El primer trimestre del año no ha sido bueno para el tráfico por las autopistas del Estado que, en términos generales cerraron su peor periodo desde 1996. Así lo reflejan los datos hechos públicos ayer por el Ministerio de Fomento respecto a la intensidad media de vehículos que a diario utilizan las vías estatales de peaje. Frente a ese negro panorama, la autopista que más directamente afecta a los vigueses, la AP-9 y a la que la ciudad genera un flujo de circulación del más del 40% según las estimaciones de la propia concesionaria Audasa, ha registrado un resultado más positivo que negativo al mostrar una importante frenada de la caída en picado que había iniciado desde el inicio de la crisis en 2008.
La estadística oficial de Fomento refleja así que mientras en el primer trimestre de 2013 la AP-9 en todos sus tramos cayó en un más del 13% respecto al mismo periodo de 2012, de enero a marzo la reducción de vehículos ha sido de un -0,90%, y una media total de 18.293 vehículos.
Tras haber finalizado el año pasado con una caída del 7,6%, siendo el sexto ejercicio consecutivo en números negativos, Audasa anunciaba a finales de año una previsión más halagüeña hacia la recuperación, que justificaría la ampliación de un carril más en Rande, justo uno de los tramos con mayor índice medio de vehículos.
A pesar de que siguen siendo menos los coches que utilizan las autopista que une Ferrol con Tui, tal y como muestra la última estadística del Ministerio de Fomento, el mes de marzo es el primer periodo en el que se han registrado datos en positivo, con un incremento del 0,10 % de vehículos respecto al mismo mes del año anterior.
En total, durante los tres primeros meses de 2014, por los 219,6 kilómetros que recorren esta autopista han sido 18.293 los vehículos de media diaria que han circulado por dicha vía, con un marzo record que inclinó la balanza hacia los 18.995 frente a los 18.966 del mismo mes de 2013.
La AP-9 comenzó a registrar balances en negativo en 2008, el primer año de inicio de recesión, con una caída ligera del 1,7 que tuvo en 2012 su máxima caída con un 11,2% al final del ejercicio. A la situación general del país se sumó el incremento de tarifas impuesto por la concesionaria y que afecta especialmente a Rande, con una subida de cinco céntimos a uno de enero de este año y entre Vigo y Pontevedra un 2,8%.
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