Mostrando entradas con la etiqueta M-407. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta M-407. Mostrar todas las entradas

martes, 23 de febrero de 2016

Aguirre y “la cólera de dios”

Dice el dicho que cuando el barco se hunde, las ratas son las primeras en huir, y debe ser verdad porque hasta en las islas Galápagos se han encontrado estos roedores. Eso pasa con Aguirre, su partido se está hundiendo y ella huye. Y eso sería bueno, quitarnos de una vez de la chepa este forúnculo que aprisiona a los ciudadanos con su campechanía, su popularidad, y su lenguaraz boca de la que salen a diario tacos y palabras malsonantes como queriendo identificarse con el pueblo. Ya sabemos que a ella todo se le perdonaba porque como dijo un empresario, otro inútil y parásito, es “cojonuda”. Tan cojonuda que hoy, como paradigma que se cree del político, habría que añadir al título de “Grande de España” que posee ella, el adjetivo de “Grande y Cojonuda de España”. Pero sucede que, como es usual en ese partido, se va pero no se va, que lo dice tratando de mantenerse al margen de una trama mafiosa que ha esquilmado los dineros públicos, compuesta por hombres de su absoluta confianza, alguno de cuyos miembros están ya en la cárcel, pero todavía no han ingresado todos los que son, aunque son todos los que están. Lo peor es que esta lenguaraz señora se vaya de rositas, y quede impune su despilfarro y su falta de profesionalidad tanto política como humana, demostrado en los equipos con los que se ha rodeado desde que está manejando dineros públicos. Un manejo que ha ido de despilfarro en despilfarro no sólo en contratación de personal servil y periodistas afines, sino en grandes y costosas obras inútiles de las que damos cuenta a continuación. Eso mientras era la jefa, pero incluso antes de serlo. Me explico, para llegar a la cúspide no dudó en acudir al soborno. ¿Qué fue sino el famoso “tamayazo”, comprando a dos miembros de la lista socialista que había ganado con esa diferencia de dos concejales cuando ella se presentó a presidir la Comunidad de Madrid?
Me viene a la memoria una película muy famosa en los años setenta cuyo título describe muy bien a la señora de la que hablamos, tanto por su aspecto y condición, como por su comportamiento. Me refiero a “Aguirre o la cólera de Dios” (1972), de Werner Herzog, con Klaus Kinski en una de sus mejores interpretaciones. El cineasta alemán nos presenta al conquistador vasco Lope de Aguirre –¿será descendiente del mismo?- como un hombre desequilibrado, loco, ciego por el poder. Su tema es el poder y la avaricia, que en su expedición en busca de El Dorado, el paraíso del Perú, lleno de oro, no duda en hacerse con el mando matando a todo el que se le oponía. (Otro cineasta español, Saura, también lo trata en la película El Dorado, aunque Aguirre aquí no comienza como protagonista, y acaba siéndolo. Significativo). Pero, dato curioso, no lo hace personalmente él, con su espada, sino con la de su segundo, que, como perro fiel, ejecuta las órdenes del amo. A pesar de tanta sangre, incluso llegar a matar a su propia hija, no logra su sueño, porque El Dorado no es más que una quimera, una idea falsa que mezclada con su desmesurada avaricia, le vuelve loco. Su destino es la más absoluta y trágica soledad en medio de la selva. Indefenso, sólo, derrotado… él que se creía tan poderoso.
La avaricia rompe el saco, que decían los moralistas antiguos. Quizá sea solamente un proverbio que no se ajusta a la realidad, por lo menos a la situación que analizamos, pero el tiempo lo dirá. Los enemigos que son acechados, también acechan, y como en la película de Aguirre, quien a hierro mata, a hierro muere. No hay duda de que gente como ésta es capaz de todo con tal de conseguir sus fines, incluso de matar, como Aguirre. Y no lo dice este simple periodista, sino un colega suyo del mismo partido que en aquel entonces fue espiado por la Comunidad de Madrid, por los secuaces del señor Granados, felizmente entre rejas y hombre de su absoluta confianza. Se llama Manuel Cobo, vicealcalde con Gallardón, amigo/enemigo de la susodicha. 
Pero no solamente quien trata de hacerse con la vara de mando tiene sus medios y sus fines, sino quienes por el líder están dispuestos a todo, tampoco quedan eximidos de responsabilidad, tanto por acción como por omisión. Y no vale, para aminorar culpas, la argucia que se extrae de la recurrente “obediencia debida” o el yo no lo sabía (siendo el jefe). Hay que distinguir entre el servilismo y el servicio, entre la obligación de la obediencia y la aceptación. Comportamientos semejantes reflejan otra ambición en el que va detrás del líder, ambición soterrada, ladina, oportunista, en la creencia de que tan ciega fidelidad conllevará su correspondiente premio. Y después, como “quod factum, factum est”, lo hecho hecho está, lo único que se precisa para seguir viviendo, aunque sea entre rejas, es el silencio, la “omertá”.
Pero no quiero acabar esta reflexión de alguien que ha esquilmado los dineros públicos sin hacer una breve referencia a los proyectos más destacables, por su coste, por su inutilidad, por estar inacabados -se acabó el dinero, cierto es, cómo no, si todos han metido la mano- y porque ahí siguen cual escombros de un tiempo que ningún ciudadano quiere ver repetidos.    
Si alguien ha despilfarrado, y malgastado dineros públicos, ha sido y es esta individua que va de impoluta y de legal. Y eso sin contar los favores a directores de cine como J. Luis Garci al que le dio 15 millones de Euros por su película “Sangre de mayo”, cuando el presupuesto de una gran producción española no suele sobrepasar los 7  millones, o los contratos por valor de 420 millones de Telemadrid a Miguel Ángel Rodríguez, el amigo de imagen de Aznar, o a Saénz de Buruaga, 2 millones, y al amigo del sexo con menores, el redicho Sánchez Dragó, un millón de euros por cantar sus loas, y otros favores a personas, empresas y ONGs afines al gobierno regional, así como los chanchullos en Telemadrid. Nunca como en sus dos legislaturas, al mando de la señora Aguirre Gil de Biedma, se ha actuado y continúa actuando al estilo de los políticos decimonónicos: “al amigo el favor, al enemigo la ley”.
Pero vamos con la relación de las grandes obras:
1- “Campus” de  Justicia: Empiezo con uno de esos proyectos cuya planificación no sirve más que para engordar los bolsillos de algunos desaprensivos, políticos y familiares y amigos de políticos, el conocido y anunciado a bombo y platillo de oro -por su coste-, el famoso “campus” de la Justicia, o ciudad de los juzgados. Uno de tantos proyectos gestado durante la primera legislatura de la señora Aguirre y sus secuaces, donde el despilfarro ha superado cualquier perspectiva. Todo un megaproyecto que en principio iba a costar solamente 325 millones y que al final saldría, si se hubiera llevado a cabo, por 1500 millones de euros.
Un ejemplo: para la puesta en marcha del proyecto, es decir para eso que se da en llamar la colocación de la primera piedra, en una mañana, se gastaron –eso dicen y como tal figura en los papeles- casi millón y medio de euros, es decir 230 millones de ptas… Cuántos millones por una piedra… Pero eso, sí era todo legal, ellos, el cemento, y la piedra. En una exposición sobre este plan, el gobierno de la señora Aguirre empleó 700.000 euros, más de cien millones de ptas. Era una maravilla lo que se iba a hacer. Y a día de hoy, sigue siendo un solar, un solar en el que hay que mantener esa cara piedra, y para cuyo mantenimiento hacen falta otros 50 millones de euros… Este derroche de 325 a 1500 millones de euros de aumento en cinco años en el proyecto no sirve para nada a día de hoy.
2- Tren al Parque Warner: Vamos a divertirnos, es un decir, a la Warner, en el pueblo de San Martín de la Vega. Unas vías que acaban en medio de la nada, en pleno campo. Un plan que empezó con Gallardón -de tal palo ta astilla-. El pueblo queda lejos, y el parque, como tantos otros de esas ideas “yanquis”, vacío. Sólo los esqueletos de unas montañas rusas. Lógicamente, esa estación, correspondiente a la línea de cercanías C3a está cerrada desde abril de 2012. Fue una idea de Gallardón que invirtió, influido por la idea “yanqui”, 85 millones de euros en esos 15 klms., que van desde Pinto al parque. Pero no llegan al pueblo, con lo que nadie puede usarla. El motivo del cierre es su alto coste de mantenimiento: 3,6 millones de euros al año que no compensa porque no viajaban más que unas 180 personas al día, y eso en el buen tiempo. Un mal negocio, en el que además de esta línea inútil, Gallardón tuvo que gastarse, de nuestros bolsillos, casi 200 millones de euros (en la compra del terreno, 160 millones, y hacer la carretera 28,4 millones).
Pero con el cierre de la línea no se soluciona nada. Cada año, por el abandono, su mantenimiento será más caro. Es la solución fácil. Y la peor. 
3-Línea C5 a Navalcarnero: Ya habían pensado contratar a negros, que según nuestros políticos, eran los mejores en la instalación de mallazos y hormigones (y supongo que casi gratis sus jornales). No les dio tiempo a los políticos a llevar a cabo esa idea (ni a los negros a venir). Las obras empezaron a finales del 2009 y a los tres meses se pararon. Su coste estaba previsto –y ya se sabe cómo son estas cosas- en 362,3 millones de euros para una línea desde Móstoles de 15 klms., con seis estaciones que estaría acabada en el 2013. Se beneficiarían unas 44.000 personas, es decir, un coste muy elevado para muy pocos usuarios… Coste económico, y ecológico, pues solamente en su inicio se talaron más de 2000 árboles del parque de Navalcarnero. Obra parada, instalaciones a medio construir, y material deteriorándose a la intemperie. La empresa adjudicataria, la constructora OHL, alega que no sigue por falta de fondos. Nadie da cuentas de cuánto se han gastado o por qué no se la ha sancionado con un expediente (contemplado en estos casos) cuya cuantía alcanzaría los 5,4 millones de euros por incumplimiento de plazos. Mientras, ella y sus sustitutos, mutis por “la vía”.
4-La Radial 1: Una nueva autopista de pago paralela y alternativa a la A-1. Ante el estado y el “éxito” del resto de radiales, cuyo uso no llega al tercio de los usuarios previstos (por ser caras y porque no llegan sino a embudos), parece ser que este proyecto se ha estancado en los despachos. Y es que las radiales subsisten gracias a las ayudas estatales, y con todo y eso, alguna ya ha presentado suspensión de pagos como es la radial de Toledo, por no poder hacer frente a los costes de las expropiaciones y mantenimiento.
Sea como fuere, tales proyectos, éste y el anterior, encerraban tras de sí grandes operaciones urbanísticas en el noroeste de la región, pura y dura especulación.
Es como es, que otras carreteras mantienen lo que se ha dado en llamar “peajes en la sombra”, esos que no se ven pero se notan en el bolsillo de los contribuyentes. Veamos:
5- Vías de Circunvalación: Cuando se quieren apuntar un tanto para subir otro tanto los votos, presumen nuestros administradores al inaugurar una obra de estas características, es decir de elevadísimos costes, que se han hecho sin coste alguno para el contribuyente. Y no es verdad. El coste, lejos de ser cero, es muy superior, se multiplica incluso por tres ese coste a si lo hubiera hecho directamente la administración. El sistema de contratas permite inaugurar vías sin coste inicial, pero supone mantener sobre esa obra una hipoteca de años, entre 50 y 100, que debe abonar la Comunidad. Así por ejemplo, cada año paga la comunidad 103,5 millones de euros a las empresas concesionarias por la M-45, M-50, M-407 y M-511 cuya inversión fue de 750 millones.
Solamente el mantenimiento de la M-45 y la M-501 (que levantó tanta polémica por el atentado ecológico de los linces, que va de Brunete a San Martín de Valdeiglesias) tiene un coste al año de 30 millones de euros, o sea, 2,5 millones por mes.
No es extraño por tanto que los dirigentes se estén planteando la posibilidad de imponer un peaje diario en las que no lo tienen ya. (Menos mal que se han planteado eso y no cerrarlas, como han hecho con la vía de la Warner).
6- Los Metros: En una parte de este volumen apunté que la obra faraónica del Metro Sur era la señera que blandía el entonces presidente de la Comunidad de Madrid para dar cuenta de su buena gestión. Y que según mi humilde opinión, dije también, no podía ser tal obra motivo de orgullo, por más que a primera vista así lo parezca, y apunté alguna de sus carencias y mala planificación. Lo mismo sucede con la señera de su sucesora, la lideresa Aguirre, y los Metros ligeros, como el de Boadilla o Las Tablas.
7- El Metro Sur, añado a lo dicho, tuvo una inversión de casi mil quinientos millones de euros, para una población que, aunque numerosa, apenas si lo usa el 6 %. La razón fundamental es que esos 35 klms de trazado que une varios pueblos, no ha resuelto las necesidades de transporte público de habitantes y trabajadores. Un despilfarro tanto por el endeudamiento de su construcción, que tendremos que seguir pagando durante 40 años más los madrileños, como por su mantenimiento y el canon der
8- Igual suerte corre lo que llaman el “Metro Ligero”, que es lento, caro y con pocos usuarios. Su velocidad es muy reducida, 20 a 25 klms/hora; es caro, cinco veces más que las demás líneas, y es inadecuado su recorrido por no adaptarse a las necesidades de movilidad de la población de esas zonas (Las Tablas, Pinar de Chamartín, Aravaca, Colonia Jardín, Boadilla). Por eso apenas si es utilizado. De unos 300.000 viajeros que se pensaba lo usarían a diario, por ejemplo en la ML3, solamente tiene unos 18.000 usuarios al día. Si embargo, las empresas adjudicatarias, nunca pierden dinero, pues la Comunidad tiene el compromiso de compensarles económicamente esa caída de viajeros. Y eso, además de pagar cada viaje cada usuario, debemos pagarlo todos los madrileños, lo usen o no lo usen. ¡Toma allá! Así cualquiera monta una empresa de transportes. Tiene asegurado el cupo.
Sirvan estos pequeños recordatorios como muestra del despilfarro que no sólo han llevado a cabo nuestros gestores en la capital sino en toda la región. Y eso por no hablar de la gestión, que han regalado a empresas, de los servicios de sanidad o educación, o los regalos a los más ricos en exenciones fiscales como es la Ley de Sucesiones, o el impuesto de Donaciones y de Patrimonio, más de 1.100 euros. En manos privadas dejan la sanidad, y la educación, y quieren hacer lo mismo con el agua y el Consorcio Regional de Transportes. Sólo un dato al respecto: Las empresas propietarias de los ocho nuevos hospitales en sólo los primeros cuatro años de funcionamiento han recuperaron más del 90% de la inversión que efectuaron, y hoy día sus ganancias no paran de subir como la espuma.
Todo esto en la próxima entrega. Esta señora tiene para dar y tomar.

miércoles, 17 de febrero de 2016

El peaje en sombra se 'come' más de 100 millones del presupuesto regional de Madrid


La M-45 nació como el gran anillo de conexión del sureste de la región hace ya 14 años, cuando Alberto Ruiz-Gallardón tiraba de las riendas de la Comunidad de Madrid. Hoy en día parece inconcebible su ausencia, teniendo en cuenta que se trata de una de las vías que soporta más tráfico de la región. Pero lo que pocos conductores conocen o recuerdan es que cada vez que usan uno de los tres tramos en los que está dividido, (A-2 a eje O'Donnell; eje O'Donnell a A-4 y de la A-4 a la A-5) la Administración autonómica tiene que aflojar el bolsillo.

Todo es debido a que su financiación se realizó a través del denominado peaje en sombra. Es decir, no se cobra directamente al usuario por utilizarla pero el cargo se le hace a la Administración. Bajo este sistema se han construido también en la Comunidad un tramo que enlaza la M-511 con la carretera de los pantanos, la M-501, y la M-407 (tramo M-506 a M-404).

El Gobierno autonómico ha calculado que tendrá que desembolsar a los adjudicatarios de la ejecución y gestión de la infraestructura más de 100 millones este año. Concretamente 109.512.954 euros. La carretera que más dinero se lleva es la M-45 (84.265.636 euros), seguido del tramo que une la M-511 con la M-501 (17.428.122 euros) y, finalmente, el tramo de la M-407 (7.819.196 euros), según reconoce la Comunidad.

Este sistema se utilizó para no cargar de una vez el gasto tan elevado que supone la construcción de una vía, y se encarga a un privado que lo lleva a efecto. A cambio, la Administración le paga un canon anual. Es algo similar a lo que hizo la ex presidenta Esperanza Aguirre para construir los seis hospitales: la infraestructura es privada pero el servicio es público. Pasado un tiempo, la construcción pasa a ser propiedad pública.

En el caso de las carreteras, la tarifa varía en función del uso. Es decir, se fijan diferentes varemos por el número de usuarios. A un número concreto o de usuarios se le paga tanto. En el escalafón más alto se le paga al adjudicatario una cantidad fija independientemente de que el número de vehículos sea muy superior.

La M-45 fue inaugurada el 14 de marzo de 2002. Dragados, FCC, Necso y Caja Madrid se encargaron del primer tramo (14 kilómetros que unen la A-2 y el eje de O'Donnell). La empresa adjudicataria fue Concesiones de Madrid S.A., cuyo único accionista es Globalvia Infraestructuras, S.A.

sábado, 8 de agosto de 2015

Rajoy pagará 141 millones a los gestores de la autopista quebrada entre Madrid y Toledo

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (izquierda), junto a la ministra de Fomento, Ana Pastor, y el presidente de la Junta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo FOTO: EFE
El concurso de acreedores de la autopista que va de Madrid a Toledo, la A-41, ha dado un giro este jueves. El Ministerio de Fomento publica un Real Decreto en el que habilita una partida de más de 141 millones de euros para compensar a la concesionaria por no estimar correctamente el volumen de tráfico que discurriría por la vía hasta 2045.
El Gobierno presidido primero por José Luis Rodríguez Zapatero y después por Mariano Rajoy se habían resistido a indemnizar de ninguna forma a un consorcio creado en 2005 por Isolux-Corsan, Comsa, Azvi, Sando y Banco Espirito Santo (también quebrado y transformado en Novo Banco) que abonó los 400 millones de euros que costaron construir la autopista en 2005.
El problema de fondo es que cuando el ministerio diseñó la ruta dos años antes bajo la dirección de Francisco Álvarez Cascos (última legislatura de José María Aznar), la A-41 era una autopista de pago que unía Madrid y Andalucía, pero sólo se ejecutó la primer parte del proyecto. La prolongación sur no se desarrolló y nunca se construirá.
La carretera proyectada era incompatible con la protección de la natura de la meseta. Fue el propio ministerio de Medio Ambiente quien certificó en 2007 que el proyecto no debía prosperar por las graves afectaciones. Atravesaba espacios protegidos como los Montes de Toledo y Sierra Morena, en el perímetro del parque de Las Tablas de Daimiel.
El consorcio que construyó la primera fase decidió finalmente recurrir a los tribunales porque Fomento decidió ejecutar una nueva autovía en Madrid (la M-407) en 2010. Le hacía la competencia directa y era gratuita.
El Tribunal Supremo ha intervenido en el conflicto en cinco ocasiones. La primera resolución data del 16 de mayo de 2011 y le siguen cuatro aclaraciones posteriores (febrero de 2012, abril de 2013, marzo de 2014 y el pasado abril) en las que estima parcialmente las pretensiones de los privados. Obliga anualmente al Ejecutivo a compensar económicamente al consorcio, pero por una cantidad menor de lo reclamado. El Real Decreto limita las causas abiertas.
En los 10 años que han pasado desde que se inició la construcción hasta que el ministerio ha reconocido las indemnizaciones por el bajo uso, el consorcio ha hecho aguas y ha pasado el testigo a la banca acreedora para mantener el pulso con el Ministerio de Fomento.
Las entidades que prestaron capital a varias de las autopistas quebradas en España se han unido en un frente común para intentar recuperar parte del capital prestado con cargo a las arcas del Estado. Reivindican la responsabilidad patrimonial que tenía el Ejecutivo en el momento en el que se firmó la concesión, mientras que las empresas involucradas en estos proyectos han tirado la toalla, no esperan recuperar ni un céntimo de los fondos invertidos.
El concurso de acreedores sigue abierto. La intención del Gobierno del PP es prolongar la causa
para que no interfiera en las próximas elecciones generales. Será el futuro ejecutivo español el que deberá asumir el coste, sea cuál sea, de la fallida de las infraestructuras.

martes, 4 de noviembre de 2014

La Comunidad de Madrid dedica 110 millones para pagar a las concesionarias de las carreteras con 'peaje en sombra'

La Comunidad de Madrid dedicará en 2015 una cantidad de 110 millones de euros para pagar a las empresas concesionarias de las carreteras M-45, M-511 y la M-407, que funcionan con 'peaje en sombra', según recogen el proyecto de presupuestos regionales de 2015.

Así, las cuentas públicas de la región para el año que viene contemplan dedicar 85,8 millones de euros para la gratuidad de la carretera M-45.

Aparte, el Ejecutivo regional ha acordado dedicar 17,3 millones de euros para el peaje de la M-511 a la M-501 y otros 7,6 millones de euros para la concesión de la M-407.

Explica el Gobierno que los importes responden al valor de la anualidad de 2015 aprobado en los diferentes cálculos plurianuales autorizados en las distintas concesiones, actualizados con el IPC.

Europa Press.es 02/11/2014

viernes, 8 de noviembre de 2013

El pozo sin fondo de los ‘peajes en la sombra’

Los peajes en la sombra no saben de crisis. El presupuesto que la Comunidad de Madrid destina al modelo aplicado a cuatro carreteras regionales, por el que una o varias adjudicatarias construyen y gestionan una vía sin que lo haga directamente el Ejecutivo, que a cambio abona un canon anual por los vehículos que la recorran, se confirma según pasan los años como una herencia maldita de los tiempos como presidente regional de Alberto Ruiz-Gallardón (1995-2003). Una sangría que, mientras otras partidas se adelgazan, no para de aumentar. El ejercicio que viene no será una excepción: el Gobierno de Ignacio González le destinará 110.926.449 euros en 2014; esto es, un incremento de 5,3 millones respecto a este año. Así, la concesionaria de la M-45 recibirá 86.452.518 euros (2,7 millones más que en 2013), 16.967.556 euros la responsable de la M-511 y M-501 (1,1 millones más), y 7.506.375 euros la encargada de la gestión de la M-407 (casi 500.000 euros más).

La Comunidad justifica que el aumento responde “a los compromisos adoptados por el anterior Gobierno regional” y que se debe “a la actualización del IPC”. Una actualización que supone una subida global de 12,8 millones respecto a lo que costó en 2011, equivalente a un incremento desde entonces del 13,1%. Precisamente en los presupuestos de aquel ejercicio la partida destinada a los peajes en la sombra fue la que tuvo el mayor incremento en los presupuestos de la Consejería de Transporte e Infraestructuras [desde septiembre de 2012 la cartera también incluye Vivienda], con un aumento del 5,7% respecto a 2010.



La Comunidad alega que la intensidad media de los vehículos que circulan diariamente por la M-45 es de 90.000, por los 50.000 de la M-501 y los 40.000 de la M-407. “La justificación de estas carreteras salta a la vista, son vías que se utilizan muchísimo cada día y, de no existir, todos esos vehículos irían a colapsar otras carreteras”, argumenta el Gobierno autónomo. Tanto González como su mentora y anterior presidenta regional, Esperanza Aguirre, se han mostrado críticos con el sistema adoptado, y acordado, por Ruiz-Gallardón, también del PP. “Me parece espléndido que haya autopistas de peaje que paguen quienes las utilizan, no los contribuyentes”, llegó a proferir Aguirre en 2010.

El ejemplo más destacado es el de la M-45. La principal autopista de peaje cuenta con 34,8 kilómetros y costó alrededor de 487 millones a las concesionarias en 2001. El Ejecutivo regional se comprometió entonces a pagar un canon anual de 64,3 millones durante 25 años. En 2014 esa cifra será más de 20 millones superior (86,4).

En el último Consejo de Gobierno aprobó pagar 399.666,94 euros a la agrupación de empresas FCC Construcción y Construcciones Sarrión correspondientes a la actualización del IPC para el año 2013 del contrato de concesión de la M-407. El Ejecutivo autónomo también aprobó el pago de 3.199.486,95 euros a la empresa Ruta de los Pantanos por la actualización del IPC de 2012 y el abono de las cantidades derivadas de los volúmenes de tráfico definitivos en la M-511 y M-501.

El pasado abril, la Comunidad aprobó el pago de 16,5 millones por el IPC de 2011. En concreto, el Gobierno de González destinó 7,5 millones para el tramo de la M-45 entre la N-II y O’Donnell a Concesiones de Madrid; 3,7 millones para el tramo de la M-45 entre la N-V y N-IV a Euroglosa 45 Concesionaria de la Comunidad de Madrid; y otros 2,6 millones para la M-45, al eje entre de O’Donnell y la N-IV adjudicado a Autopista Trados 45. Además, abonó 2,7 millones de la M-511 y M-501 entre la M-40 y la M-522, cuya adjudicataria es la firma Ruta de los Pantanos.

El País.com 04/11/2013

viernes, 3 de mayo de 2013

Un exdirector de Carreteras asesoró a las concesionarias de las autovías

Francisco Javier de Águeda Martín, exdirector general de Carreteras cuando Alberto Ruiz-Gallardón gobernaba en la Comunidad de Madrid, asesoró, a través de su empresa Tairona Consultores y después de dejar el Gobierno en 2004, a sociedades que querían quedarse con los peajes en la sombra que el Gobierno regional tenía previsto sacar a licitación.

De Águeda fue el máximo responsable de las carreteras regionales durante casi una década, entre 1995 y 2004. Fue precisamente en 2004 cuando abandonó la Administración y volvió a Tairona —empresa que había creado en 1995— y que se dedicaba “a la consultoría de administraciones y empresas privadas para concesiones”. De esta manera, De Águeda se hizo consultor de constructoras, algunas de las cuales —dos años después de su marcha del Gobierno regional— lograron las concesiones que el Ejecutivo sacó a concurso. Por ejemplo, la empresa FCC, asesorada por De Águeda, se quedó en 2005 con la concesión de la M-407.

De Águeda, mientras fue cargo público, “puso en marcha y dirigió”, según se lee en la web de su empresa, “la construcción como responsable máximo de las siguientes concesiones: autopista M-45 (tres concesiones en régimen de peaje-sombra. Las primeras en España); autopista de los Pantanos (concesión en régimen de peaje-sombra) y la línea 9 del Metro de Madrid (concesión en régimen de riesgo compartido público-privado. Primera en España por este sistema)”.

Fue De Águeda quien trajo a Madrid los llamados peajes en la sombra, el sistema por el que la Administración, en lugar de pagar de golpe la construcción de una infraestructura, cede a una constructora los trabajos y le abona un canon anual por cada vehículo que circula por ellas: más coches, más precio. Con este sistema, la Comunidad no se ve obligada a pagar de golpe la obra, sino que difiere el gasto en veinte, treinta o más años. Eso sí, termina pagando tres o cuatro veces lo que le costaría si la hubiese financiado en un solo plazo.

Así se construyeron las autovías de las que el exdirector general se muestra tan orgulloso en la página web. El diputado socialista Modesto Nolla asegura que la actuación de De Águeda “no es, en principio, ilegal”, ya que la ley dice que deben mediar, al menos, dos años desde que el cargo público deja su puesto en la Administración hasta que puede volver a trabajar en el sector del que era responsable. “Los límites entre el interés público y privado exigen una ética que va más allá del cumplimento de la ley”, señala el parlamentario del PSM, que no descarta pedir la comparencia del exdirector ante la Asamblea madrileña.

Nolla denuncia, además, que “De Águeda es un caso claro de lo que en política se denomina puerta giratoria: utilizar sus conocimientos en la Administración para crear empresas relacionadas con su anterior trabajo“. ¿Quién podía asesorar mejor que quien había diseñado el sistema de peaje en la sombra?”.

Además de la Comunidad de Madrid, la empresa de De Águeda ha tenido como clientes a las Diputaciones provinciales de Toledo, Bajadoz, Salamanca y Álava, entre otras. En Madrid, por ejemplo, según la página web de la empresa, Tariona ha supervisado el “el estudio de viabilidad económico financiero y el modelo para la concesión” de los peajes en la sombra de las carretera M-600, M-404, el tramo M-503-A5 y el tramo A5-M-407.

Entre los clientes de Tairona se encuentran algunas de las mayores constructoras del país, ingenierías, empresas públicas como Mintra (Comunidad), Fomento y Desarrollo Municipal (Ayuntamiento de Arganda), Asprima (Asociación de Promotores Inmobiliarios de Madrid) y empresas de servicios y obra civil.

De Águeda es, además, propietario de una cuenta en el banco suizo HSBC. Es uno de los presuntos evasores fiscales que conforman la lista elaborada por Hacienda con la información de Hervé Falciani, el exempleado francoitaliano de la sede del Hong Kong Shanghai Bank Corporation (HSBC) en Ginebra que se extrajo entre 2006 y 2008 los datos de las cuentas de 130.000 clientes.

De Águeda no respondió ayer a las llamadas de este periódico por “encontrarse fuera”. Una persona de su empresa afirmó, no obstante, que “intentaría ponerse en contacto con él” para dar su versión “en un par de días”. Fuentes cercanas a De Águeda manifestaron ayer, con respecto a la supuesta cuenta suiza, que “el dinero posiblemente provenga de una herencia, ya que es de una familia muy acomodada”. 


Dos ejemplos muy claros

Los peajes en la sombra, herencia de la época en la que Alberto Ruiz-Gallardón gobernaba en la Comunidad, han acabado siendo una piedra en el zapato del Gobierno regional.

Esperanza Aguirre lanzó en 2012 la idea de cobrar a los usuarios de estas carreteras como la M-45 o la M-501 (la carretera de los pantanos) en las que el Ejecutivo paga un canon que varía en función del número de vehículos que circulen por la carretera. El presupuesto de 2013, por ejemplo es de 105 millones de euros. Pero la iniciativa de Aguirre no se ha aplicado por las dificultades técnicas que acarreaba y por las reticencias que levantó dentro del propio Partido Popular, preocupado por la reacción de los ciudadanos de los municipios que solo dispusieran de una vía, afectada por la nueva medida.

La M-45, la primera carretera que se financió con este sistema traído a Madrid por Francisco Javier de Águeda Martín, fue inaugurada en marzo de 2002 y tuvo un coste de 485 millones de euros para las empresas que construyeron los 37 kilómetros que la conforman. La Comunidad de Madrid paga 8 céntimos por kilómetro y coche, y 2,64 euros por cada vehículo que transita por toda la vía. Según un estudio de Izquierda Unida, el coste en 25 años de la obra de la autovía ascendería a 1.838 millones de euros.

Cuando se abrió soportaba una media diaria de 90.000 vehículos en el tramo más utilizado y de 58.000 en el de menor afluencia. Está considerada una excelente obra de ingeniería que incorpora los sistemas de seguridad más avanzados del momento.

Otra de las autovías que fueron construidas con este sistema es la carretera de los pantanos, M-501. Esta vía estuvo, desde el inicio de las obras, perseguida por la polémica. Los ecologistas siempre se opusieron con el argumento de que se iban a provocar unos daños ecológicos irreparables. Los ayuntamientos de la zona, en cambio, defendían su ampliación por la alta siniestralidad de la carretera. Finalmente, el Gobierno regional la construyó. En 2011, el Tribunal Europeo de Justicia la declaró ilegal por los daños al medio ambiente.

El País.es 23/04/2013

miércoles, 23 de mayo de 2012

No nos salen las cuentas


Las arcas públicas se han vaciado tras tanto despilfarro en obras faraónicas y sobres y maletines de váyanse ustedes a saber, y las comunidades buscan medidas para no verse inmersas en grandes cifras de déficit, aunque para eso tengan que engañar. Las cuentas no le salen a Esperanza Aguirre. En la Comunidad de Madrid, la “Lideresa” lleva semanas estudiando la mejor manera de implantar peajes a las carreteras públicas para que los usuarios paguen su mantenimiento, nada más que el de unos 2.500 kilómetros. Pero esta opción no encuentra el apoyo ni del resto de partidos de la oposición y mucho menos el de la ciudadanía, harta de ver como se les sube impuestos, se les recorta servicios públicos sin que la clase política y financiera, que es la que nos ha llevado a este punto con la manida frase del “España va bien” se haya bajado ni un céntimo en sus salarios y mucho menos hayan recortado sus privilegios. Podemos hablar de que hemos vuelto un poco a la época de la Ilustración en la que el “todo para el pueblo, pero sin el pueblo” y costeado por el pueblo se cumple a rajatabla.
Hay carreteras en la comunidad de Madrid (M-45, M-407, M-511 y M-501) que se construyeron con el sistema de peajes en la sombra, y vinieron impulsadas por el modelo de crecimiento por el que apostó la Comunidad, el del ladrillazo. En estas vías, la adjudicataria de la construcción de la infraestructura, gestiona la vía durante un tiempo determinado y cobra según el número de vehículos diarios o anuales que pasen por dicha vía. Estas carreteras que nacieron bajo el gobierno de Alberto Ruíz-Gallardón y crecieron con la de Esperanza Aguirre, se llevan al año unos 103 millones de euros de los presupuestos destinados para carreteras. La concesión establecida, según el caso, varía de unos 20 a unos 30 años. Un pastel muy suculento para las empresas constructoras (Grupo Acciona, FCC, Cintra y Sacyr), pues, a diferencia de las vías de peaje directo, el conductor considera que esas vías, sin barreras y sin señales de peaje, son públicas, pagadas con su dinero sin que haya empresas de por medio, y claro, las utiliza como cualquier otra vía. El caso de la M-45 es ilustrativo, ya que la construcción de la vía costó 487 millones y la concesión inicial fue de 30 años. El pago anual está siendo de 70 millones de media, por lo que el coste total por la M-45 ascenderá hasta los 2.000 millones. Quizás el Gobierno regional debería alertar al conductor de qué tipo de vía es esa al igual que hicieron con las autopistas de peaje.


Por otro lado, la M-407 se construyó paralela a la AP-41 (Autopista de Peaje Madrid-Toledo) hasta Griñón, de tal manera, que parte del posible tráfico que pudiera utilizar esta autopista de peaje se desvía por esta. En ambos casos se pagaría peaje, directo o en la sombra, pero mientras que en el primer caso el coste recae directamente sobre el usuario, en el segundo caso recae indirectamente, y con la mentalidad que reina de momento en esta sociedad, parece que como paga el estado, pagan otros.
De todas maneras, es bastante curioso ver como las distintas administraciones no se coordinan. Mientras ahora el Gobierno central rescata a la AP-41, que recientemente se ha declarado en quiebra, el gobierno regional construye otra vía que paga también el ciudadano. Todo un despilfarro.
Por su parte, el sector de los transportes y la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer)  rechazan la posible implantación de los peajes en las carreteras de la Comunidad de Madrid, por ser una medida insalvable e insostenible que sólo responde a un intento desesperado por recaudar de cualquier sitio para reducir el déficit y defienden que este sector ya contribuye al mantenimiento de las carreteras mediante el impuesto de hidrocarburos, por el que las empresas madrileñas abonan hasta 1000 millones de euros al Estado, de los cuales el 58% son para Madrid, aproximadamente 600 millones. Cifras que superan con creces los 65 millones que la Comunidad necesita para el mantenimiento de las carreteras. La situación del sector de transportes se encuentra en una situación crítica desde que comenzó la crisis, ya que han cerrado en España 20.000 empresas y las que sobreviven están ahogadas por la subida del combustible. Desde 2008 el precio de hidrocarburo se ha incrementado un 67%, lo que implica una subida anual de entre el 15 y 19%. Estos porcentajes les suponen a las empresas el 50% de los costes de explotación, lo que destroza la viabilidad de cualquier empresa.


Por su parte, en la Asociación de Sociedades Españolas Concesionarias de Autopistas, Túneles, Puentes y Vías de Peajes (ASETA) defienden la tarificación de la red de carreteras en cumplimiento de la directiva europea conocida como Euroviñeta, que supondría el pago de un peaje por circular por las principales autovías transeuropeas que se aplica en exclusiva al tráfico pesado por su mayor contaminación y desgaste de la carretera. Además, en la ASETA recalcan que la implantación de los peajes en este momento es inevitable para sanear el déficit público. El consejero de Transportes e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid, Pablo Clavero, en unas recientes declaraciones insinuó la implantación de peajes "duros" (denominados a los que tienen barrera) en la M-61 y la RM-1, aunque la tarificación de carreteras de nueva construcción parece que solo responde a las presiones de las empresas constructoras, por la deuda de hasta cuatro mil millones que tienen con entidades financieras y que con dos obras así podrían respaldar.
De todas maneras, hay que considerar que nunca las infraestructuras se han utilizado de manera gratuita. El Estado recauda 25.000 millones de impuestos sobre hidrocarburos, matriculación, tasas, vehículos de tracción mecánica, y, en algunas comunidades el llamado céntimo sanitario, para el mantenimiento de estas y otros servicios públicos y sólo se gastan 1.300 millones, así que no nos salen las cuentas.

viernes, 11 de mayo de 2012

Dicen que hemos conducido por encima de nuestras posibilidades


Es bastante frustrante ver como la clase política, ya sean de un color o de otro, un día digan una cosa, y al instante, digan y hagan lo contrario, y además, te hagan creer que lo que tú crees haber oído en un principio ha sido un error, una confusión o simplemente una artimaña del grupo político contrario que quiere hacerte creer lo contrario de lo que han dicho. Vamos, que la realidad se parece cada día más a la obra de George Orwell, 1984.
Ahora, el gobierno, después de subirnos varios impuestos, pese a prometer que no lo iban a hacer, a recortar servicios públicos, pese a prometer que no lo iban a hacer, a privatizar empresas públicas, pese a prometer que no lo iban a hacer y a dar dinero público a los bancos, pese a prometer que no lo iban a hacer, nos vienen con el cuento del pago de peajes en carreteras públicas que hemos pagado entre todos.
Y es que según el ejecutivo, cuesta mucho mantener la red viaria competencia del estado. Y nosotros nos preguntamos ¿Qué red? ¿La que ellos han querido que tengamos? En los últimos veinte años, el partido socialista y el partido popular dicidieron vertebrar el estado a través de una red de carreteras y autovías que fomentaran la comunicación, el transporte y la economía, olvidándose de otros medios. No vamos a entrar aquí en el debate si el transporte, la comunicación o el comercio es mejor o no por un medio u otro, pero si que es cierto que se desarrolló un modelo que a día de hoy se ha mostrado totalmente insostenible económico y medioambiental, porque, no sólo las Autopistas de peaje han visto reducida su tasa de tráfico, sino que también las carreteras públicas lo han visto reducido.
Ahora bien, el estado pretende cobrar peajes a los usarios de las autovías, autopistas y vías rápidas públicas, pero sin embargo, rescatará con dinero público las autopistas de peaje privadas. Incoherente.
Hoy mismo ha caido la primera pieza del dominó, la AP-41, la autopista de peaje Madrid-Toledo, se ha declarado ante los juzgados de Albacete, en quiebra. Y esto hará caer a las demás.
Isolux, Comsa, Azvi y Sando, accionistas de esta autopista (AP-41), no han soportado más la carga de una infraestructura sin tráfico y proyectada de manera ineficaz y sin visión. La concesionaria ha pedido concurso con una losa de 530 millones: 380 millones en deuda bancaria y 150 millones en expropiaciones por pagar. La responsabilidad patrimonial de la Administración central, en caso de insolvencia, es de 350 millones: 295 millones cubren las obras y otros 55 millones las expropiaciones, y que pagaremos entre todos.
El sector concesional y la banca que le ha prestado financiación temen que  esta primera quiebra arrastre a una al resto de autopistas en pésimo estado financiero, como la M-12 que da acceso a Barajas, o la Cartagena-Vera,  al concurso de acreedores.
Pero, con respecto a este caso, lo más gracioso es que la autopista, cuyo proyecto fue aprobado durante la última legislatura de Jose María Aznar, ha tenido dos alternativas sin peaje, la A-42 y la M-407 (desdoblada por Esperanza Aguirre hasta Griñon). Es decir, un par de opciones, que obviamente han sido más usadas que la autopista. Por lo que ahora ¿de qué se quejan?
Dicen que hemos conducido por encima de nuestras posibilidades, pero yo prefiero decir que han gastado por encima de sus posibilidades…y los que pagamos ahora somos nosotros.