Los usuarios de la autopista de peaje que comunica Burgos con Vitoria están de enhorabuena. Por primera vez en los últimos quince años la tarifa que se aplica a los turismos, motocicletas, microbuses y furgonetas se verá rebajada.
El ahorro no será mucho ni porcentualmente (un 0,41%) ni en términos absolutos (pues solo baja 5 céntimos) para este tipo de vehículos, pero supone un cambio notable en la tendencia ascendente o de congelaciones que venía manteniéndose en esta vía desde el año 2000.
En aquel entonces sí que se aplicó una rebaja notable del 7% y el trayecto completo entre los peajes de Castañares y Armiñón quedó establecido en 6,79 euros. Desde aquel año, unas veces por la aplicación de la fórmula de revisión acordada por el gobierno y otras por el incremento del IVA, nunca se había abaratado de un ejercicio para otro.
Este 1 de enero, sin embargo, caerá. El precio del recorrido más largo posible quedará en los 12,05 euros frente a los 12,10 que los conductores venían pagando durante todo 2014 y 2015, pues la tarifa se había congelado tal y como ya ocurrió en 2010. Hace cinco años, como recuerdan desde la concesionaria Europistas, hubo además una ligera rebaja para los camiones de dos ejes, pero no para los turismos.
Ahora la rebaja de 5 céntimos para los vehículos de clase 1 se verá incrementada hasta los 10 en el caso de los autocares de dos o tres ejes y hasta los 15 en el de los autocares con un total de cuatro ejes o más.
El ahorro para los conductores que realizan el trayecto completo se aplicará también con la misma cantidad en las tarifas Castañares-Pancorbo (que ahora quedarán en 8,50) y en la Castañares-Enlace con la AP-68. No entrarán en vigor, por el contrario, en los trayectos que parten del peaje más cercano a Burgos y lleguen hasta Rubena, Briviesca y Miranda, que quedarán simplemente con los precios congelados.
La rebaja de buena parte de las tarifas que aplicará la autopista es posible gracias a la variación negativa del IPC. Los precios de los peajes en toda España se calculan aplicando una fórmula de actualización automática que básicamente tiene en cuenta la inflación (o en este caso deflación) aunque también aplica la evolución de los tráficos.
A principios de este año el Ministerio de Fomento dejó de colgar en su página web la evolución mensual de los aforos, así que todavía no están disponibles los datos de 2015. Lo que sí conocimos ayer en las páginas de este mismo periódico es que el peaje bonificado para camiones, que pagaron solo el 50% de la tarifa entre julio y diciembre, no ha funcionado bien en la AP-1.
El tráfico pesado entre los meses de julio y septiembre creció únicamente un 5,4%. Solo la AP-9, en Galicia, ofreció peores cifras.
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