La mayoría tienen una presencia de vehículos pesados inferior a la media. La autopista AP-66 León-Campomanes (Asturias) es la única de las vías de pago incluida en el plan del Ministerio de Fomento para que sea utilizada obligatoriamente por los vehículos pesados que perdió tráfico de camiones entre enero y noviembre de 2014 (último dato disponible), en concreto un 0,7%. De hecho, las autopistas del Estado subieron su tráfico de camiones un 6,7% en esos meses.
Sin embargo, esta autopista de 77,8 kilómetros es una de las cinco de las 14 incluidas en dicho plan, según el borrador al que ha tenido acceso Servimedia, que tiene un tráfico de camiones superior al de la media, ya que su Intensidad Media Diaria (IMD) de vehículos pesados suponía en noviembre el 15,2% de su IMD total (13,7% en la media de las autopistas del estado).
En el otro extremo, la AP-2 Zaragoza-Mediterráneo es la que registra un mayor incremento de su tráfico de camiones, al lograr una subida del 22,4% hasta noviembre de 2014. En esta vía la presencia de camiones es también superior a la media, del 14,7%.
De los 215,5 kilómetros de la autopista, estarán afectados por el plan cerca de 150, los 53 entre Lleida y Montblanc y los 95 entre Fraga y Alfajarín.
Otra de las vías del plan con más tráfico de camiones es la AP-7 entre Tarragona y Valencia, donde alcanza el 18,8%. Su tráfico de vehículos pesados se incrementó un 7,5% hasta noviembre. El plan afecta a 125 de los 225,3 kilómetros de esta autopista, entre L’Hospitalet de L’Infant y Oropesa.
También está por encima de la media la AP-7 entre Barcelona y Tarragona, con un porcentaje del 17,8% tras subir su tráfico un 4%. De sus 100,4 kilómetros el plan afecta a unos 60, los correspondientes al tramo entre Torredembarra y Martorell.
La otra con un tráfico de camiones importante es la AP-1, la que une Burgos y Armiñón (Alava), al alcanzar estos vehículos una cuota del 17,1%, con un incremento del 2%. De sus 84,3 kilómetros el plan incluye los 75 entre Rubena y Armiñón.
En el centro de la meseta, por debajo de la media están la AP6 entre Villalba (Madrid) y Adanero (Ávila), una autopista de 69,6 kilómetros con un porcentaje de camiones del 11,5% y un crecimiento del 2,5%; la AP61 entre Segovia y San Rafael, de 27,7 kilómetros con una cuota del 7,9% y un crecimiento del 2,5%, y la AP51 entre Ávila y Villacastín (Segovia), de 23,1 kilómetros con una cuota del 6,7% y un crecimiento del 2,8%.
En el sur, está contemplada la AP-4 Sevilla-Puerto Real (Cádiz), en el tramo de 65 kilómetros entre Dos Hermanas y Jerez. Su cuota de camiones es del 5,4% tras subir un 0,8%. También la AP7 entre Valencia y Alicante, en el tramo entre Silla y San Juan, de 148 kilómetros. Su cuota es del 6,3% tras subir el tráfico de camiones un 2,1%.
Además, aparece también la AP-7 Cartagena-Vera (Almería), una de las autopistas quebradas que puede ser rescatada por el Gobierno. Tiene 97,8 kilómetros con un tráfico de camiones del 11,4%, que subió un 4,1%.
En el norte, el plan contempla a la AP-68 Bilbao-Zaragoza, concretamente a los cerca de 200 kilómetros entre Miranda de Ebro (Burgos) y Alagón (Zaragoza). Su cuota de camiones es del 10,2% tras crecer un 3,9%.
En Galicia, afecta a 190 de los 219 de la AP9 entre Ferrol y la frontera portuguesa. Los camiones representan el 9% de su tráfico tras subir un 0,9%.
Por último, está contemplada la AP-53 entre Santiago y el Alto de Santo Domingo (Ourense), de 56,4 kilómetros con una cuota del 6% y un crecimiento el pasado año del 5,6%.
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