Los alcaldes y los transportistas aseguran que no van a parar de protestar hasta que la autopista AP-7 sea gratuita o el Gobierno dé con una solución que termine con los colapsos y los accidentes en la carretera N-340. Apenas un mes después de echarse a la calle en El Vendrell y El Perelló, ya están maquinando su siguiente medida de presión. El pasado miércoles, representantes de ayuntamientos del Baix Penedès, Baix Gaia, Terres de l’Ebre y de la Federació Empresarial d’Auto-Transport de Tarragona (Feat) se juntaron en una comida en la que hicieron balance de la situación.
«Estamos estudiando la posibilidad de cortar la carretera a la altura del Arc de Berà a principios de junio. Aún no es definitivo, es algo que debemos consensuar de manera colectiva», explica Félix Alonso, alcalde de Altafulla y diputado de En Comú Podem en el Congreso. La fecha exacta dependerá de si finalmente hay nuevas elecciones generales –serían el 26 de junio–. En ese caso, la movilización podría retrasarse a julio.
«Principios de verano puede ser el momento correcto para hacer un nuevo acto de protesta. No tenemos un planteamiento de movilizaciones continuas porque es algo difícil de mantener, pero sí queremos poner puntualmente sobre la mesa la problemática existente. Que no pase mucho tiempo entre una movilización y otra», afirma Josep Lluís Aymat, presidente de la Feat.
El alcalde de Roda de Berà y presidente del Consell Comarcal del Tarragonès, Pere Virgili (CiU), coincide con esta premisa y destaca que el Arc de Berà puede ser un lugar acertado para «otra actuación a pie de carretera», dada la «visibilidad del espacio». Virgili señala, no obstante, que antes solicitarán una reunión con el conseller de Territori i Sostenibilitat de la Generalitat de Catalunya, Josep Rull (CDC).
Alonso confía en que el Gobierno y la Generalitat atiendan por fin las reivindicaciones del territorio. «La semana que viene podría haber algún movimiento», comenta. La ministra en funciones de Fomento, Ana Pastor (PP), anunció la semana pasada que el ejecutivo baraja en serio prohibir la circulación de camiones por la N-340. Es un gesto, pero no una medida salvadora para acabar con el problema. «Esta no es la solución que estamos reclamando. Los camiones hace tiempo que no pueden circular por la carretera los domingos y, aun así, sigue colapsándose», advierte el alcalde de Altafulla.
Las colas kilométricas de coches son una estampa habitual en la costa tarraconense cada fin de semana. Desde el Ebre hasta el Baix Penedès. Y especialmente, durante la temporada turística. En estas fechas ya hay lío. «Los colapsos son reiterados y la siniestralidad en esta vía es alta. Con estas movilizaciones queremos concienciar a la gente de que tenemos un problema gordo y forzar a la administración a que adopte una solución urgente», apunta Aymat.
El presidente de los transportistas ensalza la necesidad de que esta causa sea apoyada por la masa social: «En democracia todo es política y las decisiones se toman en función del apoyo ciudadano que se tenga».
En esta línea, Alonso reclama el respaldo vecinal para hacer más visible esta reivindicación: «Sin su ayuda no conseguiremos la gratuidad de la autopista; el ministerio puede pensar que es un asunto que no le interesa a la gente. Los alcaldes tenemos la obligación de liderar este proceso, pero sin los ciudadanos no lograremos nada. Debemos estar todos implicados».
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