La carretera cuenta con peligrosos cruces a nivel, como éste que da acceso y salida a Miranda. Truchuelo |
Si Miranda se ve notablemente afectada en sus comunicaciones con Burgos y otras localidades de la provincia por la falta de una autovía, lo que obliga a los conductores a bien circular por la peligrosa N-I o bien a rascarse el bolsillo pagando el peaje de la AP-1, los planes de mejora de las comunicaciones en la conexión con otras ciudades, como Logroño y Vitoria se, se frenan.
La creación de una autovía en paralelo a la actual AP-68 entre Armiñón y Zaragoza se ralentiza, y uno de los tramos que de forma inminente se iban a realizar se frena. Se trata de la conversión en autovía de la N-124, en el tramo que va de Armiñón a Zambrana (algo más de 6 kilómetros). Un proyecto de la Diputación Foral de Álava que ha dejado en el aire.
Y es que en la negociación de los presupuestos de 2016 de la vecina administración alavesa entre PNV y EH Bildu se ha optado por paralizar esta inversión, y eso que estaba a punto de ser adjudicada. La presión de EH Bildu ha servido para echar por tierra un proyecto que el PP lideró en sus anteriores mandatos en la Diputación de Álava, y que está licitado desde abril de este año por más de 32 millones de euros.
El proyecto que se queda sin adjudicar era la primera fase de uno mayor dentro de territorio alavés, que iba a llevar la doble vía hasta Briñas, mejorando notablemente un trazado que soporta gran intensidad de tráfico que supera la intensidad media diaria de 10.000 vehículos , en un alto porcentaje pesado, y que además tiene varios cruces a nivel de enorme peligrosidad.
De hecho muchos mirandeses la usan a diario para acceder a sus puestos de trabajo en la fábricas existentes en el entorno de Berantevilla, al igual que muchos otros que acuden a Condado de Treviño, Haro y otros pueblos riojanos.
La obra que ahora ha decidido no hacer la Diputación de Álava iba a sustituir los cruces a nivel de la N-124 por pasos elevados y enlaces seguros, con nuevos accesos a las zonas industriales y al polígono de Lacorzanilla, que incluían la construcción de varias rotondas.
El argumento para no actuar con el plan previsto es el de la elevada inversión que se requiere, en una administración, la foral alavesa, que tiene las competencias en materia de carreteras en su territorio. Y no es el primer retraso, ya que la intención de la Diputación Foral de Álava de desdoblar al N-124 marcaban según sus propios cálculos tenerlo ejecutado en 2009 entre Armiñón y Zambrana y en 2012 entre Zambrana y Briñas.
Y si en Álava el cambio de planes ha llegado por sorpresa y con las obras ya licitadas, en el resto del trazado de esa futura A-68 que serviría de alternativa a la vía de peaje entre Miranda Logroño yZaragoza apenas hay avances. La competencia es ya del Ministerio de Fomento, en el tramo riojano de esta vía pocos pasos ha dado desde que en 2006 se anunciara el estudio informativo, de hecho ya es inprobable que esté acabada para el 2024, como plantea el Plan de Infraestructuras, Transporte y Vivienda.
El planteamiento es el desdoblamiento de la N-232 que va en paralelo a la vía de peaje, y que en Navarra y en Aragón es donde más ha avanzado con varios tramos operativos desde hace más de un lustro. De hecho solo hay dos tramos entre Zaragoza y Navarra sin desdoblar (Gallur-Mallén) y (Figueruelas-Gallur), en ambos caso muy avanzados en su tramitación.
En La Rioja, aunque el desdoblamiento de la N-232 no avanza apenas, sí se ha actuado con acuerdo entre administraciones y concesionaria para beneficio de los tráficos internos, evitando el uso de la peligrosa N-232. Si el vehículo porta un sistema Via-T hay gratuidad entre Cenicero, Navarrete, Logroño y Agoncillo (a modo de circunvalación de Logroño), gratuidad en recorridos de ida y vuelta realizados en el plazo de 24 horas entre las estaciones de Alfaro y Haro, y descuentos del 50% sobre el precio de tarifa vigente entre estaciones riojanas.
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