El pasado martes el Parlamento de Galicia aprobaba por unanimidad una proposición de ley formulada por el BNG para reclamarle al Gobierno central a transferencia de la Autopista del Atlántico. La luz verde del PP a la iniciativa sorprendió a la oposición, tanto que algunos de los grupos que la componen ya habían enviado a la prensa sus comunicados valorando el rechazo de los conservadores. Esta iniciativa no tiene, ni mucho menos, efecto inmediato: pasa a la lista de espera de las proposiciones autonómicas para debatir en las Cortes, que van a ser disueltas por las elecciones generales.
Será, por lo tanto, la mayoría que salga de los comicios de diciembre ña que decida sobre un traspaso que, tan solo en la última década, ha sido reclamado y rechazado en numerosísimas ocasiones. Esto ha sucedido sin que, por el momento, nada haya cambiado en la autopista que, a causa de la concesión prolongada por el Gobierno de José María Aznar, está en manos de los propietarios de Audasa hasta, al menos, el año 2048. Estos han sido algunos de los avatares políticos en torno a esta estratégica vía de comunicación.
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