Tramo de la C-17 en dirección Vic.Josep García |
La Generalitat recurrirá al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) para rescatar el tramo Vic-Ripoll de la C-17, una autovía construida por el sistema de peaje en la sombra, cuya deuda de 220 millones de euros no puede ser sufragada por la empresa concesionaria Cedinsa, participada por FCC, Comsa-Emte, Copisa y Copcisa.
La Conselleria de Territori y Sostenibilitat, que dirige Santi Vila, negocia con la empresa el plan para llevar a cabo el rescate que previsiblemente debe estar cerrado el 31 de marzo. En síntesis, la Generalitat hará de banco de la concesionaria: se hará cargo de la deuda que pagará a los bancos con recursos del FLA, según han confirmado fuentes del Govern. En total, el FLA aportará al presupuesto del Govern unos 8.258 millones deeuros en el presupuesto del ejercicio del 2015.
El pool bancario de Cedinsa -Santander, BBVA, Caixabank, Bankia, CatalunyaCaixa y el ICO- optaron por no refinanciar el crédito que venció el pasado 31 de diciembre y que la empresa no puede pagar. Y la Generalitat está obligada a subrogarse la deuda, según establece el contrato de concesión, por lo que se haría, en principio, con el control de la autovía. Para ello, en total debe desembolsar 275 millones de euros: 220 del crédito y otros 55 millones por la responsabilidad patrimonial de la administración.
La Conselleria negocia con Cedinsa la fórmula para hacerse cargo de la infraestructura sin que esa opción genere déficit presupuestario para el Govern. La opción que se considera es que la Generalitat haga de banquero de la empresa concesionaria en unas condiciones bastante más laxas que las que ofrecía el sindicato bancario tanto en lo que se refiere al tipo de interés del crédito como al periodo de concesión. En este sentido, se prevé una alargamiento de la concesión, en principio prevista para 30 años, así como nuevos parámetros para establecer el peaje en la sombra, que es el método elegido para el pago de la construcción.
Según los cálculos realizados para la concesión, ese tramo de la C-17 debía soportar un tráfico de hasta 45.000 vehículos diarios. Se trata de cálculos bastante holgados, que no han llegado a cumplirse en ningún momento, pese a que la Generalitat acabó sumando al cómputo total los vehículos que circulaban por los otros tramos de la C-17. Las cifras de tráfico que se barajan para realizar los nuevos cálculos se sitúan en torno a los 20.000 vehículos diarios. Y la Generalitat contempla el pago de un cantidad mayor por cada vehículo que circule por la autovía como peaje en la sombra.
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