El Ministerio de Fomento guarda silencio sobre la densidad del tráfico en la N-I en lo que va de año. Aparte de incumplir la legislación vigente, el silencio es la única respuesta a las peticiones realizadas en este sentido. De hecho, en el lugar donde debería aparecer el pertinente listado con las estaciones de aforo colocadas en las carreteras, se explica que «con los datos presentados en este apartado, se cumple con la obligación establecida por la Ley 37/2015, de 29 de septiembre, de carreteras, de facilitar información actualizada de los datos de aforo en las carreteras de su competencia, en tanto se publica el Mapa de Tráfico anual».
Esta obligación se recoge de forma expresa en el artículo 6 del capítulo I bajo el descriptivo epígrafe de Deber de Información, que explicita que «por el Ministerio de Fomento se facilitará información actualizada sobre vialidad, actuaciones en ejecución, mapas de carreteras, estadísticas y datos sobre aforos, tarifas de peajes, áreas de servicio, de descanso y aparcamientos seguros y, en general, toda aquella información de interés para los usuarios de las carreteras».
La llamativa ausencia durante el presente año de la estadística de aforos no puede ampararse en la publicación de datos plenamente asentados, ya que se precisa que «los datos del año en curso son provisionales y adquieren la condición de definitivos en el momento en que se cierra el cálculo del tráfico anual».
El hecho de que en los últimos meses se aplicara una bonificación en la AP-1 para trasvasar tráfico pesado desde la N-I a la autopista tampoco debería condicionar la existencia de datos de tráfico, ya que su aplicación comenzó en el segundo semestre del año.
Esta falta de transparencia a nivel general en toda España afecta especialmente en Burgos a la N-I, pues se recoge la intensidad media diaria (IMD) de la AP-1 durante esos meses en los que Fomento no informa. La falta de datos sobre el tráfico en el corredor AP-1/N-I también llevo a la Confederación Española de Transporte de Mercancías, (CETM) a reclamar al Ministerio información sobre la evolución del plan de desvío de camiones para proceder a su análisis y estudio en el mes de septiembre.
En base a esta situación, la CETM se quejó públicamente el mes pasado de que «los transportistas sigan esperando reunirse con responsables de Fomento para conocer los datos relativos a la aplicación del plan» después de cancelarse la reunión prevista en septiembre.
A efectos prácticos, la decisión del Ministerio de no facilitar los datos de intensidad y tipo de vehículos que han circulado por la autopista AP-1 y la carretera N-I en lo que va de año repercute en dos áreas diferenciadas.
Por un lado, impide conocer el impacto económico -positivo o negativo-, que ha tenido el plan piloto de trasvase de vehículos pesados de la carretera convencional a la autopista para las arcas públicas.
El otro cálculo guarda relación con la peligrosidad de la N-I. Hasta el momento, el número de fallecidos ha triplicado a la estadística de 2014. En este sentido, la IMD es un dato clave.
Cabe recordar que el informe EuroRAP del año pasado ya consideró el tramo entre Prádanos y Santa María Rivarredonda como el más peligroso de toda la provincia seguido de Monasterio-Prádanos. Esta calificación de los tramos de la N-I en los que se han producido cinco de las seis muertes registradas este año tuvo como principal base de cálculo la intensidad del tráfico que recogen las estaciones de aforo instaladas en la carretera.
Pese a tratarse de estadísticas diferentes, que por un lado determinarían la efectividad del plan piloto y por otro el nivel de riesgo de sufrir un siniestro mortal o grave, ambas tienen un elemento en común: el número de camiones que circulan diariamente por La Bureba.
La siniestralidad es evidente, ya que en el 100% de los accidentes mortales registrados a lo largo de año en la N-I se han visto implicados camiones. Además, dos de los tres dentro del periodo de vigencia de la bonificación por uso de la AP-1.
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