El año 2015 traerá consigo toda una batería de cambios en materias
fiscales y económicas, uno de ellos, poco conocido por muchos es la
rebaja en el precio de determinadas autopistas en las horas de menor
tráfico.
Estos años de crisis han dejado al descubierto toda una serie de
problemas y debilidades. Una de las más importantes ha sido las
generadas por las autopistas de peaje, especialmente por las nuevas
radiales nacidas para descongestionar el tráfico de grandes ciudades
como Madrid. Estas infraestructuras, a las que se les cuestionó su
viabilidad económica ya en la época de bonanza económica, vieron como se
convertían en inviables tan pronto empezaron los problemas, generando
pérdidas y con ello la imposibilidad de hacer frente a una deuda
millonaria. En un efecto dominó, esta deuda agravó a su vez la situación
de las entidades financieras que habían financiado estas cuantiosas
inversiones.
Esta ha sido el problema más llamativo del sector, que ha visto como
la modificación de los hábitos de los consumidores se ha notado mucho en
la cuenta de resultados de las empresas de autopistas. En algunas zonas
la caída del tráfico rodado ha llegado a alcanzar un 57%, un fenómeno
que se ha notado especialmente en los tramos de autopistas de peaje. Por
ejemplo, en el famoso puente de Rande, en Vigo, cada día pasan 3.000
coches menos que lo hacían en el año 2006, lo que significa una pérdida
importante de ingresos.
Los peajes no son asequibles para muchos conductores que por ello
optan las carreteras “libres” congestionándolas, perdiendo tiempo y
dinero. Precisamente para evitar este desequilibrio el Ministerio de
Fomento ha diseñado un plan que irá implementando en distintos tramos de
autopistas a lo largo del 2015 para optimizar el uso de la red de
carreteras. Para ello, rebajará la tarifa de las autopistas de peaje en
horas valle, las que menos problemas de congestión tienen, mejorando la
eficiencia económica y dando un pequeño empujón económico al sector de
autopistas de peaje.
De hecho, esta experiencia no es del todo nueva, ya que ya se está
aplicando en el transporte de mercancías, gracias al cual, muchos
camiones están utilizando autopistas de peaje en lugar de carreteras
convencionales, ganando en tiempo, seguridad y dinero.
Al tratarse de empresas privadas, la forma de instrumentarse este
plan será a través de acuerdos entre el Ministerio de Fomento y las
concesionarias de autopistas por las que “compensará” económicamente por
la diferencia de precios.
En definitiva el consumidor que usa autopistas se podrá beneficiar de:
- Ahorro económico, especialmente en trayectos de larga distancia que coincidan con horario de bajo tráfico (los usuarios de trayectos cortos suelen realizar la mayoría en horas punta de entrada y salida de trabajo).
- Ahorro en tiempo, los tramos por autopistas nos permiten llegar más rápidamente a nuestros destinos.
- Más seguridad, los tramos de autopistas tienen mucha menos siniestralidad que las carreteras convencionales.
- Mayor impulso a soluciones de pago en autopistas, herramientas como Via T, gestionados por entidades financieras y que permiten el pago automático. Un mayor número de usuarios facilita la implementación de estas medidas.
El mayor hándicap estará en que las empresas acepten la compensación,
que dada la cuantía estimada (un total de 5 millones de euros al año)
nunca será muy importante. Mientras el consumidor ganará en dinero, pero
especialmente seguridad.
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