El presidente de Seopan, Julián Núñez, confía en que el próximo Gobierno pueda abordar nuevas soluciones para las autopistas de peaje en quiebra y ha insistido en que la mejor alternativa es la de crear una sociedad pública que aglutine a estas vías y no optar por la liquidación de las mismas.
Durante la presentación de un estudio elaborado por A.T. Kearney, la patronal de las grandes constructoras considera que éste no es el momento más adecuado para cerrar una solución, algo que espera que sí logre el próximo Ejecutivo que salga de las urnas.
Asimismo, ha reconocido que los procesos de liquidación que han abiertos los juzgados en el caso de la AP-36 y la M-12, no dan una buena imagen de tranquilidad para los inversores internacionales.
En este sentido, ha señalado que el hecho de que el Ministerio de Fomento haya recurrido judicialmente ambos procesos otorga seis meses de plazo, por lo que la problemática pasará al próximo gobierno.
La patronal que agrupa a las grandes constructoras calcula que liquidar todas las autopistas de peaje en quiebra tendría un coste superior a 8.000 millones.
El Gobierno trabajaba con concesionarias y bancos en la creación de una sociedad pública para integrar las autopistas de peaje con dificultades económicas.
Para ello, había planteado a la banca y concesionarias una quita del 50 % a la deuda de estas carreteras, que asciende a 4.600 millones, y la creación de un fondo de titulización que emita bonos a 30 años con una rentabilidad mínima del 1 %.
Actualmente, hay ocho autopistas de peaje, entre ellas todas las radiales, que están inmersas en el concurso de acreedores.
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