Camiones hacen cola en la A-8 en el peaje de Biriatou (Irún). Fernando de la Hera |
Durante los últimos años, la adversa situación económica del país dejó bajo mínimos la circulación de vehículos pesados, especialmente, en las vías de pago. También registraron un brusco descenso del resto de usuarios, lo que puso en riesgo la viabilidad de las empresas concesionarias que las gestionan. Ante esta situación y preocupado por la seguridad, Fomento preparó un plan con el objetivo de desviar los camiones de cuatro o más ejes a las autopistas que sean paralelas a las nacionales.
Sin embargo, el tráfico de vehículos pesados que soportan las seis autopistas de Castilla y León, elegidas por el Ministerio, ha comenzado a crecer, lo que sin duda se dejará notar en el resto de la red viaria de doble sentido. El aumento, el primero en los últimos años, no ha dejado la intensidad media diaria en los valores que se registraban en el periodo de expansión económica, sino en cifras de principios de la década de los 90 o del año 2000, cuando el parque de vehículos sera menor.
Los transportistas, que reconocen el incremento del trabajo, están esperando que Fomento concrete su propuesta sobre la aplicación de las bonificaciones del 50% en las autopistas, que los camioneros podrán utilizar de forma voluntaria. En principio, el plan se pondrá en marcha a modo de prueba en la segunda mitad del año y se extenderá gradualmente al grupo de 16 tramos seleccionados, que suman 1.360,6 kilómetros.
El Ministerio todavía no ha decidido donde comenzará a aplicar los descuentos, que para la patronal del transporte de mercancías por carretera de Castilla y León son todavía insuficientes para que los profesionales se decidan a utilizar las vías de peaje. Aunque la circulación por las autopistas ofrece ahorros de tiempo y combustible, los empresarios insistieron en que los recorridos siguen en ocasiones “costumbres” debido a que las paradas para repostar o descansar se mantienen durante años.
Fomento prepara rebajas en el peaje de unos 285 kilómetros de autopistas de Castilla y León. Se trata de los tramos Villalba-Adanero (AP-6), Segovia-San Rafael (AP-61), Ávila-Villacastín (Ávila-Villacatín), Miranda-Haro (AP-68), León-Campomanes (AP-66) y Burgos-Armiñón (AP-1), que atraviesan la Comunidad en sus comunicaciones hacia el Principado de Asturias, Madrid, el País Vasco o La Rioja. Su objetivo es descongestionar algunos puntos de la N-VI, N-603, N-110, N-124, N-I y N-630.
El de Villalba-Adanero de la AP-6, con 67,49 kilómetros de longitud y gestionada por la concesionaria Iberpistas (Abertis), tuvo en 2014 una intensidad media diaria de 2.841 vehículos pesados, un 3,7% más, aunque esta cifra ya supera los 3.000, según los datos del Ministerio de Fomento. El de Segovia-San Rafael de la AP-61, con 26,54 kilómetros, y de Castellana (Abertis), es menos utilizada, ya que contabilizó el paso diario de 501 camiones, con un incremento del 3,3%, que se ha mantenido hasta superar los 568.
El de Ávila Villacastín de la AP-51, con 23,1 kilómetros y también de la concesionaria Castellana (Abertis), también incrementó un 2,6% el paso de camiones, hasta los 442, una cifra que ha seguido creciendo hasta rondar los 480. También, aumentó un cinco% el tráfico de camiones en el tramo de Miranda de Ebro-Alagón, de la AP-68, con 198,99 kilómetros y de la sociedad Avasa, también de Abertis. Esta vía solo atraviesa 14,5 afectan de Miranda a Haro (La Rioja).
También, circulan más camiones por el tramo Rubena-Armiñon de la AP-1, con 75,41 kilómetros, que alcanzó una intensidad media en 2014 de 3.033 vehículos, una cifra que ya supera los 3.400. Por el contrario, en los 77,7 kilómetros que separan León y Campomanes (Asturias) en la AP-66, de la concesionaria Aucalsa, se redujo el pasado año el tráfico de vehículos pesados un 0,2%, hasta los 1.144. No obstante, en febrero ya marcó un alza del 12,9%, hasta alcanzar los 1.254.
En el caso de la AP-6, los camioneros abonarán 7,8 euros por el tramo Villalba-San Rafael; 2,93, en el de San Rafael-Villacastín, y cuatro, entre esta población y Adanero. En todo el trayecto de 67,49 kilómetros abonarán 14,73 euros, en lugar de 29,45 euros. De igual forma, en la AP-51, entre Segovia y San Rafael, estos vehículos abonarán 2,45 euros, en lugar de 4,9 euros.
Entre Ávila y Villacastín, los vehículos pesados que utilicen esta vía abonarán 1,85 euros, frente a los 3,7 que pagan ahora. Igualmente, los camiones que dejen de circular por el puerto de Pajares, entre León y Asturias, y utilicen la autopista del Huerna pagarán 10,63 euros, frente a los 21,25 euros actuales.
Por otra parte, en la AP-1, entre Rubena y Armiñón, los camiones que utilicen esta autopista pagarán 5,95 euros, frente a los 11,9 euros actuales, si bien para los que ya la utilizaran, por ser un corredor de largo recorrido, abonarán 7,74 euros, ya que sólo se beneficiarán de la rebaja del 35%. En el caso de la AP-68, el peaje de los 14,5 kilómetros de Miranda-Haro tendrá un precio para los camiones de 2,08 y 2,7 euros, respectivamente.
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