías de Pontevedra, en algunos puntos solo se podía circular por un carril, con lo cual el tránsito era más lento de lo que cabría esperar. Pese a ello, por descontado, el precio del viaje era exactamente el mismo.

Luego están los peajes. En ellos, cada vez hay menos personal. Eso, por no hablar de que, de cuando en vez, se producen colas. También habría que hablar de otros servicios. ¿Dónde se puede repostar o tomar un café de noche? Las áreas de servicio de O Salnés y San Simón, ambas a pie de la autopista, cierran. Así que ni una ni la otra sirven. Quizá haya quien piense que eso, en realidad, sería un lujo que lo hubiese. ¿Pero acaso no es de lujo pagar 3,70 euros por ir de Pontevedra hasta Vigo?

jueves, 12 de mayo de 2016

El tráfico de la AP-9 sube un 3% en febrero y encadena 18 meses seguidos de ascensos

El tráfico de la AP-9 volvió a crecer en febrero con lo que encadenó 18 meses de subidas y consolida una tendencia al alza que arrancó a mediados de 2014. La última vez que la autopista que vertebra la comunidad de norte a sur enlazó 18 meses seguidos en positivo fue entre septiembre de 2006 y febrero de 2008.

Durante el pasado febrero, 20.057 vehículos circularon de media por alguno de los 219 kilómetros de la vía, según los datos del Ministerio de Fomento. Es un 3,1% más que en febrero de 2015.

La AP-9 rompió el pasado ejercicio un periodo de siete años de caídas, cuando llegó a encadenar 29 meses de descenso de tráfico. Fue entre abril de 2011 y julio de 2013. Pese a las mejoras de los dos últimos años, en estos momentos el volumen diario de la AP-9 todavía es un 25% inferior al máximo de 27.029 usuarios al día contabilizados en 2007. La autopista gallega cerró el pasado año con un aumento del 5,4%. En los 12 meses hubo un aumento del nivel de uso con respecto al mismo mes del año anterior. El último ejercicio en el que todos los meses fueron positivos fue en 2007. El tráfico de camiones también creció un 3% en febrero.

La otra autopista que hay en Galicia de titularidad estatal, la AP-53 entre Santiago y el Alto de Santo Domingo, en Ourense, encadenó en febrero 24 meses de crecimiento de tráfico, aunque solo subió un 0,1%.

viernes, 6 de mayo de 2016

Los empresarios de Redondela piden la gratuidad de la AP-9 entre Teis y Rande

Trabajos de ampliación de carriles en la autopista AP-9 en el tramo de Chapela.  // FdV
Los empresarios de Redondela se suman a las solicitudes realizadas por varias asociaciones empresariales de la provincia remitidas en los últimos días al Ministerio de Fomento para exigir la gratuidad del tramo de la autopista AP-9 entre el barrio vigués de Teis y la salida de Redondela, en las inmediaciones del puente de Rande, al considerar que el pago del peaje supone una "situación discriminatoria" para los ciudadanos de este municipio.

El tramo de autopista de cinco kilómetros de longitud es uno de los más caros de toda la AP-9, y consideran injusto que los conductores que circulen a O Morrazo no tengan que pagar mientras que los que salen en Redondela, pese a recorrer menos kilómetros por el mismo tramo, están obligados a pasar por caja.

La Asociación de Empresarios de Redondela (AER) considera que la "acumulación de promesas electorales" sobre la supresión del peaje se sucede de forma reiterada desde hace más de veinte años tanto por parte del Concello como del Gobierno central, "pero la realidad es que los empresarios de la localidad no tienen una respuesta efectiva a sus demandas", señalan.

En este sentido, desde la directiva del colectivo afirman que la mejora de la movilidad es un factor clave para el sector empresarial del municipio, menguado por la crítica situación económica que atraviesa el país en los últimos años.

Por otra parte, la Asociación de Empresarios prepara una acción formativa para contribuir a la mejora de las condiciones de seguridad en el transporte por carretera. Se trata de un curso de consejero de seguridad para el transporte de mercancías peligrosas que comenzará el próximo mes de mayo, dirigido tanto a trabajadores en activo como a desempleados.


domingo, 1 de mayo de 2016

En Marea pide en el Congreso que se inicien los trámites para transferir la AP-9 a la Xunta de Galicia

En Marea --la confluencia gallega con la que Podemos concurrió a las elecciones generales de diciembre-- ha presentado en el Congreso una proposición no de ley para que el Gobierno inicie los trámites de transferencia a la Xunta de Galicia de la autopista AP-9, algo que todos los grupos del Parlamento gallego solicitaron el pasado mes de marzo.

Según la iniciativa, que recoge Europa Press y que será debatida en la Comisión parlamentaria de Fomento, la autopista que une Ferrol y Tui lleva 36 años de explotación privada con "peajes totalmente abusivos" y sin que la concesionaria, Audasa, esté invirtiendo sus "cuantiosos beneficios" en el mantenimiento y mejora de la infraestructura.

"El negocio es totalmente redondo", critica En Marea, que recuerda que la autopista está "más que amortizada a estas alturas" y que, sin embargo, la concesionaria "continúa incrementando los peajes, reduce la plantilla, no realiza actuaciones de mejora y mantenimiento, no aprueba un programa de descuentos para usuarios habituales ni adopta medidas ante los enormes atascos en las cabinas de peaje" que se producen frecuentemente.

A juicio de la confluencia gallega, esta situación supone "un auténtico chollo" para Audasa y un gran problema para los gallegos al que el Ministerio de Fomento "no ha prestado ninguna atención", pese a tratarse de una autopista que "vertebra el territorio gallego y que no tiene ninguna alternativa adecuada.

De hecho, el pasado 15 de marzo el Parlamento gallego aprobó "por unanimidad" una proposición de ley demandando la transferencia a la Xunta de la Autopista del Atlántico. Sin embargo, este tipo de iniciativas autonómicas tienen unos periodos de tramitación en el Congreso muy largos, lo que se une al previsible retraso que sufrirá por la probable convocatoria de nuevas elecciones generales.

"Este tema debe ser abordado por la Cámara Baja cuanto antes", defiende En Marea, que por ello solicita al Congreso que emplace al Ministerio de Fomento a iniciar los trámites necesarios para proceder a esta transferencia de modo que la AP-9 "pueda ser una autopista libre de peajes".

lunes, 25 de abril de 2016

Uno de cada tres euros de peajes se convierten en beneficio para Audasa

FOTO: 

El precio de los peajes se congeló el año pasado, pero los ingresos y beneficios de Audasa no. La concesionaria de la AP-9 incrementó por segundo año consecutivo el volumen de su recaudación en la principal vía gallega gracias a la recuperación de sus tráficos, todavía lejos de los registros anteriores a la crisis, pero que se han convertido en los mejores de los últimos cuatro ejercicios.

Durante el 2015 la concesionaria del principal vial de Galicia ingresó 134,24 millones de euros en peajes, cifra a la que se suman 1,5 millones más por la explotación de sus áreas de servicio. El balance remitido ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores por la empresa estrella del grupo Itínere refleja un incremento de 6,5 millones de euros respecto al año anterior en la cifra de negocio que engrosa el pago de los peajes. Cada día del año pasado los usuarios de la AP-9 dejaron en las cabinas de la vía de pago una media de 367.797 euros, que descontados los gastos financieros y de explotación han reportado a Audasa un beneficio final de 44,66 millones de euros, descontados ya los 17,3 millones que la concesionaria abonó en concepto de impuestos sobre sus ganancias. De un año a otro la autopista ha reportado un aumento de los beneficios de 16,1 millones, cifra en la que redundan 10 millones recuperados en exceso de provisiones de ejercicios anteriores.

El balance del último ejercicio supone que por cada tres euros que la responsable de la explotación de la autopista ingresa en peajes uno se transforma en beneficio para la sociedad cuya mayoría comparten la americana Citi Group y la vasca Kutxabank. En el informe anual de gobierno corporativo de Audasa, también depositado ayer en la CMNV, se hace constar que el año pasado ha repartido entre sus accionistas 39,5 millones de euros en dividendos, es decir, la práctica totalidad de los beneficios, una vez descontados 3,7 millones en cánones pagados a ENA Infraestructuras, sociedad del grupo Itínere que a su vez es la firma matriz de la concesionaria.

Tras 37 años de explotación la AP-9 ha recaudado en peajes hasta el cierre del ejercicio pasado 2.519 millones de euros, aunque durante la primera década y media del vial no fueron suficientes para evitar los números rojos de la infraestructura. Superada la fase de arranque de la autopista del Atlántico ha generado en total unos beneficios de 815 millones de euros antes de impuestos, resultando rentable su explotación desde 1994.

La amortización de la autopista no ha alcanzado sin embargo ni un tercio de la inversión a recuperar por la concesionaria al final de la explotación de la infraestructura, fijada tras tres ampliaciones para agosto del 2043. El año pasado Audasa destinó a tal fin 32,6 millones de euros, según el balance presentado ayer.

En el se da cuenta también de un casi invariable gasto en personal, cifrado en 9,7 millones de euros para una plantilla de 220 trabajadores, cinco menos que en el ejercicio precedente.

El balance de Audasa señala entre los principales riesgos de su negocio la regulación legal que se pueda hacer del sector de las autopistas, su imagen y reputación y las operaciones financieras que lleve a cabo, si bien se apunta que ninguno de ellos se ha materializado durante el año pasado.

martes, 19 de abril de 2016

Los empresarios reclaman la supresión del peaje de la AP-9 entre Vigo y Redondela

Varias organizaciones empresariales del área de Vigo han remitido una carta a la ministra de Fomento en funciones, Ana Pastor, para reclamar la gratuidad del tramo de la autopista AP-9 entre Vigo y Redondela, y una reducción del 70 por ciento enntre Puxeiros y O Porriño para camiones.

En la misiva, firmada por Anfaco, Logidigal, Asociación de Empresarios del Polígono de As Gándaras y Círculo de Empresarios de Galicia, los empresarios han explicado a Pastor la situación del transporte de mercancías por carretera en la provincia de Pontevedra, en el que trabajan más de 2.000 empresas, con 6.254 vehículos autorizados y unos 10.000 empleos.

En ese contexto, se han referido a la autovía A-55 y al tramo entre Puxeiros y O Porriño, el de mayor índice de siniestralidad de la provincia. Las entidades creen que «el problema podría resolverse con la reducción del 70 por ciento del coste del peaje para camiones».

Por otra parte, los empresarios han recordado que el tramo de la autopista entre Vigo y Redondela, «a pesar de llevar 33 años funcionando, sigue siendo de pago», por lo que han reclamado su gratuidad.

sábado, 9 de abril de 2016

La gratuidad del peaje de vuelta Vigo-Pontevedra en la AP-9 supuso ya un ahorro de 10 millones

La ministra en funciones de Fomento, Ana Pastor, mantiene hoy un encuentro con empresarios en el Club Financiero de Vigo-Círculo de Empresarios de Galicia para abordar la situación de las infraestructuras en la comunidad autónoma. Antes de la cita, la ministra avanzó algunos de los datos que expondrá en su intervención. En especial destacan los 10 millones de euros que, asegura, los conductores de la provincia se han ahorrado gracias a la gratuidad del viaje de vuelta entre Vigo y Pontevedra en la autopista AP-9, una medida acordada con Audasa a finales de 2012.
Según detalló Pastor, se han visto beneficiados desde entonces cerca de tres millones de viajes. También en materia de transporte, la titular de Fomento destacó los "datos magníficos" logrados por Peinador en marzo, con un incremento del 33%; y el repunte de demanda en el Eje Atlántico. Pastor recordó que en cuestión de días -en concreto, el próximo 21 de abril- el renovado eje ferroviario Vigo-A Coruña cumplirá su primer año con cerca de 2 millones de pasajeros; y también ratificó que la conexión con la Meseta estará lista en 2018.
Con respecto al proyecto de Mayne para la estación de AVE, Pastor recordó que el plazo para que las empresas puedan presentar sus ofertas sigue abierto y no se cerrará hasta mayo. Mientras, explicó, las administraciones trabajan para ofrecer "la mayor seguridad jurídica" a las compañías tras la anulación del PXOM de Vigo. Los técnicos de Fomento trabajan también junto los del Concello para cerrar el acuerdo que permitirá reformar toda la Avenida de Madrid. "Están intercambiando documentos para firmar el convenio", concretó. Sobre el puente de Rande, Pastor recordó que es la ampliación del viaducto es "importantísima" y remarcó que las constructoras adjudicatarias de las obras deben cumplir con el plazo acordado, que finaliza a principios de 2017. También avanzó que la adjudicataria contratará parte de la estructura a un astillero de la ciudad, lo que -apostilló la ministra en funciones- permitirá generar empleo.
A preguntas de los periodistas sobre la decisión de Alberto Núñez Feijóo de volver a encabezar la candidatura del PP para la Xunta, Pastor destacó que la noticia es "muy buena, para el partido y para Galicia". La responsable de Fomento puso en valor la gestión de Feijóo al frente de San Caetano, la importancia de "estabilidad" y recordó que en lo que va de año se han licitado ya 300 millones de euros.

lunes, 21 de marzo de 2016

344.027 euros en peajes al día en la AP-9




Cada hora que pasa las cabinas de peaje de la autopista del Atlántico recaudan 14.334 euros. Así ocurrió en el primer semestre del año pasado, escenario de un crecimiento continuado en el número de usuarios que se inició en septiembre del 2014 y no ha dejado de incrementarse desde entonces tras haber caído con la llegada de la crisis.

Fruto de esa recuperación, Audasa, la concesionaria del vial, obtiene de los automovilistas, fundamentalmente gallegos, 344.027 euros al día, cifra que en todo caso está aún un 18,2 % por debajo del mejor resultado de la concesión, el del 2009, cuando los peajes de la principal carretera de Galicia reportaron a la joya de la corona del grupo Itínere el ingreso de 156,2 millones de euros en tasas cobradas.

Desde que el 27 de abril de 1979 el padronés Francisco Mene cruzó la primera barrera de la AP-9 en Santiago junto a su mujer y su nieta en un Seat 1430 para ir al médico a A Coruña, vehículo a vehículo han ido dejando hasta el último balance presentado a mediados del año pasado un total de 2.384,9 millones de euros en peajes. Pero a pesar de dicha cifra de negocio, la actual concesionaria solo ha amortizado, según datos del Ministerio de Fomento, un 26,6 % de los gastos contraídos en la construcción y mantenimiento del vial y sobre todo en la recuperación de la inversión realizada en las sucesivas adquisiciones de la concesión desde que dejó de estar en manos públicas en el 2003, casi veinte años después del rescate por parte del Estado de la sociedad inicial.


Los primeros quince años de la infraestructura fueron deficitarios. Hasta que se conectó todo el eje entre Vigo y A Coruña con la apertura del tramo Caldas-Pontevedra en 1992, la AP-9 no dio beneficios. Diez años más tarde, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) adjudicaba la Empresa Nacional de Autopistas a un consorcio liderado por SacyrVallehermoso y con ella la autopista del Atlántico incluida.

El sucesivo cambio de manos de la concesión, que ahora tiene a un fondo de pensiones americano como propietario último, ha puesto el contador de la amortización a cero con cada modificación en la titularidad del vial, incrementándose por otra vía el capital a recuperar a cuenta de las obras añadidas al proyecto inicial y que ha acabado por alejar la gratuidad del vial primero al 2013, después al 2023 y finalmente hasta las cero horas del 18 de agosto del año 2048.

Por ambas circunstancias Fomento estima, según sus cuentas, que de los 1.507,7 millones de euros invertidos en la principal arteria de Galicia solo están amortizados 400,3 después de 37 años de peajes.

Teniendo en cuenta el número de vehículos que transitan por kilómetro al año, la AP-9 es la tercera autopista de España, con un 7,9 % del tráfico total. Solo Acesa, concesionaria de la autopista Zaragoza-Mediterráneo, y Aumar, Sevilla a Cádiz -ambas del grupoAbertis- superan en el ránking a la gallega.

El Ministerio de Fomento y la Xunta mantienen una postura diametralmente opuesta respecto a la posibilidad de traspaso de la AP-9 a cuenta del supuesto carácter internacional del vial. Tan dispares son las posiciones que el Ejecutivo gallego planteó el pasado enero un conflicto de competencias, que bien podría acabar en el Tribunal Constitucional si no hay un acuerdo antes. El departamento de Ana Pastor, que señala ahora que está dispuesta a consultar de nuevo a los técnicos y juristas de la Administración central por si es revisable su postura, mantiene que la autopista gallega no es traspasable por conectar España con Portugal y enlazar puertos y aeropuertos de interés general.

La Xunta no lo ve así. No comparte siquiera que la autopista tenga carácter internacional. En su argumentación, el Ejecutivo de Núñez Feijoo mantiene que no existe convenio internacional alguno con Portugal que defina a la AP-9 como internacional, carácter que recuerda sí tiene el puente que une Goián (Tomiño) con Vila Nova de Cerveira y en cambio no ha pasado a formar parte de la Red de Interés General del Estado. Por negar, la Xunta niega además que la autopista conecte incluso con la frontera, dado que la AP-9 desemboca en la autovía A-55 Vigo-Tui, que es la que concluye en el puente que une los dos países.

Añade el Gobierno gallego en la argumentación que está en la mesa de la ministra, que tanto puertos como aeropuertos quedarían enlazados por otras carreteras del Estado, recordando incluso que el puerto exterior coruñés tendrá acceso por una autopista autonómica.

Y su último argumento: tanto las catalanas A-17 y A-19, como lavasca A-8, forman parte de la red del Estado y fueron traspasadas a sus autonomías.

domingo, 20 de marzo de 2016

La Autopista que nunca está en rebajas


El traspaso de la autopista

AP-9 El traspaso de la titularidad de la Autopista del Atlántico a la Xunta no sería la panacea ni el remedio a todos sus males, pero sí el primer paso para ordenar, de una forma más racional, desde Galicia, el funcionamiento de esta infraestructura de vital importancia para el crecimiento económico de la comunidad. La Cámara de O Hórreo dio ayer el primer paso para conseguir este objetivo, en una iniciativa que contó con el unánime apoyo de todo el arco parlamentario. 

Toca ahora esperar la tramitación de la petición gallega en el Congreso, donde será interesante comprobar si las formaciones que respaldaron la resolución en el Parlamento gallego mantienen o no sus posiciones en Madrid. Si así fuese, su aprobación estaría garantizada, pero tampoco sería la primera vez que en el tiempo de traslado de un parlamento a otro, algún partido cambia el sentido de su voto. 

Luego, si el traspaso se hiciese efectivo, sería el momento de abordar las cuestiones que más preocupan a los usuarios, como son las tasas de los peajes -demasiado caras- y la calidad del servicio -demasiadas retenciones y firme en mal estado-. Desde Galicia, resolverlas sería más sencillo.

sábado, 19 de marzo de 2016

Galicia volverá a reclamar a Fomento la gestión de la autopista AP-9




Todos los partidos con representación en el Parlamento de Galicia, incluido el PP, reivindicarán en el Congreso de los Diputados el traspaso a la comunidad de su principal vía de comunicación, la AP-9, una autopista de peaje dependiente del Ministerio de Fomento que se extiende entre Ferrol y la frontera con Portugal, la franja más poblada. Tres diputados, uno del PP, otro del PSdeG-PSOE y una tercera del BNG, serán los encargados de defender una propuesta en la que se reclama la transferencia de la titularidad y competencias sobre la infraestructura, gestionada actualmente y hasta 2048 por la concesionaria Audasa, del grupo Itínere. Galicia vuelve así a revivir una antigua reclamación que ya ha sido rechazada anteriormente en Madrid tanto por gobiernos del PP como del PSOE y que se cuestiona el elevado coste de los peajes y el deficiente mantenimiento de la vía por parte de la empresa privada.

La propuesta del BNG ha salido este martes definitivamente adelante en el pleno de la Cámara autonómica en forma de proposición de ley. El PP gallego ha condicionado su apoyo a la exclusión en el texto de referencias críticas a la gestión de la AP-9 realizada por el Gobierno de Mariano Rajoy. El parlamentario popular Jesús Goldar ha recordado que su partido ya demandó sin éxito el traspaso de la autopista cuando era presidente el socialista José Luis Rodríguez Zapatero. La actual ministra en funciones, la pontevedresa Ana Pastor, ha accedido recientemente a volver a estudiar la cuestión, aunque se ha remitido a la opinión de los técnicos que establecen qué vías son de interés general y por tanto deben ser competencia del Estado.

Los grupos políticos han censurado los costosos peajes que cobra Audasa en la AP-9, calificados por la diputada Ana Pontón (BNG) de "impuesto a la circulación injusto y regresivo, un lastre para el desarrollo" de Galicia. El parlamentario Juan Fajardo (AGE) ha recordado que viajar por esta vía desde Tui, en la frontera con Portugal, a A Coruña cuesta 17,85 euros y ha afirmado que “es más barato ir a Frankfurt” desde el aeropuerto coruñés con las tarifas de las aerolíneas low cost. Raúl Fernández (PSOE) ha recalcado que la transferencia “es posible” porque “lo permite la Constitución y el Estado".

El BNG ha pedido que PP y PSOE mantengan su apoyo a la iniciativa cuando llegue al Congreso para que no se repita lo que ya ocurrió cuando se reclamó la transferencia a la Xunta de las competencias de tráfico. Populares y socialistas rechazaron entonces en las Cortes lo que sí defendían sus compañeros de partido en Galicia. Pontón ha recordado que el PP votó en contra también recientemente en el Congreso sobre el traspaso de la AP-9 y ha instado al partido de Alberto Núñez Feijóo a acabar con la "doble moral".

jueves, 10 de marzo de 2016

La ministra Pastor, dispuesta a hablar del traspaso de la AP-9 a la Xunta

La ministra de Fomento en funciones, Ana Pastor, se mostró ayer abierta a hablar sobre la transferencia de la titularidad y competencias de la AP-9 a la Xunta en cuanto le pidan una reunión aunque, aclaró, «no me la han pedido». El Parlamento de Galicia aprobó por unanimidad una ponencia que será remitida al Congreso con el objeto de reclamar la transferencia de la titularidad de la autopista de peaje.

La ministra reiteró que este asunto depende de los servicios jurídicos, «que son los que determinan cuáles deben ser las redes de interés general» y, como tal, no pueden ser transferidas a las comunidades autónomas.

viernes, 4 de marzo de 2016

Las autovías de peaje encubierto superan el tráfico que llevó a la Xunta a pagar más




La recuperación de la actividad económica ha propiciado un incremento del tráfico en la red viaria gallega que está permitiendo a las concesionarias de autopistas y autovías remontar el impacto de los años de recesión. En el caso de los cuatro viales en concesión adjudicados por la Xunta y que están en servicio, en el 2015 afianzaron el incremento de tráfico que ya habían registrado durante el año anterior. De este modo, remontan una crisis que llevó a la Administración autonómica a adaptar los contratos concesionales y elevar el canon que paga a las empresas, ante el riesgo de quiebrade las autovías de Barbanza (AG-11), O Salnés (AG-41) y Celanova (AG-31). La solución permitió a las tres concesionarias ingresar el año pasado 7 millones más de las arcas de la Xunta en peajes encubiertos. Por cada trayecto en esos tres viales, el Ejecutivo gallego ha presupuestado en sus cuentas de este año un canon que ronda los 2 euros.

Coincidiendo con esa inyección extra de recursos públicos, el tráfico empezó a repuntar. En el 2014, el de O Salnés incrementó su circulación en 350 vehículos diarios. El de Barbanza ganó 136. Y el de Celanova, 177. Al margen de las tres en las que la Xunta subió el peaje en la sombra, la autovía Santiago-Brión (AG-56), la única de las cuatro con una intensidad media de tráfico próxima a la prevista antes de su construcción, sumó 513 usuarios más al día en el 2014. Todas han conseguido mejorar estos números en el 2015. La AG-56 pasó de 17.460 a 18.306 vehículos de media diaria, su mejor resultado en cinco años. Y de la misma dinámica se beneficiaron también las empresas que gestionan las tres autovías auxiliadas por la Xunta. La de Barbanza elevó su tráfico de 12.168 usuarios al día a 12.809.

Por las cuatro autovías operativas que fueron adjudicadas por sistema concesional, que en el verano serán cinco con la apertura de la de la Costa da Morte, circularon diariamente el año pasado 1.889 vehículos más que en el 2014. Desde el 2013, esos cuatro viales han incorporado 3.237 usuarios más al día, cuando en los dos años anteriores los tres que estaban en servicio entonces (el de Celanova abrió en el 2013) habían perdido 5.858.

Pero a pesar de esta recuperación, en línea con la que también está permitiendo a Audasa subir la recaudación en las cabinas de la AP-9, las autovías con peajes indirectos siguen ingresando mucho menos de la Administración que las cifras que se estimaron antes de la adjudicación de los proyectos. En el caso del vial de O Salnés, la previsión para el 2013 era que superaría los 22.000 vehículos de media diaria, cuando no llega ni a 14.000.

Esas expectativas desproporcionadas son las que han deparado un problema añadido para la Xunta en la gestión de las autovías con sistema concesional. Como las tarifas que la Administración paga a las adjudicatarias se fijaron con esas estimaciones, al captar menos tráfico del previsto las empresas ingresan menos de lo esperado. Esto provocó un desequilibrio en sus cuentas que llevó al Gobierno de Feijoo a aprobar en diciembre del 2014 una subida del peaje encubierto que paga por vehículo para evitar una posible quiebra que abocaría a un rescate muy costoso. Por esa subida de tarifas, la Xunta abona a las concesionarias esos 7 millones adicionales al año.

El incremento del tráfico en las autovías en régimen de concesión implicará un ligero ajuste de las tarifas que la Xunta pagará este año a las adjudicatarias. Será una rebaja prácticamente testimonial. Por ejemplo, si el vial de O Salnés tuviera este año la misma intensidad circulatoria del 2015, la Administración pagaría unos 2.000 euros menos en peaje encubierto a la concesionaria. Tras el ajuste aplicado en las tarifas para este ejercicio, la más baja corresponde a la autovía de Barbanza, a cuya adjudicataria la Xunta paga 4 céntimos por cada vehículo ligero que circula por su trazado (que son 5,5 en el caso de los vehículos pesados). Y la más elevada está en la de Celanova, donde la Administración abonará 31 céntimos por vehículo ligero (44 en el caso de los pesados). A diferencia de las autopistas, donde es el usuario el que paga el importe del peaje en las cabinas, en las autovías adjudicadas por el modelo concesional es la Xunta la que liquida la tarifa fijada previamente en el contrato. Por tanto, esas autovías también suponen un peaje que los gallegos financian a través de sus impuestos, con independencia de que usen o no esas infraestructuras.

Es una contrapartida más de un sistema acuñado en Galicia en la etapa de Fraga, y utilizado también por el bipartito y por el Gobierno actual, que permite acelerar la ejecución de infraestructuras, pero que genera una gravosa hipoteca para las cuentas de la comunidad, sobre la que el Consello de Contas alertó en sucesivos informes. Esas cargas han llevado al Ejecutivo a desistir de un modelo que aplica por última vez en la autovía Carballo-Berdoias, y que también empleó en el hospital de Vigo.

El fiscalizador cifró en 3.111 millones la factura que la Xunta tendrá que afrontar en los próximos 60 años por las autovías en concesión y la supresión y rebaja de tarifas de autopistas, aunque con los nuevos términos de gestión de la AG-53 serán 2.510.

viernes, 12 de febrero de 2016

Audasa quiere desbloquear la ocupación de las viviendas para ampliar la autopista en Chapela

Audasa quiere desbloquear el conflicto con los propietarios de viviendas situadas en los márgenes de la autopista AP-9 a su paso por Chapela que hasta ahora se han resistido al proyecto.

Hay una docena de dueños de casas y pisos que se niegan a abandonarlas y no han aceptado las actas de valoración que les ofrece la empresa concesionaria de la autopista. Ninguno de ellos está dispuesto a dejar su hogar si no le ofrecen dinero para adquirir una vivienda similar en la misma zona. Otro de los amenazados con el desahucio es el dueño de una cafetería mesón que tiene una clientela fija acostumbrada al local y al que un traslado le supondría una pérdida notable de ingresos y un cambio radical en su modo de vida.

En septiembre, Audasa citó a los vecinos pero no acudieron. A la empresa de autopistas le urge tener libre el camino para ocupar las casas y fincas afectadas y por eso ha convocado a los propietarios a una nueva reunión que se celebrará el próximo día 29 en el Concello de Redondela.

Entre los inmuebles afectados se encuentra un edificio de cuatro alturas más ático bajo cubierta y varias viviendas unifamiliares. La dueña de una casa colindante tuvo que ser internada en un centro por la crisis y la enfermedad que sufrió a raíz del proceso de ocupación.

lunes, 8 de febrero de 2016

La A-57 y la PO-531 reabren la demanda de suprimir el peaje entre Pontevedra y Curro

El alcalde de Barro, a la derecha, ya ha convocado una asamblea vecinal para el miércoles. // G. Santos
El alcalde de Barro, a la derecha,
ya ha convocado una asamblea vecinal para el miércoles.
G. Santos

El nuevo proyecto de la autovía A-57 entre Pontevedra y Curro, que acaba de presentar el Ministerio de Fomento, y los fallos de seguridad vial que registra la PO-531 en ese mismo tramo se mezclaron ayer en varias instituciones gallegas para relanzar la vieja demanda de que se suprima el peaje de la AP-9 entre ambas localidades. Así, todos los grupos del Parlamento gallego salvo el PP, instaron ayer a la Xunta a negociar la eliminación de esa tasa y convertir la autopista en una "alternativa segura" a la carretera de Vilagarcía. Y esa misma solución es la que plantea el Concello de Barro para evitar que la A-57 atraviesa en núcleo habitado de Curro, "ya castigado ahora por varias infraestructuras viarias", según apuntó ayer su alcalde, Xosé Manuel Fernández Abraldes.

El proyecto recién presentado por Fomento, que plantea crear una rotonda de conexión entre la futura A-57 entre Pontevedra y Curro en la PO-531 a 950 metros de este último punto "no resuelve el problema que sufrirán los vecinos ya que esa autovía pasará por el medio de las casas" para desembocar en las inmediaciones del "macronudo". Tras una reunión política y vecinal el pasado miércoles, Abraldes insiste en solicitar a Fomento que apuesta por otro trazado para la A-57 en su kilómetro final, de modo que en lugar de cruzar bajo la AP-9 para atravesar Curro, la futura autovía discurra en paralelo a la autopista hasta la zona de peaje.

Incluso plantea el alcalde que el punto donde se cruzarían, a distinto nivel, ambas vías, se convierta en realidad en una conexión real de ambas, si bien para ello sería necesario reordenar las entradas y salidas de la AP-9 y cambiar de lugar la estación de peaje. Abraldes sostiene que ese problema se resolvería con la gratuidad, si bien añade que "eso implicaría un debate del ministerio con Audasa del que el Gobierno central trata de escapar".

Tras la presentación de estas últimas modificaciones por parte de Fomento en el tramo final de la futura autovía A-57 Pilarteiros-Curro, el Concello de Barro dispone de treinta días para formular observaciones. En ellas se insistirá en la alternativa de conectar este futuro vial con la playa de peaje actual, una propuesta que se formulará ante los responsables ministeriales una vez que se concreta el nuevo Gobierno central.

En todo caso, y ante la "elevada preocupación en la zona", ya está convocada para el próximo miércoles una asamblea vecinal para debatir este asunto, informar a los residentes y recoger sus sugerencias. Será a las 20.30 horas en la Casa do Monte de Curro.

La A-57 y la PO-531 reabren la demanda de suprimir el peaje entre Pontevedra y Curro

El alcalde de Barro, a la derecha, ya ha convocado una asamblea vecinal para el miércoles. // G. Santos
El alcalde de Barro, a la derecha,
ya ha convocado una asamblea vecinal para el miércoles. // G. Santos

El nuevo proyecto de la autovía A-57 entre Pontevedra y Curro, que acaba de presentar el Ministerio de Fomento, y los fallos de seguridad vial que registra la PO-531 en ese mismo tramo se mezclaron ayer en varias instituciones gallegas para relanzar la vieja demanda de que se suprima el peaje de la AP-9 entre ambas localidades. Así, todos los grupos del Parlamento gallego salvo el PP, instaron ayer a la Xunta a negociar la eliminación de esa tasa y convertir la autopista en una "alternativa segura" a la carretera de Vilagarcía. Y esa misma solución es la que plantea el Concello de Barro para evitar que la A-57 atraviesa en núcleo habitado de Curro, "ya castigado ahora por varias infraestructuras viarias", según apuntó ayer su alcalde, Xosé Manuel Fernández Abraldes.

El proyecto recién presentado por Fomento, que plantea crear una rotonda de conexión entre la futura A-57 entre Pontevedra y Curro en la PO-531 a 950 metros de este último punto "no resuelve el problema que sufrirán los vecinos ya que esa autovía pasará por el medio de las casas" para desembocar en las inmediaciones del "macronudo". Tras una reunión política y vecinal el pasado miércoles, Abraldes insiste en solicitar a Fomento que apuesta por otro trazado para la A-57 en su kilómetro final, de modo que en lugar de cruzar bajo la AP-9 para atravesar Curro, la futura autovía discurra en paralelo a la autopista hasta la zona de peaje.

Incluso plantea el alcalde que el punto donde se cruzarían, a distinto nivel, ambas vías, se convierta en realidad en una conexión real de ambas, si bien para ello sería necesario reordenar las entradas y salidas de la AP-9 y cambiar de lugar la estación de peaje. Abraldes sostiene que ese problema se resolvería con la gratuidad, si bien añade que "eso implicaría un debate del ministerio con Audasa del que el Gobierno central trata de escapar".

Tras la presentación de estas últimas modificaciones por parte de Fomento en el tramo final de la futura autovía A-57 Pilarteiros-Curro, el Concello de Barro dispone de treinta días para formular observaciones. En ellas se insistirá en la alternativa de conectar este futuro vial con la playa de peaje actual, una propuesta que se formulará ante los responsables ministeriales una vez que se concreta el nuevo Gobierno central.

En todo caso, y ante la "elevada preocupación en la zona", ya está convocada para el próximo miércoles una asamblea vecinal para debatir este asunto, informar a los residentes y recoger sus sugerencias. Será a las 20.30 horas en la Casa do Monte de Curro.

sábado, 30 de enero de 2016

Las retenciones siguen haciendo de la AP-9 la autopista con más reclamaciones, pese a bajar las quejas un 10 %

La autopista del Atlántico se ha convertido por segundo año consecutivo en la concesión vial que mayor número de reclamaciones generó en un año, según el informe anual sobre el sector de autopistas que acaba de presentar el Ministerio de Fomento.

La autopista AP-9 sumó 254 quejas en el 2014, el último año analizado, un 9,9 % menos que las registradas en el ejercicio anterior. Aunque la principal autopista gallega despunta por el número de reclamaciones respecto a las demás existentes en España, el índice de quejas por cada 100 millones de vehículos que transitan por kilómetro es de 15, algo más del doble de la media estatal, pero ocupa el décimo puesto en el ránking de las concesiones, en el que se sitúan por delante las dos autopistas autonómicas gallegas.

Las retenciones de tráfico siguen siendo el principal motivo de las reclamaciones de los usuarios, seguidos de problemas surgidos en el uso de tarjetas de crédito a la hora de pagar, el sistema de peajes y la conservación del vial.

El estudio del Ministerio de Fomento apunta que 877.460 usuarios utilizan al año los tramos gratuitos de la AP-9 del total de 7,5 millones de vehículos que la transitan, mientras que en la autopista Santiago-Dozón son 354.780 los que no pagan de los dos millones que usan la AP-53.

La autopista AP-9, que gestiona en régimen de concesión la empresa Audasa, es según Fomento la tercera con más intensidad media de tráfico, absorbiendo el 7,9 % de los usuarios de todos los viales de pago estatales y autonómicos. Por precio de peaje por kilómetro, el vial Ferrol-Tui ocupa el puesto 14 de las 21 concesiones estatales, con 0,1057 euros, mientras que la AP-53 se sitúa en 0,1051.

En número de accidentes es la décima concesión de España, aunque por cada cien millones de vehículos la que mayor siniestralidad presenta en Galicia es la autonómica A Coruña-Carballo (con un índice de 11,5), seguida de la Vigo-Baiona (7,09), la AP-9 (3,49) y Santiago-Alto de Santo Domingo (1,72).

lunes, 11 de enero de 2016

La AP-9 sigue al alza con 316.000 usuarios más en diez meses

La AP-9 acumula por primera vez desde el estallido de la crisis en el 2008 catorce meses de crecimiento ininterrumpido en su número de usuarios. El termómetro económico en el que se ha convertido la principal vía de comunicación de Galicia dejó de caer en intensidad de tráfico desde septiembre del año pasado tras seis años seguidos de pérdida de usuarios, que tuvieron en el 2012 su pico más agudo con una bajada de casi el 12 % respecto al ya mal ejercicio anterior.

Los datos difundidos ayer por el Ministerio de Fomento respecto a laautopista gallega en los diez primeros meses del 2015 refleja esecambio de tendencia con el paso de 316.980 vehículos más que de enero a octubre del año anterior, lo que supone un crecimiento en dicho plazo del 4,96 %. En los 304 primeros días del año circularon por la autopista 6.706.786 vehículos, cifra que pese a suponer la vuelta a la senda del crecimiento queda aún lejos de los 8,3 millones de usuarios en el mismo plazo del 2007, el mejor ejercicio en la historia de la AP-9, en el que Audasa llegó a ingresar 154,3 millones de euros por el cobro de peajes. En el último balance presentado, el de la primera mitad del 2015, las cabinas de la autopista ingresaron 62,2 millones de euros, en un ejercicio en el que permanecieron congeladas las tarifas, como en la práctica sucederá en el 2016 al concentrarse la bajada anunciada del 0,6 % en un descenso de cinco céntimos en seis subtramos y de igual importe para todo el recorrido a lo largo del vial entre Ferrol y Tui.

La intensidad media de vehículos diaria en la AP-9 fue en los primeros diez meses de 22.061 unidades, 1.042 más que en el año anterior, al tiempo que en octubre el uso medio diario fue de 21.808 vehículos, convirtiéndose en el mejor octubre desde el 2010.

Pese a estar todavía en vigor hace dos meses la bonificación de entre el 35 y 50 % en el precio de los peajes a los camiones que transitasen entre Puxeiros (Mos) y Tui, el tráfico de transportes pesados por la AP-9 cayó nada menos que en seis puntos, mostrando prácticamente todos los meses peores índices de utilización que los vehículos ligeros.

Mejor evolución que la autopista del Atlántico, aunque con resultados mucho más bajos en usuarios y beneficios, está mostrando la AP-53 Santiago-Alto de Santo Domingo, al encadenar 20 meses de crecimiento y solo uno de caída en los últimos 34. En los diez primeros meses han utilizado la segunda autopista estatal en Galicia 1,8 millones de vehículos, 120.187 más que en el 2014.

sábado, 19 de diciembre de 2015

El bucle de una transferencia a la que Madrid siempre se ha negado

La reivindicación de la transferencia de la gestión de la AP-9 se ha convertido en un gesto casi mecánico. Con Feijoo ahora, como con Touriño antes, la demanda de la Xunta lleva años sobre la mesa de Fomento. Los diferentes inquilinos que han pasado por el ministerio están al tanto de un interés que cada cierto tiempo recibe el respaldo unánime del Parlamento gallego. Pero Madrid mantiene cerrada esa opción. El argumento irrefutable de que ninguna Administración podría gestionar mejor que la autonómica una autopista que antes que un negocio es una infraestructura crucial para vertebrar el eje más poblado y económicamente más dinámico de Galicia siempre choca con la misma respuesta del Estado, que esgrime razones de legalidad. Su tesis de cabecera es que la vía de pago constituye una «obra pública de interés general», por lo que es de competencia exclusiva estatal y no puede, por lo tanto, ser transferida a la Xunta.

Pese a las calabazas reiteradas, el Ejecutivo de Feijoo renueva con frecuencia su demanda. El propio presidente la actualizó en octubre, días después del enésimo acuerdo parlamentario. Pero en la última semana se han concretado dos decisiones que ilustran cómo podría repercutir para el usuario el hecho de que la gestión de la AP-9 estuviera bajo el control de la Xunta. Mientras el Gobierno gallego ha avanzado que, a partir del 1 de enero próximo, recortará los peajes de las autopistas de su competencia entre un 2 (en el caso del vial A Coruña-Carballo) y un 3 % (Vigo-Baiona), Fomento apenas bajará un 0,25 el de la AP-9. Aunque es obvio que en las decisiones sobre la política tarifaria de las tres vías entran en juego distintos parámetros, la diferencia es muy significativa. Desde enero del 2006, la principal arteria gallega se habrá encarecido un 35 %, el doble que el IPC.

Las tentativas de la Xunta de hacerse con la competencia sobre la AP-9 se remontan al bipartito. El Gobierno de Touriño ya incorporó esta demanda entre las 70 transferencias que pretendía obtener del Ejecutivo presidido por Zapatero. Pero ya entonces Galicia se topó con el muro madrileño. En los últimos años, la reclamación que Feijoo incluyó en el programa electoral con el que ganó las autonómicas del 2009 ha sumado nuevos fundamentos. La desidia de la concesionaria ante las aglomeraciones de vehículos en las cabinas, durante los fines de semana del verano, llevó incluso a la actual ministra de Fomento, Ana Pastor, a advertir de una posible suspensión de la concesión. Por supuesto, no pasó nada. Aunque al menos el mensaje contribuyó al cambio de actitud de Audasa, en un momento en el que tanto la Administración del Estado como la empresa estaban pendientes de cerrar el acuerdo de ampliación del trazado en Rande y el tramo que circunvala Santiago. La concesionaria asume las obras y a cambio se asegura una subida extra del peaje del 1 % durante 20 años.

Mientras la empresa hace caja, prosiguen los fuegos de artificio en torno al traspaso de la AP-9. Porque Galicia llega tarde. Si tuvo una oportunidad real de tomar las riendas de la autopista, esa baza se esfumó cuando Aznar decidió en el 2000 ampliar hasta el 2048 la concesión que expiraba en el 2023. Como con la actual ampliación, el Gobierno optó por pagar obras en la autopista con medidas que revierten en el bolsillo de sus usuarios.

Audasa exprime el filón de la AP-9

FOTO: ÁLVARO BALLESTEROS
Más de 2.400 millones recaudados en 36 años de explotación y margen para seguir haciendo caja durante otros 33 a razón de unos 130 millones por ejercicio. Son algunas de las cifras de negocio de una de las concesiones más rentables de Galicia, la AP-9. Por encima incluso los grandes embalses de la comunidad que gestionan las hidroeléctricas, la autopista del atlántico es un filón para Audasa. Los últimos datos económicos, revelados por la concesionaria con motivo de una emisión de obligaciones por 63,45 millones, confirman que la recuperación en el tráfico de la vía de pago ya tiene reflejo en la contabilidad de la empresa. La recaudación en las cabinas alcanzó los 62,26 millones durante el primer semestre de este año, un 5,3 % más que en el mismo período del 2014. Este repunte en los ingresos por los peajes que pagan los usuarios coincide con un incremento de la circulación que está haciendo de los resultados de tráfico de este año los mejores de la AP-9 desde el 2011, con picos mensuales que llegan al 7,6 % respecto al ejercicio pasado.

Los gestores de la autopista han rentabilizado un encarecimiento de las tarifas que, especialmente en los últimos años, ha superado con holgura la evolución del IPC. Desde el 2008, coincidiendo con los años más duros de la profunda crisis económica, los peajes de la AP-9 acumulan una subida media del 26,5 %. El incremento casi alcanzó los 14 puntos en el 2012. A la actualización de precios con arreglo al IPC (que implicó una subida tarifaria del 3,29 %) se sumaron en aquel ejercicio las consecuencias de dos decisiones adoptadas por el Gobierno: el incremento del IVA (que encareció el peaje un 3 %) y, sobre todo, la apuesta del Ministerio de Fomento por cerrar el grifo y dejar de pagar la parte que sufragaba desde el año 2000 (con un impacto adicional para el bolsillo de los usuarios del 7,5 %).

Ahora, después de la congelación de tarifas en este ejercicio, el Gobierno ha decidido aplicar una rebaja del 0,25 % a partir del próximo 1 de enero. La Xunta ya había marcado el camino, al decantarse por un recorte de tarifas del 2 % en la vía de pago que comunica A Coruña con Carballo (AG-55), que llegará al 3 % en la que conecta Vigo con Baiona (AG-57). Pero el ajuste será casi anecdótico en la AP-9, donde inciden distintos factores.

La política que ha prevalecido entre la administración pública y la concesionaria ha sido la de obra a cambio de subida de tarifas. Por ejemplo, las obras de ampliación del trazado que están en marcha en el puente de Rande y en el tramo gratuito que circunvala Santiago darán lugar a un repunte tarifario. Con independencia del comportamiento del IPC en los próximos ejercicios, ya es seguro que la concesionaria encarecerá el peaje un 1 % para todos los usuarios de la autopista. Con esa subida, cobrará la inversión que ahora está anticipando para ejecutar esos proyectos. La empresa lo explica en el referido informe económico. «Audasa construirá, conservará y explotará las obras objeto de la ampliación íntegramente a su cargo, siendo el plazo máximo de construcción recogido en dicho convenio [el que la concesionaria suscribió con la Administración General del Estado] de 36 meses y el coste estimado de las obras de 300 millones de euros, si bien tanto el plazo como el importe finalmente adjudicados son inferiores a los recogidos en el referido convenio. Como sistema de compensación por la inversión a realizar se establece un incremento extraordinario de tarifas del 1 % anual acumulativo a partir del año siguiente a aquel en que finalicen las obras de ampliación de capacidad y hasta que se alcance el equilibrio concesional». En principio, esa subida adicional del 1 % estará vigente durante 20 años.

Será un incremento extra en unas tarifas de la AP-9 que, como ocurre con las que aplican las otras tres vías de pago gallegas (AP-53, AG-55 y AG-57), penalizan doblemente al usuario, al obviar cualquier tipo de rebaja vinculada a tramos horarios o determinados días de tránsito. Galicia es, de hecho, una de las contadas comunidades cuyas autopistas quedan al margen de ese tipo de bonificaciones. Al contrario que la mayor parte del resto de vías con peaje, la AP-9 renuncia a aplicar descuentos en días laborables o por un número de determinado de desplazamientos al mes, una política comercial con la que otras concesionarias tienen deferencias con los usuarios que utilizan las autopistas con mayor frecuencia por motivos de trabajo.

Esto no quiere decir que la primera autopista gallega no tenga tramos bonificados, incluso gratuitos. Son los casos de Rande y A Barcala. Pero la concesionaria nunca pierde. Lo que los clientes de la AP-9 no pagan en caja lo abonan al 50?% el Ministerio de Fomento y la Xunta. Las dos administraciones han reservado en sus cuentas 11,6 millones para hacer frente a esas obligaciones en el 2016. Son parte de los 191,26 millones que el Consello de Contas calcula en su último informe de fiscalización que la concesionaria de la AP-9 ingresará de las arcas de la Xunta por la gratuidad de esos dos tramos hasta que expire el contrato concesional, en el 2048. Como a la Administración gallega le corresponde pagar la mitad de esa factura, Audasa recibirá en total más de 380 millones por ese concepto.

La empresa sale favorecida, además, por el elevado recorrido que le resta a la concesión. Fue el Gobierno de Aznar el que reforzó el negocio, cuando en el 2000 decidió prolongar hasta agosto del 2048 una concesión que expiraba en el 2023. Previamente, el Ejecutivo de González ya había prorrogado en los años ochenta el contrato que finalizaba en el 2013. Con esa segunda ampliación, el Gobierno del PP compensó a la empresa para que completara trazados pendientes en las proximidades de Tui y la frontera lusa. Pero en ese paso también influyeron cálculos estratégicos. La extensión del contrato engordó la Empresa Nacional de Autopistas (ENA) a la que el Gobierno de González había encomendado la gestión de una vía en riesgo de quiebra. 

La jugada se completó en mayo el 2003 cuando, todavía con Aznar al frente del Ejecutivo, se concretó la privatización del 100 % de ENA. La Sepi adjudicó todas las acciones por 1.586 millones a un consorcio liderado por Sacyr (50 %) y participado también por SCH (20 %), Caixanova (10 %), Caixa Galicia (10 %), Torreal (5 %) y la Caja de Ahorros de Huelva y Sevilla (5 %). Ese momento de la venta era el propicio para que el Gobierno pusiera condiciones a la concesión, con el propósito de reservarse un margen de maniobra. Pero no lo hizo. En diciembre del 2005, Sacyr se hizo con el 100 % de Audasa, que tres años después pasó al control del grupo Citi.

Pero el máximo accionista de la sociedad de infraestructuras Itínere vendió a principios de este año la cartera de Citi Infrastructure Partners a otro fondo estadounidense, Corsair Capital, por 3.170 millones. Lógicamente, la operación incluyó la participación en Itínere. 

Ahora Corsair controla alrededor del 45 %; Abanca, el 23,8; Sacyr, el 15,5; Kutxabank, el 9,2; y Cajastur, el 5,8.