Foto: CÉSAR DELGADO |
La crisis se ha terminado en Audasa. Los cuatro años de descenso continuado en su recaudación por peajes se ha cortado en el último ejercicio, según hizo constar ayer la concesionaria de la autopista del Atlántico a la Comisión Nacional del Mercado de Valores en la remisión de sus cuentas del segundo semestre del 2014.
La empresa que explota la AP-9 contabiliza en su último balance 2,5 millones de euros más en peajes que el ejercicio anterior, evolución que se sustanció con 2,2 millones de incremento en el segundo semestre y 300.000 euros en el primero.
En total, las barreras de la AP-9 se levantaron durante todo el año tras ser abonados 127,7 millones de euros, cifra similar a la que Audasa recaudó en el 2005, si bien con más intensidad de tráfico entonces que en la actualidad.
El balance registrado ayer recoge que en el último ejercicio fueron destinados a la amortización de la infraestructura 32,7 millones de euros, que unidos a los 367,9 con los que se ha cubierto la inversión y gastos de mejora del vial desde que abrió eleva a 400,6 millones lo recuperado por la concesionaria. Le restarían por amortizar otros 1.101 millones hasta el fin de la concesión en el 2048.
Los gastos financieros contraídos en la emisión de obligaciones para afrontar la ampliación del vial han incrementado en los dos últimos años la partida de gastos. Los beneficios netos declarados ascienden a 28,5 millones de euros, un 2,85 % menos que en el 2013. Es decir, de cada cinco euros que ingresa la concesionaria en peajes, 1,1 se convirtieron el año pasado en beneficio neto para Audasa, que además rebajó su partida salarial de 9,7 millones en 337.000 euros al haber bajado su plantel a 225 efectivos, seis menos que en el año anterior.
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