martes, 8 de abril de 2014

La bonificación del peaje multiplica por ocho el número de camiones en la AP-2


El Gobierno de Aragón ha logrado multiplicar por ocho el tráfico de camiones por la autopista de Barcelona (AP-2) gracias a la bonificación del peaje entre Alfajarín y Fraga, el único tramo que sigue pendiente de desdoblar en la carretera que discurre en paralelo (N-II). La medida no ha tenido los mismos resultados en el corredor de Logroño, aunque el volumen de tráfico pesado en la parte aragonesa de la AP-68 ha aumentado casi un 50%.
Si el análisis se hace con números absolutos, el resultado es igualmente positivo: hasta 313.360 vehículos pesados dejaron de circular por la nacionales para hacerlo por ambas autopistas a lo largo de 2013, redundando en una menor siniestralidad en las carreteras. Ysu coste para las arcas públicas fue de 629.721 euros, mucho menor del presupuestado porque, entre otras razones, colaboró finalmente en su financiación el Ministerio de Fomento. 

Los números fueron expuestos ayer por el director general de Carreteras, Miguel Ángel Arminio, en una comparecencia monográfica solicitada por CHA, en la que detalló que solo en un año se ha logrado reducir el número de accidentes con víctimas de 65 a 48 y el número de víctimas de 113 a 74 en las dos nacionales que concentran la siniestralidad en la red viaria de Aragón.

Arminio señaló que la bonificación del peaje están favoreciendo el trasvase de camiones de las carreteras de Logroño y de Barcelona a las autopistas, aunque reconoció que este proceso va más lento en el caso de la AP-68 porque los camiones no tienen el aliciente de ahorrarse tiempo de viaje. Esta tendencia ha favorecido la reducción de la siniestralidad, ya que en más de la mitad de los accidentes registrados entre 2010 y 2012 había un camión implicado.

El director general de Carreteras señaló que la bonificación de los pajes para vehículos ligeros y pesados es «costosa», ya que se gastaron 3,5 millones de euros en 2013. También dio cuenta del estado de tramitación de los proyectos de los desdoblamientos.
La oposición consideró que el Ministerio de Fomento debería asumir la liberalización definitiva de los tramos aragoneses de la AP-2 y AP-68 ante la tardanza en el desdoblamiento de las nacionales. En este sentido, el diputado nacionalista Gregorio Briz acusó al PP de no querer resolver el problema e incidió en que la efectividad del acuerdo de la comisión bilateral (para hacer una encomienda de gestión para desdoblar la N-232) ha quedado en «agua de borrajas». «Los desdoblamientos los plantearía como una cuestión de dignidad de un pueblo. Tendrían que ser más firmes y exigentes», subrayó.

El portavoz del PSOE en la comisión de Infraestructuras, José Ramón Ibáñez, planteó que el Gobierno asuma la liberalización de los peajes, mediante la fórmula de garantizar a las concesionarias su actual beneficio neto. Su homólogo de IU, Miguel Aso, apostó por «racionalizar» el gasto, aparcando los desdoblamientos para liberalizar las autopistas. Y argumentó que las arcas públicas se ahorrarán dinero y no tendrán que asumir la conservación de dos vías de gran capacidad cuando venzan las concesiones en la próxima década.

Por su parte, los diputados Manuel Blasco (PAR) y Javier Campoy (PP) incidieron también en los años de espera que acumula Aragón sin lograr los desdoblamientos, lo que llevó al aragonesista a plantear también la liberalización. 

En su segunda intervención, Arminio manifestó que «quizá» haya que sentarse con la concesionaria a estudiar esta solución, hasta el punto de comprometerse a plantearlas en la siguiente reunión. También sostuvo que el Ministerio de Fomento es «receptivo» a las demandas de Aragón por la elevada tasa de siniestralidad de los tramos sin desdoblar de la N-232 y N-II. «A ver si este año pasan de financiar el 25% del peaje al 100%», defendió.

No hay comentarios:

Publicar un comentario