El tráfico en las autopistas de peaje creció un 6,3 % en los ocho primeros meses, hasta contabilizar una media diaria de 17.860 vehículos y alcanzar el mayor volumen de tráfico entre enero y agosto desde 2011, si bien en la AP-41 que une Madrid y Toledo, el tráfico cayó un 16 por ciento.
Según los últimos datos publicados por el Ministerio de Fomento, el tráfico en las autopistas de peaje a nivel nacional encadena 17 meses de crecimientos interanuales. Fue en 2014 cuando el tráfico en las autopistas de peaje volvió a tasas positivas por primera vez en 8 años al aumentar el 2,39 %.
Desde los máximos de 2007, en pleno "boom" de la economía, el tráfico que registran las autopistas de peaje españolas ha moderado su caída hasta el 28 %, muy por debajo de la brecha observada en los peores años de la crisis.
Además, en agosto se contabilizaron 25.767 vehículos diarios, el mayor dato en este mes también desde 2011.
Junto al incremento total del tráfico hasta agosto, también se ha observado un repunte del 9 % en el número de vehículos pesados (camiones y autobuses) que circularon por las autopistas de peaje, encadenando ya 27 meses consecutivos de aumentos.
Desde que en 1990 arrancó la serie histórica de esta estadística, la red de autopistas de peaje se ha incrementado cerca de un 50 % al pasar de 1.724 kilómetros a 2.550.
Entre las autopistas de peaje con problemas financieros, sólo dos de ellas tuvieron descensos.
Entre las que presentaron caídas de los tráficos destaca, fundamentalmente, la AP-41 entre Madrid y Toledo con una caída del 16 % y la Ocaña-La Roda con el 2 %.
El tráfico creció un 13,4 % en la R-3; el 8,8 % en la R-5; el 7 % en la Cartagena Vera; el 6 % en el Eje Aeropuerto; el 4 % en la R-4 y el 4,7 % en la R-2.
El presidente de Seopan, Julián Núñez, confía en que el próximo Gobierno pueda abordar nuevas soluciones para las autopistas de peaje en quiebra e insiste en que la mejor alternativa es la de crear una sociedad pública que aglutine a estas vías y no optar por la liquidación de las mismas.
Actualmente están abiertos los procesos de liquidación de la AP-36 y de la M-12, que han sido recurridos por el Ministerio de Fomento.
La patronal que agrupa a las grandes constructoras y concesionarias calculaba que liquidar las autopistas de peaje en quiebra tendría un coste superior a 8.000 millones, entre la responsabilidad patrimonial de la Administración, unos 5.500 millones y costes judiciales.
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