Las colas en la N-340 son una constante, sobre todo en verano con la llegada de turistas. Foto: Pere Ferré |
Los alcaldes y diputados del Pacte de Berà (los municipios que piden liberarse de la peligrosidad y molestias que genera la carretera N-340) se reunirán la próxima semana para plantear movilizaciones contra la decisión del Ministerio de Fomento de no obligar a los camiones a desviarse por la autopista AP-7 en el tramo entre Altafulla y Vilafranca.
Inicialmente la Generalitat planteó que los camiones tuviesen la obligación de circular por la autopista para descongestionar la N-340. La medida no fue aceptada por los municipios del Pacte de Berà ya que los camiones no son el problema de la N-340 en el tramo.
Pero la negativa del Ministerio a que los camiones eviten la N-340 por obligación crispa a los alcaldes del Pacte de Berà. «No descartamos cortar la carretera o hacer una marcha lenta. Hasta ahora entendíamos que las movilizaciones no eran necesarias porque estábamos en negociación con la mano tendida, pero si nos la retiran no nos vamos a quedar quietos», afirma Fèlix Alonso (Alternativa Altafulla), alcalde de Altafulla. Las medidas de presión se harían antes del 1 de julio.
Fomento pondrá en marcha entre el 1 de julio y el 30 de noviembre, como prueba piloto, el plan de desvío voluntario de tráfico pesado de las carreteras convencionales a las autopistas de peaje. Pero no afectará al tramo Altafulla-Vilafranca, que tiene un índice de siniestralidad muy elevado.
«Las bonificaciones anunciadas recientemente o no incluyen a los camiones que pasan por la carretera N-340. Y una de dos, o se ha olvidado de esta carretera o les va a obligar a desviarse por la autopista sin bonificarles. Esto último podría ser una solución», señala Alonso.
Los municipios de la costa están a punto de iniciar la temporada estival y quieren evitar las interminables de colas de vehículos. Por ello esperan poder mantener una reunión con la ministra Ana Pastor que desbloquee el problema. Hace semanas que la solicitaron. «Ella se comprometió sacar los camiones y esperamos que cumpla su promesa», apunta el edil altafullense.
El alcalde de Creixell, Jordi Llopart, coincide en la movilización: «Tendremos que volver a reunirnos y tomar una decisión. Fomento nos desprecio a todos los alcaldes de los municipios desde Altafulla hasta El Vendrell». Va más allá de posibles cortes de carretera y apunta, además, a taponar las entradas de los caminos interiores para inhabilitarlos para el tráfico durante «un tiempo punta».
El problema de la N-340 en el tramo entre Altafulla y Vilafranca es la saturación sobre todo los fines de semana y periodos vacacionales. La carretera es insuficiente para el elevado volumen de tránsito que soporta. Pero como señalan los alcaldes la saturación no está provocada por los camiones, sino por turismos particulares.
En este sentido, y ante la falta de u n proyecto inmediato para desdoblar la actual carretera, una alternativa que también tiene el rechazo de los municipios por donde pasa, los alcaldes reclaman que la solución más rápida y económica es liberar de peaje la AP-7 en el tramo para evitar los colapsos y la siniestralidad en la N-340.
La opción es la que se defiende como mayoritaria no sólo de manera puntual sino que sea la definitiva y evite trinchar el terreno abriendo una nueva vía o desdoblando la N-340.
Los firmantes del Pacte de Berà destacan que la autopista AP-7 tiene capacidad para asumir el tránsito que se incorporaría desde la N-340 y en todo caso podría llegar a ganarse algún carril en sus terrenos de afectación. Esa solución resultaría más económica y tendría un menor impacto en el territorio.
Como ya anunciaron los alcaldes del Pacte de Berà hace meses, de no llegar a un acuerdo antes del verano, podría ser una temporada caliente en la N-340.
Los transportistas y la Generalitat alcanzaron un acuerdo, mediante el que la administración catalana se compromete a apoyar a los camioneros para que puedan seguir circulando por las carreteras nacionales. El Govern da marcha atrás, respecto a su postura inicial, y acepta que los vehículos pesados no tengan que desviarse en aquellos tramos en los que la autopista representa una alternativa.
El acuerdo ha sido muy bien recibido en la provincia de Tarragona, territorio más afectado por esta medida, puesto que las dos principales arterias –tanto de norte a sur, como hacia el centro– quedaban restringidas por esta propuesta. Concretamente, se trata de la N-240, entre Montblanc y Les Borges Blanques; la carretera N-340 entre Altafulla y Vilafranca del Penedès y, en dirección sur, a partir de L’Hospitalet de l’Infant. Dos carreteras con un volumen de vehículos muy elevado y que tienen a su lado la AP-2 y la AP-7, respectivamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario