Cristina Cifuentes exige al Ayuntamiento de Madrid, «que se ponga a trabajar en un Plan de Movilidad» con urgencia, y que solucione los «monumentales atascos» que colapsan la capital, y sin embargo no asume su parte de responsabilidad, ya que ella, como presidenta de la Comunidad de Madrid, tiene la competencia de dirigir el tráfico y gestionar el tráfico en vías como la M-40 o la M-45 y fomentar el transporte público y hacer que funcione correctamente, o el gobierno, de su propio partido político, es el responsable de gestionar el de las vías de entrada y el de las quebradas y ruinosas Radiales que acceden a la capital.
Así, la demagógica presidenta de la Comunidad le dice a la Alcaldesa de la ciudad, que suya es la competencia de regular el tráfico y garantizar la movilidad por la ciudad y le aconseja que «si no quiere ejercer sus competencias, que renuncie a ella», mientras ella no hace nada en absoluto en favorecer el transporte público que elimine el casi millón de vehículos que acceden a la ciudad diariamente. Cosas como bajar el abono transporte a los menores de 26 no supone nada en la disminución del tráfico y mucho menos soluciona el transporte a la inmensa mayoría de personas que tienen que ir a la capital a trabajar.
Cifuentes, del mismo partido que nos ha traído en el terreno de las infraestructuras la quiebra y el repago de las autopistas radiales, la AP-41 o la AP-36, sugiere al ayuntamiento que reactive planes, como el de la Operación Chamartín, que no sólo no solucionarían e nada el tráfico si no que además lo agravarían.
La presidenta autonómica además, y no sabemos si con sorna o tratándonos como tontos, recuerda que su Gobierno ya ha pedido al Ministerio de Fomento el estudio de un proyecto de desdoblamiento de la carretera A-1, sin hacer caso a que una infraestructura como esta no va a solucionar tampoco en nada el tráfico. Pero no contenta con esto, omite que , por ejemplo, la M-12, que acaba de ser liquidada y que nos tocará pagar entre todos, mientras los responsables del Partido Popular
La Liquidación de la M-12 es la segunda de las ocho en proceso concursal que alcanza la fase de liquidación, después de que en febrero, el mismo Juzgado, se decretara la liquidación de la autopista AP-36 Ocaña-La Roda, controlada por Ferrovial y Sacyr. La liquidación de estas infraestructuras activa la responsabilidad patrimonial administrativa que el Estado tiene ante ellas, es decir, el Sr. Áznar y el Sr. Álvarez Cascos nos dan un regalo con casi una década de retraso.
El dinero con el que todos los ciudadanos tendremos que pagar para solucionar esta mala gestión del Partido Popular va a ascender a entre unos 5.000 y 8.000 millones de euros, según distintas fuentes del sector, en el caso de que el conjunto de las ocho autopistas actualmente en concurso de acreedores acabaran finalmente liquidándose. Pero mientras, la actual presidenta de la comunidad y la estrambótica presidenta del Partido Popular de la Comunidad de Madrid se dedican a patalear y a planificar infraestructuras para aumentar más la factura o a inventarse votaciones para que los madrileños no dejemos de usar el coche. Es decir, más coches y más atascos.
Señora Cifuentes: Gestione mejor y deje de hacer y decir estupideces.
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