La AP-9 ha sufrido tras el verano el mayor desplome de tráfico de las 28 autopistas de titularidad estatal que hay en España. En septiembre la intensidad media diaria en esta vía fue un 11% menos que un año antes, mientras que en octubre la caída alcanzó el 10,6%. Ninguna de las otras 27 autopistas en manos del Ministerio de Fomento se acercó a estas cifras. Ni las nueve que están en quiebra, y que el Gobierno ultima integrar en una sociedad pública para evitar su liquidación por la escasez de usuarios, alcanzaron estas cifras.
Durante el pasado mes de septiembre circularon de media al día por la autopista gallega 19.535 coches, frente a los 21.961 de un año antes. Un mes después, esta cifra cayó hasta los 18.429, frente a los 20.626 de octubre de 2013.
Hay que retroceder hasta 1999 para encontrar unos números más bajos. En septiembre de aquel ejercicio fueron 18.765 y en octubre, 17.909. Entonces, la vía no llegaba ni a Ferrol ni a Tui, pero tenía casi los mismos usuarios que en la actualidad. Desde ese año, nunca antes los dos meses posteriores al verano habían tenido unas cifras tan bajas como las de 2014. Desde enero hasta octubre, la autopista que vertebra la comunidad de norte a sur ha perdido 153.000 conductores, de los que 140.887 han sido tras el verano. En septiembre fueron 72.780 y en octubre, 68.107. La AP-9 ha pasado de tener 6,3 millones de usuarios en los primeros diez meses de 2013 a los 6,1 de 2014.
De las 28 autopistas estatales que hay en España solo tres han encadenado caídas de tráfico en los últimos tres meses. Una de ellas es la AP-9 que además de perder un 11% de sus usuarios en septiembre y un 10% en octubre, también vio como caía su uso en agosto (-0,11%). Las otras dos autovías de peaje que también han encadenado los últimos tres o más meses de descensos son la AP-7, entre Montmeló y El Papiol (Barcelona), y la R-4. En la primera cayó el tráfico un 0,18% en agosto; un 0,8% en septiembre y un 2% en octubre. Cifras muy inferiores a las de la AP-9.
La R-4, que en sus 52 kilómetros une Madrid con Ocaña, es una de las nueve autopistas que en la actualidad está en quiebra y que rescatará el Ministerio de Fomento. Es la única de las 28 que ha perdido tráfico durante todos los meses de este año. Pero al contrario que en la AP-9 las caídas han sido menos abultadas: 0,49% en agosto; 5,4% en septiembre y 2,7% en octubre.
En los diez primeros meses del año, la autopista del Atlántico ha perdido el 2,4% de usuarios, con respecto al mismo periodo del año anterior. Este descenso solo es superado por cinco autovías: R-2, entre Madrid y Guadalajara (-6,6%); R-5, entre Madrid y Navalcarnero (-4,8%); AP-41, entre Madrid y Toledo (-4,4%); R-4, entre Madrid y Ocaña (-3,5%) y R-3, entre Madrid y Arganda (-2,9%). Estas cinco forman parte del grupo de las nueve autopistas que están en quiebra y que Fomento pretende rescatar. El Gobierno ultima constituir con ellas una sociedad pública, tras previamente realizar una quita del 50% en la deuda que tienen con los bancos, que quedará así en unos 2.400 millones.
Si el descenso del tráfico total en la autovía gallega en los meses de septiembre y octubre superó el 10% en ambos casos, lo mismo ocurrió con los vehículos pesados que la utilizaron. Si en septiembre el total cayó un 11%, el de los camiones lo hizo un 12%. Y en octubre, el total descendió un 10%, mientras que el tráfico pesado se desplomó un 14%.
Durante los meses de julio y agosto el panorama no fue mejor para la AP-9, pese a que la Xunta afirmó que el pasado verano la comunidad había registrado "el máximo histórico" de turistas en un año sin Xacobeo. Hubo más turistas, pero estos no utilizaron la autopista. Durante julio y agosto, el tráfico cayó un 5,2% con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior.
La intensidad media diaria durante julio fue de 24.250 vehículos, frente a los 24.305 de un año antes, mientras que en agosto alcanzó los 22.677, por los 25.140 del ejercicio anterior. En total, la AP-9 perdió 83.000 usuarios en esos dos meses, con respecto al mismo periodo del año pasado. En septiembre y octubre la merma fue de 140.000. Es decir, en los últimos cuatro meses, 223.000 conductores han decidido no utilizar esta autovía.
La crisis, el aumento del precio del combustible y las constantes subida de los peajes están detrás del menor uso de esta autopista. Estos últimos se incrementaron en 2009 un 4,4%; en 2010, un 0,07%; en 2011, un 1,4%; en 2012, un 3,2%, un 7,5% y el aumento del IVA del 18 al 21%; en 2013, un 2,5% y este año, un 1,8%.
Los malos resultados de la autopista del Atlántico coinciden con el expediente que abrió en julio el Ministerio de Fomento a la concesionaria de la AP-9, Audasa. Este expediente incluye una "auditoría global" sobre el "cumplimiento" del servicio, según reconoció la ministra Ana Pastor. Esta investigación, que aún sigue abierta, no se limita, apuntó Pastor, a controlar el peaje y las retenciones que se produjeron este verano, sobre todo en los accesos a las playas, sino que evaluará también el cumplimiento de las condiciones del servicio pactadas por contrato.
La que está llevando mejor la crisis es la otra autopista de peaje de titularidad estatal que hay en Galicia: la AP-53, que une Santiago con el Alto de Santo Domingo, en Ourense. Esta vía tuvo una intensidad media diaria en septiembre de 5.996 vehículos, un 1,4% más que un año antes, y en octubre, de 5.688, un 3,2% más. En el acumulado de los primeros diez meses del año, la AP-53 ha aumentado su tráfico un 0,8%.
La Opinión A Coruña.es 29/11/2014
Durante el pasado mes de septiembre circularon de media al día por la autopista gallega 19.535 coches, frente a los 21.961 de un año antes. Un mes después, esta cifra cayó hasta los 18.429, frente a los 20.626 de octubre de 2013.
Hay que retroceder hasta 1999 para encontrar unos números más bajos. En septiembre de aquel ejercicio fueron 18.765 y en octubre, 17.909. Entonces, la vía no llegaba ni a Ferrol ni a Tui, pero tenía casi los mismos usuarios que en la actualidad. Desde ese año, nunca antes los dos meses posteriores al verano habían tenido unas cifras tan bajas como las de 2014. Desde enero hasta octubre, la autopista que vertebra la comunidad de norte a sur ha perdido 153.000 conductores, de los que 140.887 han sido tras el verano. En septiembre fueron 72.780 y en octubre, 68.107. La AP-9 ha pasado de tener 6,3 millones de usuarios en los primeros diez meses de 2013 a los 6,1 de 2014.
De las 28 autopistas estatales que hay en España solo tres han encadenado caídas de tráfico en los últimos tres meses. Una de ellas es la AP-9 que además de perder un 11% de sus usuarios en septiembre y un 10% en octubre, también vio como caía su uso en agosto (-0,11%). Las otras dos autovías de peaje que también han encadenado los últimos tres o más meses de descensos son la AP-7, entre Montmeló y El Papiol (Barcelona), y la R-4. En la primera cayó el tráfico un 0,18% en agosto; un 0,8% en septiembre y un 2% en octubre. Cifras muy inferiores a las de la AP-9.
La R-4, que en sus 52 kilómetros une Madrid con Ocaña, es una de las nueve autopistas que en la actualidad está en quiebra y que rescatará el Ministerio de Fomento. Es la única de las 28 que ha perdido tráfico durante todos los meses de este año. Pero al contrario que en la AP-9 las caídas han sido menos abultadas: 0,49% en agosto; 5,4% en septiembre y 2,7% en octubre.
En los diez primeros meses del año, la autopista del Atlántico ha perdido el 2,4% de usuarios, con respecto al mismo periodo del año anterior. Este descenso solo es superado por cinco autovías: R-2, entre Madrid y Guadalajara (-6,6%); R-5, entre Madrid y Navalcarnero (-4,8%); AP-41, entre Madrid y Toledo (-4,4%); R-4, entre Madrid y Ocaña (-3,5%) y R-3, entre Madrid y Arganda (-2,9%). Estas cinco forman parte del grupo de las nueve autopistas que están en quiebra y que Fomento pretende rescatar. El Gobierno ultima constituir con ellas una sociedad pública, tras previamente realizar una quita del 50% en la deuda que tienen con los bancos, que quedará así en unos 2.400 millones.
Si el descenso del tráfico total en la autovía gallega en los meses de septiembre y octubre superó el 10% en ambos casos, lo mismo ocurrió con los vehículos pesados que la utilizaron. Si en septiembre el total cayó un 11%, el de los camiones lo hizo un 12%. Y en octubre, el total descendió un 10%, mientras que el tráfico pesado se desplomó un 14%.
Durante los meses de julio y agosto el panorama no fue mejor para la AP-9, pese a que la Xunta afirmó que el pasado verano la comunidad había registrado "el máximo histórico" de turistas en un año sin Xacobeo. Hubo más turistas, pero estos no utilizaron la autopista. Durante julio y agosto, el tráfico cayó un 5,2% con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior.
La intensidad media diaria durante julio fue de 24.250 vehículos, frente a los 24.305 de un año antes, mientras que en agosto alcanzó los 22.677, por los 25.140 del ejercicio anterior. En total, la AP-9 perdió 83.000 usuarios en esos dos meses, con respecto al mismo periodo del año pasado. En septiembre y octubre la merma fue de 140.000. Es decir, en los últimos cuatro meses, 223.000 conductores han decidido no utilizar esta autovía.
La crisis, el aumento del precio del combustible y las constantes subida de los peajes están detrás del menor uso de esta autopista. Estos últimos se incrementaron en 2009 un 4,4%; en 2010, un 0,07%; en 2011, un 1,4%; en 2012, un 3,2%, un 7,5% y el aumento del IVA del 18 al 21%; en 2013, un 2,5% y este año, un 1,8%.
Los malos resultados de la autopista del Atlántico coinciden con el expediente que abrió en julio el Ministerio de Fomento a la concesionaria de la AP-9, Audasa. Este expediente incluye una "auditoría global" sobre el "cumplimiento" del servicio, según reconoció la ministra Ana Pastor. Esta investigación, que aún sigue abierta, no se limita, apuntó Pastor, a controlar el peaje y las retenciones que se produjeron este verano, sobre todo en los accesos a las playas, sino que evaluará también el cumplimiento de las condiciones del servicio pactadas por contrato.
La que está llevando mejor la crisis es la otra autopista de peaje de titularidad estatal que hay en Galicia: la AP-53, que une Santiago con el Alto de Santo Domingo, en Ourense. Esta vía tuvo una intensidad media diaria en septiembre de 5.996 vehículos, un 1,4% más que un año antes, y en octubre, de 5.688, un 3,2% más. En el acumulado de los primeros diez meses del año, la AP-53 ha aumentado su tráfico un 0,8%.
La Opinión A Coruña.es 29/11/2014
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