Audasa quiere desbloquear el conflicto con los propietarios de viviendas situadas en los márgenes de la autopista AP-9 a su paso por Chapela que hasta ahora se han resistido al proyecto.
Hay una docena de dueños de casas y pisos que se niegan a abandonarlas y no han aceptado las actas de valoración que les ofrece la empresa concesionaria de la autopista. Ninguno de ellos está dispuesto a dejar su hogar si no le ofrecen dinero para adquirir una vivienda similar en la misma zona. Otro de los amenazados con el desahucio es el dueño de una cafetería mesón que tiene una clientela fija acostumbrada al local y al que un traslado le supondría una pérdida notable de ingresos y un cambio radical en su modo de vida.
En septiembre, Audasa citó a los vecinos pero no acudieron. A la empresa de autopistas le urge tener libre el camino para ocupar las casas y fincas afectadas y por eso ha convocado a los propietarios a una nueva reunión que se celebrará el próximo día 29 en el Concello de Redondela.
Entre los inmuebles afectados se encuentra un edificio de cuatro alturas más ático bajo cubierta y varias viviendas unifamiliares. La dueña de una casa colindante tuvo que ser internada en un centro por la crisis y la enfermedad que sufrió a raíz del proceso de ocupación.
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