El alcalde de Barro, a la derecha, ya ha convocado una asamblea vecinal para el miércoles. // G. Santos |
El nuevo proyecto de la autovía A-57 entre Pontevedra y Curro, que acaba de presentar el Ministerio de Fomento, y los fallos de seguridad vial que registra la PO-531 en ese mismo tramo se mezclaron ayer en varias instituciones gallegas para relanzar la vieja demanda de que se suprima el peaje de la AP-9 entre ambas localidades. Así, todos los grupos del Parlamento gallego salvo el PP, instaron ayer a la Xunta a negociar la eliminación de esa tasa y convertir la autopista en una "alternativa segura" a la carretera de Vilagarcía. Y esa misma solución es la que plantea el Concello de Barro para evitar que la A-57 atraviesa en núcleo habitado de Curro, "ya castigado ahora por varias infraestructuras viarias", según apuntó ayer su alcalde, Xosé Manuel Fernández Abraldes.
El proyecto recién presentado por Fomento, que plantea crear una rotonda de conexión entre la futura A-57 entre Pontevedra y Curro en la PO-531 a 950 metros de este último punto "no resuelve el problema que sufrirán los vecinos ya que esa autovía pasará por el medio de las casas" para desembocar en las inmediaciones del "macronudo". Tras una reunión política y vecinal el pasado miércoles, Abraldes insiste en solicitar a Fomento que apuesta por otro trazado para la A-57 en su kilómetro final, de modo que en lugar de cruzar bajo la AP-9 para atravesar Curro, la futura autovía discurra en paralelo a la autopista hasta la zona de peaje.
Incluso plantea el alcalde que el punto donde se cruzarían, a distinto nivel, ambas vías, se convierta en realidad en una conexión real de ambas, si bien para ello sería necesario reordenar las entradas y salidas de la AP-9 y cambiar de lugar la estación de peaje. Abraldes sostiene que ese problema se resolvería con la gratuidad, si bien añade que "eso implicaría un debate del ministerio con Audasa del que el Gobierno central trata de escapar".
Tras la presentación de estas últimas modificaciones por parte de Fomento en el tramo final de la futura autovía A-57 Pilarteiros-Curro, el Concello de Barro dispone de treinta días para formular observaciones. En ellas se insistirá en la alternativa de conectar este futuro vial con la playa de peaje actual, una propuesta que se formulará ante los responsables ministeriales una vez que se concreta el nuevo Gobierno central.
En todo caso, y ante la "elevada preocupación en la zona", ya está convocada para el próximo miércoles una asamblea vecinal para debatir este asunto, informar a los residentes y recoger sus sugerencias. Será a las 20.30 horas en la Casa do Monte de Curro.
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