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viernes, 17 de junio de 2016

El TSJ de Madrid reafirma el laudo del jefe de Baker & Mckenzie en la batalla de las radiales




Abertis, a través de Iberpistas, y Bankia han perdido la batalla final de la disputa mantenida desde hace dos años contra ACS y Sacyr en su fallida huida del fiasco de las radiales R-3 y R-5. Ambas autopistas se encuentran ahora en fase de cierre y liquidación, tras el auto dictado a primeros de mayo por el juzgado mercantil número 6 de Madrid. Dicha resolución, que implicará el traspaso de ambos activos al Ministerio de Fomento, es consecuencia directa del concurso voluntario de acreedores solicitado en octubre de 2012 por la sociedad concesionaria Accesos Madrid.

Al margen del contencioso secular que los grandes contratistas de los peajes en quiebra mantienen con el Gobierno, en el caso concreto de las dos citadas radiales madrileñas se ha producido una batalla interna que ha estado a punto de socavar los cimientos del sistema de arbitraje en España. El mundo de la abogacía madrileña ha estado muy pendiente de la resolución de un conflicto que surgió a raíz del intento de Abertis y Bankia por ejercer sus opciones de venta en la sociedad Alazor Inversiones, accionista único de Accesos Madrid y compañía encargada hasta ahora de gestionar las mencionadas autopistas.

ACS y Sacyr rechazaron el planteamiento de sus dos socios mal avenidos, al entender que las peticiones respectivas de la filial de Abertis y de la Corporación Industrial Bankia no se ajustaban a los términos establecidos en el pacto de accionistas, dado el desequilibrio económico y financiero que padecía el proyecto por la acumulación de pérdidas incurridas. En otras palabras, las constructoras entendían que sus compañeros de fatigas estaban obligados a soportar el desenlace de los acontecimientos y se negaron a asumir el coste de 120 millones de euros que, en términos redondos, reclamaban los disidentes.

Las desavenencias fueron subiendo de tono, principalmente a raíz de la suspensión de pagos, y desembocaron a principios de 2013 en un procedimiento ante la Corte de Arbitraje de la Cámara de Comercio de Madrid que fue resuelto por un tribunal bajo la presidencia de José María Alonso Puig, antiguo socio codirector de Garrigues y máximo representante en la actualidad del despacho jurídico Baker & Mckenzie. Alonso Puig es una de las principales autoridades españolas en materia de arbitraje, pero el laudo dictado en mayo de 2014 terminó derivando en una controversia pública cuando Abertis y Bankia se negaron a aceptar la derrota inflingida a manos de ACS y Sacyr.

Los perdedores descargaron sus críticas contra el presidente del tribunalcon la interposición de sendas demandas ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, en las que solicitaban la anulación del laudo invocando entre otros motivos una supuesta falta de imparcialidad por parte de José María Alonso. Aducían a este respecto que el ahora socio director de Baker & Mckenzie fue contratado como asesor externo del consejo de administración de Corporación Llorente, la constructora vallisoletana bajo la que se agrupa un importante 'holding' empresarial con destacada presencia en los sectores de infraestructuras, energías renovables y gestión inmobiliaria.

Las vinculaciones comerciales de las filiales de Corporación Llorente en diferentes uniones temporales de empresas con el grupo ACS de Florentino Pérez servían de pretexto en la estrategia judicial de Abertis y Bankia, pero el TSJ de Madrid ha despejado cualquier sombra de duda en una sentencia notificada la pasada semana y a la que ha tenido acceso El Confidencial. La resolución señala de manera taxativa que “no consta que el Sr. Alonso tuviera conocimiento, en el momento de su intervención en este arbitraje, de los proyectos en común que tuvieran con ACS las empresas filiales de la Corporación Llorente Muñoz”.

La Sala de lo Civil y Penal del mencionado órgano jurisdiccional desarrolla un amplio análisis doctrinal que elimina cualquier suspicacia sobre la labor de Alonso Puig en su calidad de presidente del tribunal de arbitraje. La sentencia expone que no está probado que el asesoramiento de José María Alonso a Corporación Llorente estuviera relacionado con aspectos comerciales, sino que era de carácter personal y vinculado con materias de responsabilidad corporativa: “Tales circunstancias -añade la sentencia- no permiten deducir, pues, la concurrencia de una apariencia de interés del presidente del colegio arbitral autor del laudo impugnado en la resolución del arbitraje en un determinado sentido favorable a alguna de las concretas partes del procedimiento arbitral”.

El TSJ de Madrid no tiene reparos a la hora de calificar como “un galimatías” las relaciones societarias que invocan los demandantes para cuestionar la independencia del árbitro. La sentencia especifica que es una filial de Corporación Llorente, en este caso la firma Collosa, la que mantuvo “operaciones negociales” con Dragados, a su vez filial de ACS, que es la matriz de Desarrollo de Concesiones Viarias Uno (DCV1), siendo esta última la entidad vinculada como parte en el conflicto. Bajo estas circunstancias, los jueces consideran que “difícilmente podría exigirse al árbitro estar al corriente de las operaciones comerciales realizadas entre algunas de las filiales de la corporación que asesoraba en asuntos de buen gobierno y alguna de las filiales dependientes de una de las partes del procedimiento arbitral”.

A la vista de todo ello, el TSJ de Madrid desestima el motivo de nulidad,de manera que la resolución arbitral queda, por tanto, ratificada de pleno. La sentencia no permite recurso alguno, de acuerdo con el artículo 42.2 de la Ley de Arbitraje. En definitiva, Iberpistas y Bankia son condenadas a pagar las costas y tendrán que seguir al pie del cañón en todo el proceso de liquidación de las radiales madrileñas, un conflicto este último que todavía tiene mucho recorrido por delante.

lunes, 6 de junio de 2016

ACS, Abertis y Bankia devuelven 278 millones de deuda de las radiales


ACS, Abertis y Bankia devuelven 278 millones de deuda de las radiales

ACS, Abertis y Bankia han comenzado a devolver un total de 278 millones de euros a una veintena de entidades financieras, tenedores del 51% del crédito sindicado empleado en la construcción de las radiales 3 y 5. Estas tres empresas, junto a Sacyr, son los accionistas de Accesos de Madrid, concesionaria de las mencionadas infraestructuras que entró en concurso en 2014, y que habían sido ordenados por el juez para que procediesen a los ingresos correspondientes.

En 2014, los prestamistas de Accesos a Madrid reclamaron la devolución anticipada de la deuda y el juez les dio la razón; si bien los concesionarios apelaron, el juez les ha ordenado realizar las transferencias a la espera de que se falle el recurso. Solo Sacyr ha presentado alegaciones a la decisión de juez.

Por empresas, Abertis deberá ingresar 131 millones de euros, ACS 73 millones de euros, y Bankia 74 millones de euros.

El resto de prestamistas, entre los que se encuentran CaixaBank, el ICO y la propia Bankia no se han adherido a la reclamación judicial para recuperar la deuda.

Una vez las empresas lleven a cabo los ingresos, se estará a la espera de la resolución del recurso, en lo que promete ser un proceso que durará años. En conjunto, todos estos problemas repercuten muy negativamente en el desarrollo de nuevas concesiones, pues ponen en la práctica en cuestión la seguridad jurídica de este modelo de construcción y gestión de infraestructuras. 

jueves, 2 de junio de 2016

La Corte de Arbitraje de Madrid, al borde de la desaparición


La Corte de Arbitraje de Madrid que impulsa la Cámara de Comercio de la capital como espacio de mediación entre empresas para solucionar conflictos sin necesidad de recurrir a los tribunales, está a punto de resultar un fracaso total. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ultima una resolución que puede suponer la anulación de uno de los laudos arbitrales más importantes de los últimos años, el que enfrenta a las constructoras ACS y Sacyr, por un lado, y la operadora de infraestructuras Abertis y Bankia, por otro, por un conflicto sobre la gestión de las autopistas radiales 3 y 5 de Madrid.

La anulación estaría motivada por la falta de independencia de uno de los árbitros designados por la Corte de Arbitraje, José María Alonso Puig, directamente relacionado con empresas del Grupo ACS que preside Florentino Pérez y que fue la beneficiaria del laudo. Expertos en derecho arbitral consideran que la formulación de la actual Corte de Arbitraje de Madrid no es la adecuada para establecer un sistema de mediación verdaderamente independiente entre empresas en conflicto.

Para más inri, la Corte depende de la Cámara de Comercio de Madrid, institución sometida en los últimos años al daño reputacional generado por las actuaciones de su anterior presidente, Arturo Fernández, obligado a dimitir entre otras cosas por su implicación en el escándalo suscitado por las tarjetas opacas de Bankia.

El modelo de financiación de la Cámara puesto en marcha tras la desaparición de la cuota cameral obligatoria ha obligado a la institución a ponerse en manos de empresas patrocinadoras que financian sus actividades, lo que pone en peligro la imparcialidad de sus actuaciones cuando un patrocinador entra en litigio. Juan López Belmonte, actual presidente de la Cámara de Comercio, y su director, Carlos Prieto, se enfrentan al desprestigio de una institución, la Corte de Arbitraje, sobre la que se ha pretendido en los últimos años asentar uno de los fundamentos que justifican la propia existencia de la Cámara de Comercio.

Los expertos señalan que el modelo de selección de los árbitros independientes puesto en marcha por la Corte de la Cámara está contaminado por los lazos profesionales que vinculan a muchos de los actuales expertos en procedimientos de arbitraje que son seleccionados para tomar decisiones en los litigios.

En la mayoría de los casos son abogados o expertos jurídicos con una amplia red de contactos profesionales ajenos al hecho arbitral, lo que pone en duda su supuesta independencia. El caso paradigmático es el que examina ahora el Tribunal Superior de Justicia de Madrid. Alonso Puig es reconocido como un experto en derecho arbitral, pero fue socio director del Bufete Garrigues hasta 2009; luego fue asesor del consejo de administración de Grupo Llorente, socio empresarial de ACS y luego socio director del bufete Baker & Mckenzie.

A su alrededor hay una tupida red de relaciones empresariales que hacen muy difícil que pueda ser árbitro independiente en un litigio entre empresas por muy conocedor de la materia que pueda ser, señalan los expertos consultados. Si el TSJ de Madrid certifica que hubo ausencia de independencia de uno de los árbitros del caso de las radiales de Madrid, el modelo de Corte de Arbitraje de la Cámara de Comercio estará obligado a su disolución o cambio radical, añaden miembros del pleno cameral.

martes, 24 de mayo de 2016

El Supremo rechaza el rescate a la R-2 porque la empresa calculó mal el tráfico



Autopista Radial R-2 Madrid-Guadalajara.
El Tribunal Supremo ha rechazado el recurso presentado por Henarsa, concesionaria de la autopista de peaje radial R-2 Madrid-Guadalajara, que solicitaba que fuera rescatada por el Estado alegando que el Ministerio de Fomento era el responsable de la quiebra al haber hecho unas estimaciones de tráfico muy por encima de la realidad.

El Supremo rechaza el argumento de la concesionaria de que la grave y prolongada reducción del tráfico obedezca, con carácter principal, a un “riesgo imprevisible”, como es la crisis económica iniciada en 2008 “y sin visos de concluir en breve plazo”. El fallo añade que es la empresa la que asume con sus propias previsiones ese riesgo, y es ella la que debe tener en cuenta la situación económica, y las posibles fases de crisis.

Y como ya ha hecho en anteriores sentencias, el Supremo concluye “la imposibilidad de imputar dicho error a la Administración al ser consecuencia del riesgo y ventura contractual que la licitadora debió examinar y examinó al participar en el concurso".

Según el Supremo, esa responsabilidad recae en la concesionaria cuando realizó el plan económico-financiero que determinó la adjudicación de la concesión de la R-2, que incluía cifras de tráfico muy superiores a cualquier estudio presentado por la Administración.

Henarsa -participada por Abertis, ACS y Bankia- se declaró en concurso de acreedores en septiembre de 2013 por el Juzgado de lo Mercantil número 5 de Madrid, con una deuda financiera de unos 450 millones de euros.

La concesionaria, que inició el proceso judicial en 2012, también basaba su petición de rescate en la responsabilidad del Estado por no haber continuado las obras de la autopista Madrid- Eje del Ebro, la ampliación y mejora de la autovía A-2 y el retraso en la puesta en servicio del cierre norte de la M-50, lo que ocasionó una menor tráfico por la R-2. Pero el Supremo también rechaza este argumento al considerar que no se trataba de proyectos en firme cuando se hizo la concesión de la R-2.

Además de la R-2, también están en concurso de acreedores las tres radiales de Madrid (R-3, R-4 y R-5), la que une la capital con el aeropuerto de Barajas, la Ocaña-La Roda, la Madrid-Toledo y la Cartagena-Vera.

Tras no fraguarse un acuerdo sobre el plan de rescate que propuso el actual Gobierno en funciones, que pasaba por nacionalizar las vías tras aplicar una quita del 50% en la deuda de 3.200 millones que suman, alguna de las autopistas han entrado ya en fase de liquidación.

En el caso de la R-3 y la R-5, el auto de liquidación insta a la concesionaria a dejar de prestar servicio el próximo 1 de octubre, con lo que las vías dejarán de estar operativas en esa fecha en caso de que Fomento no las asuma.

miércoles, 11 de mayo de 2016

El juez ordena la liquidación de dos radiales y una circunvalación


El juez rechaza la propuesta de convenio de los accionistas de las concesiones (ACS, Sacyr, Bankia, Abertis y Globalvía) y la del Gobierno.

Ya son cuatro las sociedades concesionarias de autopistas de peaje que se encuentran en fase de liquidación, después de que el juez que lleva los concursos de acreedores de Accesos de Madrid (Radial 3 y 5) y Ciralsa (circunvalación de Alicante) haya rechazado la propuesta de convenio de los accionistas. Estos proyectos en quiebra se suman a las liquidaciones del Eje Aeropuerto y AP-36 (Ocaña-La Roda), que el Gobierno tiene recurrido ante la Audiencia Provincial. Es probable que la Abogacía del Estado también recurra las dos últimas liquidaciones, para retrasar una posible decisión conjunta para finales de este año.

Accesos de Madrid entró en concurso de acreedores hace dos años con una deuda de 650 millones de euros. Sus principales accionistas son Abertis (35%), ACS, Bankia (con el 20% cada uno) y Sacyr (25%). En el caso de Ciralsa, ACS es el accionista mayoritario con el 50%. El resto del capital se lo reparten Abertis y Globalvía a partes iguales. La deuda de estas autopistas asciende a unos 242 millones de euros. Si el Gobierno no recurre se activarían garantías contractuales. Entre ellas destaca la Responsabilidad Patrimonial de la Administración (RPA), una compensación del Estado a la sociedad concesionaria para que pueda indemnizar a su acreedores.

Según Seopan, este pago podría elevarse a 5.000 millones de euros para el conjunto de las ocho autopistas quebradas, lo que pondría en un serio compromiso la contabilidad nacional en términos de déficit y deuda pública.

Sin embargo, los cálculos del Gobierno, que sigue un plan de amortizaciones distinto y descuenta de la suma los créditos participativos y los pagos realizados por las sentencias de expropiaciones de suelo, reduce la cifra a unos 1.600 millones de euros.

Mientras se resuelve este asunto espinoso, que podría aclararse a lo largo de 2017, el Gobierno aún confía en su propuesta de crear una empresa nacional. "Existe la figura de la compra de la unidad productiva, que se puede emplear en estos casos aunque haya finalizado la fase de convenio y el juez haya aprobado la fase de liquidación".

Como publicó EXPANSIÓN el pasado 27 de abril, varios fondos de inversión, entre los que figura TCI y Taconic Capital, han comprado cerca de 700 millones de la deuda de las autopistas quebradas (3.700 millones de euros), con descuentos del 90%.

La liquidación de Accesos de Madrid es más compleja que el resto porque los bancos han ejecutado judicialmente su deuda, lo que ha obligado a los socios a consignar las cantidades reclamadas. Abertis, junto con ACS, Sacyr y Bankia han depositado 360 millones para afrontar esta resolución judicial.

jueves, 21 de abril de 2016

Abertis pide solucionar el conflicto de las radiales quebradas por el "prestigio" del país


El presidente de Abertis, Salvador Alemany, ha insistido este martes en pedir "una solución inteligente" al conflicto de las autopistas de peaje en quiebra. Se trata de nueve radiales que están en concurso de acreedores y que podrían costar al Estado, bancos y concesionarias más de 5.000 millones. Alemany ha asegurado que "estamos a tiempo de buscar entre todos una solución inteligente porque está en juego el prestigio del sistema concesional español".

"No es una cuestión de dinero porque todas las empresas ya hemos provisionado en nuestras cuentas ese dinero. Lo damos ya por perdido y ese no es el problema. El problema es de prestigio. Está en juego el prestigio del sistema concesional español. Que bancos españoles y extranjeros no tengan la impresión de que no somos capaces de arreglarlo". 

Alemany, presidente de Abertis, la mayor concesionaria de infraestructuras de España, ha lamentado que el conflicto de las nueve autopistas de peaje quebradas, que el Gobierno del PP ha judicializado, no se haya solucionado ya. "Ha estado a punto de resolverse, con la idea de crear una sociedad pública o mixta donde estuvieran todos los accionistas que quisieran, pero no se llegó al acuerdo pese a la buena voluntad de todos", ha señalado este martes en Barcelona. 

La solución que manejaba el Gobierno del PP, paralizado ahora por el impasse político, era que los bancos y las concesionarias se responsabilizaran de todo y que "a los ciudadanos no les costara ni un euro", en palabras de la ministra de Fomento en funciones, Ana Pastor. El problema de las radiales en quiebra afecta a las pricipales concesionarias del país -Abertis, FCC, OHL, Sacyr y ACS- y a los principales bancos -Bankia, Caixabank, BBVA, Santander, ING, Royal Bank of Scotland...-. 

Las radiales en quiebra son: en Madrid, R-2 (Henarsa), R- 3 y R-5 (Accesos de Madrid) y la R-4 (Autopista de Madrid Sur), y también entra la autopista Eje Aeropuerto (M-12); la AP-41 Madrid-Toledo; la AP-36, que va de Ocaña a La Roda; la Cartagena-Vera (Aucosta); la circunvalación de Alicante (Ciralsa), y la Alicante-Cartagena.

El acuerdo no se llegó a firmar por la negativa de los bancos acreedores extranjeros a financiar las pérdidas. Mientras se forma nuevo Gobierno en España, los juzgados siguen tramitando los procesos concursales. Para evitar tener que afrontar la liquidación uno por uno, el PP ha unido todos los procesos en uno solo para ganar tiempo antes de tener que afrontar el pago de la llamada Responsabilidad Patrimonial Administrativa (RPA), que obliga al Estado a pagar a las empresas que las construyeron el importe de la inversión que todavía no han recuperado. 

Junto al problema de las radiales quebradas, está el problema de las autopistas de peaje que están próximas a vencer su período de concesión y que el Gobierno tiene que decidir si prorroga o no. La primera es la autopista que une Burgos y Eibar (AP-1), que finaliza en 2018, y la segunda es la AP-7, que une Alicante con Tarragona -esta concesión es de Abertis-, que finaliza en 2019.

Este hecho singular, es la primera vez que ocurre en España, obligará al nuevo Gobierno a decidir entre dos modelos de carreteras: o todo gratis, o todo de peaje, o modelo mixto. El presidente de Abertis ha defendido este martes la colaboración público-privada y el sistema de peaje. "Sin el sistema de peaje las posibilidades de inversión de un país se reducen", ha señalado. 

De momento, lo demostrado por el actual Gobierno en funciones del PP es que no prorrogará esas concesiones. "Si es así, pues para eso nosotros estamos invirtiendo en otras concesiones. Pero trabajamos para firmar acuerdos ylo hacemos defendiendo también nuestros derechos", ha señalado Alemany en referencia a su demanda al Estado por su negativa a reconocer una compensación a Abertis por el menor tráfico registrado en la AP-7 al previsto inicialmente. Le reclama más de 800 millones.

Así, Alemany ha puesto en valor y ha alabado al Gobierno francés por haber firmado el Plan Relance, por el que aumenta las concesiones de Abertis en el país más de dos años a cambio de 600 millones de inversión. La compañía está negociando acuerdos similares en otros países como Chile, Argentina, Puerto Rico y Brasil. "En España nos gustaría llegar a un acuerdo similar con el próximo Gobierno, sea el que sea. España es un país prioritario para nosotros, pero no es el único", ha señalado Alemany. En 2015, la compañía de La Caixa -23%- y del Grupo Villar Mir -16%- ha invertido 85 millones de euros en España, muy lejos de las cifras de Francia -su primer mercado ya- y de Brasil -409 millones-. 

lunes, 18 de abril de 2016

Abertis cree que España se juega “el prestigio” con las autopistas radiales

El presidente de Abertis, Salvador Alemany. 
La falta de viabilidad de las autopistas radiales de Madrid y del resto de autopistas que están a un paso de la liquidación en España (hasta ocho) no solo es una carga para el Estado por los 4.500 millones de euros de deuda que tendrá que asumir. "Nos jugamos el prestigio" del sistema concesional español, ha señalado esta mañana el presidente de Abertis, Salvador Alemany, quien considera que si el nuevo Gobierno no llega a un pacto con las concesionarias, las operadoras tendrán que ir de forma ineludible a la "liquidación".

Alemany ha vuelto a reclamar un pacto entre empresas concesionarias y el Gobierno para evitar ese paso final durante la rueda de prensa previa a la junta general de accionistas del grupo. Allí ha señalado que se ha de buscar una "solución", asumiendo que todas las partes "están dispuestas a perder algo" y resaltando que todavía queda tiempo para "encontrar una solución" a "unas autopistas tan emblemáticas de esta última oleada de concesiones" ejecutada en España.

Abertis participa junto a Sacyr y ACS en Accesos de Madrid (AMSA), la concesionaria que explota las autopistas de peaje radiales R-3 (Madrid-Arganda) y R-5 (Madrid-Navalcarnero). Fue con esa sociedad con la que, incapaz de alcanzar un acuerdo con el Ministerio de Fomento, acudió sin suerte al Tribunal Supremo para intentar arrancar una compensación por el tráfico de vehículos que no ha pasado por la autopista pese a las previsiones.

Justamente esa ausencia de coches, el coste de las expropiaciones y algunas ampliaciones de obras imprevistas se encuentran entre los tres principales motivos que ahora argumentan las concesionarias para ser compensadas. Las concesionarias de las cuatro radiales de Madrid están en concurso de acreedores desde 2012, además de las encargadas de explotar otras cuatro autopistas españolas que se adjudicaron con unas previsiones de tráfico excesivamente optimistas.

Para evitar la liquidación, Fomento ha intentado crear una sociedad pública en la que poner en conjunto los activos de las ocho autopistas quebradas y asumir la deuda, aunque para ello ha demandado una quita del 50% de la deuda.

El vicepresidente ejecutivo y consejero delegado del grupo, Francisco Reynés, ha destacado en la misma rueda de prensa la "flexibilidad" demostrada por el Gobierno francés para sellar inversiones a cambio de alargamientos de las concesiones de autopistas. Con ese acuerdo, Abertis invertirá 590 millones de euros a cambio de prolongar sus concesiones en el país galo dos años y seis meses.

Esa flexibilidad para prolongar concesiones choca con las dificultades para alargar la vida concesional de sus autopistas en España. El mayor ejemplo es la AP-7. Uno de los tramos, el que explota aumar, expira en 2019, y otro, el que está en manos de filial Acesa, en 2021. Esa autopista genera el 28% del Ebitda cerrado en España en 2015.

jueves, 18 de febrero de 2016

El bufete Garrigues, en el centro del polémico laudo que afecta a Florentino Pérez

Antonio Garrigues, José María Alonso y Florentino Pérez, protagonistas del arbitraje sobre las autopistas radiales de Madrid.
Antonio Garrigues, José María Alonso y Florentino Pérez, protagonistas del arbitraje sobre las autopistas radiales de Madrid.

El despacho legal resiste a las presiones para que dos de sus socios declaren a favor del árbitro que debía dirimir las diferencias entre ACS y Abertis en las autopistas madrileñas

Hay momentos en los que un despacho jurídico de reconocida trayectoria se la juega. Y, además, lo hace a la vista de la competencia, de sus clientes y de la opinión pública. Es la tesitura en la que se encuentra el bufete fundado en 1941 por los hermanos Antonio y Joaquín Garrigues Díaz-Cañabate y que ahora se halla en el epicentro del polémico arbitraje que los tribunales han anulado en el contencioso que enfrenta a la empresa de Florentino Pérez (ACS) con Bankia y Abertis.

Dos socios de la firma jurídica Garrigues, Carlos de los Santos y José María Anguiano, deberán declarar ante los tribunales si José María Alonso Puig, el letrado que presidió el arbitraje anulado, mantenía o no relaciones profesionales con el dirigente de ACS y del Real Madrid. Esa cuestión es justamente la que ha llevado al Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) a dejar sin efecto el laudo que dictó y que resultó favorable a ACS y Sacyr en el contencioso con Bankia y Abertis por las autopistas radiales de Madrid, las llamadas R-3 y R-5.

En el entorno de esa situación emerge la figura de un antiguo abogado del Estado y hoy secretario general de ACS, José Luis del Valle. Medios empresariales de la capital señalan que Del Valle es el hombre fuerte de Floroen las tareas de lobby que la empresa realiza ante las administraciones. Del Valle es conocedor de esos menesteres, no en vano fue diputado de la extinta UCD desde 1979 a 1982, periodo en el que trabó relación con Florentino Pérez.

En el ámbito jurídico mercantil de Madrid se da por descontado que el secretario general de ACS sería uno de los más interesados en que los socios de Garrigues implicados en el proceso judicial abierto declararan a favor de su actual jefe.

Uno de los temores que alberga el entorno del todopoderoso empresario es que en el bufete se aproveche este asunto para pasar cuentas con Alonso Puig. De hecho, el presidente del organismo arbitral había sido socio de la firma hasta que decidió recalar en Baker & McKenzie. Su salida de Garrigues se produjo hace cuatro años, pero como acostumbra a pasar con estasdeserciones profesionales arrastró negocio y talento hacia su nuevo destino. Una situación que no fue nada bien recibida por su antigua casa, ahora determinante sobre un contencioso millonario.

Socios del gabinete admiten, no obstante, que la relación de José María Alonso con el presidente del Real Madrid es antigua. Salvaguardada, eso sí, por la práctica que el propio jurista mantuvo siempre durante el tiempo en que prestó servicios para Pérez, según señalan bajo condición de anonimato. "No era nunca el titular de los trabajos que se hacían para Pérez o sus empresas, eso le permitía mantenerse en el ámbito de los arbitrajes, que impide tener conflicto de intereses con las empresas sobre las que hay que dictaminar", añaden.

Alonso tiene una larga trayectoria en el ámbito del arbitraje. Uno de los cargos que ha ocupado es la presidencia de la Corte Arbitral de los abogados madrileños entre 2009 y 2013. Ese reconocimiento y reputación internacional no ha impedido, sin embargo, que el tribunal haya dejado en suspenso el laudo en el que intervino al considerar los argumentos de la concesionaria de autopistas Abertis, que pone en tela de juicio su independencia profesional en el contencioso que mantiene con Pérez.

"Es tan evidente su vinculación –explican letrados del bufete– que cuando se abrió la oficina de Garrigues en China el gran protagonista fue Alonso, quien se encargó de hacer de anfitrión de Florentino Pérez y de que los abogados del despacho le conocieran de manera personal".

Los hechos conocidos hasta la fecha llevan a suponer que las presiones sobre el papel que Garrigues acabará teniendo en la resolución de este proceso son intensos, a decir de medios empresariales del sector de la construcción. Algunos abogados de otros importantes gabinetes aseguran que la firma que lidera como presidente de honor Antonio Garrigues Walker se juega más que el negocio: "Les va la reputación y la capacidad de demostrar su independencia jurídica".

lunes, 25 de enero de 2016

El laudo de las radiales en tela de juicio por vínculos de ACS y el árbitro José María Alonso


Foto: Reuters.
La batalla de las autopistas radiales de Madrid, la R-3 y la R-5, actualmente en suspensión de pagos, ha entrado en una nueva y truculenta fase de instrucción tras la reciente paralización del laudo dictado en mayo de 2014 y que dio la razón a ACS y Sacyr en su contencioso contra Abertis y Bankia. Una investigación realizada a instancia de parte por la firma británica Haklut & Co acaba de provocar la reapertura del caso, tras descubrir una serie de conexiones que vinculan al grupo constructor de Florentino Pérez con el presidente del Tribunal Arbitral, José María Alonso Puig, encargado de resolver el conflicto.
Abertis y Bankia emprendieron en 2013 un arbitraje contra ACS y Sacyr, sus socios en la compañía Alazor Inversiones, que es la responsable de gestionar estas dos autopistas de peaje. Los demandantes trataban de ejercitar sus opciones de venta en la concesionaria, que se estimaban en un importe de hasta 120 millones de euros. Las constructoras se negaron a abrir la puerta de salida al entender que no se daban los supuestos previstos en el pacto de accionistas, debido precisamente a la situación de pérdidas incurridas en las radiales y la consiguiente alteración del equilibrio económico y financiero del proyecto.
Sea como fuere, y al margen de las negociaciones todavía sin resolver con el Ministerio de Fomento, las grandes empresas interesadas en la R-3 y R-5 decidieron elevar su conflicto al arbitraje de la Corte de Madrid, que puso en marcha el proceso para la designación del correspondiente tribunal de resolución. La nominación de los árbitros no fue nada sencilla, puesto que más de 50 profesionales fueron desestimados por diferentes incompatibilidades derivadas de eventuales conflictos de interés con las partes en litigio. Finalmente, la selección recayó en una terna formada por José María Alonso Puig, actual socio director de Baker & McKenzie, junto a los expertos Carlos José Entrena Palomero y Ramón Cerdeiras Checa.

Florentino Pérez en la junta de accionistas de ACS. (EFE)
Los tres árbitros presentaron en febrero de 2013 su declaración de independencia e imparcialidad como paso previo para llevar a cabo el análisis del conflicto y emitir el preceptivo laudo, cuya resolución se hizo efectiva el 20 de mayo de 2014. El arbitraje señaló que las opciones de venta requeridas por Abertis y Bankia no estaban vigentes, tal y como argumentaban ACS y Sacyr. El capital de Alazor Inversiones debería, por tanto, mantenerse invariable de acuerdo con el reparto accionarial que sitúa a Abertis, con un 35% de la participación; Sacyr, con un 25%, y Bankia y ACS, con un 20% en números redondos cada una.
Un año y medio después, la situación puede dar un giro dado que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid acaba de retrotraer el procedimiento tras un recurso presentado por Abertis y en el que se solicita la nulidad de actuaciones de la sentencia que ratificó en septiembre pasado el laudo de los árbitros. Las diligencias se sitúan ahora en el momento anterior a la vista del juicio con el fin de tomar declaraciones a nuevos testigos que puedan esclarecer el caso. Según ha podido saber El Confidencial, está prevista la comparecencia en sede judicial de dos socios del bufete Garrigues: Carlos de los Santos y José María Anguiano, cuya intervención podría ser decisiva para demostrar si existe vinculación efectiva en las relaciones profesionales de José María Alonso Puig con las entidades empresariales dirigidas por Florentino Pérez.
El presidente del Tribunal Arbitral de las radiales y jefe en España del despacho legal Baker & McKenzie ha desarrollado gran parte de su carrera profesional en Garrigues, donde llegó a ser socio codirector entre 2000 y 2009, asumiendo después la coordinación del área de Arbitraje internacional hasta finales de 2012. Esta brillante trayectoria ha estado jalonada por otros cargos de alta responsabilidad empresarial, y es precisamente en este historial paralelo donde ahora se enfocan las cargas de la prueba que sirven como denuncia de un eventual conflicto de interés con el grupo ACS.
No en vano, José María Alonso Puig fue nombrado en septiembre de 2009 como flamante y prestigioso consejero externo de Corporación Llorente, la constructora vallisoletana de la familia del mismo nombre y bajo la que se agrupa un importante 'holding' de empresas con proyección en los sectores de infraestructuras, energías renovables y gestión inmobiliaria. La entidad diversifica su perímetro de actividad a partir de varias filiales entre las que destacan Inverduero y Collosa, dos marcas que aparecen asociadas con diferentes empresas de ACS en otros tantos proyectos de negocio protagonizados estos últimos años por el grupo que preside Florentino Pérez.
Inverduero Eólica aparece en el listado de accionistas históricos junto a Eyra (Energía y Recursos Ambientales) y Urbaenergía, ambas dependientes de ACS, como titular de las empresas que daban soporte jurídico a los parques de activos renovables que fueron vendidos en septiembre de 2011 a los fondos de inversión representados por Bridgepoint. La operación supuso la transmisión de cinco sociedades limitadas que eran propietarias de un total de 11 instalaciones de generación eléctrica situadas en Castilla y León, con una capacidad conjunta de casi 450 megavatios. El valor de la transacción, deuda incluida, superó los 600 millones de euros.

José María Alonso Puig.
La conexión societaria con el grupo de Florentino Pérez se extiende también a través de la firma Collosa, filial de construcción de Corporación Llorente, que es la adjudicataria junto a ACS y Sogeosa del tramo del AVE a Galicia comprendido entrePortocamba y Cerdedelo. Collosa y ACS formaron además un consorcio en 2009 para construir una planta de biomasa en el valle del Tiétar. Otro negocio conjunto fue también la Ciudad del Medio Ambiente de Soria, cuyo proyecto ha sido recientemente anulado por el Tribunal Constitucional pero en el que se embarcaron en su día las citadas Collosa, Inverduero y Eyra, así como Urbaserla filial de servicios que ACS lleva intentando vender desde hace cuatro años.
Las pesquisas que han propiciado la reapertura del caso de las radiales incluyen también una derivada vinculada con el que fuera secretario general del Círculo de Empresarios y presidente de Alstom en EspañaAntonio Oporto, que fue también consejero delegado de Corporación Llorente desde marzo de 2011 hasta octubre de 2012, coincidiendo por tanto con el citado José María Alonso Puig en el máximo órgano de gobierno del grupo vallisoletano. Se da la circunstancia de que Oporto había sido previamente, allá por el año 2004,consejero de Dragados, la marca de ACS en el negocio de la construcción.
Al margen de las conjeturas generadas por la susceptibilidad de las distintas partes en conflicto, todo este esquema de relaciones profesionales y empresariales se ha puesto ahora en tela de juicio ante los tribunales ordinarios de justicia. Las espadas están de nuevo en todo lo alto y lo que ahora se trata de dilucidar es la garantía de independencia e imparcialidad declarada por los árbitros que fueron elegidos en su día después de una compleja selección.  

viernes, 22 de enero de 2016

Bankia, un paso más cerca de poder hacer caja con la R-3

Sede de Bankia
Bankia está un paso más cerca de poner fin a una de sus inversiones más traumáticas: la autopista madrileña de peaje R-3. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha anulado el laudo arbitral que impedía a la entidad nacionalizada y algunos de sus compañeros de carretera el hacer caja con su participación en la misma.

La quebrada autopista es uno de los activos de los que Bankia debe desprenderse en virtud de las condiciones que se establecieron para el milmillonario rescate gracias al cual sigue en pie la heredera de Caja Madrid. No obstante, las rencillas desatadas entre los socios del proyecto habían impedido hasta ahora que ninguno de ellos pudiera desprenderse de sus intereses en el mismo traspasándolos al mejor postor.

En este sentido, las constructoras ACS y Sacyr se habían opuesto al deseo de venta de la entidad nacionalizada por el perjuicio que su retirada podría suponer para la consecución de una solución definitiva para las carreteras radiales madrileñas. Y es que, la historia se repite en la R5. Vías para las que en ambos casos la administración pública prometió unas cifras de negocio que nunca se han llegado a alcanzar y que ha llevado a sus concesionarias a solicitar incluso el rescate directo por parte del Estado.

Aunque los analistas de Ahorro Corporación consideran que el pago que Bankia podría conseguir por la venta de sus acciones en ambas radiales, dada la situación financiera y operativa de estas, “sería prácticamente nulo”, la posibilidad de desprenderse de las mismas cerraría un nuevo y determinante capítulo en el proceso de saneamiento de la entidad. El riesgo total asumido en estos proyectos asciende a 165 millones de euros en virtud de su participación del 20%, según datos de la entidad. Esta suma se alcanza al considerar las obligaciones asumidas en el contrato de apoyo suscrito por el sindicato bancario en el que participó la nacionalizada y la confort letter que emitió como garantía del cumplimiento del mismo.

El resto de compañeros de carretera son Abertis (35%), Sacyr (25%), y ACS (20%). Precisamente, por “conexiones no autorizadas” entre esta última constructora, presidida por Florentino Pérez, y el presidente del tribunal arbitral que rechazó la petición de Bankia y la primera de esta lista se ha reabierto ahora la posibilidad de la venta. En concreto, se reconoce que el árbitro fue consejero externo de un grupo de empresas entre las cuales una habría podido tener relación comercial con la presidida por el también máximo responsable del Real Madrid.

Se inaugura, en cualquier caso, un nuevo capítulo en la lucha que estas cuatro cotizadas mantienen desde el año 2013, cuando Bankia y Aberits valoraron sus opciones de venta en 120 millones de euros y se dispusieron a ejecutarlas. En contra, Sacyr y ACS que adujeron que estas habían expirado ya, como luego refrendó el arbitraje que ahora queda en suspenso. Mientras tanto, la prometida solución del Gobierno de Mariano Rajoy para las autopistas en quiebra sigue sin llegar y el actual panorama de fragmentación política promete no facilitar las cosas en este sentido con miras al corto plazo.

jueves, 21 de enero de 2016

Nuevos problemas para Florentino Pérez: anulan el laudo de las radiales a favor de ACS



FLORENTINO PEREZ REAL MADRID



Nuevo revés para Florentino Pérez, ahora por la batalla de las autopistas radiales de Madrid, la R-3 y la R-5. El presidente de ACS acaba de recibir la mala noticia de la reapertura del contencioso que mantenía junto a Sacyr contra Abertis y Bankia, sus socios en la compañía Alazor Inversiones, gestora de estas dos autopistas de peaje. En mayo de 2014 el Tribunal Arbitral falló a favor de ACS y Sacyr, pero ahora el laudo se ha anulado al descubrirse la vinculación del arbitro del tribunal, José María Alonso Puig, con ACS. 

Según se hace eco El Confidencial, la decisión ha llegado a instancias de la investigación que ha realizado la firma británica Haklut & Co, que ha sido la que ha puesto sobre la mesa las vinculaciones de Alonso Puig con la constructora de Florentino Pérez. 

El contencioso entre las compañías agrupadas en Alazor Inversiones comenzó en 2013, cuando Abertis y Bankia emprendieron el arbitraje tras intentar ejercer sus opciones de venta en la concesionaria, que se estimaban en un importe de hasta 120 millones de euros, y se encontraron con la negativa de las constructoras. ACS y Sacyr no lo permitieron al entender que no se daban los supuestos previstos en el pacto de accionistas, debido precisamente a la situación de pérdidas incurridas en las radiales y la consiguiente alteración del equilibrio económico y financiero del proyecto. Y es que hay que recordar que tanto la R-3 como la R-5 se encuentran actualmente en situación de suspensión de pagos. 

El conflicto acabó en la Corte Civil y Mercantil de Arbitraje (CIMA), que puso en marcha el proceso para la designación del correspondiente tribunal de resolución con sus respectivos árbitros, una tarea que según recuerda El Confidencial no fue nada sencilla dado que más de 50 nombres se descartaron por diferentes incompatibilidades derivadas de eventuales conflictos de interés con las partes en litigio. Finalmente fueron seleccionados José María Alonso Puig, actual socio director de Baker & McKenzie, junto a los expertos Carlos José Entrena Palomero y Ramón Cerdeiras Checa, que tras presentar la correspondiente declaración de independencia e imparcialidad acabaron por dar la razón a ACS y Sacyr: las opciones de venta requeridas por Abertis y Bankia no estaban vigentes, por lo que el capital de Alazor Inversiones debía mantenerse invariable: Abertis, con un 35% de la participación; Sacyr, con un 25%, y Bankia y ACS, con un 20% cada una. Aunque ahora las cosas podrían cambiar, ya que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid anuló el pasado mes de diciembre todas las actuaciones arbitrales. Ahora deberán declarar dos socios del bufete Garrigues: Carlos de los Santos y José María Anguiano, que podrían esclarecer las vinculaciones de José María Alonso Puig con ACS. 


El mencionado digital explica que el tribunal madrileño tratará de esclarecer si hubo o no conflicto de intereses. Sobre todo teniendo en cuenta la relación de algunas empresas para las que ha trabajado Alonso Puig con ACS. En concreto, se hace eco de su labor como consejero externo de la constructora vallisoletana Corporación Llorente, que diversifica su actividad a través de varias filiales entre las que destacan Inverduero y Collosa, dos marcas que aparecen asociadas con diferentes empresas de ACS en varios proyectos a lo largo de los últimos años. De momento el laudo ha sido anulado y lo que ahora se trata de dilucidar es la garantía de independencia e imparcialidad declarada por los árbitros elegidos en su día. 

martes, 10 de noviembre de 2015

A qué se dedica… Abertis

Los orígenes del grupo se remontan a la construcción y explotación de las primeras autopistas de peaje en España en la década de los setenta. Abertis surge como consecuencia de la fusión de Acesa Infraestructuras-que previamente había adquirido Iberpistas- y Áurea Concesiones de Infraestructuras, ambas dedicadas a la explotación de autopistas de peaje. 
 
Acesa nació en 1967, inaugurando la primera autopista de peaje de España en julio de 1969 en Montgat-Mataró. Aumar fundada en 1971, puso en servicio a partir de 1974 las autopistas Tarragona-Valencia y Valencia-Alicante. Con la entrada del nuevo siglo ambas corporaciones comienzan su expansión geográfica. Finalmente, en mayo de 2003, se fusionan las sociedades cabeceras de estas dos compañías, dando lugar a la creación de Abertis. 

Un hecho muy destacado para el grupo catalán fue que en diciembre de 2005, el gobierno francés seleccionara a un consorcio liderado por Abertis para adquirir el 75,7% del capital de la sociedad concesionaria de autopistas Sanef, el tercer operador más grande por kilómetros de autopistas en Francia.

La empresa presidida por Salvador Alemany Mas forma parte del Ibex 35 ininterrumpidamente desde el nacimiento del selectivo español. El grupo participado por CaixaBank y OHL elevó un 7% su cifra de negocio total el pasado año, hasta los 4.889 millones de euros gracias a la mejora del tráfico global y al cambio de perímetro, con la incorporación por integración global de Metropistas (Puerto Rico), Hispasat y el nuevo negocio de torres de telefonía móvil. El 87% de sus ventas se generó en la actividad de autopistas, mientras que el 13% correspondió al sector de telecomunicaciones.

En los nueve primeros meses del año obtuvo un beneficio neto de 1.797 millones de euros, un resultado "histórico" que supone además triplicar el resultado de un año antes gracias a las plusvalías contabilizadas en la salida a Bolsa de Cellnex Telecom. Facturó 3.328 millones de euros, un 1,1% menos que en 2013.

Logró del exterior el 70% del total de los ingresos de este periodo, en el que Francia se consolidó como primer mercado por facturación, al aportar el 37% del total, por delante de España. Por áreas, autopistas aportó el 95% de las ventas.

La empresa concesionaria lanzó en julio una OPA sobre el 6,5% de sus acciones. Así, la oferta se dirigía a un total de 61,30 millones de acciones propias, representativas del 6,5% de su capital. La OPA de Abertis sobre acciones propias se enmarcaba en el compromiso que la compañía plasmó en su nuevo plan estratégico de reforzar la retribución al accionista que habitualmente realiza mediante el pago de un dividendo y una ampliación de capital liberada.

Actualmente es el líder mundial en el sector de autopistas, se encarga de cerca de 8.300 kilómetros en el mundo. La principal área de negocio es la gestión autopistas de peaje que supone un 95% del total de la facturación.

La división de autopistas de Abertis se ha centrado en proyectos de inversiones en España, Francia, Brasil o Chile. Principalmente se encarga del mantenimiento general de la pista, tiene paneles de mensajería, cámaras para la gestión integral del tráfico e incidencias y puntos de medición de tráfico.

En España, es el primer operador de autopistas de peaje por kilómetros: 1.512 kilómetros de autopistas que representan el 59% del total de las vías de peaje del país. Asimismo, participa en un total de 264 kilómetros a través de otras concesiones de autopistas y túneles.

Tiene 25 millones de euros invertidos en sistemas de información, control, seguridad y señalización de la red. Por otro lado, 57 millones de euros dirigidos a la ampliación de carriles y mejora de las vías.

La compañía concesionaria también cuenta con participaciones significativas en empresas de gestión de infraestructuras de telecomunicaciones. El grupo es accionista mayoritario de Cellnex Telecom, operador neutro europeo de infraestructuras de telecomunicaciones para la telefonía móvil y la difusión audiovisual con una red de más de 15.000 torres. Asimismo, también es el accionista principal y operador de Hispasat que actualmente tiene siete satélites en servicio.

En la actualidad es una multinacional presente en 12 países de Europa y América, con destacada representación en Brasil, donde cuenta con 3.250 kilómetros; en Francia, con más de 2.060 kilómetros; España, con más de 1.770 kilómetros; y en Chile, con más de 770 kilómetros. Cerca de dos tercios de los ingresos se generan fuera de España, con especial peso de Francia, Brasil y Chile.

Desde su fundación, en 2003, ha enfocado su actividad hacia el exterior. Entre 2008 y 2013, compró el 57,05% de Hispasat, que la situó como primer accionista del operador de satélites español. En 2009, reforzó el negocio de autopistas en España y Chile, tras el cierre de sendas operaciones con ACS y Citi, por lo que pasó a controlar Avasa y las concesionarias chilenas Elqui y Gesa.

En 2012, se proclamó como primer gestor en el sector de las autopistas tras la integración de las autopistas del grupo Arteris en Brasil, así como de otras tres concesiones en Chile, adquiridas a OHL.

La presencia de Abertis en el negocio de autopistas en Francia se canaliza a través del grupo concesionario Sanef , en el que tiene una participación del 52,55%. Sanef lleva a cabo de manera directa más de 1.700 kilómetros de autopistas de peaje en el noroeste de Francia, Normandía y Aquitania, cubriendo el 22% del total de autopistas en Francia.

En América, está en Brasil, Puerto Rico, Chile, Argentina y Colombia. El 55% de los kilómetros que gestiona en el mundo se encuentran en allí. Los activos brasileños que se integran en Abertis son nueve concesiones de autopistas, con un total de 3.227 kilómetros.