Vehículos circulando por la Autovía del Camino (A-12), que une Pamplona y Logroño, a su paso por el Valle de Yerri. (Cristina Solano) |
Cuando finalice el ejercicio presupuestario de 2016 Navarra habrá pagado mediante el peaje en sombre todo lo que costó la construcción de la Autovía del Camino, que une Pamplona con Logroño. Sin embargo, deberá seguir abonando el canon anual a la concesionaria de la infraestructura hasta 2032, lo que va a multiplicar por cuatro el coste de la inversión.
La Autovía del Camino se construyó en tiempo récord para poder ser inaugurada en a finales de 2006, cerca del periodo electoral. Aunque eran años de bonanza, el Gobierno de Navarra, gestionado por UPN, optó por recurrir a una novedosa fórmula de financiación: el peaje en sombra.
Un sistema en el que la constructora de la infraestructura financia la inversión y garantiza su mantenimiento, lo que permite a la Administración adelantar la obra sin coste alguno. A cambio, se compromete a pagar un canon anual por su uso público, que varía en función de diversas variables, en este caso el número de vehículos que circulan por la vía. Esto ha permitido que Navarra pueda aprovechar la infraestructura antes de tiempo, pero con un coste económico desorbitado.
Diez años después de su inauguración el Ejecutivo foral habrá pagado 382 millones en forma de canon, prácticamente la totalidad de los 390 millones que costó su construcción, entre los que en su día se incluyeron una compensación de 20 millones a la adjudicataria por adelantar unos meses la puesta en servicio y otros 35 por la denominada revisión de precios. Para este año el canon previsto es de 43,4 millones, una cifra similar a la que deberá asumir en los años futuros hasta que termine la concesión de 2032. Para entonces, según cálculos de la Cámara de Comptos, Navarra habrá pagado 1.157 millones.
En la actualidad, la concesión de la infraestructura es de una sociedad liderada por Infraestructure Panther, un fondo de inversiones del Deutsche Bank que en 2010 se hizo con la concesión del 80% de la empresa encargada de gestionar y mantener la autovía por 413 millones de euros, hasta entonces propiedad de Caja Navarra, Globavía (Caja Madrid y FCC) y una UTE de empresas constructoras.
El Gobierno de Navarra también ha recurrido a la fórmula del peaje en sombra para financiar otras grandes obras públicas estos últimos años, y cuyo coste supondrá el próximo año para las arcas públicas 79,2 millones de euros. Además a los 43 millones que exigirá el canon de la Autovía del Camino habrá que sumar también el canon de la Autovía del Pirineo (16,5), el del Canal de Navarra (15,3) y el de las obras de ampliación del Canal (4,4). Un lastre presupuestario al que se suman el alto endeudamiento acumulado por la Comunidad Foral durante los primeros años de la crisis, y que es equivalente a todo el gasto presupuestario del próximo año.
Herencia del Plan Navarra. Los 183,7 millones que suman los intereses de la deuda y el pago del peaje en sombra suponen el 5,2% de los 3.500 millones presupuestados para 2016, buena parte ya condicionado por gastos obligados como la aportación al Estado, el gasto de personal y otros compromisos fijos de la Administración. Los intereses de la deuda y el peaje en sombra exigen así medio millón de euros de inversión diaria. Un gasto que las arcas públicas deberán seguir asumiendo las próximas dos o tres décadas. Buena parte se debe al Plan Navarra 2012, dotado con 3.590 millones y de los que finalmente se ejecutaron 2.155. El 56% fueron fórmulas ajenas al presupuesto ordinario. De ellos 444 millones deuda pública y 377 peaje en sombra.
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