La Comisión Europea emprenderá acciones legales en contra de la polémica ley que autoriza el peaje en las autopistas y carreteras de Alemania, por considerar que la medida discrimina a los conductores europeos y atenta contra el derecho de la Unión Europea, ya que, en la práctica solo lo pagan los ciudadanos de fuera de Alemania, ya que los nacionales pueden deducírselo del impuesto de matriculación.
La polémica ley, que debe entrar en vigor el 1 de enero de 2016 fue aprobada en marzo por el parlamento federal (Bundestag) y en mayo por el Consejo federal (Bundesrat), pero la ley aún no ha sido ratificada por el presidente alemán, Joachim Gauck.
La medida, que será presentada ante el Tribunal de Justicia Europeo, posiblemente a comienzos de agosto próximo, fue anunciada por un alto funcionario de Bruselas, citado por el periódico Die Welt, quien justificó la acción legal ante la negativa del gobierno germano de introducir cambios en la ley.
Para aplacar la resistencia de Bruselas, el ministro de Transportes, el socialcristiano Alexander Dobrindt, impuso el pago a todos los que usen las vías germanas, pero con un truco legal que ahora será cuestionado por Bruselas: los alemanes podrán descontar el peaje del impuesto de matriculación, lo que aliviará bastante el bolsillo de los conductores germanos.
El peaje que deberán pagar los conductores depende de la antigüedad del vehículo, la cilindrada del motor y de criterios ambientales y puede llegar hasta los 130 euros anuales. La ley también establece el pago de entre 5 y 15 euros por un permiso de 10 días y de 16 a 30 euros por un periodo de dos meses.
El peaje obligatorio en Alemania fue impuesto por los socialcristianos bávaros de la CSU y, desde un comienzo, fue duramente criticado por la propia canciller Angela Merkel y por sus aliados socialdemócratas.En vísperas de las elecciones nacionales de 2013, Merkel llegó a prometer al país que ella jamás daría la luz verde a la propuesta presentada por sus aliados bávaros.
Pero durante las negociaciones políticas para dar vida a un nuevo gobierno de gran coalición, la CSU, bajo la amenaza de boicotear las negociaciones, logró introducir la polémica medida en el contrato de coalición. La CDU y el SPD cedieron al chantaje para poder formar un nuevo gobierno de gran coalición.
Cuando el Gobierno aprobó el proyecto de ley, Bruselas anunció que examinaría con lupa el texto legal y no descartó adoptar medidas legales si la ley era aprobada y discriminaba a los conductores de terceros países. La decisión de Bruselas de emprender acciones legales contra Alemania, obligara al presidente Gauck a posponer la ratificación de la ley, una acción que posiblemente impedirá la entrada en vigor, el 1 de enero de 2016 del polémico peaje en las autopistas y carreteras alemanas, como era el deseo del ministro de Transportes, Alexander Dobrindt.
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