Y nos quejábamos. Todo se privatiza decíamos. Toda empresa pública que se movía y daba dinero, privatizada. Año tras años, se privatizaron las compañías de energía, las de telecomunicaciones, las de transporte, etc. Todas las joyas del Estado pasaron a manos de empresas amigas de los gobiernos respectivos. Pues para que vean, el Partido Popular nos quiere regalar unas autopistas magníficas, como nuevas, y en tiempos de crisis.
Lástima que la cosa tenga truco. Y el truco se llama 3.500 millones de euros. Una deuda que tienen las empresas responsables de las famosas radiales de Madrid, porque, como era de esperar, no circula prácticamente nadie por ellas. Cosa que parece razonable cuando estas autopistas radiales no aportan nada nuevo, sino que duplican el recorrido de unas autovías gratuitas ya existentes.
Unas radiales que se hicieron, cuando era fácil suponer que era imposible amortizar unas obras de ese tamaño, sin tener apenas tráfico, con el precio del peaje.
Porque la historia es la que es. El Srto. Aznar y su lugarteniente –otro megalómano--, hoy enemigo, Álvarez Cascos querían privatizar las autopistas existentes. Sin embargo, no pudieron porque era requisito indispensable que existiera una carretera pública que hiciera el mismo recorrido, cosa que ninguna de las importantes autovías tenía, puesto que las carreteras antiguas se aprovecharon para construirlas. Como no pudieron hacerlo, autorizaron a duplicar autopistas de pago en las salidas de Madrid, las famosas radiales.
Y todo ello con contratos leoninos que garantizaban a sus empresas amigas unas cantidades desorbitadas de euros, si no se llegaba al número de usuarios que deberían pasar y pagar el peaje. Como resulta que después de varios años, estas autopistas no son rentables, las empresas tienen unas deudas de 3500 millones de euros a las que no pueden hacer frente. Solución: Al igual que en los bancos, nacionalización y que paguen los españolitos esas deudas.
La megalomanía existente en los gobiernos anteriores, ellos y no nosotros sí que vivieron y siguen viviendo por encima de nuestras posibilidades, hace que hoy nos toque pagar recortes por todos esos excesos cometidos de forma desvergonzada. O sea poseer estas autopistas radiales nos costará nuevas medidas de recortes.
Y esto, en Román Paladino funciona así: Se nacionaliza lo que está muerto para resucitarlos, ya ha ocurrido con los bancos, y ahora con las autopistas, les pagamos las deudas que han contraído las empresas privadas y luego, una vez saneadas, si la cosa funciona se privatiza por poco a algún amiguete para que gane dinero hasta hartarse. Ya ha ocurrido y verán como ocurrirá con las autopistas.
Así es que ya lo saben, estamos contrayendo una deuda nueva de 3500 millones de euros, un regalito de las grandes constructoras y sus autopistas, con la anuencia del gobierno. Por cierto, las expropiaciones forzosas que se produjeron a los dueños de los terrenos de esas autovías todavía están sin pagar. Y no olvidemos que quien quiera viajar por ellas, a pesar de haberse nacionalizada, seguirá pagando el peaje ¡Una maravilla!.
Y aquí estamos los sacrificados, los héroes, los pringos, los paganini, los primos, los que lo pagamos todo, en contra de nuestra voluntad. Aquí estamos para solucionar la crisis, como comprenderán no lo van a pagar los pobres banqueros y las pobres constructoras. ¡Esto es España!
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