Los transportistas de la comarca viven estos días
pendientes de las noticias en torno al proyecto del Ministerio de
Fomento para retirar tráfico pesado de las carreteras convencionales.
Cabe recordar que la intención del Gobierno es que los camiones no
circulen por determinados tramos de las vías nacionales. En el caso
gallego, la medida pasaría porque no anduviesen, por ejemplo y entre
otros tramos, por la N-550 desde Santiago hasta Pontevedra. Lo que se
les anuncia es una rebaja en los peajes del 50%. Pero los camioneros no
comulgan con ello.
Desde distintas firmas del sector de la zona señalan
que esta obligación de circular por autopistas pone en peligro sus
empresas. Indican que llevan bajando tarifas desde el 2008, que
actualmente «non hai beneficios» y que no podrían repercutir los sobrecostes de los peajes en sus clientes «por que marcharían»
.
El diagnóstico que hacen de la situación es similar
desde empresas de la zona como Transportes Transfrigo y Frantrans
(Boiro, con ocho camiones), Transagonza (Rianxo, con siete camiones) o
Dito (Ribeira, con 4 camiones). Sus responsables opinan que vivieron
unos años catastróficos a partir del 2008. Señalan que si pudieron sacar
adelante sus firmas fue, en muchos casos, tirando de ahorros y
aplazando inversiones. «Tiñamos que renovar a flota hai tres anos e seguimos coa vella»,
señala Alberto González desde Transagonza. Y que ahora que parece que
la situación es mínimamente mejor por la bajada del gasoil sienten que
quieren poner en peligro su futuro. Señalan que a veces usan la AP-9,
pero que intentan evitarla casi siempre -menos en sitios con mucho
atasco, como entre Pontevedra y Vigo-. No ven viable usar esta vía a
diario si no se elimina el peaje totalmente.
En Barbanza, hay dos grandes firmas
en el sector del transporte. Mapir y Genebrando Castro. Entre las dos
suman 52 camiones en circulación. ¿Qué opinan? Desde Mapir creen que si
Fomento lleva adelante sus planes se verán «moi prexudicados». Creen que el Gobierno debería
limitarse a recomendarles ir por autopista. Desde Genebrando Castro, su
gerente, Carlos Castro, aporta varias ideas. No se cree que les vayan a
echar de las carreteras convencionales.
«Seguro que todo isto ten un trasfondo, e que serán casos puntuais, senón é inviable, estou seguro», insiste. Como otros colegas del ramo, dice: «Agora mesmo xa non temos beneficios, non os hai».
A los camioneros se les atraganta el verbo prohibir.
No quieren ni oír hablar de que Fomento les prohíba circular por
determinados tramos de las carreteras nacionales. Otra cosa sería,
dicen, si les recomendasen circular por las autopistas. Quizás todo es
cuestión de que el Gobierno modere los términos. Comulgar con
imposiciones no gusta a nadie. Sobre todo, si se viene de una larga
crisis.
Carlos Castro, gerente de una de las grandes empresas
de la comarca en el sector del transporte, cree que el sector no debe
desangrarse tratando asuntos como los de las carreteras convencionales y
los peajes o no peajes. Indica que, ciertamente, es un tema
preocupante. Pero que hay otros mucho más sangrantes y urgentes. Cita,
por ejemplo, los impuestos que se pagan por el carburante. Indica que
ahí sí tendrían que dar la batalla. Y recuerda también que muchas firmas
todavía no recuperaron el dinero del llamado céntimo sanitario, es
decir, un recargo en el impuesto del hidrocarburo que se estuvo cobrando
y que fue declarado ilegal por la Unión Europea.
Al preguntar a las distintas firmas de camiones de la
zona, la mayoría señalan que aún no les devolvieron el dinero del
céntimo sanitario. Otras, las más afortunadas, cobraron parte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario