La mayoría de expropiados por la autopista de peaje AP-41, que une Madrid con Toledo, por fin han cobrado la indemnización que les correspondía al quitarles el Estado sus tierras para construir dicha carretera, allá por el otoño de 2004. Lo confirma a ABC el abogado Fausto Sánchez Cano, quien ha llevado los casos de más de 500 afectados, de los cuales, asegura, solo faltan por cobrar los que tenían una indemnización superior a 600.000 euros.
La razón estriba en que esta es la cantidad mínima a partir de la cual los procedimientos pueden acabar en el Tribunal Supremo. Como el Estado decidió recurrir, por eso los procedimientos con este tipo de cuantías van más lentos.
La AP-41 se encuentra en concurso de acreedores desde mayo de 2012. Por esta circunstancia el Tribunal Superior de Justicia de Albacete consideró que el Estado debía pagar las indemnizaciones por expropiación que le correspondían a la concesionaria de la autopista (una sociedad integrada por el Banco Espíritu Santo, el Grupo Sando y Corsán-Corviam, ahora en quiebra). Y así ha ocurrido con las cuantías menores a 600.000 euros.
En cuanto a las resoluciones del Supremo, van en la misma dirección. «Al Estado, el Supremo le ha dado un plazo de dos meses para que pague. Cuando han pasado dos meses y el Estado no ha pagado, el tribunal, porque así está previsto en la ley, ha incrementado los intereses en dos puntos», cuenta el abogado a este periódico.
«Y cuando al Estado le han dicho que, en vez del tres y medio o el cuatro por ciento, tiene que pagar el seis, la cosa cambia. Así que cuando han venido esas resoluciones le ha faltado tiempo para poner ese dinero. A medida que el tribunal va diciendo que se incrementan los intereses dos puntos, el Estado paga en 15 días», sentencia el letrado, quien calcula que de los 500 afectados que su bufete ha llevado, ya han cobrado más de 400. «Este año va a quedar muy poca gente por cobrar, siempre y cuando el Gobierno siga poniendo el dinero cuando le condenan con dos puntos más», precisa.
Y mientras esto sucede, la autopista que se inauguró el 29 de diciembre de 2006 con el gancho de unir Madrid con Toledo «en media hora», sigue perdiendo viajeros. La carretera costó unos 440 millones de euros y se pretendía que tuviera un tráfico de 25.000 vehículos diarios. Según los últimos datos del Ministerio de Fomento, correspondientes a enero, por la AP-41 solo circulaban 655 vehículos al día, un 47 por ciento menos que en el mismo mes del año anterior.
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