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jueves, 7 de julio de 2016

Fomento vuelve a tender la mano a las autopistas quebradas, entre ellas la de Ocaña-La Roda

Ana Pastor

La ministra de Fomento en funciones, Ana Pastor, ha vuelto a tender la mano a las ocho autopistas de peaje en quiebra para poder llegar a acuerdo sobre el plan de rescate propuesto por el Gobierno. Las ocho vías quebradas son las cuatro radiales de Madrid, la Ocaña-La Roda, la Madrid-Toledo.


Pastor recordó que el plan pasa por integrar las vías en una empresa pública tras aplicar una quita del 50% a la deuda de unos 3.200 millones de euros que soportan y convertir el resto de pasivo en un bono con una retribución garantizada del 1%.



"Ahí seguimos y en este momento de mayor solvencia de las empresas, creo que podemos llegar a un acuerdo y que puede ser muy bueno para España", aseguró Pastor durante su intervención en un encuentro sobre infraestructuras de los Cursos de Verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).



La titular de Fomento se refirió así a la recuperación del tráfico que presentan estas autopistas, que registró un aumento del 6,2% en el primer cuatrimestre del año, cuando contabilizaron una media de 6.430 vehículos al día, según datos oficiales del Ministerio.



Pastor vuelve a tender la mano a las autopistas cuando tres de las ocho vías en riesgo de quiebra están ya en fase de liquidación, si bien los autos de los juzgados de lo mercantil están recurridos por el Ministerio.



Las ocho vías quebradas son las cuatro radiales de Madrid, la Ocaña-La Roda, la Madrid-Toledo, la Eje Aeropuerto, que une Madrid y el aeropuerto de Barajas, y la Cartagena Vera.


miércoles, 6 de julio de 2016

Fomento tiende la mano a las autopistas de peaje para acordar una quita del 50%

Peaje autovias
Peaje autovias

La ministra de Fomento en funciones, Ana Pastor, ha vuelto a tender la mano a las ocho autopistas de peaje en quiebra para poder llegar a acuerdo sobre el plan de rescate propuesto por el Gobierno.

Pastor re­cordó que el plan pasa por in­te­grar las vías en una em­presa pú­blica tras aplicar una quita del 50% a la deuda de unos 3.200 mi­llones de euros que so­portan y con­vertir el resto de pa­sivo en un bono con una re­tri­bu­ción ga­ran­ti­zada del 1%.

"Ahí se­guimos y en este mo­mento de mayor sol­vencia Fomento vuelve a tender la mano a las au­to­pistas de peaje para acordar una quita del 50% sol­vencia de las em­pre­sas, creo que po­demos llegar a un acuerdo y que puede ser muy bueno para España", ase­guró Pastor du­rante su in­ter­ven­ción en un en­cuentro sobre in­fra­es­truc­turas de los Cursos de Verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).

La ti­tular de Fomento se re­firió así a la re­cu­pe­ra­ción del trá­fico que pre­sentan estas au­to­pis­tas, que re­gistró un au­mento del 6,2% en el primer cua­tri­mestre del año, cuando con­ta­bi­li­zaron una media de 6.430 vehículos al día.

Pastor vuelve a tender la mano a las au­to­pistas cuando tres de las ocho vías en riesgo de quiebra están ya en fase de li­qui­da­ción, si bien los autos de los juz­gados de lo mer­cantil están re­cu­rridos por el Ministerio.

Las ocho vías que­bradas son las cuatro ra­diales de Madrid, la Ocaña-La Roda, la Madrid-Toledo, la Eje Aeropuerto, que une Madrid y el ae­ro­puerto de Barajas, y la Cartagena Vera.

Industria re­co­noce a las grandes eléc­tricas 26 mi­llones por la re­vi­sión del margen de co­mer­cia­li­za­ción

miércoles, 22 de junio de 2016

Las autopistas 'condenadas' sólo captan el 27% del tráfico previsto


Si algo puede salvar a las autopistas R3 y R5, las primeras radiales condenadas a la liquidación de una decena en toda España, no será el tráfico. Casi doce años después de la inauguración de ambas, el número de vehículos que circula por ellas ha aumentado notablemente en los dos últimos ejercicios, pero no lo suficiente como para hacerlas sostenibles. Y es que, para alcanzar la previsión de tráfico que justificó su construcción, el número de automóviles que se mueven por ellas debería multiplicarse por cuatro.
Este será uno de los asuntos que tendrá que resolver con más urgencia el próximo ministro de Fomento después de que el Juzgado de lo Mercantil número 6 haya puesto fecha a la liquidación y cierre de la R3 (Madrid-Arganda) y la R5 (Madrid-Navalcarnero) si el Gobierno no asume la gestión de las vías: el día 1 de octubre.
Estas radiales se inauguraron en febrero de 2004 con el objetivo de descongestionar las salidas y entradas a la capital. Sin embargo, el desplome del tráfico que ambas autopistas han registrado durante la crisis, el coste de las expropiaciones y algunas ampliaciones de obras llevaron hace dos años a la concesarionaria, Accesos de Madrid -participada por Abertis, Sacyr y ACS-, a entrar en concurso de acreedores.
Accesos de Madrid llegó incluso a presentar un recurso ante el Tribunal Supremo contra el Gobierno por la falta de tráfico en estas dos autopistas de peaje, aunque sin éxito. Pero, lo cierto, es que las previsiones sobre el volumen de vehículos que absorberían la R3 y R5 eran demasiado optimistas: 70.000 automóviles diarios. En la actualidad, y con el tráfico creciendo tras los años de la crisis, los vehículos diarios que circulan por ambas vías suman 19.001.
Esto quiere decir que las autopistas condenadas a su cierre sólo captan el 27,17% del volumen de tráfico previsto en un principio. Según los últimos datos del Ministerio de Fomento, en marzo de este año, la Intensidad Media Diaria (IMD) en la Radial 3 fue de 11.250 vehículos, mientras que en la Radial 5 ascendió a 7.751. En resumen, para alcanzar las cifras iniciales, habría que multiplicar casi por cuatro el volumen de tráfico actual.
Pese a esta disparidad de cifras, el Tribunal Supremo resolvió el recurso de Accesos de Madrid asegurando que la falta de tráfico no pueda considerarse «un riesgo imprevisible» como para modificar los contratos de concesión de autopistas de peaje que esta empresa exigía al Gobierno.
Hasta el año 2007, al comienzo de la crisis económica, la circulación por ambas radiales crecía año tras año, pero a partir de 2008 los datos entraron en caída libre. El peor año fue 2012, cuando el tráfico de la R3 cayó en un -16,8% y el de la R5, en un -19,8% en vehículos no pesados. En 2015, los números ya fueron positivos y la IMD arrojó cifras en negro: un incremento del 10,3% en la R5 y de un 12% en la R3 en vehículos no pesados. Cifras, en cualquier caso, muy lejanas a las optimistas previsiones.
El Ministerio de Fomento ha recurrido ante la Audiencia Provincial y el Tribunal Supremo la decisión del Juzgado de lo Mercantil número 6 de iniciar de oficio la fase de liquidación de las autopistas R3, R5 y la circunvalación de Alicante. Fuentes del ministerio explicaron que este magistrado «no tiene competencias» para iniciar este procedimiento y que este recurso «paraliza» la orden de cierre de estas radiales.
Junto a Accesos de Madrid, hay otras siete sociedades concesionarias inmersas en procesos concursales que gestionan nueve autopistas: R2, R3, R4, R5, la AP-41, el eje del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, la AP-36, la circunvalación de Alicante y la AP-7, entre Alicante y Cartagena; aunque sólo en el caso de la R3 y R5 y la autopista de Alicante se ha llegado a una resolución judicial de cierre.
Durante la legislatura, el Gobierno ha intentado cerrar un acuerdo sobre el plan de rescate con las concesionarias, aunque nunca ha prosperado y las negociaciones están en punto muerto. El plan, aún vigente para Fomento, pasa por que el Estado asuma las autopistas tras aplicar una quita del 50% en la deuda de unos 3.200 millones que alcanzan.

viernes, 17 de junio de 2016

El TSJ de Madrid reafirma el laudo del jefe de Baker & Mckenzie en la batalla de las radiales




Abertis, a través de Iberpistas, y Bankia han perdido la batalla final de la disputa mantenida desde hace dos años contra ACS y Sacyr en su fallida huida del fiasco de las radiales R-3 y R-5. Ambas autopistas se encuentran ahora en fase de cierre y liquidación, tras el auto dictado a primeros de mayo por el juzgado mercantil número 6 de Madrid. Dicha resolución, que implicará el traspaso de ambos activos al Ministerio de Fomento, es consecuencia directa del concurso voluntario de acreedores solicitado en octubre de 2012 por la sociedad concesionaria Accesos Madrid.

Al margen del contencioso secular que los grandes contratistas de los peajes en quiebra mantienen con el Gobierno, en el caso concreto de las dos citadas radiales madrileñas se ha producido una batalla interna que ha estado a punto de socavar los cimientos del sistema de arbitraje en España. El mundo de la abogacía madrileña ha estado muy pendiente de la resolución de un conflicto que surgió a raíz del intento de Abertis y Bankia por ejercer sus opciones de venta en la sociedad Alazor Inversiones, accionista único de Accesos Madrid y compañía encargada hasta ahora de gestionar las mencionadas autopistas.

ACS y Sacyr rechazaron el planteamiento de sus dos socios mal avenidos, al entender que las peticiones respectivas de la filial de Abertis y de la Corporación Industrial Bankia no se ajustaban a los términos establecidos en el pacto de accionistas, dado el desequilibrio económico y financiero que padecía el proyecto por la acumulación de pérdidas incurridas. En otras palabras, las constructoras entendían que sus compañeros de fatigas estaban obligados a soportar el desenlace de los acontecimientos y se negaron a asumir el coste de 120 millones de euros que, en términos redondos, reclamaban los disidentes.

Las desavenencias fueron subiendo de tono, principalmente a raíz de la suspensión de pagos, y desembocaron a principios de 2013 en un procedimiento ante la Corte de Arbitraje de la Cámara de Comercio de Madrid que fue resuelto por un tribunal bajo la presidencia de José María Alonso Puig, antiguo socio codirector de Garrigues y máximo representante en la actualidad del despacho jurídico Baker & Mckenzie. Alonso Puig es una de las principales autoridades españolas en materia de arbitraje, pero el laudo dictado en mayo de 2014 terminó derivando en una controversia pública cuando Abertis y Bankia se negaron a aceptar la derrota inflingida a manos de ACS y Sacyr.

Los perdedores descargaron sus críticas contra el presidente del tribunalcon la interposición de sendas demandas ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, en las que solicitaban la anulación del laudo invocando entre otros motivos una supuesta falta de imparcialidad por parte de José María Alonso. Aducían a este respecto que el ahora socio director de Baker & Mckenzie fue contratado como asesor externo del consejo de administración de Corporación Llorente, la constructora vallisoletana bajo la que se agrupa un importante 'holding' empresarial con destacada presencia en los sectores de infraestructuras, energías renovables y gestión inmobiliaria.

Las vinculaciones comerciales de las filiales de Corporación Llorente en diferentes uniones temporales de empresas con el grupo ACS de Florentino Pérez servían de pretexto en la estrategia judicial de Abertis y Bankia, pero el TSJ de Madrid ha despejado cualquier sombra de duda en una sentencia notificada la pasada semana y a la que ha tenido acceso El Confidencial. La resolución señala de manera taxativa que “no consta que el Sr. Alonso tuviera conocimiento, en el momento de su intervención en este arbitraje, de los proyectos en común que tuvieran con ACS las empresas filiales de la Corporación Llorente Muñoz”.

La Sala de lo Civil y Penal del mencionado órgano jurisdiccional desarrolla un amplio análisis doctrinal que elimina cualquier suspicacia sobre la labor de Alonso Puig en su calidad de presidente del tribunal de arbitraje. La sentencia expone que no está probado que el asesoramiento de José María Alonso a Corporación Llorente estuviera relacionado con aspectos comerciales, sino que era de carácter personal y vinculado con materias de responsabilidad corporativa: “Tales circunstancias -añade la sentencia- no permiten deducir, pues, la concurrencia de una apariencia de interés del presidente del colegio arbitral autor del laudo impugnado en la resolución del arbitraje en un determinado sentido favorable a alguna de las concretas partes del procedimiento arbitral”.

El TSJ de Madrid no tiene reparos a la hora de calificar como “un galimatías” las relaciones societarias que invocan los demandantes para cuestionar la independencia del árbitro. La sentencia especifica que es una filial de Corporación Llorente, en este caso la firma Collosa, la que mantuvo “operaciones negociales” con Dragados, a su vez filial de ACS, que es la matriz de Desarrollo de Concesiones Viarias Uno (DCV1), siendo esta última la entidad vinculada como parte en el conflicto. Bajo estas circunstancias, los jueces consideran que “difícilmente podría exigirse al árbitro estar al corriente de las operaciones comerciales realizadas entre algunas de las filiales de la corporación que asesoraba en asuntos de buen gobierno y alguna de las filiales dependientes de una de las partes del procedimiento arbitral”.

A la vista de todo ello, el TSJ de Madrid desestima el motivo de nulidad,de manera que la resolución arbitral queda, por tanto, ratificada de pleno. La sentencia no permite recurso alguno, de acuerdo con el artículo 42.2 de la Ley de Arbitraje. En definitiva, Iberpistas y Bankia son condenadas a pagar las costas y tendrán que seguir al pie del cañón en todo el proceso de liquidación de las radiales madrileñas, un conflicto este último que todavía tiene mucho recorrido por delante.

miércoles, 15 de junio de 2016

CaixaBank da un portazo al Gobierno al vender la deuda de las autopistas quebradas

Una de las radiales de Madrid. (EFE)
CaixaBank ha decidido no esperar más cualquier posible solución gubernamental al ingente problema de las autopistas de peaje en situación de quiebra. La entidad que preside Isidre Fainé ha vendido la deuda que tenía vinculada a las carreteras de pago que circundan Alicante y Madrid, una decisión que supone dar un portazo a la actual ministra de Fomento en funciones, Ana Pastor, que pretende nacionalizar el sectorUn plan que tendrá un alto coste para el contribuyente.
Según han confirmado fuentes próximas a la operación, CaixaBank ha traspasado varios préstamos impagados a fondos oportunistas o buitres,como son conocidos por su voracidad en aprovecharse de empresas en estado de insolvencia. En concreto, créditos concedidos en su día a Ciralsa,para construir la AP-7 de Alicante, y a Accesos de Madrid, para financiar la R-3 y R-5 de Madrid, que unen Arganda y Navalcarnero, respectivamente.
En total, ha vendido unos 100 millones de euros a un fondo 'distress' que algunas fuentes aseguran ser Taconic. Se trata del primero de los grandes bancos españoles en quitarse de en medio y no esperar más ante los reiterados incumplimientos del todavía Gobierno de Mariano Rajoy, que en cuatro años y medio no ha sido capaz de encontrar una solución a un problema que asciende a cerca de 5.500 millones entre préstamos y compensaciones por expropiaciones. Fuentes del mercado dan por hecho que la banca española ya se ha desprendido de cerca de 700 millones en créditos (la cifra total asciende a 3.800 millones) relacionados con estas infraestructuras fallidas. Pero hasta la fecha, todas las entidades han guardado silencio y han evitado identificarse para evitar un enfrentamiento con el Ejecutivo del PP.
El presidente de CaixaBank, Isidre Fainé. (EFE)
Ciralsa está controla por ACS, presidida por Florentino Pérez, que tenía como socios a Abertis y Globalvia (FCC). La primera tiene el 50% del capital, mientras que la filial de la propia CaixaBank y la subsidiaria de la constructora de Carlos Slim se reparten la otra mitad a partes iguales. Ciralsa presentó concurso de acreedores en 2014 con un activo de 413 millones y un pasivo de 523 millones. Actualmente, el administrador concursal es Pricewaterhouse.
Por su parte, Accesos de Madrid, concesionaria de la R-3 (Madrid-Arganda) y la R-5 (Madrid-Navalcarnero), tiene como accionistas relevantes a Abertis (36%), Sacyr (25%) y ACS y Bankia, con el 20% cada uno. La concesionaria entró en concurso en octubre de 2012 con una deuda próxima a los 2.000 millones de euros. El pasado 10 de mayo, el Juzgado de lo Mercantil número 6 de Madrid decretó su liquidación el próximo mes de octubre, medida extraordinaria que ha sido recurrida por Fomento.
Estos proyectos en quiebra se suman a las liquidaciones del Eje Aeropuerto y AP-36 (Ocaña-La Roda), por las que el Gobierno también está litigando en la Audiencia Provincial. Lo hace porque si no recurriese, se activarían garantías contractuales o, lo que es lo mismo, la Responsabilidad Patrimonial de la Administración (RPA), una compensación del Estado a la sociedad concesionaria para que pueda indemnizar a su acreedores.
El presidente de la patronal de las grandes contructoras Seopan, Julián Núñez. (EFE)
Según Seopan, la patronal de las constructoras, este pago podría elevarse a 5.000 millones de euros para el conjunto de las ocho autopistas quebradas, lo que pondría en un serio compromiso la contabilidad nacional en términos de déficit y deuda pública. Sin embargo, los cálculos del Gobierno, que sigue un plan de amortizaciones distinto y descuenta de la suma los créditos participativos y los pagos realizados por las sentencias de expropiaciones de suelo, reducen la cifra a unos 1.600 millones de euros.
La decision de CaixaBank es un duro palo para Ana Pastor y para el futuro titular del Ministerio de Obras Públicas que salga de las elecciones del 26 de junio. Porque a partir de ahora su interlocutor no será un banco nacional con el que tener capacidad de diálogo, sino un fondo buitre que exigirá a dentelladas el repago de la deuda. CaixaBank ha declinado hacer ningún comentario sobre esta información, que ha sido manejada con mucha confidencialidad dentro del banco dada la sensibilidad del asunto. Pero, pese a vender con un descuento cercano al 90% respecto del importe del crédito, el resultado de la operación puede tener un signo positivo, puesto que la pérdida de esos 100 millones ya la había provisionado con anterioridad.

lunes, 13 de junio de 2016

Comienza el cierre de las autopistas de peaje R-3 y R-5

Vista de la zona de peaje de una de las carreteras radiales de Madrid - EFE
El Juzgado de lo Mercantil número 6 de Madrid ha acordado iniciar de oficio la fase de liquidación y cierre de las autopista de peaje Radial 3 (R3) y Radial 5 (R5), así como la liquidación del servicio que se viene realizando en elmantenimiento y vigilancia de diversos tramos de la carretera M-50, todas ellas concesiones de la empresa Accesos Madrid.
Así consta en un auto fechado el pasado 3 de mayo, al que tuvo acceso Ep, en el que el juez Francisco Javier Vaquer autoriza a la empresa titular de la concesión, Accesos de Madrid, a dejar de cumplir el contrato a fecha 1 de octubre de 2016, y acuerda la entrega al Ministerio de Fomento de las autopistas.
Para ello ha abierto la fase de liquidación, que estará completada en esa fecha, y pondrá fin a todos los contratos, incluidos los laborales. Contra el auto, cabe interponer un recueros de apelación ante la Audiencia Provincial de Madrid en el plazo de veinte días.
En la parte dispositiva, el juez acuerda de oficio la apertura de la fase de liquidación de Accesos de Madrid y la suspensión de los administradores sociales en las facultades de administración y disposición.

En un comunicado, Comisiones Obreras ha denunciado que con esta decisión más de 120 familias se quedarán sin sus puestos de trabajo de forma inminente, antes incluso de que se sepa cuál va a ser el futuro de estas autopistas, ya que el Ministerio de Fomento todavía no se ha pronunciado sobre la situación de las autopistas.

Representantes de CC.OO. se reunieron con el juez y le solicitaron que no pusiese fin a la relación laboral, al menos hasta que Fomento no deje clara sus intenciones, pues pudiera darse el caso de que la actividad continuase directamente gestionada por este o a través de otra concesión y los trabajadores ya hubiesen perdido su puesto de trabajo.
Según el sindicato, los balances de explotación de estas autopistas, por su actividad, son plenamente rentables, pero son «claramente insuficientes» para hacer frente a la gigantesca deuda, contraída durante la construcción de la infraestructura, así como los sobrecostes de expropiación.
CC.OO. exige que además de valorar los intereses económicos, se tenga en cuenta a los trabajadores que van a ser los grandes damnificados, pese a dar beneficios a la empresa y se evite la destrucción de sus puestos de trabajo.

jueves, 2 de junio de 2016

La Corte de Arbitraje de Madrid, al borde de la desaparición


La Corte de Arbitraje de Madrid que impulsa la Cámara de Comercio de la capital como espacio de mediación entre empresas para solucionar conflictos sin necesidad de recurrir a los tribunales, está a punto de resultar un fracaso total. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ultima una resolución que puede suponer la anulación de uno de los laudos arbitrales más importantes de los últimos años, el que enfrenta a las constructoras ACS y Sacyr, por un lado, y la operadora de infraestructuras Abertis y Bankia, por otro, por un conflicto sobre la gestión de las autopistas radiales 3 y 5 de Madrid.

La anulación estaría motivada por la falta de independencia de uno de los árbitros designados por la Corte de Arbitraje, José María Alonso Puig, directamente relacionado con empresas del Grupo ACS que preside Florentino Pérez y que fue la beneficiaria del laudo. Expertos en derecho arbitral consideran que la formulación de la actual Corte de Arbitraje de Madrid no es la adecuada para establecer un sistema de mediación verdaderamente independiente entre empresas en conflicto.

Para más inri, la Corte depende de la Cámara de Comercio de Madrid, institución sometida en los últimos años al daño reputacional generado por las actuaciones de su anterior presidente, Arturo Fernández, obligado a dimitir entre otras cosas por su implicación en el escándalo suscitado por las tarjetas opacas de Bankia.

El modelo de financiación de la Cámara puesto en marcha tras la desaparición de la cuota cameral obligatoria ha obligado a la institución a ponerse en manos de empresas patrocinadoras que financian sus actividades, lo que pone en peligro la imparcialidad de sus actuaciones cuando un patrocinador entra en litigio. Juan López Belmonte, actual presidente de la Cámara de Comercio, y su director, Carlos Prieto, se enfrentan al desprestigio de una institución, la Corte de Arbitraje, sobre la que se ha pretendido en los últimos años asentar uno de los fundamentos que justifican la propia existencia de la Cámara de Comercio.

Los expertos señalan que el modelo de selección de los árbitros independientes puesto en marcha por la Corte de la Cámara está contaminado por los lazos profesionales que vinculan a muchos de los actuales expertos en procedimientos de arbitraje que son seleccionados para tomar decisiones en los litigios.

En la mayoría de los casos son abogados o expertos jurídicos con una amplia red de contactos profesionales ajenos al hecho arbitral, lo que pone en duda su supuesta independencia. El caso paradigmático es el que examina ahora el Tribunal Superior de Justicia de Madrid. Alonso Puig es reconocido como un experto en derecho arbitral, pero fue socio director del Bufete Garrigues hasta 2009; luego fue asesor del consejo de administración de Grupo Llorente, socio empresarial de ACS y luego socio director del bufete Baker & Mckenzie.

A su alrededor hay una tupida red de relaciones empresariales que hacen muy difícil que pueda ser árbitro independiente en un litigio entre empresas por muy conocedor de la materia que pueda ser, señalan los expertos consultados. Si el TSJ de Madrid certifica que hubo ausencia de independencia de uno de los árbitros del caso de las radiales de Madrid, el modelo de Corte de Arbitraje de la Cámara de Comercio estará obligado a su disolución o cambio radical, añaden miembros del pleno cameral.

¿Por qué han fracasado las radiales?

El tema de las radiales es uno más que deriva de la crisis inmobiliaria y de la crisis en general que afecta a España desde el año 2007.

Las radiales se empezaron a construir para dar salida al tráfico de Madrid en los diferentes puntos en los que se preveían atascos y solamente hasta un cierto número de kilómetros a los alrededores de Madrid.

Se construyeron la Radial 2, Radial 3, Radial 4 y Radial 5. En el año que empezaron la construcciones, alrededor del año 2000, las empresas constructoras tenían necesidad de obra pública con dos objetivos, el primero seguir construyendo unas infraestructuras muy caras que les proporcionaran grandes beneficios y les permitieran no parar la máquina de la construcción y, por tanto, poder pagar a sus empleados, tanto altos ejecutivos como a todos los demás.

En segundo lugar, el objetivo de las radiales era hacer negocios inmobiliarios y, para ello, se expropiaron en algunos lugares amplias zonas de terreno que no estaban destinadas solo a las carreteras sino a la posible construcción futura de hoteles, centros comerciales, etc.

En aquel momento, alrededor del año 2000, España estaba en crecimiento económico y todo fueron facilidades por parte del Gobierno para que estas construcciones se realizaran. Estas facilidades consistían en que los bancos financiaban la construcción de la obra con la garantía y la responsabilidad del Estado y, por otro lado, tanto el Gobierno como las concesionarias pensaron que podían expoliar los terrenos de los propietarios en los que iban a hacer negocios pagando a un precio muy bajo.

Estos son realmente los antecedentes y la razón de ser de la construcción de las autopistas porque la financiación era fácil y barata y la obra pública podía valer claramente para sacar adelante a las empresas constructoras hasta el punto de que se formaron para esta finalidad uniones temporales de empresas porque pensaban que iba a ser un gran negocio. Pero los cálculos económicos no fueron acertados. Se sobrevaloró la circulación que iba a discurrir por estas autopistas, así como tampoco se tuvo en cuenta que en la mayoría de ellas había autopistas públicas que no tenían peaje, junto con la posibilidad de hacer grandes negocios en las zonas que habían expropiado con esta finalidad.

Por tanto, las expropiaciones no es la causa fundamental de la debacle de las autopistas pero también es un elemento a tener en cuenta porque las concesionarias y el Gobierno pensaron que era una expropiación barata y no era así, ya que en aquel momento el Tribunal Supremo había establecido un criterio justo y razonable sobre la expropiación de los terrenos cercanos a zonas urbanas que iban a dar servicio a estas zonas, la teoría de los llamados “sistemas generales”. Por esta razón y aunque se intentó incluso cambiar la Ley del Suelo, las valoraciones expropiatorias subieron a un precio razonable y no al de expoliación de 3,00 €/m2 que pretendía el Gobierno y las concesionarias.

Es conocido que el procedimiento expropiatorio permite ocupar sin pagar a través de la generalización del procedimiento de urgencia, en este caso sin ninguna justificación, pues como se ha visto las radiales están vacías. No era urgente expropiar, había carreteras alternativas. Precisamente por razón del procedimiento de urgencia los propietarios han tenido que seguir un largo calvario para el cobro de las expropiaciones porque después de tener sentencias firmes, la Administración se ha resistido al pago inmediato de los justiprecios hasta el punto que ha sido necesario solicitar una nueva valoración del suelo al haber transcurrido más de dos años sin que se haya hecho efectivo el pago.

Todavía están pendientes pagos de estas nuevas valoraciones y de las iniciales, incluso las concesionarias han pretendido que los expropiados fueran a cobrar a través del concurso de acreedores en que están inmersas la mayoría de las concesionarias. El Tribunal Supremo en este caso ha dicho claramente que no tienen que ir al concurso, puesto que es el Estado, propietario de los terrenos, el que tiene que pagar. A pesar de todo, los tribunales no ejecutan con agilidad las sentencias y no imponen a la Administración las multas y los incrementos de los tipos de interés cuando después de varias sentencias firmes no pagan.

Esta es la situación actual, en la que todavía después de más de 16 años de pleitos y procedimientos, los propietarios aún no han cobrado gran parte de lo que se les debe y las concesionarias no quieren pagar a los bancos lo que les prestaron para construir.

viernes, 27 de mayo de 2016

Fomento paralizará en el Supremo la liquidación de las primeras radiales

Fomento paralizará en el Supremo la liquidación de las primeras radiales
Playa de peajes de la autopista Radial 3.(Reuters)

Con la legislatura ya agotada e incertidumbre sobre el color del próximo Gobierno, Fomento batalla contra el reloj en el anunciado cierre de las primeras autopistas quebradas. El departamento que dirige Ana Pastor va a tratar de neutralizar en el Tribunal Supremo el match ball del juzgado de lo Mercantil número 6 de Madrid, cuyo último auto fija para el 1 de octubre el cierre al tráfico de las radiales R-3 y R-5 de Madrid, y de la circunvalación de Alicante, si el ministerio no asume su gestión antes de esa fecha.

Para evitar este fuerte revés entra en juego la Abogacía del Estado con un recurso que, según ha podido saber CincoDías, será presentado esta semana. Tanto en Fomento como los abogados del Estado entienden que el juzgado en cuestión carece de competencias para suspender un contrato de concesión administrativa. Siguiendo este argumento de conflicto de jurisdicción, se va a pedir que el Supremo se pronuncie sobre esta controversia. Desde el Gobierno se defiende que la vía adecuada sería la del contencioso-administrativo y que, en todo caso, es la Administración la que tiene capacidad para cancelar una concesión.

La primera derivada del recurso, según fuentes jurídicas, es que se detiene la cuenta atrás que marca la clausura de estas tres autopistas de peaje. Un hecho capital por cuanto están en fase de liquidación la AP-36, que gestiona Ferrovial entre la localidad toledana de Ocaña y la albaceteña de La Roda, y la M-12 de OHL que da acceso al aeropuerto de Barajas desde Madrid. También están en situación concursal la R-3, R-4, la AP-41 Madrid-Toledo, y la autopista Cartagena-Vera.
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El auto del juzgado Mercantil fue emitido “sin efectos suspensivos”, lo que pone trabas a la congelación del mismo si es recurrido ante la Audiencia Provincial. De hecho, el juez usa el imperativo ante las concesionarias para que bajen definitivamente las barreras de las autopistas, con la orden de “dejar de cumplir el contrato concesional y el cese total de la actividad empresarial de la concursada a las 00,00 horas del día 1 de octubre de 2016”.

Con el caso de Accesos de Madrid (R-3 y R-5), operada por Abertis, y de Ciralsa (circunvalación de Alicante), controlada por ACS, es la primera vez que la justicia pone fecha en un auto de liquidación. El próximo Ejecutivo se estrenaría con un grave problema que no ha podido resolverse tras un duro pulso con los bancos acreedores de las concesionarias, una vez que los accionistas de las autopistas –Abertis, Ferrovial, Sacyr, ACS, Acciona, Isolux, Globalvía y Bankia, entre otros- dan por perdido el capital invertido y que las constructoras estaban dispuestas a una nueva quita en la deuda comercial, de unos 500 millones de euros, por obras.

Además, entre las ocho quebradas suman una deuda bancaria de 3.200 millones de euros a la que, en función del plan de rescate, también se haría una quita del 50% y se canjearía por bonos de la sociedad estatal que agruparía las carreteras.

Tras la nacionalización está el riesgo para el Estado la responsabilidad patrimonial (RPA), por un valor cercano a los 4.500 millones de euros, una vez que se han visto incumplidas las expectativas de tráfico, lo que ha quebrado los modelos económico-financieros. Alimentadas ahora por los bajos costes del combustible y el inicio de la recuperación económica, la R-3 culminó 2015 con un incremento del 12,5% en el tráfico, sobre una base ínfima, mientras la R-5 ganó un 9,7% de usuarios.

Vuelve el debate del peaje en autovías, avanzando el arranque de una nueva legislatura, y las concesionarias reactivan su discurso del pago por uso para “armonizar” la situación de la red de carreteras de alta capacidad. Mientras Abertis, Cintra, Itínere, Sacyr, OHL o Globalvía defienden el peaje blando en las autovías, la ministra de Fomento, Ana Pastor, trató la semana pasada otro asunto convergente: el de la finalización de algunas concesiones. Un caso que va precisar una solución política que, vaya en el sentido que vaya, pondrá patas arriba el sector. El frente de operadoras tiene presentado un plan de inversiones multimillonarias en mejoras a cambio de extensiones de plazo de explotación. Una oferta que se ha quedado en los cajones de la Administración. Pastor adelantó que no se renovará ninguna concesión de autopista mientras sea ministra de Fomento. Que ella decida en el futuro depende del resultado electoral e incluso de que repita en la cartera de Fomento.

En noviembre de 2018 vence el tramo de la AP-1 entre Burgos y Armiñán, operado por Itínere, después de 34 años de peaje. Lo que suceda sentará un precedente para el vencimiento en 2019 de Aumar, que incluye el tramo valenciano de la AP-7 y la AP-4 entre Cádiz y Sevilla, y de Acesa en 2021, ambas explotadas por Abertis. La última de ellas es el gran activo del grupo catalán en España, con 480 kilómetros que comprenden la AP-7 entre La Jonquera y Salou; la AP-2 Zaragoza-Mediterráneo, y AP-2 Molins de Rei-El Papiol.

El próximo Gobierno puede abrirlas al tráfico sin peaje y asumiendo el coste de conservación; ampliar plazos a las actuales operadoras a cambio de inversiones de las operadoras, o hacer caja promoviendo nuevos concursos.

Los rigores del objetivo de déficit restan posibilidades a la primera opción. En cualquiera de los otros dos escenarios seguiría habiendo barreras. “¿Cómo se explicará en Burgos que la AP-1 seguirá tarificada, después de 30 años, si en el resto de España hay autovías gratuitas?”, se pregunta un alto directivo del sector.

jueves, 26 de mayo de 2016

El frenazo inversor en autopistas obliga a las constructoras a buscarse la vida en Europa

Las autopistas han sido uno de los temas más espinosos a los que se ha enfrentado la ministra de Fomento, Ana Pastor, en la última legislatura. Los roces con las concesionarias a costa de las radiales han sido constantes en los últimos cuatro años, pero la patata caliente es mucho más grande.
Pastor ha reiterado que mientras ella esté al frente del departamento las concesiones actuales de autopistas no se van a renovar, con lo que su explotación de estas vías de peaje pasaría a manos del Estado.
Algunas empresas de construcción y servicios, concesionarias de estas infraestructuras, se han mostrado críticas con la actitud de Fomento. El consejero delegado de OHL, Josep Piqué, ha asegurado que los políticos españoles se oponen al “mercado concesional” de infraestructuras; por ello, el porcentaje de actividad de la constructora en España es del 10% sobre el total, una proporción que “irá decreciendo”, según Piqué.
El mismo camino, el de la salida al exterior, es el que han tomado otras concesionarias españolas. Algunas de las últimas infraestructuras adjudicadas apuntan en esa dirección.
La filial de Ferrovial para autopistas, Cintra, se ha hecho con un contrato que confirma la tendencia. Esta compañía se ha adjudicado la construcción y explotación de varias vías de peaje en Eslovaquia con un valor de 970 millones de euros. De ellos, 800 millones se corresponden con las tareas de edificación de varios tramos, que incluyen la circunvalación de Bratislava.
No obstante, a esta cantidad habría que sumarle el canon que deberá abonar el Estado centroeuropeo al consorcio en el que participa Cintra durante los próximos 35 años, por lo que el monto final que va a recibir asciende a 1.900 millones de euros.
Esta adjudicación se produce poco después de que otra compañía española, Abertis, consiguiera adquirir dos autopistas italianas, con lo que se consumó su vuelta al país transalpino. Gracias a una inversión de 594 millones de euros, Abertis se hará con el 51,4% de A4 Holding, que aglutina 235 kilómetros de autopistas en la región del Véneto.
En España hay menos oportunidades. Los planes de Pastor de no renovar las autopistas de peaje llevarían al Estado a quedarse con estas vías. La primera afectada sería la AP-1 entre Burgos y Guipúzcoa, cuyo contrato con Itínere vence en 2018.
Si el Estado asume la titularidad de la autopista AP-1, Fomento estaría dando el primer paso para la constitución de una empresa pública -o con una fuerte participación pública- de gestión de este tipo de activos, una solución que ya se planteó para las autopistas radiales. Fomento no consiguió llegar a un acuerdo con los acreedores de estas vías, que incluía quitas del 50% de la deuda.
Aunque el plan sigue encima de la mesa, los tribunales le han puesto límite a la ventana de oportunidad para solucionar este entuerto: el 1 de octubre tendrá que haberse completado la liquidación de la autopista de circunvalación de Alicante y de las radiales R-3 y R-5. Según la sentencia judicial, aunque Fomento recurra -práctica habitual para retrasar la ejecución de la resolución- no podrá paralizar el proceso.
El Tribunal Supremo ha contribuido también a las múltiples puntillas que están recibiendo las radiales en concurso de acreedores, después de que haya ratificado la situación de quiebra de la R-2. La empresa concesionaria había solicitado que se le devolviera su autonomía, algo que el Supremo no ha respaldado.
Así las cosas es normal que las concesionarias busquen autopistas en otras partes, si en España o están quebradas o no admiten renovaciones.

Fomento reitera su intención de no renovar ninguna concesión de autopista

El Ministerio de Fomento ha reiterado hoy nuevamente que no se renovará ninguna concesión de autopista mientras Ana Pastor siga siendo ministra, de forma que el objetivo pasa por que la vía pase de nuevo a manos del Estado.

Según han señalado fuentes del ministerio, durante la gestión de Pastor no se ha prorrogado ninguna concesión a pesar de las peticiones que se han recibido y no es hasta 2018 cuando vence la primera concesión, la de la AP-1 en Burgos.

En este sentido, recuerdan que Pastor se ha comprometido en numerosas ocasiones a no prorrogar concesiones de autopistas, no sólo aquellas que finalizan en 2 ó 3 años, sino a las que les quedan 10 o más.

No obstante, es improbable que una decisión de estas características la adopte un Gobierno en funciones, ya que además quedan cerca de dos años para que finalice la primera concesión, por lo que no hay una urgencia inmediata que obligase a prorrogar alguna.

Además, el compromiso de Pastor dependerá, en el supuesto de que el PP gane las elecciones, de si repite al frente de la cartera de Fomento, así como de la conformación del nuevo Gobierno y sus planteamientos en este sector.

En el caso de que la autopista pase a manos del Estado, éste tendrá que asumir los gastos de mantenimiento de la infraestructura.

Desde el sector concesional, muchas empresas, como es el caso de Abertis, han señalado que esperan a la formación del nuevo Gobierno para "empezar de nuevo a trabajar" en la posibilidad de alargar sus concesiones a cambio de inversiones, tal y como han hecho el grupo en Francia con el "Plan Relance".

Entre las críticas que plantea el sector a la propuesta de Fomento es la capacidad del Estado para asumir las inversiones en mantenimiento de todas aquellas concesiones que pasen al Estado, especialmente notables en el caso de la AP-7.

Dichas autopistas se podrían integrar en Seittsa o en la Dirección General de Carreteras, entre otras opciones.

Además, el próximo Gobierno deberá abordar de nuevo las negociaciones entre concesionarias, constructoras y banca acreedora para buscar una solución ante la situación de insolvencia en la que se encuentran algunas autopistas de peaje después de que el Ejecutivo de Mariano Rajoy no haya conseguido sacar adelante su plan de crear una sociedad pública que aglutine a estas carreteras.

Seopan calculaba que abordar una liquidación de las autopistas de peaje en quiebra (responsabilidad patrimonial de la Administración y costes judiciales) tendría un coste superior a 8.000 millones.

Recientemente, el juzgado de lo Mercantil número 6 de Madrid ordenó, como ya han hecho otros juzgados, la liquidación de las sociedades concesionarias de las autopistas radiales R3 y R5 de Madrid y de una circunvalación de Alicante, todas ellas en concurso de acreedores, decisión que el Ministerio de Fomento va a recurrir.

En los dos primeros meses del año, el tráfico en las autopistas de peaje en España se incrementó el 7,5 %. En el caso concreto de los vehículos pesados, su circulación por estas vías creció el 4 %.