domingo, 4 de enero de 2015

El gasto público en 2015 de tres autovías gallegas crecerá en 7 millones


El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, informó ayer de que en 2015 el Gobierno gallego deberá abonar 7 millones más por los peajes en sombra (tramos que subvenciona la Administración en función del número de usuarios) de las autovías autonómicas de O Barbanza (AG-11), O Salnés (AG-41) y Celanova (AG-31), con lo que busca evitar la quiebra de las concesionarias, lo que supondría un pago de 189 millones de euros. Según la información facilitada por la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas, se calculaba que se acabarían pagando unos 13,9 millones en 2015 por los peajes en sombra de estas tres autovías, pero tras adaptar los contratos a los tráficos reales -hay un 40% menos de vehículos de los previstos- se abonarán 20,8 millones de euros a las concesionarias. Con todo, son previsiones que no se verán verificadas hasta que termine el ejercicio. 

De esos 7 millones aproximadamente que deberá abonar a mayores la Xunta, 3,4 millones se corresponden con la autovía de Celanova (con un 46% menos de tráfico de lo esperado); seguida de los 2,9 millones de O Barbanza (con un descenso del 42%); y los 1,8 millones del vial de O Salnés (40% menos de tráfico), en base a cifras aproximadas. Según prevé la Xunta, cuando las autovías dejen de estar en riesgo de quiebra, el incremento de tarifa dejará de estar en vigor. 

En la rueda de prensa posterior a la reunión del Consello de la Xunta, Núñez Feijóo explicó que se van a adaptar los criterios de concesión de las tres autovías gallegas a los niveles de tráficos reales que se produce en ellas, puesto que de media registran un tráfico "un 40 por ciento inferior al que se previó en los contratos de adjudicación" y apunta que "hay que asumir" los pagos "estrictamente firmados" en su momento. De este modo, justificó que "si no se sube el peaje en la sombra la responsabilidad patrimonial es que se tienen que rescatar esos viales", lo que supondría 189 millones en concepto de responsabilidad patrimonial -82 millones para la concesionaria de O Barbanza; 64,5 millones para la de Celanova; y 42,5 millones para O Salnés-. 

En concreto, la Xunta aumenta el peaje en sombra de estas tres autovías al constatar que la diferencia entre el tráfico que existe y el previsto en los contratos supone un riesgo real de quiebra de las concesionarias. Asimismo, el presidente gallego remarcó que supone "desbloquear" 115 millones de euros comprometidos en los presupuestos de la Xunta durante el tiempo de vigencia de las concesiones en el caso de que se llegase al umbral máximo de contratos, mientras se mantienen sin peaje directo para los usuarios. 

Dado que se paga por cada vehículo que pasa por esas autovías y los tráficos están por debajo de lo previsto, "se va a ahorrar 114 millones", pero eso también implica que la Xunta "tiene que compensar" para llegar al mínimo garantizado, que supondrá 7 millones más al año para las tres autovías en su conjunto. 

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