La banca acreedora ya ha empezado a ejecutar los créditos impagados por la decena de autopistas de peaje que han entrado en concurso de acreedores ante su situación de quiebra técnica. Aunque, según fuentes del sector, el movimiento será progresivo, «como si fueran fichas de dominó», la primera entidad en dar el paso ha sido Bankia.
La mayor entidad financiera nacionalizada también es, precisamente, inversora de algunas de esas autopistas a través de la concesionaria Globalvía (donde es socia del grupo FCC). No obstante, esta firma -que participa, entre otras, en la Radial 2 de Madrid y en la autovía Cartagena-Vera (ambas en proceso concursal)- tiene puesto el cartel de 'se vende'.
Bankia ha reclamado a los socios de la firma Accesos de Madrid -en concurso desde octubre de 2012, y que opera las radiales R-3 y R-5-, entre los que figuran las constructoras ACS y Sacyr, la concesionaria Abertis y el propio banco, así como al grupo OHL, el cobro de sendas garantías (que respondían de varios créditos) por valor de entre 200 y 300 millones de euros. De no ser satisfechas, los acreedores podrían quedarse con la concesión.
Es la respuesta de los bancos a la práctica congelación de las negociaciones abiertas hace un año para salvar de la quiebra a esas 10 autopistas de peaje. Deben 3.800 millones a los bancos que, en teoría, habrían terminado recayendo en el Estado por su responsabilidad patrimonial sobre las concesiones. Sin embargo, un sorpresivo decreto cambió hace poco más de un mes las reglas de juego, reduciendo al mínimo el pago pendiente por expropiaciones y quebrando la negociación. De momento, la primera posible liquidación de esas vías ha sido aplazada hasta mediados de julio.
La mayor entidad financiera nacionalizada también es, precisamente, inversora de algunas de esas autopistas a través de la concesionaria Globalvía (donde es socia del grupo FCC). No obstante, esta firma -que participa, entre otras, en la Radial 2 de Madrid y en la autovía Cartagena-Vera (ambas en proceso concursal)- tiene puesto el cartel de 'se vende'.
Bankia ha reclamado a los socios de la firma Accesos de Madrid -en concurso desde octubre de 2012, y que opera las radiales R-3 y R-5-, entre los que figuran las constructoras ACS y Sacyr, la concesionaria Abertis y el propio banco, así como al grupo OHL, el cobro de sendas garantías (que respondían de varios créditos) por valor de entre 200 y 300 millones de euros. De no ser satisfechas, los acreedores podrían quedarse con la concesión.
Es la respuesta de los bancos a la práctica congelación de las negociaciones abiertas hace un año para salvar de la quiebra a esas 10 autopistas de peaje. Deben 3.800 millones a los bancos que, en teoría, habrían terminado recayendo en el Estado por su responsabilidad patrimonial sobre las concesiones. Sin embargo, un sorpresivo decreto cambió hace poco más de un mes las reglas de juego, reduciendo al mínimo el pago pendiente por expropiaciones y quebrando la negociación. De momento, la primera posible liquidación de esas vías ha sido aplazada hasta mediados de julio.
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