Un trazado de carreteras de aproximadamente 70 kilómetros de longitud en forma de pentágono rodeará la Comunidad de Madrid antes de 2020.
El macroproyecto está previsto en el Plan de Infraestructuras,
Transporte y Vivienda presentado en el Congreso de los Diputados en 2012
por la ministra de Fomento, Ana Pastor. Aunque todavía se encuentra a
la espera de ser aprobado, el documento contempla la construcción de una
red de autovías que unirá Ávila, Segovia, Guadalajara,Tarancón, Toledo
y Maqueda con la región. “Algunos tramos están parados pero
otros ya están en construcción. La conexión de Segovia por la nacional
110 está en proyecto y la de Tarancón a Toledo también está en obras”, asegura Francisco Segura, portavoz de Ecologistas en Acción.
Según datos ofrecidos por Fomento en 2010, el coste de construcción de un kilómetro de autovía oscila entre los dos y ocho millones de euros.
La variación de precio depende de la orografía del suelo: si es llana
la factura se encuentra entre los dos y tres millones de euros, pero si
la superficie es accidentada puede alcanzar los ocho millones. Es decir, que el gasto podría
superar los 500 millones de euros, sin contar con todo el sistema de
señalización, iluminación y la expropiación de terrenos.
“La
cuestión es que el propio Gobierno ha dicho que tenemos más de 5.000
kilómetros de autovía que no nos hacen falta y que nos sobran. Aún así
seguimos empecinados en seguir construyendo y fermentando el territorio.
A pesar de que las seis autopistas radiales han quebrado en la Comunidad de Madrid,
seguimos soportando estos proyectos con nuestros fondos y se sigue con
la misma dinámica. Es una cosa increíble”, lamenta Segura.
Las autovías que ahora se proyectan son discutidas además desde el punto de vista ambiental, ya que varias de estas conexiones tienen que atravesar sierras y montañas de alto valor ecológico, e incluso protegidas.
Este proyecto realmente ha sido rescatado del cajón de los planes
olvidados de los tiempos de las vacas gordas en el Ministerio de
Fomento, ya que las primeras noticias del mismo proceden de 2005.
La crisis hizo que los equipos que se han ocupado de Fomento estos años
lo hubieran olvidado, hasta que Pastor lo recuperó este año.
La organización ecologista confirma que España es el primer
país de la Unión Europea en kilómetros de autovías y autopistas con un
total de 15.975, a más de 3.000 de ventaja del siguiente. Uno
de cada cinco kilómetros de autovías de la UE está en España. “Somos el
tercer país del mundo con más kilómetros, solo nos ganan Estados Unidos y
China. España es una de las tres zonas del mundo con más concentración
de autovías y autopistas, junto con Singapur y Los Ángeles”, dice
Segura. De hecho, llama la atención que el departamento que dirige
Pastor pretenda llevar a cabo esta construcción tras la quiebra de las
radiales madrileñas. La sociedad concesionaria de la autopista radial
R-2 Madrid-Guadalajara, Henarsa, se declaró en concurso voluntario de acreedores
con una deuda financiera de 450 millones de euros, al igual que la R-3,
R-5 y R-4. Todas ellas suman un pasivo de más de 3.000 millones de
euros.
El Tribunal de Cuentas europeo elaboró una auditoría en el año 2013
en la que comparó las facturas de 24 proyectos de construcción de
carreteras de España, Polonia, Grecia y Alemania financiados con fondos
comunitarios. El informe precisó que nuestro país paga casi el doble que
Alemania para construir sus carreteras y que no existen “pruebas” que avalen que estas diferencias
se deben a los costes de mano de obra. Por eso, el documento aconseja a
la CE que investigue las causas de esa desigualdad con el objetivo de
garantizar que los futuros criterios de licitación y contratación
busquen el resultado más económico.
De hecho, el informe apunta directamente a los procesos de contratación puesto que refleja que el Gobierno español no se ha decantado por las ofertas
más económicas y recoge que solo las empresas previamente autorizadas
por el Ministerio de Economía son las que participan en los concursos de
adjudicación, mientras que en Alemania y Polonia cualquier compañía
puede presentarse. “Es contraproducente, es tirar dinero destrozando.
Lo que hay detrás de todo esto es el negocio de unas cuantas
constructoras, las comisiones ilegales y todo este tipo de dinámicas. Al
final se provoca un destrozo tremendo y sin ninguna repercusión
beneficiosa para la sociedad. Si lo que quieren es trincar que trinquen,
pero que no construyan”, critica Segura.
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