domingo, 28 de febrero de 2016

¿Cómo será la movilidad urbana y el transporte del futuro?

Hoy en día son muchos los servicios que están disponibles gracias a la tecnología digital y el progreso que esto trae se puede aplicar en mejoras en nuestro entorno. Por ejemplo en el contexto de la movilidad, ya que las innovaciones se combinan para proporcionar servicios de transporte inteligentes, vistos tanto desde el punto de vista de las instituciones, como del usuario, al analizar sus expectativas y el comportamiento.
Compañías como Xerox, que trabaja con empresas del sector de transportes en más de 35 países, ayudan a mejorar la forma en la que las personas se mueven por todo el mundo. Además, gracias a la amplia información disponible y la simplificación de los métodos de pago, las autoridades locales pueden fijar objetivos ambiciosos para potenciar el transporte público. Y es que al analizar los patrones de comportamiento de los ciudadanos, serán capaces de mejorar la calidad del servicio y aumentar la eficiencia de los servicios de transporte, atrayendo como consecuencia a más pasajeros.
Pero los encargados de planificar el urbanismo en las ciudades se enfrentan a la necesidad de conseguir sistemas de transporte más inteligentes en la ciudad. Para ello, hay que encontrar soluciones que agraden tanto a los habitantes como a los municipios y autoridades, sin perder de vista las innovaciones que se prevén en materia de transporte. Vehículos conectados y autónomos, las apps de pago de estacionamiento, y la economía compartida cambiarán nuestra forma de pensaren los próximos años, así como nuestra experiencia al aparcar y en la movilidad.
Existen diferentes predicciones sobre lo que será el futuro de los transportes, que se resumen principalmente en cuatro grandes conclusiones:
  • Dentro de unos 10-15 años empezaremos a ver coches sin conductor por las calles de la mayoría de las ciudades. Hay tres retos que afrontar: la tecnología, la política municipal, y el “conductor” (el sistema de control del vehículo). La niebla, la lluvia y la nieve interfieren con el láser de navegación y las cámaras. Los coches autónomos requieren un seguimiento virtual, por ello el cierre de calles para eventos y las obras necesitarán estar estrechamente reguladas. Además, los conductores podrían estar demasiado distraídos como para tomar el control del coche durante una emergencia. ¿Deberían los desarrolladores saltarse esa etapa del desarrollo, para centrarse en la plena autonomía?

  • Los parquímetros desaparecerán. Debido al crecimiento de las app de pago de estacionamiento, a los usos alternativos de los espacios de estacionamiento regulado y a los ajustados presupuestos municipales, las ciudades no tendrán más remedio que destinar menos para las compras de parquímetros y soporte. En cualquier caso, esto no significa que el estacionamiento por horas vaya a desaparecer. La huella de los parquímetros físicos se reducirá a medida que más personas utilicen aplicaciones para pagar por su estacionamiento. Dentro de poco los vehículos detectarán cuándo han estacionado en un espacio regulado, y el conductor pagará automáticamente el aparcamiento utilizando su tarjeta de crédito o cuenta. De hecho es una práctica que ya se está llevando a cabo en muchas ciudades de España y que consiste en cobrar sólo por el tiempo que el conductor aparque, terminando la sesión cuando el automóvil comience a circular. En el caso del aparcamiento on street, a través de sensores y aplicaciones móviles de pago, los conductores sólo pagan por el tiempo que han estacionado, mientras que en los aparcamientos subterráneos (off street) ya existe una tarificación por minutos para que los usuarios no tengan que pagar grandes cantidades de dinero.

  • Los sistemas de peaje también desaparecerán. Además, los sistemas de peaje tanto on street como off street también desaparecerán y serán sustituidos por sistemas de peaje virtual con tecnologías como NFC, apps móviles de pago, etc.

  • Las deducciones y el estacionamiento subvencionado impulsarán el intercambio de viajes entre las personas con menos recursos. A pesar de la disminución de los costes, ser dueño de un coche todavía puede ser una carga agobiante, especialmente para aquellos con menos recursos. Los coches, sin embargo, son fundamentales para llevar a nuestros hijos al colegio o para ir a trabajar. Una forma de resolver este problema es que se promocione el uso de coches compartidos a través de créditos fiscales y otros incentivos. Los municipios buscarán obtener beneficios económicos de los espacios de estacionamiento no utilizados al dar un acceso más barato a las empresas de automóviles compartidos (car sharing).

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