El Gobierno central descarta eliminar el peaje de la AP-7 entre Altafulla y Vilafranca y entre Alcanar y Vandellòs, como reclaman ayuntamientos y vecinos para descongestionar la N-340.
La comisión de Fomento del Congreso rechazó, gracias el voto en contra del PP, la proposición de CiU para liberar los peajes en sendos tramos hasta que no esté la autovía A-7 que debe remplazar a la N-340 y ser la alternativa segura y gratuita.
La negativa a eliminar esos peajes a falta de autovía cierra una opción política y los ayuntamientos intentarán buscar otras medidas. Los alcaldes de El Vendrell, Roda de Berà, Torredembara, Altafulla y Creixell mantendrán una reunión sobre los pasos que deben dar.
Uno de los primeros es mantener una reunión con el secretario de Estado para transmitirle la necesidad de eliminar ese peaje en favor de la seguridad en el tránsito e incluso la competitividad del territorio.
El voto del PP en la comisión de Fomento evidencia que el Gobierno Central ve suficiente la bonificación del 50% a los camiones en la AP-7 que acordó la pasada semana. La medida es insuficiente para el Baix Penedès, Tarragonès y el sector del transporte por carretera, que destacan que la saturación de la N-340 no la causan los camiones, sino la intensidad de turismos en periodos vacacionales y fines de semana. Cálculos del territorio consideran que la medida reduciría un 20% del tránsito. Los camioneros además temen verse obligados a usar la autopista pagando por ello.
Aunque el Gobierno no lo detalla, el conseller de Mobilitat de la Generalitat, Santi Vila, dice que el paso de camiones por la AP-7 debe ser obligatorio, lo que hace deducir al sector que tendrán prohibido usar la N-340. Los camioneros piden que la bonificación sea interesante para que el conductor opte por la AP-7 de forma voluntaria.
CiU también pidió un enlace de la A-7 a la AP-7 en La Mora-Tamarit para descongestionar el tramo donde finaliza la autovía para evitar colapsos en Torredembarra. También planteó otra salida de la AP-7 en L’Arboç para descongestionar la N-340 entre Vilafranca y El Vendrell.
La negativa de la comisión de Fomento a eliminar los peajes desembocará en protestas de los vecinos, como las coordinadoras del Baix Penedès, que piden a sus alcaldes que se pongan al frente de posibles movilizaciones. Los responsables municipales han reiterado que los peajes son un agravio para las zonas afectadas frente a otras, como entre Torredembarra y Tarragona, que tienen la autopista gratis, la autovía hecha y una N-340 descongestionada.El alcalde de El Vendrell, Martí Carnicer, destacó que el Baix Penedès sólo tiene una N-340 saturada y peligrosa o peajes. Aunque lo urgente, pero para lo que no hay calendario, es hacer la autovía que ya tiene un trazado proyectado por el Baix Penedès, pero para la que no hay presupuesto. En este sentido, el territorio ya planteó en su momento que la solución para tener una vía rápida y segura, además de suponer un menor impacto ambiental, sería que la autopista fuese la vía gratuita para cruzar la zona.
La comisión de Fomento del Congreso rechazó, gracias el voto en contra del PP, la proposición de CiU para liberar los peajes en sendos tramos hasta que no esté la autovía A-7 que debe remplazar a la N-340 y ser la alternativa segura y gratuita.
La negativa a eliminar esos peajes a falta de autovía cierra una opción política y los ayuntamientos intentarán buscar otras medidas. Los alcaldes de El Vendrell, Roda de Berà, Torredembara, Altafulla y Creixell mantendrán una reunión sobre los pasos que deben dar.
Uno de los primeros es mantener una reunión con el secretario de Estado para transmitirle la necesidad de eliminar ese peaje en favor de la seguridad en el tránsito e incluso la competitividad del territorio.
El voto del PP en la comisión de Fomento evidencia que el Gobierno Central ve suficiente la bonificación del 50% a los camiones en la AP-7 que acordó la pasada semana. La medida es insuficiente para el Baix Penedès, Tarragonès y el sector del transporte por carretera, que destacan que la saturación de la N-340 no la causan los camiones, sino la intensidad de turismos en periodos vacacionales y fines de semana. Cálculos del territorio consideran que la medida reduciría un 20% del tránsito. Los camioneros además temen verse obligados a usar la autopista pagando por ello.
Aunque el Gobierno no lo detalla, el conseller de Mobilitat de la Generalitat, Santi Vila, dice que el paso de camiones por la AP-7 debe ser obligatorio, lo que hace deducir al sector que tendrán prohibido usar la N-340. Los camioneros piden que la bonificación sea interesante para que el conductor opte por la AP-7 de forma voluntaria.
CiU también pidió un enlace de la A-7 a la AP-7 en La Mora-Tamarit para descongestionar el tramo donde finaliza la autovía para evitar colapsos en Torredembarra. También planteó otra salida de la AP-7 en L’Arboç para descongestionar la N-340 entre Vilafranca y El Vendrell.
La negativa de la comisión de Fomento a eliminar los peajes desembocará en protestas de los vecinos, como las coordinadoras del Baix Penedès, que piden a sus alcaldes que se pongan al frente de posibles movilizaciones. Los responsables municipales han reiterado que los peajes son un agravio para las zonas afectadas frente a otras, como entre Torredembarra y Tarragona, que tienen la autopista gratis, la autovía hecha y una N-340 descongestionada.El alcalde de El Vendrell, Martí Carnicer, destacó que el Baix Penedès sólo tiene una N-340 saturada y peligrosa o peajes. Aunque lo urgente, pero para lo que no hay calendario, es hacer la autovía que ya tiene un trazado proyectado por el Baix Penedès, pero para la que no hay presupuesto. En este sentido, el territorio ya planteó en su momento que la solución para tener una vía rápida y segura, además de suponer un menor impacto ambiental, sería que la autopista fuese la vía gratuita para cruzar la zona.
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