Fomento y Generalitat ratifican que el fin del peaje de la AP-7 es firme |
El 31 de diciembre del 2019 acaba la concesión para la explotación privada de la autopista de peaje AP-7, en su tramo Tarragona-Alicante --la única vía rápida a cuatro carriles que cruza Castellón de norte a sur-- y no habrá opción de una nueva renovación del contrato. Es decir, a partir de ese día quedará abierta al tráfico sin tener que abonar peaje.
Y es que el Ministerio de Fomento y la Conselleria de Infraestructuras de la Generalitat afirman que no hay marcha atrás en el anuncio del 2013, contestando de esta forma a las pretensiones de la actual concesionaria de esta infraestructura, Abertis, quien acaba de anunciar su interés en continuar con la gestión del eje más allá del año 2019.
“Por parte del Ministerio, no hay ninguna novedad al respecto diferente a las declaraciones ya formuladas desde Fomento”, indicaba ayer a Mediterráneo un portavoz. En este sentido, la ministra Ana Pastor aseguraba en abril del año 2013, en una visita a Valencia, que las concesiones de las autopistas de peaje en la Comunitat “tienen su tiempo y llegará su momento y esa concesión se habrá terminado”. Y por si había dudas acerca de prórrogas, zanjaba la cuestión: “Está prevista la concesión que está en este momento y nada más”.
La consellera de Infraestructuras de la Generalitat, Isabel Bonig, también se refirió a esta cuestión en su visita a Castellón, con motivo de las fiestas de la Magdalena. “El presidente de Abertis sabe y el Ministerio de Fomento sabe que para el presidente Fabra, la Generalitat y el PPCV la no prórroga es innegociable. Nosotros, reiteradamente, nos hemos manifestado en contra y nos vamos a seguir manifestando. El 31 de diciembre del 2019 acaba la concesión y no aceptamos prórrogas. Así de claro, y como de hecho ya dijo la ministra también”.
Sin embargo, desde Abertis, ayer insistieron en sus pretensiones de extender el contrato más allá del horizonte 2019. “Se está dando demasiada importancia a las declaraciones del presidente de Abertis, Salvador Alemany”, dijo ayer un portavoz de prensa de la firma, quien insistió en que lo único que la compañía ha dicho es que “si hay una posibilidad, hipotética, de que el Gobierno se replantee esta cuestión, pues nosotros estamos interesados en seguir optando a la gestión de la AP-7”, un contrato que retienen desde el año 1971 y que han ido renovando hasta entre tres ocasiones, bajo gobiernos de todo signo (UCD, PSOE y PP). Aun así, Abertis insiste en jugar al despiste en beneficio propio, y recuerda que “es cierto que la ministra ha dicho lo que ha dicho, pero también es cierto que el fin de la concesión no lo decidirá este Gobierno, sino el que haya en 2019. Sea el que sea, será entonces cuando se tendrá que tomar una decisión, y si entonces existe la posibilidad de continuar, nosotros tenemos interés en optar”, concluyen desde la compañía.
Abertis cerró el año 2014 con un beneficio neto de 655 millones de euros, en buena parte gracias a la recuperación del tráfico de las autopistas que gestionan en España (+2%), incluida la AP-7, que ha pasado de registrar una intensidad media diaria de 15.538 en 2013 a 15.804 en el ejercicio 2014, una cifra que podría ir al alza por la recuperación económica y por el uso obligatorio impuesto a los camiones por seguridad vial.
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