A partir del próximo mes de abril, Bélgica tiene previsto implantar el nuevo sistema de pago obligatorio para los camiones de más de 3’5 toneladas de masa máxima autorizada de una tasa kilométrica (euroviñeta) por la utilización de su red de carreteras.
A este respecto, la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (FENADISMER) ha interpuesto una denuncia ante la Comisión Europea por considerar que el nuevo sistema de la tasa kilométrica belga vulnera la legislación europea en materia de competencia, libre circulación de personas y mercancías así como sobre la interoperabilidad de los sistemas de telepeaje.
Entre los motivos que han fundamentado la denuncia interpuesta por FENADISMER, cabe destacar la situación de monopolio reconocido a la empresa concesionaria de la gestión del nuevo peaje belga, Satellic, ya que hasta la fecha las autoridades belgas no han otorgado autorización alguna a favor de otras empresas interesadas en gestionarlo. "Ello va a suponer de facto unos ingresos iniciales adicionales para dicha empresa de 100 millones de euros, obtenidos de los más de 700.000 vehículos de transporte afectados por el nuevo peaje, cuyos transportistas deben depositar 135 euros para obtener el aparato OBU que han de instalar obligatoriamente a bordo de sus vehículos", aseguran.
Pero es que además a diferencia de otros sistemas de tasa kilométrica implantados en otros países europeos (Alemania, Portugal, etc), el nuevo sistema aprobado en Bélgica "sólo permite a los transportistas una única fórmula de abonar el peaje, y es mediante la adquisición previa del aparato OBU, aunque sólo vayan a realizar un desplazamiento ocasional, mientras que en otros países por el contrario se permiten otras vías de pago alternativas (internet, cajeros automáticos, etc)", denuncian desde Fenadismer.
Asimismo, señalan que el nuevo peaje belga también "vulnera la legislación sobre telepeaje europeo, que obliga a la interoperabilidad de los aparatos de control para el pago de los peajes."
Ninguno de los aparatos OBU que en la actualidad llevan instalados los vehículos de transporte que realizan transporte internacional va a resultar compatible con el nuevo sistema belga, obligando a adquirir el nuevo aparato OBU diseñado por la empresa Satellic.
Para ello, el transportista deberá previamente instalar a bordo de su vehículo un aparato de control OBU (On Board Unit), previo depósito obligatorio de 135 euros a la empresa concesionaria del sistema, Satellic, filial del grupo alemán Deutsche Telekom. Dicho aparato registra mediante navegación satélite la circulación del vehículo por los más de 6.800 kilómetros de carreteras belgas incluidos en la tasa kilométrica, calculando el peaje a pagar, que oscila entre los 12 y los 20 céntimos por kilómetro.
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