FOTO: RAMON LEIRO |
Aunque en un principio el Ministerio de Fomento parecía reticente, finalmente los camioneros no estarán obligados a circular únicamente por autopistas. Ese ha sido el principal acuerdo de una reunión que mantuvieron ayer los representantes de los transportistas con el secretario general de Infraestructuras, Manuel Niño, que terminó con consenso tras meses de tensiones entre el sector del transporte y el Gobierno por el plan para sacar los vehículos pesados de las vías de circulación convencionales.
Si Fomento cedió en la obligatoriedad de circular por vías de alta capacidad -la principal reivindicación del sector del transporte- los profesionales también dieron su brazo a torcer. Porque, sin fecha aún determinada, se pondrá en marcha un plan experimental que incentivará que los camioneros circulen por autopista y no por vías convencionales. Según explicó el secretario técnico de la Federación Nacional de Asociaciones de Empresarios de Transporte Discrecionales de Mercancías (Fenadismer), Juan José Gil, al final del encuentro, dicho plan ofrecerá descuentos en los peajes a los profesionales del transporte que serán mayores en las horas de mayor congestión circulatoria. El objetivo es, precisamente, que los camioneros escojan las vías de alta capacidad antes de las convencionales. Además, se reducirán los tramos inicialmente afectados por el plan para que los camiones tan solo circulen por autovías y autopistas, según explicó Gil, que destacó sobre todo la satisfacción de los transportistas por haber conseguido que se retire la prohibición de circular por vías convencionales.
Todavía no ha fecha concreta para la puesta en marcha de este plan experimental, ya que habrá que sentarse a repasar cada uno de los tramos afectados por la prohibición y Fomento deberá negociar con las concesionarias de las autopistas cómo se pondrán en marcha estos descuentos, ya que hay que tener en cuenta su situación y equilibrio económico, según aclaró Juan José Gil. Habrá un nuevo encuentro durante la primera quincena de mayo para concretar los detalles de este plan.
El acuerdo entre Fomento y los profesionales del sector afecta especialmente a los camioneros gallegos, que según el plan inicial del Gobierno era una de las comunidades más afectadas por la derivación del tráfico pesado a las autopistas. El mapa revelaba que en la comunidad había 245 kilómetros afectados, repartidos en cinco tramos de las carreteras N-651, N-550 y N-525 y que obligaba a los camiones a utilizar la AP-9 y la AP-53 (que une Santiago con Dozón y que es uno de los peajes más caros de la comunidad). Solo en Castilla y León había más kilómetros afectados por el plan de Fomento, pero la diferencia entre una y otra comunidad era de apenas 5.000 metros. Además, buena parte de los tramos de Castilla y León son de uso obligado por los transportistas gallegos para viajar a la Meseta y al País Vasco.
El gerente de la Asociación Empresarial de Transporte de Mercancías por Carretera de Galicia (Apetamcor), Alberto Vila, había destacado en su día que los gallegos iban a ser los únicos obligados a circular hasta Madrid por vías de pago únicamente. «Iso penaliza aínda máis á periferia», explicaba para reclamar un trato diferenciado para los transportistas del noroeste dentro de este plan.
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