La Mesa de Movilidad del Maresme integrada por representantes políticos del Consell Comarcal y técnicos del Departament de Territori i Sostenibilidad, ha elaborado un documento marco del que destaca la reivindicación del territorio para evitar prolongar la concesión de la C-32 más allá de su finalización en el 2021. En tanto no se pueda asumir el rescate de la autopista, reclaman promover la gratuidad de la vía rápida para los residentes para así liberar el flujo viario de la N-II, una opción que rechaza la Generalitat por ser contraria "a los acuerdos del grupo de peajes del Parlament de hacer descuentos por razones territoriales" con la excepción del Túnel del Cadí. El documento inicial, según la alcaldesa de Calella, Montserrat Candini "tiene gran importancia ya que refleja el compromiso de todos los partidos políticos de la comarca en materia de movilidad".
La necesidad de pacificar la carretera N-II es una premisa básica en las negociaciones que mantienen los alcaldes del Maresme con la Generalitat. Descartado el proyecto para añadir dos viales paralelos a la C-32, las negociaciones avanzan en la redacción de un Plan de Movilidad Global que debería favorecer la reconversión de la carretera N-II en una vía urbana. El cambio de escenario económico actual estimula que la carretera estatal asuma un tráfico de 30.000 vehículos diarios, según la Generalitat, sin disponer de la configuración adecuada para este volumen. Por ello, el nuevo plan de movilidad, tal como reivindican los ediles, deberá establecer un sistema alternativo a la N-II, especialmente para las comunicaciones intercomarcales, con la creación de nuevos accesos a la C-32 que faciliten la absorción del tráfico actual.
La autopista C-32, a cambio, "deberá asumir el tráfico liberado de la carretera estatal", según el presidente del Consell Comarcal, Miquel Àngel Martínez Camarasa. Por la vía de pago circula una media de 38.000 vehículos diarios, con puntas de 75.000 en algunos tramos. Como reconoce la Secretaria de Mobilitat, esta infraestructura requiere actuaciones para mejorar la conectividad con el territorio. La primera de ellas será la variante de Valldegata en Arenys de Mar, que se ejecutará este año con un presupuesto de 3,3 millones para trasladar el kilómetro cero de la B-511 que ahora transcurre por la trama urbana, al polígono industrial.
En Mataró, la Generalitat garantiza una partida de 10 millones para una segunda actuación que consiste en modificar el enlace Mataró Oest de la C-32 con la creación de un vial lateral paralelo a la autopista en dirección Girona que garantizará tres accesos diferenciados donde ahora se producen grandes colapsos. El proyecto ejecutivo se tramita por procedimiento acelerado y podría ser licitado el próximo otoño. Como detalla el alcalde de Mataró, Joan Mora, "el actual acceso desde la autopista quedará reservado para acceder al centro de la ciudad", bajando por Via Europa; un nuevo acceso más adelante, a la altura de la Riera de Cirera, permitirá ir al Hospital y a los barrios de Cirera y Camí de la Serra; un tercer acceso accederá directamente al Hospital y al centro comercial Mataró Park.
La Vanguardia.com 21/07/2014
La necesidad de pacificar la carretera N-II es una premisa básica en las negociaciones que mantienen los alcaldes del Maresme con la Generalitat. Descartado el proyecto para añadir dos viales paralelos a la C-32, las negociaciones avanzan en la redacción de un Plan de Movilidad Global que debería favorecer la reconversión de la carretera N-II en una vía urbana. El cambio de escenario económico actual estimula que la carretera estatal asuma un tráfico de 30.000 vehículos diarios, según la Generalitat, sin disponer de la configuración adecuada para este volumen. Por ello, el nuevo plan de movilidad, tal como reivindican los ediles, deberá establecer un sistema alternativo a la N-II, especialmente para las comunicaciones intercomarcales, con la creación de nuevos accesos a la C-32 que faciliten la absorción del tráfico actual.
La autopista C-32, a cambio, "deberá asumir el tráfico liberado de la carretera estatal", según el presidente del Consell Comarcal, Miquel Àngel Martínez Camarasa. Por la vía de pago circula una media de 38.000 vehículos diarios, con puntas de 75.000 en algunos tramos. Como reconoce la Secretaria de Mobilitat, esta infraestructura requiere actuaciones para mejorar la conectividad con el territorio. La primera de ellas será la variante de Valldegata en Arenys de Mar, que se ejecutará este año con un presupuesto de 3,3 millones para trasladar el kilómetro cero de la B-511 que ahora transcurre por la trama urbana, al polígono industrial.
En Mataró, la Generalitat garantiza una partida de 10 millones para una segunda actuación que consiste en modificar el enlace Mataró Oest de la C-32 con la creación de un vial lateral paralelo a la autopista en dirección Girona que garantizará tres accesos diferenciados donde ahora se producen grandes colapsos. El proyecto ejecutivo se tramita por procedimiento acelerado y podría ser licitado el próximo otoño. Como detalla el alcalde de Mataró, Joan Mora, "el actual acceso desde la autopista quedará reservado para acceder al centro de la ciudad", bajando por Via Europa; un nuevo acceso más adelante, a la altura de la Riera de Cirera, permitirá ir al Hospital y a los barrios de Cirera y Camí de la Serra; un tercer acceso accederá directamente al Hospital y al centro comercial Mataró Park.
La Vanguardia.com 21/07/2014
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