El Gobierno alemán aprobó hoy la introducción de un peaje para
automóviles particulares en las carreteras a partir de 2016, una medida
que vigila la Comisión Europea ante el temor de que pueda ser
discriminatoria para los conductores extranjeros.
Según el
proyecto aprobado hoy por el Consejo de ministros, los conductores
nacionales apenas se verán afectados por la iniciativa, pues la
introducción del peaje irá acompañada de una reducción del impuesto de
circulación.
La contribución por parte de los extranjeros -que
sólo pagarán en las autopistas-, una vez reducidos los costes de
implantación de este sistema, ascenderá a 500 millones de euros anuales,
que serán destinados al mantenimiento de las infraestructuras, según el
planteamiento del ministro de Transportes, el socialcristiano bávaro
Alexander Dobrindt.
El Consejo aprobó de hecho hoy un proyecto de
ley del departamento de Transportes y otro del ministro de Finanzas, el
cristianodemócrata Wolfgang Schäuble.
El Gobierno calificó de
"correcta, útil y justa" la introducción de los peajes, uno de los
puntos centrales del programa de la Unión Socialcristiana (CSU), ala
bávara de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller Angela
Merkel.
Los socialdemócratas del SPD, socios de la coalición de
gobierno, habían amenazado con votar no al peaje si su introducción
suponía en un futuro costes adicionales para los conductores nacionales,
cuestión que queda zanjada con el proyecto de ley de Schäuble que
contempla una reducción del impuesto de circulación.
La
introducción del peaje y la reducción de la carga para los
automovilistas nacionales debía precisamente quedar establecido por
separado con el fin de respetar la ley europea.
En este sentido,
la comisaria europea de Transporte, Violeta Bulc, ya había advertido
previamente en contra de discriminar a los conductores extranjeros.
Según
el Ministerio de Transporte, los costes de la puesta en marcha del
peaje ascienden a 335 millones de euros a lo que habrá que sumar 164
millones de euros anuales para gestionar su funcionamiento, frente a los
276 millones y los 134 millones previstos inicialmente.
Los
conductores del país deberán pagar anualmente una cantidad máxima de 130
euros para poder utilizar los 13.000 kilómetros de autopistas y los
39.000 kilómetros de carreteras nacionales.
En tanto, los
automovilistas deberán abonar esta misma cantidad por utilizar las
autopistas alemanas, aunque podrán elegir la opción de un peaje de diez
días (10 euros) o de dos meses (22 euros).
Las multas por no
pagar el peaje ascienden hasta 150 euros y para los reincidentes, hasta
260 euros, tanto para nacionales como para extranjeros.
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