El tráfico en las autopistas de peaje repuntó un 2,12 % en la primera mitad del año con respecto al mismo periodo de 2013 impulsado por los buenos datos registrados en abril, cuando con la Semana Santa el tráfico se disparó más del 16 %.
Sin embargo, a pesar del alza registrada hasta junio, el tráfico en las autopistas de peaje españolas acumula un descenso del 34 % comparado con los máximos que alcanzó este indicador en los seis primeros meses de 2006, antes del estallido de la crisis, según los últimos datos del Ministerio de Fomento.
De hecho, el tráfico de estas carreteras hasta junio registró una media diaria de 14.844 vehículos, lejos de los cerca de 22.400 que se contabilizaban hace ocho años.
Con estas cifras no se registraba una Intensidad Media Diaria (IMD) tan baja en estas carreteras durante los seis primeros meses del año desde 1997, cuando hasta junio el tráfico medio se situaba en 14.196 vehículos.
Junto al incremento total del tráfico en los seis primeros meses, también se ha observado un repunte del 6,6 % en el número de vehículos pesados (camiones y autobuses) que circularon por las autopistas de peaje, lo que manifiesta un cambio de tendencia.
Desde comienzos de año, salvo en marzo, cuando el tráfico de las autopistas de peaje cayó un 7,7 %, enero registró un aumento del 0,75 % interanual, febrero del 2,17 %, abril del 16,07 %, en mayo del 0,6 % y en junio del 1,07 %.
Con ello, ya son cinco los meses en los que el tráfico ha contabilizado incrementos interanuales desde que arrancó el año, remontando la senda de caídas que había dejado la Intensidad Media Diaria (IMD) de estas carreteras en mínimos históricos.
Entre las nueve autopistas de peaje con problemas financieros que se integrarán previsiblemente en la sociedad pública que diseña el Gobierno para garantizar su viabilidad, cuatro de ellas tuvieron crecimientos en el tráfico.
Entre las que prestaron caídas de los tráficos destaca fundamentalmente la AP-41 entre Madrid y Toledo (-45 %), seguida de la R-5 (-13,4 %); la R-3 (-8,3 %); R-2 (-8 %) y R-4 (-3 %).
Los crecimientos se registraron en la AP-36 entre Ocaña-La Roda (5,7 %); AP-7 entre Cartagena-Vera (3,4 %); Circunvalación de Alicante, 0,17 % y la M-12 o Eje Aeropuerto, con el 0,6 % más.
El Gobierno ha planteado a la banca y concesionarias una quita del 50 % a la deuda de estas carreteras, que asciende a 4.600 millones de euros, y la creación de un fondo de titulización que emita bonos a 30 años con una rentabilidad mínima del 1 % (podría incrementarse hasta el 4,3 % en función de determinadas variables, entre ellas los tráficos de estas vías).
Los bancos reclaman que estos bonos estén garantizados por el Estado o que se mejore la rentabilidad fija que devengarán, mientras que el sector constructor y concesional pide que los bonos a 30 años que en un principio emitirá la sociedad pública que aglutinará a estas carreteras los puedan comprar terceros, fundamentalmente bancos, sin una penalización del 10 %.
Sin embargo, a pesar del alza registrada hasta junio, el tráfico en las autopistas de peaje españolas acumula un descenso del 34 % comparado con los máximos que alcanzó este indicador en los seis primeros meses de 2006, antes del estallido de la crisis, según los últimos datos del Ministerio de Fomento.
De hecho, el tráfico de estas carreteras hasta junio registró una media diaria de 14.844 vehículos, lejos de los cerca de 22.400 que se contabilizaban hace ocho años.
Con estas cifras no se registraba una Intensidad Media Diaria (IMD) tan baja en estas carreteras durante los seis primeros meses del año desde 1997, cuando hasta junio el tráfico medio se situaba en 14.196 vehículos.
Junto al incremento total del tráfico en los seis primeros meses, también se ha observado un repunte del 6,6 % en el número de vehículos pesados (camiones y autobuses) que circularon por las autopistas de peaje, lo que manifiesta un cambio de tendencia.
Desde comienzos de año, salvo en marzo, cuando el tráfico de las autopistas de peaje cayó un 7,7 %, enero registró un aumento del 0,75 % interanual, febrero del 2,17 %, abril del 16,07 %, en mayo del 0,6 % y en junio del 1,07 %.
Con ello, ya son cinco los meses en los que el tráfico ha contabilizado incrementos interanuales desde que arrancó el año, remontando la senda de caídas que había dejado la Intensidad Media Diaria (IMD) de estas carreteras en mínimos históricos.
Entre las nueve autopistas de peaje con problemas financieros que se integrarán previsiblemente en la sociedad pública que diseña el Gobierno para garantizar su viabilidad, cuatro de ellas tuvieron crecimientos en el tráfico.
Entre las que prestaron caídas de los tráficos destaca fundamentalmente la AP-41 entre Madrid y Toledo (-45 %), seguida de la R-5 (-13,4 %); la R-3 (-8,3 %); R-2 (-8 %) y R-4 (-3 %).
Los crecimientos se registraron en la AP-36 entre Ocaña-La Roda (5,7 %); AP-7 entre Cartagena-Vera (3,4 %); Circunvalación de Alicante, 0,17 % y la M-12 o Eje Aeropuerto, con el 0,6 % más.
El Gobierno ha planteado a la banca y concesionarias una quita del 50 % a la deuda de estas carreteras, que asciende a 4.600 millones de euros, y la creación de un fondo de titulización que emita bonos a 30 años con una rentabilidad mínima del 1 % (podría incrementarse hasta el 4,3 % en función de determinadas variables, entre ellas los tráficos de estas vías).
Los bancos reclaman que estos bonos estén garantizados por el Estado o que se mejore la rentabilidad fija que devengarán, mientras que el sector constructor y concesional pide que los bonos a 30 años que en un principio emitirá la sociedad pública que aglutinará a estas carreteras los puedan comprar terceros, fundamentalmente bancos, sin una penalización del 10 %.
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