La construcción de la AP-53 supuso, hace algo más de una década, un cambio sustancial en la conexión del norte de la provincia con la capital gallega. La posterior conexión desde el Alto de Santo Domingo (Dozón) con Ourense conseguía avanzar en la vertebración del territorio, pero el tiempo puso en evidencia una serie de problemas que a día de hoy se siguen padeciendo. Por un lado, la conexión con Ourense se liberó de peaje y ese tramo se convirtió en una autovía, al tiempo que los precios de la AP-53 continuaban creciendo escandalosamente. La utilización de la autopista es casi obligada -la N-525 no es una alternativa real- y los usuarios que transitan por ella -5.668 desplazamientos de media al día durante octubre pasado- ven este bien público como algo más que un lujo casi necesario.
Desde la apertura del tramo entre Silleda y Lalín, hace ahora exactamente 11 años, las tarifas subieron un 71,4%. Entonces arrancó con un coste de 3,47 euros por el trayecto Santiago- Lalín. Como tampoco se aplican descuentos para usuarios habituales, el desplazamiento de ida y vuelta entra la capital dezana y la gallega costará durante el próximo año 11,9 euros, siempre hablando de vehículos ligeros. La conexión solo de ida entre Santiago-Ribadulla costará 1,65 euros; Santiago-A Bandeira (2,70) y el desplazamiento entre Compostela y Silleda valdrá 3,55 euros.
Faro de Vigo.es 09/12/2014
Desde la apertura del tramo entre Silleda y Lalín, hace ahora exactamente 11 años, las tarifas subieron un 71,4%. Entonces arrancó con un coste de 3,47 euros por el trayecto Santiago- Lalín. Como tampoco se aplican descuentos para usuarios habituales, el desplazamiento de ida y vuelta entra la capital dezana y la gallega costará durante el próximo año 11,9 euros, siempre hablando de vehículos ligeros. La conexión solo de ida entre Santiago-Ribadulla costará 1,65 euros; Santiago-A Bandeira (2,70) y el desplazamiento entre Compostela y Silleda valdrá 3,55 euros.
Faro de Vigo.es 09/12/2014
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